—...—Las estrellas estaban bonitas esa noche.

La vista era preciosa y de alguna manera parecian ser una ilusion, no podia creer que fueran las mismas estrellas que solia observar mientras sentia los golpes en la piel.

De hdcho, eran las misma del dia que vio aquella ilusion del tren a lo lejos, sonrio.

Todavia le parecia una ilusion, porque era muy fantaseoso que el mismo tren que vio aquella noche fuera el mismo que tenia detras, y le encantaba aun mas pensar que ahora sentado en el pasto, no tuviera miedo.

—Elegire una flor roja para darsela a ella—Canturreo, apollando su cariña en sus rodillas que eran abrazadas por sus brazos.

Todos estaban dormidos, el habia salido a ver las estrellas, y su pequela melodia lo ayudaba a calmarse, ma verdad es que no sabia que hacia ahi.

Le parecia irreal y de alguna manera no podia terminar de creer que era real, que lo que estaba viviendo, realmente estaba pasando.

—Una flor roja para su cabellos~ La flor roja, ma flor roja para su cabello~—Siguio, sonriendo con cariño.

—"La flor florecera y ella brillara mas que el sol"—Escucho, y miro a su lado, encontrandose con Samuel sonriendo con nostalgia.

—La conoces?—Pregunto con duda, mirando a Samuel con una sonrisa ilusionada.

—La cantaba....para alguien antes—Suspiro Samuel— ¿Porque no vas a dormir?—Dudo, mirandolo por el rabillo del ojo.

—No tenia sueño—Mintio, sonriendole.

—Deberias dormir, los ensayos son cansados—Le dijo, cruzandose de brazos.

—Si perdon—Dijo, levantandose del pasto con tranquilidad, observo como Samuel caminaba de nuevo hacia su vagon.

—Ruben...—Le escucho murmurar, y lo miro, buscando que continuara— Hace frio, abrigate—Murmuro, y siguio con su camino.

Ruben asintio sonriendo, aun si Samuel ya no volteo a verlo.