𝖡𝗒𝖾...
—Qué difícil es decir adiós, cuando no quieres irte.—
Ya lo había escuchado antes, jamás se imaginó que algún día tendría que encontrarse bajo esa situación.
Por más lágrimas que derramara, sabía que ya no había marcha atrás.
Se incorpora, secándose con sus manos los ojos; no quería que el mayor sintiera lástima por él, sabiendo que había sido él mismo quien ocasionó todo.
Si tan solo hubiera dejado de un lado sus estúpidos celos.
Si tan solo hubiera escuchado antes de haber actuado.
Si tan solo hubiera abierto realmente los ojos.
—Si tan solo…—
Siempre eran las mismas palabras, simples arrepentimientos que a diario lo atormentaban y seguían haciéndolo sentir culpable.
Pero, ¿no acaso lo era?
¿No acaso era Jungkook quien gritaba a las doce de la mañana porque su esposo llegaba tarde, con la ridícula idea de que le era infiel?
¿No acaso era Jungkook quien cada vez que veía a Jimin, le lanzaba unas miradas cargadas de desprecio e ira?
¿No acaso era Jungkook quien era incapaz de escuchar las múltiples explicaciones que le daba Taehyung para calmarlo?
Sí, un imbécil, eso era lo que era.
Un imbécil cegado por las inseguridades creadas por sus compañeros de trabajo y que no supo jamás quitárselas.
Miró el reloj de su muñeca.
18:00 p.m.
Marcaban las manecillas.
—A las seis, ¿de acuerdo?—
Habían quedado en verse a esa hora.
Sus manos temblaban con nerviosismo, recorrió con la mirada a la casa, cuánto echaría de menos a su hogar.
Sus sentidos se agudizaron al oír unas llaves insertándose en la cerradura de la entrada.
Sus oídos percibieron cada sonido que causaban los movimientos de su futuro ex esposo.
—Hola... —
Saludó amablemente, el tono de sus palabras fue dulce, como si no estuviera frente de él al hombre que destruyó su corazón
Jungkook no quiso responder, sabía que su voz se quebraría al instante debido a la tristeza.
—Hey.—
Volvió a hablarle Taehyung
—¿Te sientes bien?—
Quería llorar.
En verdad quería sacar todo ese dolor que había estado guardando desde su última pelea.
No le ayudaba de nada seguir fingiendo indiferencia al asunto y hacer como si no se estuviera muriendo por dentro.
—¿Kook?—
Susurró el mayor más cerca suyo.
Abrió con sorpresa los ojos, no creía lo que oía.
Lo había llamado Kook.
Por primera vez en mucho tiempo lo había vuelto a llamar por aquel apodo cariñoso.
Intentó tranquilizarse pero no lo consiguió, y antes de que pudiera tratar de contenerlas, varias lágrimas salieron a recorrer su faz.
De todas las posibles reacciones que se imaginó, no se esperó que el castaño se le acercara aún más.
Y mucho menos que extendiera sus brazos para acogerlo en un cálido abrazo.
—Jungkook...—
Contestó en un hilo de voz apagada.
Se dejó confortar por su compañero de vida, quien mantenía el gesto con dulzura y comprensión.
Sabía que no era el único quien sufría por la decisión.
—Siempre estaré para ti...—
Habló el peli negro con ternura.
El menor sollozó nuevamente, nunca un abrazo se había sentido tan cálido y frío a la vez.
Porque esa sería la última vez que sentiría uno por parte de Kim Taehyung, el hombre que lo hizo feliz.
—No tienes que hacerlo...—
Comentó el, aparentemente, más sereno de los dos
Alzó su cabeza, y para entristecer más a su corazón, lo encontró con lágrimas recientes todavía saliendo de la ventana de su alma.
—¿Quieres quedarte?—
Le preguntó conectando su mirada con la del castaño.
Era su última oportunidad, era una estupidez preguntar tal cosa, pero la esperanza es lo último que tenía Jungkook en ese momento.
Quería que su amado esposo se quede.
El cambiaría, estaba dispuesto a hacerlo con la ayuda de Taehyung, pero realmente no quería que se fuera de sus brazos.
—¿Puedo quedarme?—
Devolvió el cuestionamiento manteniendo la conexión de sus ojos.
Quería estar seguro de que él se esforzará para calmar sus celos, creer en él, porque su desconfianza lo mataba internamente.
Le dolía que pensara que él no lo respetaba, que siquiera se hubiese imaginado a él engañandolo.
Le dolía, y mucho.
—Mis puertas siempre estarán abiertas para ti...—
Respondió Jungkook sonriendo y regando más gotas de agua salada, inclinando su cabeza hacia abajo.
—Siempre…—
—Entonces... elijo quedarme.—
Expresó, alzando también su cabeza para juntar ambas frentes.
Jungkook solo dejó caer más lágrimas, el de verdad le iba a dar otra oportunidad, pero se sentía tan mal por hacerlo llorar, de verdad quería cambiar.
—Perdóname...—
Dijo en un murmuro.
—Solo...cree en mí, no quiero tu desconfianza, me lastima...—
Taehyung musitó sin separarse de Jungkook.
—Lo haré, te lo prometo, mi vida…—
Jungkook dijo antes de que sus lágrimas se hicieran más gruesas y constantes.
—Te lo prometo.—
...
FIN
...
Me encantó.
Siento que no es un enfoque correcto, pero es algo que se me hizo algo realista, uno siempre estará en el lugar que decida estar, incluso si este te hace daño.
Es una historia bastante corta y siento que expresa lo que es no querer irte cuando tienes que hacerlo, pero al final, uno siempre regresa donde fue feliz ¿no?
Espero hayan disfrutado la lectura amigos ♡
[Adaptación♤♡]
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