🌬𖠱ּׂ̼݉͗፞-Capítulo 12.

- Levanta el mentón, Taehyung.

Él lo recordaba.

Tan sólo tenía nueve años, y uno antes de que su madre...bueno, ella falleciera.

- La mirada al frente, no te distraigas.

Entonces su atención fue directo a la enorme ventana, en donde un gran jardín adornaba, donde eran los únicos minutos en donde él pasaba, al lado de Hoseok y Rose.

Su madre estaba ahí; jugando con su hermano menor, Jungkook.

- mencioné que prestarás atención al frente, no me hagas volver a repetirlo. - la mujer le regañó, y no era para él una sorpresa, desde que había decidido esto, muchas de sus actividades incluyendo la mayor parte de dejar a un lado si niñez, se había ido.

Taehyung ya no era el mismo.

- ¿qué es lo que logra captar su atención joven Taehyung?

Y lo pensó, entonces luego de mirar a la mujer dándole una mirada tan serena, pero que detrás de aquello, una tristeza le llenaba.

- No es nada. Nada.

La mujer lo pensó, entonces ella miró por la ventana, y entendió porqué la tristeza de aquél niño.

Si bien ella sabía la indiferencia en la que trataba la señora Kim a Taehyung con el menor, era bastante, no le sorprendió.

- Tu madre parece ser muy distraída como para captar lo suficiente el simple hecho de que tiene un hijo como tú. - la mujer se sentó en uno de los sillones, sin dejar de observar la ventana, al igual que Taehyung.

Entonces nunca le había distraído tanto una escena.

- Taehyung.

- ¿qué pasa señora Lee? - llevó sus brazos para atrás enlazandolos.

- ¿Quieres la atención de tu madre, cierto?

Y lo pensó.

Cualquier niño le diría que sí, pero Taehyung pensó si verdaderamente lo merecía.

- Sí.

- ¿y sabes que es lo que necesitas para serlo?

- Ser el mejor que todos -. Entonces aclaró su garganta - quiero serlo.

- Bien. Entonces, Taehyung...- la mujer nuevamente se levantó caminando mientras lo rodeaba -. Escuché que a tu madre le atrae lo perfecto. Mira a tu hermano, tan sólo tiene cinco años, y sabe hacer tantas cosas, ¿tú no te has preguntado qué te hace falta?

- Sí, señora.

- la ambición es tu principal fortaleza Taehyung, si quieres llegar hasta lo alto, sé ambicioso, hay muchos como tú que en éste momento, no pierden el tiempo y se proponen en mejorar, ¿y sabes qué ocurre ahí...? - levantó su mentón, haciendo que el pelinegro le mirará.- Que ellos el día de mañana serán mejor que tú, y tú estarás por debajo, y las cosas no son así, tú debes de ser mejor. Grábalo en tu mente, el día de mañana el mundo sabrá de tu existencia y agradecerás éste consejo.

- Gracias señora Lee, lo haré y cumpliré.

- Te han advertido el papel importante que deseas tomar, y debes de saber cuánto vas arriesgar, ¿cierto?

Por la cabeza de Taehyung sólo cruzaba por su mente ser brillante, ser todo, cargar un título grande y ser alabado por muchos, y esa se había vuelto la cruel mentalidad de un niño.

Apenas comenzó a desfilar representando famosas marcas, sabía que estaba ganando, que estaba siendo Kim Taehyung, la imagen perfecta que todos esperaban de un hombre ideal, lo era.

Y no fue nada fácil, tanto como ibas ganando, también perdías, y tal vez Taehyung fue un poco egoísta, que incluso aquellas noches donde su mejor amigo venía a visitarle con el fin de divertirse, era algo habitual, y Taehyung no supo cuándo fue que dejó de importarle ver a Hoseok, o cuándo fue que los dos sé distanciaron, y como Rose, tal vez fue la única que logró entender lo que él quería ser, mientras que Hoseok lo detenía con un: "te lastimarás" Rose le decía "lo lograrás" al final, esos dos siempre terminaban siendo diferentes, y contando el gran odio que se tenían.

Pero Taehyung pudo captar las dos respuestas, porque lo logró y a la vez se lastimó.

