39
—Perdon—Susurro Samuel, mientras se dejaba hacer por Ruben, que le acariciaba el cabello con tranquilidad, como una muestra de apoyo y tranquilidad.
—No importa—Sonrio Ruben, mirando a Samuel que se mantenia con los ojos cerrados.
Estaban en es suelo del vagon, Ruben se habia puesto la camisa, y habia recostado la cabeza de Samuel en su regazo cuando entro en crisis.
—No suele pasarme, perdon—Volvio a repetir el azabache.
—¿Siempre estabas solo?—Dudo, mirando la expresion relajada de Samuel, que asintio levemente—Bueno, esta vez estaba yo aqui—Sonrio—Y si me dejas, puedo estar en las proximas—Agrego, parando por un segundo las caricias que le brindaba a Samuel.
—Esta bien—Susurro el otro, tomando la mano del castaño y volviendola a colocar sobre su cabeza.
Ruben rio, parecia un gatito mimado, eso le parevia tierno y relajante.
—¿Sabes? Eres raro—Murmuro Ruben, y observo como Samuel abria un ojo, mirandolo con duda—Me refiero a que das una mala primera impresion, pareces brusco y sientes como si fueras a pegarle un golpe a alguien en cualquier momento—Rio.
—Uhm~—Samuel hizo un sonidito, dandole a entender que lo estaba escuchando.
—Pero, conforme te conozco, me das menos miedo, eres amable, tranquilo, y solo te molestan mucho las grandes cantidades de personas—Sonrio— Quiza si eres un poco brusco y pareces distante, pero eso no te convierte en mala persona...—Murmuro, siguiendo con las caricias en el cabello azabache del mayor.
—Supongo que solo soy reservado—Le contesto Samuel.
—Me alegra saber que puedes sentirte tranquilo conmigo—Le sonrio Ruben, y se sorprendio levemente cuando Samuel se sento a su lado.
—Tu tambien eres raro—Le dijo, y Ruben solto una risita— Todo te sorprende y eres tan inocente como un niño—Murmuro— Pese a todo, pareces estar feliz con lo que te den...y, no te alejas por muy mal que te trate—Agrego desviando la mirada.
Ruben rio, un tanto cansado.
—No eres mala persona Samuel, no tenia porque alejarme—Le sonrio somnoliento.
—Gracias—Escucho que le decia Samuel, pero no se entero mucho mas cuando ya cansado, se recargo en el hombro del mayor, quedandose dormido.
Samuel lo observo unos segundos, y despues hizo una mueca, pensando en lo lindo que se le hacia con su expresion adormilada y tranquila.
—Me asustas—Susurro, de forma que Ruben no pudiera despertar por el sonido de sus palabras— Haces que te enseñe cosas que no queria mostrar—Suspiro.
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