Chapter; .VI.
Kakarotto
Flash Back.-
Ella se llamaba Hîccih, una de las creaciones más poderosas y de personalidad demente, una Saiyajin solitaria en misiones grupales y creativa en el arte de asesinar a sus objetivos. Como el ahora estabamos en un Planeta, derrocando a sus superiores y hacer que sus caras se estrellen contra el suelo.
Hîccih se apartó del grupo, las explosiones y armas potentes eran muy efectivas en nosotros, así que en esa ocasión, decidí seguirla para cubrirle la espalda, ví como esquivo a uno en especial -por su enorme tamaño- y le propinó una patada en su espalda, este se quejo, ella sujetó de su pelo fuertemente mientras lo golpeaba contra el suelo.—Tranquilo, solo te abriré el estómago y jugaré con tus entrañas.
—Hîccih, basta de juegos, matalo, tenemos que reuinirnos con los otros...—Sin embargo mis palabras fueron ignoradas por su parte ya que escuché como aplastaba el cráneo del individuo que estaba en el suelo, en dos segundos, la sangre ensuciaba sus botas.
—Kakarotto, deja que me divierta un poco, eres muy aburrido.—Bufó, su pelo oscuro cubrirle un poco los ojos.
—Obedeceme, Hîccih, —ella llamió sus labios, tragué duro, aun sintiendo su sangre deslizarse por mi garganta cuando la marqué. Porque por desgracia, ella era mi pareja para que nuestra especie no se extinguiera.
—No soy tuya, líder, —extiende sus brazos— hago lo que me plazca, cuando quiera...—Una explosión detrás suyo hizo de ella una imagen macabra, elevó su mano por su mejilla, su pelo agitándose por la repentina agitación del Planeta, alineó sus labios cínicamente.
Mi comunicador de la muñeca me hizo apartar la mirada para ver la nueva información de uno de ellos, El Planeta estaba en su límite, en unos minutos explotaría por la gravedad de muchas perforaciones. Exhale, Hîccih corrió hacía unos moribundos creando una espada con su poder y cortarle las extremidades, ella se saciaba de sus gritos, ella era la peor hembra que podía ser para alguien.
Como tal, siendo yo el más poderoso, ella teniendo mucha resistencia y poca carencia de compasión, fuimos una complementación bastante caótica. Por eso, cuando la marqué a la fuerza, me volvía bruto y poco conciente cuando ella estaba en ese estado de éxtasis, por eso no tuve piedad cuando me acerqué a ella, tumbarla al suelo apretando sus brazos en su espalda en una posición poco natural, la mordí. Porque una mordida, podía debilitarla.
Aun no entendía mucho lo de la marca. La alcé en mis brazos cuando dejo de patalear y forcejear y llevarla a su nave.
La marca se hace en el vaivén de la fornicación, pero, yo cometí una pequeña excepción. Que yo no quería fornicar con una maniática si valoraba mi vida, por eso la marqué, sin la proclamación carnal.
Fin del flash back
Narración Normal
Chîchi estaba sorprendida, jamás se imaginó en esa situación, nunca nadie se habia plantado a la idea de hablarle con tanta seriedad.
Estaba el hombre del espacio mirándola directamente a sus oscuras pupilas con mucha intensificación frialdad. El aire comenzaba a faltarle, su pecho bombardeaba que temía que se saliera de su pecho, y un claro conocido amarre en la garganta le impedía soltar siquiera palabra alguna.
Logró que él dejase de apretarle la barbilla, haciendo que sus manos se tocasen con escasez.—¿Eres libre de tomar tus propias decisiones? —Preguntó con dureza, la joven humana negó.— ¿Por qué?
Paso saliva pesadamente por su garganta.—Mi Pa-papá di-dice qu-que —Su voz salía muy inaudible y titubeante, cuya cosa que hizo que él hiciera una mueca.