Y no es que quisiera recordarlo, pero a la persona que más le ha fallado es a su mejor amigo.

Ése Taehyung puso su carrera delante de todo.

Ésa estúpida señora le había llenado la cabeza sobre tantas cosas. Incluso le hizo dudar si su mamá lo quería.

- Jae y yo organizamos un pequeño viaje entre amigos, ella me pidió...ya sabes, invitarte. Y deberías ir, cada vez se limitan más tus días aquí, Taehyung.

- Lo siento.- pensó en voz alta, Hoseok lo miró extrañado, pero creyó que aquella disculpa se debía a que no iba a poder asistir.

- No tienes porqué disculparte Taehyung, Jae lo entenderá, además, estás ocupado terminado de empacar todo.

- No Hoseok, no hablo de Jae.

suspiró con un gran cansancio, su mente era un desastre.

- Discúlpame por fallarte Hoseok.- el pelinegro le miró, llevó su mano acariciando su nuca esperando respuesta del mayor, Hoseok no se movió, pero no tardó en responder algo tan habitual.

- Ya pasaron años, no tiene sentido, ni siquiera estoy enojado o sentido, no es necesario tus disculpas Taehyung.

- Acéptalo.

Hoseok lo miró, al igual que Taehyung, los dos eran importantes en su vida, incluso el pelinegro se atrevía a decirle a cualquiera la influencia tan grande que el castaño tenía en su vida. Y nuevamente el recuerdo tan triste le llegó a su pecho.

"No tengo tiempo para ti, ni hoy, ni mañana". La última vez que le dijo eso a Hoseok, el mayor jamás le volvió a pedir tiempo.

- No eres la primera ni la última persona que lo ha hecho Taehyung; sin embargo, fuiste la que más me dolió.- él no era reconcoroso, El castaño era el tipo de persona que perdonaba y olvídaba, no se estancaba ahí, y Hoseok no le tenía rencor a Taehyung por fallarle, y no es que esperaba una disculpa, tampoco poder decirle "te lo dije". Sólo quería que Taehyung se diera cuenta si era buena opción el camino de decidió escoger en ese tiempo. - Eras mi único amigo Taehyung, no esperaba más de nadie cuando te tenía a ti, y eso me decepcionó.

- Estaba cegado por muchas cosas, jamás lo entenderás, porque aún cuando intento perdonarme, es inevitable. La tristeza que albergaba en mi era como los desastres naturales en un ejemplo; aquellos llegan sin permiso, y destruyen lo más sagrado, así funcionó aquí - apuntó su corazón. - y terminó como un desastre, en mí mente.

- ¿acaso te he fallado yo? No se trata de regresar si te lo hacen a ti, siempre te dejé ser libre en cuanto tus gustos o lo que sea que querías hacer, aún cuando yo me balanceara sobre un hilo mientras te perdía, nunca te dejé Taehyung. Hasta aquella vez en la que te di un alto, no me hiciste caso, y terminaste cortando el último hilo...por donde me balanceaba.

Taehyung por su parte trató de pasar saliva, pero sentía que se ahogaba por el gran nudo que tenía en su garganta, no quería llorar más de lo debido, suficiente tenía por las noches cuando su insomnio aparecía.

- Si tan sólo te hubiera hech-

- Ya es tarde para arrepentirse, ni siquiera te aseguro que mi palabra hubiese sido de igual forma lo mejor para ti; y Taehyung, tu palabra nunca fue tuya, siempre fue la de los demás.

- Sólo, lo siento. Te debo demasiado, entiéndelo.

curioso abrió una de las cajas que se encontraban en uno de lo sillones, Taehyung ni le miraba ya, él menor estaba concentrado mirando aquella enorme ventana.- Son bastantes portarretratos, cielos...

- Por culpa de esa señora creí tantas cosas. - dijo.

- No me sorprende, te lavó el cerebro, aún así, pienso que tuvo que ver el hecho de que Jungkook recibió más atención.

