Epílogo
— ¡Kakarotto! —Grito corriendo hacia el nombrado con mucha emoción.
El saiyajin salió de su pequeña nave lanzando un largo suspiro de su boca, no fueron muchos los segundos cuando la fémina se abalanzara contra el volviendo a caer dentro de la nave.
— Los detecte en este lugar, reuniste las esferas y reconstruiste este planeta verdad —Esta asintió, Kakarotto detuvo sus manos a unos centímetros de los hombros de su mujer, quería separarla, pero vio que estaban solos, exhalo y dejándose llevar por sus instintos la envolvió en sus brazos, dejándose llevar por la calidez que ambos se brindaban.
— Los niños querían ver el planeta donde nací y crecí así que...—Se incorporó un poco, la fémina se sentó sobre sus piernas para mejor comodidad.
— Comprendo, —dijo— y ¿los niños dónde están?
— Con mi padre —le costó decirlo sabiendo que él se molestaría por ello, el maldijo por lo bajo— arreglamos las cosas, me pidió perdón y bueno...
— Lo perdonaste, ¿puedes siquiera guardar rencor en ese corazoncito tuyo? —ella jugó con sus dedos sonriendo con nervios— Joder. —Bufo, ella bajo la mirada— Si te hace algo, siquiera el mínimo o a algunos de nuestros hijos, no dudare en matarlo. —Sostuvo su barbilla, se miraron a los ojos nuevamente—No me gusta verte depresiva y chillona, me fastidias. —Ambos rieron.
— Cambiando de tema, ¿cómo te fue en tu viaje? —Un intenso brillo apareció en los ojos oscuros del saiyajin.
— Por donde comienzo. —A Chichi esa manera tan entusiasta de su hombre, era tierno ante sus ojos.
Él empezó a relatar todo lo que había pasado en su viaje.
Luego de unas horas se dirigieron al castillo, el trayecto fue tranquilo hasta llegar y cambio cuando ingresaron al castillo, algunos recordaban lo que el saiya les había hecho hace tiempo atrás y se pusieron tensos y alertas por si este intentaba atacar de nuevo.
Al verlo, sus hijos corrieron hacia su persona, los sirviente y padre de la humana pensaron que le darían un abrazo a su progenitor.
Chichi se agarró la frente con dos dedos y soltó un suspiro pesado. sabia su método de saludo de ellos y aunque aún desaprobaba aquello, no negaba que le divertía.
— ¡Mocosos del demonio! —Los tres atacaron en diferentes lugares, Kakarotto curvo una sonrisa y sin esperar más le dio un rodillazo a su hija, una patada a su segundo hijo y un puñete a su primer hijo, todos los que veían aquello quedaron boquiabierto.
Excepto la de cabellos oscuros.
— Papá, eso dolió
— Viejo te pasaste esta vez
Se quejaron los dos niños.
— ¡Otra vez!
Dijo animada la niña, la miraron sorprendidos, cruzo sus brazos y comenzó a maldecir a todos en su mente.
Kakarotto miro a su suegro, una mirada penetrante y fría, creo una bola de energía en su mano izquierda, la deshizo chasqueando sus labios.
Si, aun le enfurecía el trato que le habían hecho vivir a su mujer, y por ella se contuvo en no amenazarlo.
— Mi Rey y Princesa, la ceremonia de matrimonio en la sala de estar esta ahora listo, pueden ingresar los novios. —Kakarotto enarco una ceja, miro a Chichi, esta se puso nerviosa al instante.
— Si tienen hijos, y están juntos, entonces no es ningún problema que ahora se casen, ¿verdad hija? —Los hijos y su progenitor estaban confusos ante lo dicho repentino por el hombre, el Rey.
Cuando el iba a hablar unos sirvientes lo tomaron de ambos brazos, Chichi solo le sonrió. —Etto...no vayas a golpearlos o discutir, Kakarotto.
Y se lo llevaron, por supuesto, el no se opuso ya que sabia que los que lo sostenían no tenían malas intenciones, fueron minutos demasiados largos, el cambio de ropa le molesto, inclusive que muchos humanos estuvieran a su alrededor le fastidiaba, pero cuando le indicaron que fuese a la sala de estar estando listo y cambiado, fue allí y la vio con un vestido blanco, un peinado que no permitía que ni un mechón se saliera, Chichi en pocas palabras, se veía extraña, diferente, y ese cambio por mas extraño que fuera, le encanto, cuando llego a su lado y le sostuvo sus manos, ella se veía feliz.
