Siempre atenta al chisme
𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝟏 / 𝐏𝐚𝐫𝐭𝐞 𝟏
Una hermosa mañana de primavera, algunas nubes se pintaban en el cielo azul. El pasto regocijaba su color verde y los pájaros deleitaban con su melodioso canto.
Un armonioso ambiente.
Arruinado por los humanos.
En una cabaña cerca de allí, una pareja de aproximadamente cuarenta años discutían a los gritos.
Kagura, una demonesa, la manipuladora del viento, se encontraba no muy lejos de aquel hogar humano.
En aquellos valles, gracias a la fertil estación, florecían todo tipo de flora. Ella había aterrizado allí en busca de una planta medicinal en especifico.
A pedido de su protegida humana Rin, quien era una bonita adolescente de 16 aprendiz de medico.
" Señora Kagura, si encuentra la hierba Touki en uno de sus viajes ¿Podría traer un poco para mí? "
Y como ya planeaba regresar, entonces no podría volver con las manos vacías. Con una sonrisa adornando su bello rostro acunó en sus brazos una pequeña planta entera, cuidando de no romper las raíces.
Había estado ignorando a los humanos gritones, planeando tomar vuelo muy pronto para ya no tener que saber de ellos nunca más.
Algo llamó su atención, se puede decir que Kagura peca de curiosa.
Con sigilo logró acercarse hasta la cabaña que estaba a trescientos metros de ella.
Quien parecía un hombre canoso cuarentón, cargaba en su espalda una suerte de equipaje. La mujer, en la puerta, se encargaba de arrojarle objetos al hombre.
Entonces, podría presumirse que eran un matrimonio.
─ ¡Mujer del demonio! ¡Loca!
─ ¡Cierra la boca imbecil! ¡Inútil! ¡Bueno para nada!
─ ¡Eres una abusiva! ¡Aprovechadora! ¡Que bien por tu parte te quedas con mis tierras y mi casa!
─ ¡¿Que cosa?! ¡Estas tierras eran de mis padres! ¡Lárgate ahora mismo! ¿Que mas tengo que hacer para que desaparezcas de aquí?
─ ¡No tengo por que irme! Esta casa fue construida por mis propias manos.
─ ¡Y se cae a pedazos!
Kagura, escuchando aquel escandaloso intercambio, rió internamente. Ah, los hombres, ¿Por qué son orgullosos de lo que hacen mal?
─ ¡Has sido una mala compañera! ¡En el pueblo hablan con cizaña sobre ti!
─ ¡Sí! ¡Eres un cornudo, lo confieso!
Aquellas palabras lograron callar al hombre.
Cornudo. Primera vez que Kagura oía ese término que al parecer era un insulto y había logrado ofender al hombre.
─ ¿¡Que dices!? ¡Maldita zorra! ¡No quiero volver a verte! ¡Púdrete! ─ casi entre lagrimas, aquel hombre huyó de prisa lo más rápido que pudo, llevándose consigo su deshonra.
Con una gran ventisca que anunciaba su llegada, Kagura de un salto quedó posicionada frente a Ah-Un, el corcel demonio de dos cabezas de Sesshomaru.
Gracias al fuerte viento, Jaken, quien estaba ahí, salió disparado contra un árbol por culpa de su bajo peso.
En lo que se recuperaba para poder saludar a la novia de su amo Sesshomaru, la mujer castaña envolvió en un trozo de tela que estaba guardado en el montaje de Ah-Uh aquella planta de Touki y la empacó una vez lista.
─ ¿Donde está Sesshomaru? ─ preguntó Kagura al no verlo cerca, muy poco interesada en el estado de salud de Jaken.
─ Primero que nada ¿buenas tardes, no? Grosera. No sé a donde se fue el amo pero debe regresar pronto. ─ habló el sirviente, entrecerrando los ojos, aferrándose a su báculo.
─ ¡Sesshomaru!
─ ¡Te dije que no está-! ¡Ouh! ─ sus palabras se vieron interrumpidas, ya que su cabeza fue aplastada por una bota negra.
Esa bota pertenecía a su señor Sesshomaru, quien aterrizó pisando la cabeza de Jaken.
No andaba muy lejos de aquel lugar, que era la entrada a un bosque. Al sentir el aroma de su pareja llegar, decidió reunirse con ella de nuevo.
Hace al menos dos semanas que no se veían. Y ahora la tenía en frente, aparentemente bien, sin rasguño alguno, cosa que lo alivió.
Su relación era bastante nueva, llámenlo tímido, pero Sesshomaru aun no se acostumbraba a las caricias o al afecto físico, por ahora no seria quien diera el primer paso para saludar a Kagura. ¿Como se debe saludar a quien es tu pareja, adecuadamente? Él no lo sabía exactamente.
Solo dejaría que Kagura fuera quien se acerque y él solo la dejaría hacerlo o en todo caso correspondería.
Pero.
Esa vez Kagura no fue hacía él inmediatamente.
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