- Jungkook nunca tuvo la culpa, y nunca le guardé rencor a pesar de robar lo que tanto anhelaba, era mi hermano de todos modos - Hoseok seguía mirando, varias fotos de Taehyung y Jungkook, otras de sus padres -. Quién no amaría a Jungkook, era el niño de sus ojos Hoseok, era su tiempo en persona, era todo, y no sé cómo le hizo, pero incluso en su llegada, lloré, porque sabía que debía protegerlo, y hasta la fecha, me preocupo por él, es lo único que me queda, y que apenas lo veo, puedo ver el rostro de mi madre. No tengo el mejor título como mejor hermano, pero incluso estoy dando más de lo que no he podido darle, sólo deseo que él me lo diga. Y sabré que algo bueno hice.

Lo Taehyung y Hoseok no sabían era que desde la puerta sin ser visto, se encontraba el mencionado, sentado en el suelo limpiando la última, mejilla que había resbalado en su rostro, apenas tomó fuerzas y decidió irse con el corazón hecho pedazos, Taehyung jamás le contó cómo se sentía.

- Pero definitivamente me dolió más la muerte de mi padre, incluso Kim Jae llegó a ver mi reacción, y ya lo sé, es inevitable, pero él fue el que más estuvo orgulloso de mi, incluso no se enojó porque negué el cargo de su empresa, sólo quería que hiciera lo que yo quisiera, nunca puso un dedo sobre mi futuro, sin embargo, otras personas lo hicieron en su lugar. Por eso, cuando falleció, la última forma de agradecerle era y será tomar el cargo de la empresa, lo hice por él. Y no me arrepiento.

- Cargas con tantas cosas al igual que Jae. - Tae se sentó sin despegar su mirada al ver a su amigo curioso viendo todas esas fotos viejas.

- Cada que nos vemos, los dos sentimos tristeza, y creo que eso no es bueno, las cosas no se tratan de eso, creo yo.

- Uhm. - el castaño rodeó los ojos. - Oh, recuerdo ésta foto, ése día fue en tu cumpleaños.

En la foto estaba en medio Taehyung y a su lado Hoseok jalandolo del brazo y al otro extremo Rose tomándolo de la mano en modo posesiva.

- Ése día los dos pelearon para ver con quien me juntaba...- Taehyung le miró mal. - Ustedes dos siempre fueron unos idiotas.

- admítelo Taehyung, me quisiste más que a Rose.

- No digas tonterías...- y no había diferencia, sus dos mejores amigos tal vez eran polos opuestos y se contradecían, si Hoseok quería esto, Rose no lo quería, y eso siempre fue difícil para el pelinegro, las decisiones nunca estuvieron de su parte. - Ella también tiene su lugar en mi vida.

- ¡Yo te protegía, golpeaba a esos imbeciles que se burlaban de ti!

- Ella insultaba a aquellos brabucones, no le quites crédito.- los dos quedaron en silencio, él pensó el como alejó a Rose de su vida, cosa que había sido un error. - Hace tiempo que no sé de ella.

- No me agrada y nunca pasará, pero es una humana, extraña, rara y posesiva. Quitando todo eso, tiene sentimientos Taehyung, y más allá de lo que haya hecho, como aquél error que estuvo metida con Jae, también merece una disculpa tuya.

- Lo haré, creémelo. - Entonces a la mente de Hoseok llegó una idea, que claro no le agradaba pero que desde luego sabía que en algo iba ayudar a Taehyung.- Se está haciendo Tarde, la familia Park llegará a ver la mansión.

- Oh...bueno, entonces, supongo que tengo que irme, ¿te importa si me llevo las fotos? Hay varías tuyas y mías, no lo sé, te irás, realmente necesito algo tuyo...que me haga extrañarte menos.- Taehyung asintió con una pequeña sonrisa, le hizo un ademán y éste igual le sonrió.

- Hoseok.

- ¿Sí? - respondió dándose vuelta rápidamente.

- Si necesitas de mí, prometo hacer lo posible para ir hacía ti. No importa si tengo que viajar miles de kilómetros. Créeme que lo haré.

- Oh, eso suena casi como una confesión, ¿acaso...?

- ¡No! Digo, tú sabes...- Taehyung miró a otro lado, se supone que debía entenderlo.

