Chapter; .XIII.

Revelación Sentimental.-
Chîchi

Esquiva, todo transcurre en cámara lenta para mí, analizo lo que debo hacer antes de recibir un golpe de su parte, pero, al estar entrenando en un clima muy tempestuosa, el cielo se ilumina, estruena fuerte y pronto un rayo cae demasiado cerca de mí, entonces Goku jala mi cintura, el suelo agrietándose y así ambos caemos en las rocas duras, pero el que recibe más daño es el por cubrirme a mí.

El cielo es moustrosamente oscuro iluminada por los potentes rayos y truenos, las gotas de la lluvia parecen piedras afiladas, estoy agotada, pero Goku esta herido y débil.

No hemos comido desde hace dos días, y lo poco que pudimos cazar, él me lo entrega para estar estable y no sufrir de hambre.

—Goku, —Quito sus brazos de mi cuerpo para liberarme y verlo, sostengo su rostro entre mis manos, preocupada, angustiada, desesperada lo llamo repetidas veces sin obtener respuesta, alzo la mirada hacía donde caímos e inspeccionó. Es un barrial lleno de rocas, muerdo mi mejilla por los nervios y jalo su brazo.—Por favor despierta, vamos, levántate, Goku...despierta.—Mi corazón late desesperado en angustia.

Y al no obtener respuesta de su parte, decido esforzarme.

Horas después...

Encuentro una casa en lo profundo del bosque que acostumbramos a venir para cazar, es pequeña, cuando toco apenas la puerta esta se ladea de un lado colgando de apenas un tornillo; la puerta es vieja al igual que la casa.

Imagino que nadie ha vivido en este lugar desde hace años.

De todas maneras, con la poca fuerza que me queda me esfuerzo en meter a Goku y acostarlo; esta inconsciente.

Su muñequera dio un informe hace minutos atrás; Estamos escapando Kakarotto, ahora, somos libres. Pronto mataremos a Freezer.

Aunque tenía muchas preguntas y confusiones decidí sacarme la polera de tira, romperla y estrujarla para sacarle el agua, después se lo coloco sobre su frente, luego lo despojo de su vestimenta para que no se resfrie.

Era mejor ir a la cueva pero es él quien conoce el camino para llegar.

Cuando despierte, tendra hambre. Amarro mi pelo, me quito las botas y enrollo hasta mis rodillas mi pantalón, mis pechos están vendados por protección; aunque cuando fuimos a buscar a la ciudad brasier, no teníamos dinero.

Lo que tengo puesto es lo que él consigue y no sé de donde.

Exhalo, y antes de salir de la casa lo escucho decir; Hîccih, ven, Hîccih. Sin saber como reaccionar solo me limito a salir de la pequeña casa para ir a conseguir algo de comer.

Kakarotto

Acaricia mis cicatrices lentamente con las yemas de sus dedos, traza mi cuello, se dirige a mi hombro y apreta en esa cicatriz.

—Esta cicatriz, no tiene comparación con las otras...—lo toca, aspiro, Chîchi mantiene una expresión preocupada— parece causado a propósito.—quiero preguntarle que le sucede, que la mantiene con ese semblante y aire hervido.

—No pude cazar pero si conseguí unos peces de buen tamaño, ¿puedes comer por tu cuenta?.—Deja de tocarme para levantarse e irse hacía la puerta, su mirada se pierde en la lluvia.

Vaya que estoy confundido.

Decido sentarme, hay una fogata a dos metros de mí y en ella hay varios pescados asados, aun teniendo demasiada ganas de comer y valerme una mierda todo, mi enfoco es ella.

Se ve apetecible y deliciosa con esas vendas húmedas alrededor de sus pechos, usando su pantalón igual húmedo, su perfil delicado, su pelo negro suelto cayendo sobre sus hombros, y aun así, expresando tristeza, se ve deliciosa.

—Goku, —Me levanto tambaleándome un poco por la debilidad del hambre pero logro llegar a ella, se alarma nombrándome de nuevo más preocupada,— bobo, si te sientes mal dímelo, te daré de comer, debes volver acostarte.

—¡No!, —Ella se paraliza— no quiero...

—¿No quieres...?

—No quiero que te mantengas distante conmigo. —la cabeza me marea, pero pude ver como sus ojos se iluminan, una suave sonrisa aparece en sus labios.— No puedo...

Caigo de rodillas, Chîchi sujeta mi rostro y sin esperarlo, una gota cae sobre mi mejilla, luego otras, viendo como se sensibiliza ante mí, rompiendo en lágrimas que me dejó sin palabras.

—Estaba muy preocupada que me sentía incapaz de ayudarte, no despertabas, tuve que traerte aquí, aun así sigues débil, —tuerzo mis labios, esa ultima palabra me disgustó.— te sacrificas por mí, haces muchas cosas por mí que yo...—alzo mis pulgares a sus mejillas para limpiar sus lágrimas, ella me mira.

—Gracias, Chî.—mi pulgar aprieta delicado su labio y acaricia el inferior— si seré una carga para ti, voy a esforzarme para que esto no vuelva a suceder.

—Bobo...—Se acerca a mí rodeando sus brazos por mi cuello,— no entendiste.—cálido.

Después de unos minutos nos dedicamos a comer, ella algunas frutas que consiguió y yo los pescados, hablándome de historias infantiles de Princesas, luego de otras cosas.

