16
-Buenos días!-Dijo Ruben, mirando con alegría al castaño mas grande.
-Rabis! Buenos días! Como dormiste? -Pregunto Luzu, mirándolo con amabilidad.
-Bien! Hace mucho qué no dormía tan cómodo!-Dijo sonriendo, pensando que solía dormir en un colchón muy duro o en el piso.
-Me alegro-Dijo Luzu, revolviendole el cabello.
-Que van a hacer?-Pregunto, mirando como todos los integrantes dem circo estaban en movimiento.
-Oh! Primero que nada vamos a desayunar, le toca a Vegetta hoy-Dijo Luzu, mirándolo-Después vienen las practicas-Agrego, sonriendo.
-Ya veo-Dijo-Puedo ayudar en algo?-Pregunto, mirando a Luzu con duda, no quería ser un inútil.
-Pues...-Luzu se iba a negar, no quería que el chico se esforzara demasiado, sin embargo, al ver su carita decidida le recordó a cierto chico ojivioleta cuando llego-Puedes avisar a todos que ya casi esta el desayuno, que se junten en la carpa-Dijo Luzu.
Ruben sonrió, asintiendo.
Se retiro, a buscar a los demas, almenos a los que le habían presentado por ahora.
Tenia que admitir que cuando se ofreció a ayudar, le daba miedo la idea de que Luzu le contestará que ayudara a Samuel.
Ese chico daba miedo, mucho miedo.
O eso almenos para el.
Dejo de pensar en ello cuando vio a Guillermo junto con una chica hablando.
-Willy!-Grito, acercándose a paso acelerado.
-Ala! Hola Rubius, que pasa? Como estas?-Saludo el albino, sonriendo.
-Bien! Gracias, por cierto, dice Luzu que pronto estará el desayuno-Dijo, saludando con la mano a la chica desconocida.
-Oh vale! Y te presento a Nieves-Contesto Guillermo, para señalar después a la chica pelinaranja-Es bailarina en en acto de Vegetta-Agrego.
La chica sonrió.
-Holi! Mucho gusto, Rubius?-Preguntola chica de manera animada.
-Ci-
-aww que mono eres, tu sudadera es lo máximo,de osito-Dijo la chica.
-Jeje gracias, también me gusta tu broche, es lindo- Contesto Ruben, señalando el broche de copo de nieve en la blusa de la chica.
-Ves tardado?! Mi broche es genial!-Dijo la chica, observando orgullosa a Willy.
-Sisisi, lo que digas-Contesto el otro, rodando los ojos.
Nieves y Ruben rieron.
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