Sabor a Decisiones
Kakarotto

Ella me guia por los pasillos hasta un salón muy espacioso con una gran mesa llena de comida, al parecer esto ya estaba preparado y solo esperaban por nosotros, me siento en uno de las sillas y ella frente a mí, el alineaniento de sus labios me provocan que haga una mueca porque no deja ni un segundo de alinear en una curva sus labios.

—Sientete a gusto de comer hasta que te plazcas, Goku. —asiento, antes de comenzar a comer—iré por una bebida que sé que te gustará.—y se marcha.

Hace poco minutos atrás Vegeta mando información de los secuaces de el emperador de Freezer, las cosas y algunos datos e información nueva que ha podido recaudar para mí. Freezer es el peor de los marginados y antes tenía la posibilidad de acabarlo, pero al convertirme en un manchado no tengo muy buena reputación en el espacio así que solo me antengo a la posibilidad de venir y marcharme, algún día voy a derrotarlo.

—Es el mejor vino de nuestro reino, por lo que oí es de muy buena calidad —Ella vuelve con una botella y un vaso de mi talla, agradezco ese gesto por motivo de que las cosas aquí son bastantes pequeñas para mi enorme cuerpo.

Me sirve el trago y yo ruego que sea la bebida de la inconsciencia.—Pruebalo —Lo hago, el delicioso sabor se desliza por mi garganta y me siento muy encendido. Es uno de los trago de la inconsciencia.

He olvidado la última vez que me he tomado la molestia de embriargarme

La observo, directo a los ojos viendome a mi mismo en su reflejo, en este momento, me parece una linda humana a la que me gustaría corromper de maneras lascivas. Miro la copa de la bebida y me fundo en un recuerdo vago que no sabia que aun estaba escondido en un rincón de mi memoria.

Nacimos siendo ya guerreros con el objetivo de traer una lluvia de muertos en el universo, nuestro creador sostenía una copa de un olor fuerte, su sonrisa era muy inquietante cuando nos había entregado nuestras vestimentas. Cuando me percaté, habían muchos niños de mi edad a su merced y se podía notar la fuerza poderosa que emanaba de sus cuerpos.

Mi creador nos ordenó que pasé lo que pasé, nunca nos abandonaríamos, que cada quien cuidaria la espalda del otro y siempre seríamos invencibles si estabamos juntos, y su ultima orden fue el de ponerme a cargo, ser el líder de todos ellos, al darme cuenta, mi poder era el mas influyente y sobresaliente de todos, que satisfacción tan abrumadora y exquisita.

....Nunca nos abandonemos ¿no?, si tan solo...no me hubieran atrapado aquel día, tal vez hubiese ocurrido un presente diferente.

Todo sería diferente si no hubiera cometido aquel grave error.

Unos momentos más tardes, estaba hecho un caos.—Tienes unos muy bonitos ojos, humana —cinco botellas de aquello llamado vino después, mi cabeza daba vueltas y solo me enfocaba en la curva de su casi inexistente escote de su vestido.

—Gra-gracias —titubea, abriendo la puerta de mi recámara asignada, entró tomando de la botella otro trago.

—Quédate conmigo esta noche.

—Enrealidad, apenas son pasados del medio día.

—Ven conmigo, ¿si? —retrocedo cuando toco su cintura, aprieto mis labios ante tan vil rechazo.

—Papá a veces se pone así de extraño con mi madre, pero en la mayoría conmigo es mucho regaño —dice, cuando sujeta mi muñeca el alivio me recorre porque la última vez que estuve con una de mi sexo opuesto, terminó por dejar de existir.

—Mi cama es muy espaciosa, duerme conmigo, sé comportarme —juro, sin embargo ella me deja en la cama quitándome los zapatos.

—Estoy comprometida.—bufó, porque sé que significa, tiene pareja.

—Siempre me tocan las que tienen dueño, esto es fatídico —bebo otro sorbo y veo como se marcha de mi habitación.

Narración Normal

Chichi permanecía ahí, entre su maestra de clase, su madre, su suegra y una invitada de su padre, todas con la mirada en ella al hablar de los preparativos de su boda que se realizará en un tiempo denominado de un mes.

Eso la impactó, ¿tenía que ser tan pronto?, ¿podría hacer algo ella? La respuesta: no.

Pensaba a los menos seis, siete meses o tal vez cuando cumpliese dieciocho, que se realizaría su boda pero no fue así, de ninguna manera.

—Entonces hija, ¿prefieres rosas blancas u rosas Claras? —Su madre Preguntó.

Chichi se demoró un poco, entre abrió sus pequeños labios y quiso responder.

—Mejor las dos clases de Flores —Su suegra intervino eligiendo por ella, Chîchi cerró sus labios y se dispuso de pie derepente alarmando a las presentes.

—¿Sucede algo hija? —Sus labios temblaron y dudó en responder a su progenitora.

La Reina la atrajo un poco fuerte el brazo de la fémina volviendo a que la Princesa se sentase.—Comportarte —Susurró en un regaño, Chîchi asintió con la cabeza baja—Continuemos.

Su maestra de ojos azules mantuvo observando cada mísero y escaso movimiento que yasia la Princesa; en su mente paso un: *Patética*

Y la otra joven de ojos rojos comenzó a tomarle como una molestia la Princesa de Fly-Pan; realmente era una adolescente inmadura que quería llamar la atención, pensó tomando como si le pesase su taza de té.

Chîchi sintió que no encajaba, y fue ahí donde escuchó una risa de su madre seguida de su suegra, maestra y la invitada, ¿de que se reían?, ella estaba confundida, ¿en qué momento dijeron algo chistoso? No lo recordaba, ¿Se están riendo de mi? ¿Por que me miran de esa manera? Entre otras preguntas que se hacía en su mente que la hacía sentir abrumada.

[*]

—¡Goku te extrañé! —Ella se abalanzó hacía el inmenso cuerpo del susodicho al verlo entrar por su balcón. Realmente lo extrañó, demasiado, todo estaba oscuro confirmando ya la noche—¿Cómo te sientes?

—De maravilla —Tenía una cara de espanto, al parecer beber no era lo suyo.

No dudo en ningún momento en tomar asiento al borde de la enorme cama de la fémina, bufó con molestia e incomodidad, ella se colocó detrás suyo y así abrazándolo por el cuello, ella sonreía como una niña.

Lo admitía, ella era una ingenua, de falta de experiencias, viviendo atrapada en un castillo. Tenía un rostro que suplicaba que la liberen y su alma pedía a gritos explorar cada esquina de la belleza extraña en la que habitaba el exterior.

Kakarotto no tenía ningún interés de aquella humana, ni el mas mínimo, pero se le prendió una idea, ella tendría que aprender a vivir en el mundo que habitaba, el verdadero caos y cruel mundo.

Donde el débil es derrotado y el fuerte es el vencedor, ella es débil así que la tienen a su merced, él era fuerte y tenia a multiples millones muriendo de miedo con tan solo escuchar su nombre.

Así que tomó una decisión.

—Goku —Chîchi yasia sentada al lado de él ahora, él tomo de su mentón para hacerla mirar a sus fríos ojos directamente a las pupilas.

— Escuchame con atención porque no pienso repetirlo —comenzó Kakarotto.

. . .  C H A N G E . . .