Pregunto sobre mi cicatriz en el hombro; fue la primera vez que le dije de la marca, le dije un poco sobre ello, y al no entender tuve que explicarle quien era.

—A ver si entendí, —dice— dices que fuiste creado por un doctor loco, que su propósito era ser fuerte y gobernar el espacio exterior, —la galaxia Chîchi,— tuviste compañeros y compañeras, estos tuvieron hijos y que tú...no me has dicho de ti, ¿Hîccih era tu pareja?, y si era así, ¿dónde está? ¿ella te marcó ahí? —apunta mi hombro, yo asiento, pero algo confuso.

Antes de que siga hablando tomo su muñeca.— Nunca te mencioné el nombre de mi ex-pareja, ¿cómo lo sabes?, —no me mira, ella esconde algo.

—Creo que deberías revisar tu muñequera, ya que...—la manzana que sostenía cayó al suelo, me coloqué encima de ella para verla a los ojos.

—Chîchi, ¿qué te...—intento tomar uno de sus mechones pero me esquiva—, tú...me estas ocultando algo importante.

Inhalando su aroma y como comienza a presentarse el olor a excitación sonrio de lado. Esta haciéndose la dura, pobre inofensiva, esto será fácil.

Hîccih tocame, Hîccih hazlo, Hîccih eres deliciosa, —Chîchi gruñe y comienza a golpear mi pecho, sus mejillas arden en cólera. Celos.— no la nombres cuando estoy a tu lado, ni mucho menos cuando me tocas, tú...eres malo, canalla, sínico.—Recuerdo soñar sueños húmedos con mi anterior mujer, pero quizás lo hice de nuevo con ella a mi lado.

Como dije no tengo idea de haberlo hecho.

Entre sus escenas y golpes que me incitaron a doblegarla y enloquecerla, pude ver su rostro bañado en deseo lujurioso, cuando volvi a masturbarla jamás olvidaré como decía odiarme mientras se corría para mí.

Nos besábamos, sujetaba su pelo y ella estando encima mio en una pelea de caricias quien ganaba al otro, decidió descender mucho más, haciendo tensar mis músculos y sentir apretado mis venas, ella misma exploró mi miembro sin guía alguna, y aunque lo hizo inexperta, algo penosa y traviesa, logro ponerme muy duro y ansioso que tuve que jalarmela delante de ella para terminar, a este punto, teníamos ansias de devorar al otro sin importarnos nada, yo lo sentía así, yo sabía que ella igual.

Se inclinó colocando su frente en mi pecho, una mano en mi abdomen para escuchar su susurro.—Tócame más.

Y lo hice.

Chîchi

Goku me lleva a un desierto de enormes rocas, despertamos después de cuatro horas ante lo sucedido, y aunque la experiencia fue única y especial, me da miedo concluirlo, porque cuando se lo entregue todo, ya no habrá más que disfrutar, y descubrí que podía tocarme y tocarlo, poco a poco, nos hacíamos más unidos.

Mencionó que la luna llena estaba en su punto, y aunque llovió hace unas horas atrás este apareció entre las nubes que comenzaban a desaparecer, también dijo que iba a mostrarme unas transformaciones suyas, no lo interrogué, ni pregunté, solo quiero verlo con mis propios ojos.

—Quédate ahí —Ordena, obedezco desciendiendo en una de las rocas gigantes, él desciende en la arena y mira hacia arriba, la luna llena se ve enorme.

La luna es hermosa desde este punto, aunque nubes oscuras están alrededor suyo, Goku no se mueve pero siento un incremento de energía y cambio en él.

Crece y crece aún más, no me muevo, me asombro boquiabierta, y aunque casí tiemblo, me percato, y veo en lo que se ha convertido. En un mono gigante.

«Quédate ahí » «Te protegerá»

Otra vez esa voz en mi mente.

—Qué opinas mujer —el mono habló, un tick me hace entender de inmediato, es Goku, tiene conciencia, menos mal.

Sonrio —Te vez genial —vuelo hacía él, me sostiene en sus enormes manos, yo decido acariciar su pelaje, es suave—Te admiro, Goku—cierro los ojos abrazando un poco de él.

Descendemos, pero no abro los ojos, sé que esta volviendo a la normalidad, cuando piso tierra y al abrir los ojos, nuevamente es otro.

Hay un aura a su alrededor, sus cabellos dorados, sus musculos se incrementaron, su cola cambio de color, y sus ojos son azules, unos azules verdosos pecaminosos.

—¿Y ahora? —sostengo sus mejillas y él cierra los ojos.

—Te ves poderoso, y aun así, te sigo admirando, Goku —toma mis manos entre las suyas y los besa.

—Kakarotto, dime Kakarotto —asiento, se acerca demasiado sujetando mi mentón para atrapar mis labios contra los suyos.

Muchas revelaciones, sensaciones, experiencias, caricias y sorpresas por hoy, pero me alegra que confíe en mí.—Kakarotto —es su nombre.

Entre todas estas sorpresas, el beso es el más raro de todos, porque los anteriores eran por hacerlo, eran por los deseos, impulsos y acumulaciones, en cambio este es diferente, porque este beso se siente tan lleno de sentimientos, que lo siento estremecerse, y mi corazón se acelera mucho más.

Nuestras manos entrelazadas se aprieta más, y lo sé, esto es nuevo para los dos.

. . . C H A N G E . . .

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top