XXIII

Vaya... realmente eres la bella durmiente, estuve en la puerta todo el rato, fue divertida la platica que tuvimos, pero te dormiste luego, entre a verte, te veías pacifico...

Tus cabellos, pero sabes? La divina soy yo, ok no, lo arruine, pero así me ama mi querido paciente

Nunca morire, solo a veces actualizo lento, pero terminaré esta historia...

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