Chapter; .XII.
Indecisión Atrayente.-
Kakarotto
Chîchi nada alrededor de las aguas termales con mucha más tranquilidad, como si eso era lo que necesitaba. Tranquilidad.
Después de tocarla y curarla, logré calmar un poco la tensión y exceso de preocupación acumulada por mi hija, Chîchi era aquella dosis que necesitaba, alguien limpia que, por más que lo intentaba, no lograba corromper, y aquello me atraía mucho más a ella.
—¿Por qué me miras tanto?.—Pregunta, muerdo mi mejilla interna ante la inocencia de su posición que me provoca.
Su pelo suelto cayendo sobre sus hombros, sus senos a la vista, son pequeños y como me ponen, sus mejillas sonrosadas y sus ojos esperando expectantes a mi respuesta.
—Sigue nadando, —dije— solo estoy pensando.—Coloca un dedo sobre sus labios e inclina un poco el rostro. ¿No me crees, eh?.
—Ven, —Extiende su mano hacía mí—nademos juntos, Goku—le chapoteo un poco de agua en el rostro y ella rie unos segundos.
—Estoy calmando algo en este momento, si me acerco a ti, no se calmará.—Mis palabras parecen confundirla, pero la miro con cierta perversidad.
—Ohh, eso.—Parece entender a que me refería, y por supuesto, se sonrojó hasta la coronilla.—¿Te incómoda?.—No esperaba para nada esa pregunta, pero con la pizca de curiosidad me impulsé un poco para llegar frente a ella, la cual noto como se tensa.
—No.—Mi cola busca su tacto, suspira bajando la mirada entrecerrando sus ojos.
—Debemos...descansar...—La atraigo lo suficiente a mí agarrando su mano y enrollando mi cola en su cintura,—Goku. Quiero...
—Ayudame, ¿sí?...—le susurro sobre su frente, estará debatiendo en su mente entre el sí y no, y cual sea su decisión, uno de los dos terminará excitado o con gran curiosidad.
Con un gran sonrojo e indecisión, veo como comienza a temblar a escasos centímetros de mi cuerpo. ¿Pero qué le sucede?.
—Quiero estas cosas íntimas contigo, pero...—alza el rostro y el reflejo del miedo o nerviosismo es muy claro en sus ojos.— Paso a paso, Goku.
No puedo creerlo.
Ella acaba de dejarme con una evidente erección con la mirada en alto y muy decidida. Está madurando, pero como frustra que me deje con un dolor entre las piernas.
Flash Back
Hîccih se presentó justo en medio de mi entrenamiento matutino, interrumpiendo mi concentración por una cosa, o asunto que no habíamos hablado.
Por supuesto, si ambos sólo nos enfocabamos en ser más fuertes y cuanto dolor podríamos causar.
—Kakarotto, —Me nombró. Yo maldije por lo bajo.— ¿Por qué me marcaste sin la proclamación?—Preguntó cruzándose de brazos.
Él secó su sudor con una toalla en el colgador, estaba desnudo y no le importaba mostrarse de esa manera frente a ella,—Creo que la respuesta es bastante clara, Hîccih.—La Saiyajin se acercó a su pareja y elevó su puño hacía el hombro del chico, sin usar fuerza ella lo miró de lado.— Valoro mi vida, y tú eres muy...escalofriante.
Ella curvo una sonrisa.—¿En serio?, gracias.
—No era un cumplido.
—Tú también eres escalofriante, Kakarotto, pero, aun así, tú me atraes.—caminó alrededor de él quien solto un gran suspiro.
—¿Crees que con esas palabras me convencerás de follarte?
—Pienso follarte, Kakarotto.—Como ambos eran casí de la misma estatura, la Saiya rodeó sus brazos por el abdomen del saiya y susurró contra su oreja.—Y hacerte sentir lo que me hiciste sentir con la marca.
Kakarotto rápidamente giró estampándola contra la pared.—¿Rencorosa?, que infantil, Hîccih.
Por primera vez sus ojos se conectaron, y no era para luchar, no era para conjuntar una estrategia ni nada por el estilo, era una mirada cálida y llena de necesidad y deseo.
—Puedo verlo.
—¿Puedes ver...?
—La perversión en tus ojos, —acarició su cabellera oscura, ella colocó la mano del Saiya encima de sus senos.—Y no pienso detenerte.—Kakarotto apretó sus pechos y hundió su rostro en la curva del cuello de la mujer.
—Hîccih, —comenzó a repartir besos sobre su cuello,— no vayas a matarme.—sujetó con sus manos el en medio de la holgada polera de la chica y comenzar a romperla.
—Eres un loco.—susurró ella, tomando entre sus manos el rostro del Saiya y acercarlo al suyo para unir sus labios.
Una experiencia única para ambos, descubriendo lugares, y gozando de las caricias del otro.
Fin del FlashBack
—Por que recuerdo eso justo ahora —susurro sosteniendo mi cabeza.
Ahora que lo pienso, no he follado con nadie después de su asesinato, solo he tenido en mente mi venganza contra Freezer, entrenar pero jamás se me cruzó en la mente rehacer mi vida con alguien.
Porque nunca vi la oportunidad o jamás llegó a ser de importancia.
Pero, ver a Chîchi justo ahora chapoteandome agua, y yo hundirla un par de veces, saliedo con su cara roja y un poco morado, su respiración apresurada, y se acerca a mi golpeando mi brazo escuchando su reclamo, y muy en el fondo, esto, me llena de mucha diversión.
Estoy con ella.
—Casí me ahogas.
—Vamos, no te enojes Chîchi.
—No estoy enojada, —acarició uno de sus mechones, ella parece sorprenderse por mi toque.— ¿te sucede algo?, estas actuando extraño hoy día.—Chîchi es demasiado...buena.
—Eres una buena chica. —Susurro, sus profundos ojos aumentan su brillo.— Debes ser fuerte, Chî.—Quiero ser yo quien te corrompa, no el mundo.
Quiero destruirla y manchar su pureza. Pronto siento sus labios sobre los mios, maldigo mis instintos y ganas por ella, porque besa delicioso, excitante, apreto su cintura y mentón porque el beso comienza a convertirse muy húmedo e intenso.
—Quiero ser tu destrucción. —y aunque le soy honesto, sigo besándola como si mis palabras solo fueran eso, palabras sin importancia.
Ella sujeta mi rostro, con una mano abierta acaricia mi espalda muy lento y caliente, tan inocente y suave, que cierro mucho más mis ojos para sólo sentir eso.—Es un suicidio, pero...quiero ver si puedes lograr destruirme.—sus palabras me sorprendieron.
Enojandome conmigo mismo, tomo un puñado de su cabello y me hundo con ella en el agua para continuar besándola, entre lo caliente y la atracción que mi mente y cuerpo se debaten por tenerla.
Quiero destruirla...Pero quiero protegerla.
Que estupidez.
. . . C H A N G E . . .
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