La ceremonia no duro mucho, fue bastante rápido, pero en si estuvo aburrido, sus hijos se cubrieron los ojos cuando ella se coloco de puntillas y lo beso, delante de todos, y cuando se alejó todos aplaudieron, finalizando su casamiento. Dejándolo completamente paralizado.
La tumbo sobre la cama, elevo sus manos por arriba de su cabeza apretando sus muñecas, Chichi yacía sonrojada debajo del gran cuerpo de su ahora recién esposo una vez llegado a su habitación matrimonial.
— Me debes explicaciones, Chi'—Le mostró el dedo donde estaba su anillo —¿Qué significa esto? Me aprieta el dedo, pero lo que más me dejo muy extraño es el hecho de que me besaste delante de todos, ¿no te daba timidez hacerlo frente a multitud?
— Antes de que llegarás, mi padre me propuso a realizar nuestra boda. —Una interrogación le apareció— y boda significa, en realidad no lo sé mucho, pero creo que es una promesa de amor, para que ambos estemos siempre juntos, en pocas palabras es la unión. —Libero sus muñeca y decidió sentarse en la orilla de la cama.
— Siempre juntos. —murmuro.
— Aunque tú eres un saiyajin y no sé si tardas en envejecer o nunca morirás, la cuestión es que yo soy una humana, y colapsare cuando los años sigan pasando, tú seguirás igual y yo estaré en el otro mu...—Él cubrió su boca con su mano mirándola detenidamente.
— Te seguiré Chichi, ya viví mucho tiempo, descansaré cuando tú lo hagas. —Sostuvo su mentón aproximándola a sus labios para besarla.
Esas palabras la llenaron de mucha felicidad, y de alivio, sus labios se movían en sincronía, tan suaves y llenos de sentimientos que pronto se convirtieron en deseos de mas por parte de él, quería profundizarlo y ella lo capto. Se separó de golpe disponiéndose de pie y estar en el rincón de su habitación, Kakarotto se enojó, no le gustaba que ella lo dejara con las ganas, y vaya que eran muchas veces que ella se salía con la suya, pero no esta vez, esa noche no.
— Y-Yo estoy con mi regla —Soltó nerviosa.
Él analizo sus palabras.
— Mientes, tu olor sigue con el mío, no huelo a sangre —contesto realista aproximándose a ella.
— Pe-pero —Coloco sus manos a los costados de esta dejándola sin escapatoria.
—Sshhh, silencio. —Relamió sus labios, Chichi se dejó resbalar hacia abajo esquivando el beso que él quería darle.
Gruño nuevamente, ¿en serio estaba haciéndole eso?, su miembro ya se encontraba duro y comenzaba a dolerle.
— Y-Yo no tengo ganas, ¿qué tal si dormimos...?
—Me gusta cuando te haces la difícil, jugaremos a tu manera entonces...
— ¡Estoy embarazada! —Grito, cuando se vio aprisionada contra el enorme cuerpo del saiya de nuevo.
Este pestañeo un par de veces y recordó las veces que durante los embarazos de sus tres hijos cuando le daban ganas, Chichi no quería, le incomodaba en cierta parte y le negaba tener sexo.
Suspiro sintiendo la frialdad volver a su sistema. — ¿Cuánto tiempo?
—Tres meses, pero no se me nota mucho, me dijeron que es por tener un cuerpo pequeño, mi padre me hizo análisis y salió positivo, según la ecografía...son dos. —Lo último lo dijo en voz baja.
Claramente él la escuchó.
— Si son dos, ¿tu vientre no debería estar más enorme? —Le pregunto.
— Y yo qu-que voy a saber, tonto Kakarotto, tonto, tonto, ¡tonto!
Después de conversar ambos conciliaron el sueño.
Un año después
Abrió levemente los ojos hasta aclarar su vista, se incorporó un poco y restregó sus ojos con el puño de su mano, lanzo un bostezo y coloco su mano por su cabellera alborotada, poco después se dio cuenta que su cama solo era ocupada por su persona, supuso que ella se habría despertado temprano como le era costumbre.
Escucho unos sonidos girando la cabeza para ver la ventana donde se situaban unos pájaros, chasqueo sus dientes, ese lugar era jodidamente tranquilo.
