☁️⃟᭝࿑ - 38.


Caminas y caminas, dudas a tu alrededor.


 
Al día siguiente a unos cuántos metros de aquél enorme local se encontraba Jae y Jimin, tratando de esperar a que les tocara su turno para poder entrar.

– Te ves irreconocible, bueno...debajo de esa peluca, no fue buena idea que cortaras tu largo cabello.

– Alguien me había dicho lo contrario. – miró de lado. – ¿tienes las invitaciones? – preguntó al rubio que miraba más allá buscando quizás a alguien conocido. Pero el sabía de quién se trataba. – ¿ocurre algo?

– N-no. Solamente observaba, aquí están las invitaciones.– le extendió las tarjetas falsas.– ¿Segura que éste es tu mejor plan? O lo que sea que estemos haciendo ahora. Jae, personas cómo ellos no se les hará entender.

– Por ahora necesito encontrar a esa tal Mina, no dudaría que estaría aquí.

– ¿Jung Hoseok sabe
que estás aquí?

– No realmente, el seguramente debe de estar pensando que estaré tirada en el suelo, llorando. Aúnque no sería mala idea, que más puedo hacer. – Su turno se estaba aproximando, el guardia que daba el permiso sólo miró extrañado a Jae.

– Su invitación. – Le entregó, el señor los miró de arriba a abajo, dudó por un momento de ellos dos, pero con el increíble trabajo que había hecho SeokJin los pasaron desapercibidos.

[...]

Sigue haciéndolo, no te detengas.

– No entiendo cómo es que SeokJin pudo haber dejado ése trabajo, lo hace increíble....O dios mío – los dos contemplaron el lugar, para Jae era su segunda fiesta enorme, que eran para Taehyung, pero para Jimin era su primera vez, a su alrededor sólo podías admirar a gente de clase alta portando ropa carísima. Gucci y más Gucci.– Ya me siento mal. Quiero en mi otra vida ser ellos.

– Conformate con que tienes un techo para vivir. – Jae miró detenidamente a la gente, no había signos de encontrar a esa tal Mina, o no fue así hasta que vio al estúpido de Mark pasar desde lejos mirando por todos lados, cómo si estuvieran buscándolo. Pero simplemente no vio a Kim Jae. – Es él. ¡anda!– lo siguieron, y la multitud lo hacían perderse pero aún así lograron seguirlo.

– ¿Y? Entró a esa habitación, ¿qué vamos hacer? Seguramente abriremos la pu-. un golpe fuerte a la pared lo hizo callarse, Jae se había apegado más a él.

– Cállate maldita sea.– susurró a su oído. – Hoseok acaba de pasar por nuestro lado.– segundos más y estos se separaron.– No malinterpretes esto, sólo qué el no puede saber que estamos aquí. Llamará a su "ayuda" joder. No quiero que nadie se entere de nuestra presencia.

– Corrección, yo vengo de tu parte, nadie sabe de mi. Es a ti a quién no deberían ver. – la castaña rodeó los ojos, volvió a mirar el pasillo por dónde había pasado el tal Mark y ahora Hoseok.

Pero lo que no sabía Jae, es que Hoseok sabía que estaba ahí.

Y al parecer alguien más.

– andando.

Él está ahí.

Caminaron hasta el final del largo pasillo, se detuvieron en la puerta de madera, y cuidadosamente Jimin la abrió evitando hacer hasta el mínimo ruido, lo abrió por completo, miró alrededor del lugar inspeccionando si habría alguien ahí, le hizo señas a la castaña e inmediatamente entraron los dos cautelosos.

– Creí que el había entrado aquí.– no era nada del otro mundo, solamente era un cuarto con enormes ventanas y tapizado más caro que nada. – iré a ver por allá, tu vigila la puerta. – El joven desapareció de la vista de Jae, ella sólo miró extrañada al cuarto en frente de ella. Habia olvidado cerrar la puerta, se dirigió hacía ella y maldició miles de veces al oír el grave sonido de su celular sonar.

Jung Hoseok.

Más te vale esconderte, la policía
Te está buscando; te dije claramente que lo dejaras todo en mis manos.

Quería golpearlo, sólo por respeto no lo haría. Al diablo.

