A mediados de ese mes......

Era un día común como cualquier otro, en los cuales cada personas hacían de su rutina diaria. Nada fuera de lo normal a la vista de cualquiera, un día feliz. Excepto por alguien quien ese "Día feliz" se le arruinaría al llegar a casa.

-Sci: llegue!

-Gaster: ! Al fin llegas, porque rayos tardaste tanto? Te estas dando cuenta de la hora?

-Sci: perdona, alargaron las clases de hoy con un proyecto sorpresa.

-Gaster: jaaa ya no importa, ya llegaron las cartas.

-Sci: ! Te refieres a las de...

-Gaster: exactamente esas.

-Sci: Al fin! Tengo que verlas ahora.
>Dicho esto el esqueleto fue corriendo a tomarlas todas y sentarse en un sillón a revisarlas<

-Gaster: -suspira- mira yo las revise antes y

-Sci: nononono me digas, yo quiero ver.
>Y así empezó a ver una por una de las cartas, las cuales todas decían<

-Sci: RECHAZADO!?

-Gaster: quise decírtelo.

-Sci: p-pero porque? E-esto no p-puede ser.

-Gaster: Según dicen, no quieren "impracticos estudiantes inmaduros".

-Sci: p-pero yo no soy inmaduro!

-Gaster: yo no puedo hacer nada al respecto.

-Sci: pero yo......jaaaaaa, solo. . . iré a dormir.
>Dijo para luego irse dejando las cartas en el suelo<

-Gaster: ......Y no olvides contarle un cuento a tu hermano antes de acostarte!

Gaster sabia algo que Science no, eso era que SI le habían aceptado en uno. Pero por mas duró que sea con su hijo, se preocupaba por porque él y temía que le sucediera algo en el único lugar al cual fue aceptado........el Hospital Psiquiátrico en donde de encontraba el caníbal de Underfell.

A la mañana siguiente todo iba con normalidad, a excepción que el joven científico se veía notoriamente decaído por haber sido rechazado.
Ni la energía de su hermanos menor lograba levantarle el animo y eso era algo extraño ya que la mayoría de veces este siempre lograba alegrarle, pero ese día hizo la diferencia.
Su padre no pudo con la carga de ver a su hijo tan mal y a su hijo menor preocupado por este, así que no tubo opción e hizo lo siguiente.

-Gaster: Sans! Ven acá en este momento

-Sci:¿Que sucede?

-Gaster: estaba revisando el correo y note que olvide una carta.
>Dijo extendiéndola hacia Sci<

-Sci: No...no me interesa.
>Dijo en un tono decaído<

-Gaster: a ver no me voy a hacer de rogar, así que te recomiendo la leas.

Al oír eso, el joven sin decir una sola palabra tomo la carta de la mano de su padre y la comenzó a leer. Esto mientras una sonrisa se formaba en su rostro, cambiando totalmente su animo casi al instante.

-Sci: ¡¡¡Si me aceptaron!!!

-Gaster: me alegra por ti pero, ¿sabes que riesgo que corres allí?

-Sci: te refieres por lo del caníbal de Underfell?

-Gaster: eso mismo.

-Sci: si lo se, pero esta es mi única oportunidad de entrar en uno de estos Hospitales. Y sabes que lo que consiga de experiencia nos vendría perfectamente para nuestros trabajos científicos.

-Gaster: eso lo tengo muy claro, pero sabes todos los reportajes que an dado últimamente.

-Sci: lo se, pero es un riesgo que debo tomar, sabes que e trabajado mucho para esto. Por favor.

-Gaster: jaaa esta bien, preparate entonces, mañana iremos.

Dicho esto Sci salto de emoción y se fue directamente a su cuarto a empacar las cosas necesarias y luego llevar a su pequeño hermano al kindergarden como todos los días.

Y así transcurrió el día normalmente, luego de eso se fue a sus clases y todo eso con una gran alegría. Puesto que logro ser aceptado en uno de los tantos Hospitales en los cuales trato de entrar.

Al día siguiente Gaster y Sci fueron al Hospital Psiquiátrico, al llegar los resibieron con cortecia y amabilidad.
Seguido de esto indicaron al joven donde dormiría y luego de eso, las labores que le correspondía hacer. Todo bien, solo que con la advertencia de que NUNCA se acercarse a la puerta roja, ni tampoco entrar allí porque podría correr riesgo.

Y así paso el resto del mes, Sci haciendo sus labores al igual que los demás, pero sin tener contacto alguno con la puerta roja ni con la persona que estaba dentro.
Pero todo eso cambio un día a finales de ese mes.

La noche fría y silenciosa como siempre, el joven científico dormía plácidamente cuando derrepente oye unos quejidos y rasguñeo en alguna pared. Ya que la curiosidad era una de sus virtudes, no lo pensó dos veces y se fue a investigar.

Siguió los ruidos, estos los llevaron a nada más y nada menos que a la puerta roja. Sus dudas empezaron a crecer, el tenía una llave para abrir esa puerta, el podría entrar y ver que pasa. Pero recordaba lo que le dijeron y temía por su vida.

Pero algo en el le decía que entrara, además que si necesitaba algo, el estaría alegre de darle lo que necesite.
Todo enfermo de ese lugar le era importante, inclusive a aquel que era muy peligroso.

Así que entro.
Encendió su linterna y con cuidado cerro la puerta, se queso parado en silencio viéndolo fijamente.
Él estaba en quejidos, retorciéndose en los suelos llenos de rasguños y sangre. Este con voz temerosa dijo:

-Sci: h-hola, s-soy Sci y q-quería saber si e-estabas bien. ¿N-necesitas algo?

El contrario paro de revolcarse y lo miro, empezó a olfatear y seguido de eso acercarse lentamente hacia el otro haciendo que este comienze a sudar de los nervios.
En ese momento supo lo que quería, tenía hambre y el seria su comida. Su linterna se le había caído, aprovechó el momento para correr hacia la puerta pero, estaba atorada y adivinen quien dejo la llave pegada fuera. Si, este era su fin, se arrecosto de espaldas a la puerta cerrando los ojos diciendo mientras el contrario volvía a acecvarse:

-Sci: v-vaya pero que s-situacion tan INKnesperada.

Luego de decirlo solo espero ser atacado, pero en ves de eso se oyeron​ una risas de parte de su "depredador". Abrió los ojos y lo miro confuso "¿acaso no me atacaría?", eso pensaba él, pero fell solo lo rodeo mirándolo pies a cabeza, luego se sentó como si esperara algo.

Sci no supo que hacer, entonces lo único que uso fue decir otros chiste malo y volvió a oír las risas provenientes del otro. Se sentó y le hablo, siguiendo con repetidos chistes que hacían reír a ambos y así pasaron la noche hasta quedar dormidos.