Sus hijos se interesaron por los oficios que hacían matutinamente las personas del Planeta Tierra, quisieron quedarse, Chichi estuvo de acuerdo, Kakarotto no tuvo otra opción que aceptarlo, era su familia después de todo.
Su suegro les regalo una casa, muy lejos de la civilización humana y del escándalo de esta misma, en el monte paoz vivían pacíficamente llenos de paz.
Suspiro, se dispuso de pie dirigiéndose al baño para hacerse el aseo personal.
No le disgustaba, pero tampoco le gustaba, se perdía días, semanas u algunos que otros meses en el espacio para entrenar, ella no se lo impedía y por ello estaba aliviado.
Termino de cepillar sus dientes, se cambió de ropa, su estómago gruño, tenía hambre, así que no espero más y se dirigió a la planta baja donde estaba la cocina y obviamente comida, junto a su esposa esperándolo con una hermosa sonrisa.
Pero todo se borró cuando vio una nota sobre la mesa y comida también, agarro un trozo de pan y la nota, se maldijo con lo poco que sabía leer las palabras de los terrestres.
Cerro sus ojos y se concentró en buscar su ki, suspiro más tranquilo, sus hijos y ella estaban no muy lejos de su hogar, comió rápidamente y tomo las flores del jarrón, coloco sus dedos sobre su frente y se teletransporto.
Chichi cargaba en sus brazos a uno de sus bebes de siete meses sentada sobre una roca, mientras cuidaba con la mirada a sus demás hijos que corrían y jugaban por el valle de las flores, vio que su otro bebé comenzaba a gatear, sonrió con ternura al verlo, beso la frente de su bebé que tenía en sus brazos.
— Buenos días Chichi —Apareció Kakarotto detrás de ella.
Giro su rostro encontrándose con la mirada de su esposo, este camino hacia ella inclinándose un poco para cargar al bebé que estaba gateando hace poco.
— Ten. —Le extendió las flores que había agarrado hace unos momentos.
Ella lo sostuvo, la brisa ladeando su cabello— Gracias.
— Nisa no está llorando por lo que veo. —Miro a su hija que ella sostenía en sus brazos.
— No le gusta los sitios cerrados, le gusta sentirse libre a mi pequeña. —Dijo Chichi sosteniendo la cabecita de su bebé y darle un beso en la punta de su nariz.
Sonrió, bajo la mirada hacia su hijo, apretó su mejilla y este mismo enrollo su cola en la muñeca de su padre con una expresión de enojo que a su vez daba ternura.
— Beins se enoja muy rápido —Comento el saiya.
— Lo saco de ti. —Rio la fémina.
Se aproximo a esta, paso su mano por detrás de su oreja, se miraron a los ojos y no tardaron en darse un cálido beso.
— Papá, mamá, deberían dejar de hacer eso frente a nosotros, enserio. —Hablo Gohan con una mueca.
— Arruinan nuestra linda inocencia, —Toco su pecho Goten— aunque a media noche se escuchan ruidos extraños. —Chichi se sonrojo hasta la coronilla, por esa razón terminaron su beso.
— Tal vez sean fantasmas que quieren jalarte los pies Goten. —Añadió Karoty logrando escalofriar a su hermano.
Chichi río por lo bajo, sus hijos la escucharon se aproximaron a su madre y padre, la niña y el mayor se subieron en la espalda de su progenitor, Goten se sentó en el regazo de su madre, y ambos tenían a sus dos bebes en sus brazos, pego su frente junto a ella y como pudo logro abrazarla.
—Fuiste mi gran cambio Chichi, y te amo por ello, y por muchos otros motivos mas. —Miro a sus hijos quienes sonrieron.
Ocurrieron muchos cambios en la vida de ambos, pero así como la bella y la bestia, ellos tuvieron un final feliz, y quizás uno mucho mejor.
. . . C H A N G E . . .
Esta historia es una de las que mas me ha gustado escribir, me gusto como se desenvolvió y como lograron unirse estos personajes solitarios que ahora ya no son solitarios <3
En un segundo pueden ocurrir demasiadas cosas, yo se de eso, aunque el miedo nos envuelva, sean valientes aunque las lagrimas y la voz nos traicionen, mantengan sus principios y determinación, cambien para bien, háganlo por ustedes, por quienes aman, porque un día estas arriba y al otro segundo, puedes abajo.
Att: XxE_GochixX
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top