¡Cállate, joder!

Le contestó, algo grosera, pero no era la situación.

No sabes que hacer con tu vida.

Muchas cosas cruzaban por su mente. Si no hacía bien las cosas todo se iría abajo, o hablaba con esa chica, o lo dejaba en manos de alguien que ni sabía si confiar.

El fuerte sonido la asustó.

– ¡¿Jimin?! – corrió. Y se detuvo al verlo sentado, quejándose de dolor, sus lágrimas caían.– ¡No, no! – presionó la herida en su pierna.

– V-vete.

– ¡Estás loco!

– Preferiría dar mi vida, a que...– se calló. – ¡no le dispa-ares!

– Después de tanto tiempo vuelvo a verte. No puedo creer que en verdad seas tú. – zapatillas verdes, cabello oscuro, vestido largo. Jae la miró. – Eres tan inútil.

– Escucha...Mina. no vine a arreglar las cosas de ésta manera.– su cuerpo se tensó. – es a mi a quién necesitas, no a él.

– Puedo con los dos, Kim Jae.

– ¡carajo! ¡Tienes idea de todo lo que hiciste! Arruinaste mi estúpida vida, y todo por tu maldita obsesión con Taehyung, debes de sentirte de lo peor al saber que el no te soporta lo suficiente, ¿cierto? ¡Acaso yo tenía la culpa! Destruiste de lo poco que tenía, ¿y ahora quieres terminar con la única persona que alrededor de mi vida estuvo? Estás enferma chica, lo estás.

– Lo sé. – dijo así sin más, estaba orgullosa. – fuiste tú, quién arruinó mis planes, sabes Kim Jae, quizás para ti yo fui la tonta. Pero no querida, mira dónde estás, te traje aquí, desde un jodido principio debiste haber pensando lo suficiente para que te dieras cuenta en lo qué te habías metido. ¿esperabas que le creyeran a una chica cómo tú? ¿Alguien sin experiencia, sin vida, sin nada, ¿creés que alguien podría estar orgulloso de ti?

– Nadie. Sé que es así.

– ¡Exacto!

En ése momento sientes tu corazón latir tan fuerte.

Jae intentó correr a golpearla, pero ahora el arma estaba a sus narices.

– Ni se te ocurra, ¿qué pensará Taehyung al enterarse que hubo dos muertos en su despedida?

Ante eso Jae agachó la cabeza, sin alguna otra forma de salir de esta.

– estos meses me he dado cuenta de muchas cosas. Y es qué nunca voy a poder ser lo suficiente para alguien, ¿pero sabes qué? Mientras yo éste conforme conmigo misma, me doy por bien servida, así que dime tu ultima razón del por qué  hiciste todo esto. – hizo una seña al cuarto que ahora estaba detrás de ella.

– Mark. Ya sabrás quién es, esa Rose le robó su protagonismo, lo qué no se ve en cámaras es la realidad, ¿de qué te sirve estudiar y cansarte lo suficiente para qué no te den lo qué necesitas o en verdad mereces? Yo lo ayudé. Y mira, tanto cómo ella y tú, están en el mismo lugar.

– Estás loca.

– Pero funcionó. – le sonrió. – lo planeé todo perfectamente, desde aquélla foto, y el era la cereza del pastel, cielos, tan bien que tú y Taehyung se veían juntos, da igual, sólo era un contrato, no olvides tu lugar. Hacerse la víctima te salió bien, y hiciste dudar a medio mundo si decías la verdad. Todo fue un plan Kim Jae, y tú terminaste ahogandote en él. Así que no busques respuestas, por más que el idiota de Jung Hoseok te ofrezca su ayuda, no ibas a salir tan fácil de esto, esa Rose tampoco te iba a ayudar.

¿No sabes que hacer?

– Por qué la gente es egoísta. 

– Si, soy lo suficientemente egoísta, ahora saluda, a tus fans le gustará esto. ¡sonríe! – zapatillas rojas.

Ahí estaba ella.
















¿Qué piensan que pueda pasar?
¿Qué es lo que Jae habrá planeado?

So, esto está quedando re mierda.
Ya vendrá el drama, les adelanto que ya estoy escribiendo el capítulo final, no quedó tan caca, pero si triste.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top