- Gracias Taehyung, prometo molestarte cada que te necesite.

el mencionado se quedó quieto rascando su brazo aún sobre la tela, estaba inquieto, pero en parte, sabía que esto era una fase para llegar a la felicidad, Irene se lo mencionó, y en una de ellas era pedir perdón y perdonar. Tal vez traía mucho dolor, incluyendo el mismo rencor, pero Taehyung sabía que si seguía mirando hacía aquella ventana con el mismo dolor con el que antes lo veía; no iba a ayudar.

- Mamá, lo siento.

Agachó su cabeza, no recordaba la sensación de sentirse como aquella vez.

- Joven Kim. - su mirada distraída fue hacía la joven pareja que él estaba esperando.

No negaba la parte en la que tal vez le dolía dejar un lugar con tantos recuerdos, tanto como buenos o malos, o incluso en donde aprendió los lugares que debía tomar, no lo sabía, simplemente su casa tenía muchas cosas por recordar y guardar, pero aquello había llegado a sin propio fin; ya era hora. Era hora de irse y olvidar, para simplemente vivir en paz. Como por ahí decían, pasado, pisado. Eso esperaba Taehyung, sólo descansar un poco si mente y dejar todo por detrás.

Notó la buenas intenciones de la pareja, quienes parecían maravillados por la estructura, los vio sonreír al notar el enorme ventanal que apuntaba al jardín.

- Incluso tiene un columpio, a los niños les encantará, cariño.

- Asegúrense de usarlo bien, realmente deseo que ése triste jardín sea nuevamente colorido por sus hijos.

- Así será Joven Kim.

- Sólo Taehyung, mi apellido no es más necesario.

- Compraremos la casa, no se preocupe, mi asistente le hará llegar el cheque. Muchísimas gracias por la oportunidad de escogernos entre variedad de personas que deseaban su preciosa mansión.

- No es nada Señor Park; fui selectivo a la hora de escoger...sólo quería que alguna familia completa pudiera atraer felicidad a ésta desolada casa. Es mi única ilusión.

- Gracias nuevamente. Una pregunta más, ¿usted realmente desea darla? Noté un poco de tristeza en su mirada, Taehyung.

- No es tan fácil. Pero tampoco difícil, y realmente no importa, ya he vivido lo suficiente aquí, no creo necesitar de más.

Sus palabras terminaron en cortas despedidas, mientras la pareja se iba a examinar un poco más la mansión, por el lado de ellos pasó su hermano, quien cargaba unas cajas, nuevamente iba a intentar hablar con su hermano mayor.

Después de lo que había escuchado, realmente se sentía mal.

- Las habitaciones están vacías ya.

- Gracias por ayudar -. Taehyung no le miró, apenas supo de él y trató de ignorar que el menor traía sus mejillas rojas y su nariz igual, seguro el tonto estaría llorando por dejar la casa.

Pero lo que Taehyung no sabía es que no era así.

Y algo dentro de él se rompió más al verlo mejor, quitando su orgullo de lado y pasando la saliva al ver a Jungkook.

- ¿Mamá vendrá? - era pequeño y frágil.

Su pecho se oprimió al recordar el día en que falleció su madre, había sido la mayor decepción de su vida, y recuerda lo mal que trató a Jungkook por su gran enojo que traía consigo.

- No. Nunca más.

Sabía que desde ése momento, el Jungkook al que solían decirle que era un diamante, ya no brillaba, la muerte le detuvo muchas cosas, y fue un problema para el menor, y Taehyung no lo culpaba, estuvo siendo cuidado por su madre, desde luego afectaría ese trato.

Pero ahora que veía bien a Jungkook.

Ya no era el mismo niño que lloraba todas las noches. Y tal vez cosas indeterminables seguían ahí, como los detalles pequeños que su joven hermano necesitaba para no sentirse solo, Taehyung lo sabía.

También Jungkook aprendió a lidiar por si sólo contra el mundo.

recordó aquellos días donde el menor iba por las noches a dormir con él, cosa que en ése tiempo le desagradabla.

Taehyung llegó tal vez a odiar a Jungkook.