-—Mírame —Obedeció.— eres una vergüenza, no me sorprendería el hecho de que tus padres siempre te vean como una cosa sucia y fácil de manipular, —Chîchi apretó los labios—es lógico. Apostaría que si les ofrezco algo de valor a cambio de ti, ellos sin pensarlo tomarían aquello de valor y te entregarían —Escupió sin pudor.—Porque tú pequeña, no eres ni llegarás a nada, das lástima.
Se mantuvo callada, no porque quería, sino, porque temía que este le gritara o le llegará hacer daño, también porque tenía un fuerte nudo en la garganta.
Kakarotto chasqueó su lengua al ver repentinamente a la joven hipear dando a entender que comenzaría a llorar, así que, sin consideración alguna la sostuvo de sus brazos y la empujó contra la cama, sus vidriosos ojos oscuros se vieron y él hizo una mueca.—Escucha humana —dijo— ¿Que harías si desconocidos comenzasen a atacar todo lo que es tuyo? —preguntó— ¿ayudarías a las personas? O ¿deshacerte de los desconocidos? —Chîchi sabía la respuesta, pero éste la respondió— tu naturaleza es la bondad, así que diría que ayudarías a las personas, ¿verdad? —ella asintió, dejando a un lado sus lágrimas y dedicarse a ver las facciones de ese extraño ser que estaba viéndola a los ojos.
Kakarotto soltó una risa casta.—Eres patética.—Suspiró— escucha porque te diré todo de una vez —Sujeto con gentileza su mentón, ella sintió un cosquilleo por aquel toque.—Haz lo que se te plazca —susurró— Disfruta, vive y que te valga una mierda lo que los ineptos de los humanos digan, no seas débil, eres más que toda la mierda que te abruma y envuelve —Kakarotto apartó unos mechones de su pequeño rostro angelical— muestrales que eres libre.
—¿Como? —Preguntó, interesada.
— Cambia —Dijo, muy claro— yo puedo enseñarte —ésta bajó la mirada, kakarotto, ante tal vulnerabilidad y debilidad frente a él, decidió probarla, teñir un poco de la pureza que embargaba en ella sujetó su cintura con su cola, aproximándola a su cuerpo, sostener por detrás de su oreja y unir sus labios.
Sus ojos se abrieron un poco por la sorpresa, su primer beso era en ese justo momento y no lo había planeado, ni siquiera lo había pensado, pero no había ninguna sensación negativa en su interior, cerró sus ojos y como en sus libros de fantasías describían, eso era mágico.
Sintió un cosquilleo por su cintura, no tardo en adivinar que era la cola de él aproximándola mucho más contra su cuerpo, no le impidió nada, nada, eso se sentía demasiado bien que comenzó a mover sus labios con timidez, era tan cálido y humedo, suave y fuerte. Elevó sus manos a las mejillas del hombre para deslizarla hasta sus cabellos alborotado.
Y de pronto, en cuestión de unos segundos él se alejó de ella, dejandola con una agitación excitante, no podía con esa imagen, necesitaba salir de ahí si no quería que las cosas se subieran de tono.
Una pizca interna, muy en el fondo, le decía que ella en ese momento se veía muy linda, como una jodida ángel pura que, joder, deseaba volverla impura, pero a la vez, mantenerla. ¡Que loco!.
Avanzó hacía el balcon y antes de irse dijo.—Piensalo, tienes un día para hacerlo —concluyo, y se fue.
La pelinegra, Chîchi, tocó con las yemas de sus dedos sus labios, fueron solo unos segundos, pero lo sintió de otra manera, como si fuera un lapso de tiempo hecho para ellos, porque ese beso la mando a lugares nuevos, y eso, hizo que sonriera y atrajera una almohada para abrazarla con fuerza con sus mejillas color carmesí.
—Goku...—Susurró, con el corazón aun no dejarle de bombardearle.
Sus palabras fueron fuertes y directos, claros y crudos, pero reales, suspiró y una vez más aquel beso invadió sus pensamientos haciéndola olvidar del todo a su alrededor. Lo sabía y admitía, aquel sujeto cambiaría su vida, para bien o para mal.
. . . C H A N G E . . .
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top