Porque cada que lo veía, le recordaba que nunca pudo decirle a su mamá, que había logrado ser lo que ella esperaba, o que pudo escuchar un "estoy orgullosa" de su parte.

Taehyung guardó mucho, mucho dolor y rencor.

- Creo que tampoco quiero estar aquí, ya sabes, en Corea.

- ¿A qué viene tu desición tan repentina?

- No lo sé, supongo que...- se acercó dejando las cosas sobre uno de los muebles, reunió sus palabras y continuó -. Tampoco me queda nada aquí, y tú sabes...yo...voy a extrañarte.

Taehyung sonrió.

- No voy a detenerte Jungkook, logra tus, sueños, no los detengas por mí, Corea te ha estado dando el lugar que quieres.

- Es que creo que no es el lugar que deseo estar.

Taehyung rodeó los ojos, sabía que quería decir eso.

- Tonto. Tendrás prohibido ir a mi habitación, ¿entendiste? - los dos comenzaron a reír, mientras nuevamente agarraban las cosas que quedaban, lo demás se iría por si sólo. Jungkook tomó algunas cajas tratando de no quejarse por el peso.

- ¿vienes? - Taehyung le asintió.

- tengo que cerrar la habitación, en seguida te alcanzaré con la pareja.

Jungkook asintió y se retiró, mientras que Taehyung seguía revisando si no quedaba otra cosa más que llevarse, hasta notar que había una pequeña cajita de terciopelo color vino tinto y un pequeño moño.

Curioso decidió abrirla, y por poco se lanza a llorar al ver que era su mamá cargandolo feliz. Incluyendo varías fotos que él no recordaba para nada.

Él nunca supo de esto. Volteó la fotografía y tenía un escrito, se veía viejo pero lo podía leer.









"Para mi niño Kim Taehyung"

Entre uno de nuestros secretos,
le pedí a Jungkook que guardara esto por mí; cariño mío,
mi pequeño Taehyung.

Mamá está orgullosa de ti.

Y lo siento si tal vez no soy
la mejor madre que esperabas,
sólo quiero que sepas que
mientras te veía por aquella
ventana esforzarte.
Yo sonreía, Oh~ Tae.

Te estabas convirtiendo
en un verdadero hombre,
y me estaba culpando por no
poder disfrutar un poco más
de ti o de Jungkook.

Lo siento si tal vez duela leer esto; tal vez para ti tu padre fue mejor,
lo entiendo, no lo culpo de saber ser mejor.

Ahora pienso en ti ya que seguro debes de estar en esas agotadoras pasarelas.

escribo ésta carta porque me dijeron que los días eran contados, pero no es cuestión de lo que puede decirse asegurado, tal vez el día de mañana yo no esté.

sólo espero y puedas ganar ése importante logro para ti.

No olvides, ni hoy ni mañana, nunca.

Mamá está orgullosa de ti.










[..]

El mismo día que Taehyung llegó, su madre había fallecido.

supo que no había logrado decirle a su madre que había conquistado al mundo.






























Taehyung miró la enorme ventana y por último cerró las puertas.

- Hasta luego, Mamá y Papá.




































Espero esto recompense el no haber actualizado,, son más de 3000 palabras.

Quería hablar sobre una pequeña parte de la vida de Taehyung, sinceramente escribiéndola se me hizo algo en el pecho, no lo sé, me ha tomado agarrar la suficiente inspiración para hablar de ello.

La "señora Lee" fue una instructora de Taehyung, y fue importante en aquellos tiempo, influyó mucho en su carrera y fue quien le metió tantas ideas a Taehyung.

en Casi Perfecto Taehyung dijo sobre que siempre fue lejano a su madre, La señora Lee utilizó ése motivo para hacer que Taehyung se esforzara y fuera ambicioso.

Pero de todo aquello, ganó más inseguridades.

No es tan largo sobre lo que quería hablar de su vida. Pero espero y entiendan lo que dice; desde luego la vida de Jae es más breve y aún faltan más detalles, pero eso se verá más adelante.

le aviso que tal vez, muy pronto, venga todo lo fuerte ajsjajaj.

¡Gracias por leer!♡






















- daniela.


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