🎀capítulo 4 🎸
entonces así fue que se encontraron en el árcade todo planeado perfecto en la agenda de melodie para ella debería salir todo perfecto. Fueron a la máquina de bailes con las flechas con los pies y melodie le encantaba jugar aquí más por nada para humillar a Draco.
Él guitarrista se cruzó de brazos, observando la máquina de baile con una mueca de desagrado.
Draco: ¿Me estás diciendo que, de todos los juegos en este maldito arcade, esto es lo primero que quieres hacer?.
La idol sonrió con burla mientras se subía a la plataforma y elegía una canción de K-pop con un ritmo infernalmente rápido.
Melodie: ¿Qué pasa, rockero? .¿Acaso tienes miedo de hacer el ridículo?.
Draco gruñó, sintiéndose acorralado. Miró alrededor y notó que ya había varios curiosos sacando sus teléfonos para grabar. Esto era justo lo que Melodie quería: hacer que el rumor se esparciera.
Draco: No es miedo. Es dignidad.
Melodie: Bueno, olvídate de eso. Súbete.
El rockero exhaló con frustración, pero no iba a dejar que Melodie se burlara de él. Se subió a la plataforma, estiró el cuello y se preparó para lo peor.
La música empezó.
Melodie se movía con una facilidad impresionante, sus pies golpeaban las flechas con precisión quirúrgica mientras su cabello rosa ondeaba con cada salto. Draco, por otro lado... bueno, intentaba.
Draco: ¡Mierda! -exclamó cuando casi se tropezó con sus propios pies.
La idol soltó una carcajada sin dejar de bailar.
Melodie: ¡Vamos, Draco! ¿Eso es todo lo que tienes?.
Draco: ¡Maldita sea, esto no es música! ¡Es una trampa mortal para mis piernas!.
La pantalla mostraba el marcador: Melodie 98% - Draco 42%.
El público comenzó a animar y a reír. Algunos incluso gritaban.
Chester: ¡Vamos, Draco! ¡No dejes que te humille así!
Él bufón, apoyado en una máquina de pinball con un refresco en la mano, estaba grabando todo con su teléfono, riéndose como un desgraciado.
Cuando la canción terminó, Draco estaba sudando, con las manos en las rodillas, tratando de recuperar el aliento.
La idol fresca como una rosa, sonrió y le dio una palmadita en la cabeza.
Melodie: Eres adorable cuando fracasas.
Draco: Ah, ¿sí?. Veamos qué tan adorable eres cuando yo elija el juego.
Melodie: ¿Qué tienes en mente, rockero?
Draco la tomó de la muñeca y la arrastró hacia una máquina de disparos en primera persona, con pistolas de luz en ambas manos.
Draco: Veamos qué tan buena eres con un arma, fresita.
Melodie: Espero que estés listo para perder otra vez. - tomando una de las pistolas con una sonrisa desafiante.-
Draco: Veremos quién ríe al final. -sonríe.-
Los minutos se convirtieron en horas sin que ninguno se diera cuenta. Entre disparos en la máquina de shooter, carreras en los autos de arcade y un intenso duelo de air hockey, Draco y Melodie parecían dos amigos genuinos divirtiéndose... aunque, claro, la competencia estaba siempre presente.
Draco: ¡Toma!. ¡Te gané en la carrera otra vez! - levantó los brazos en señal de victoria.
Melodie: ¡Eso no cuenta!. Me chocaste a propósito.
Draco: Estrategia, mi querida Melodie. Aprende del mejor.
Ella lo fulminó con la mirada y luego sonrió de forma astuta.
Melodie: Bien, rockero, entonces probemos esto.
Lo jaló de la mano hasta una máquina de agarrar peluches.
Melodie: Si eres tan bueno, ¿por qué no ganas uno para mí?.
Draco: Pfff, fácil.-resopló.-
Metió la ficha y movió la garra con cuidado, apuntando a un enorme peluche de un dragón negro. La dejó caer... y el peluche apenas se movió.
Draco: Tsk. -metió otra ficha. Lo intentó de nuevo. Falló.
La idol se cruzó de brazos, sonriendo con burla.
Melodie: Oh, ¿qué pasó, estratega?
Draco: ¡Cállate! ¡Estos juegos están arreglados!
La idol tomó una ficha, la metió en la máquina, movió la garra con precisión y... ¡sacó el peluche en un solo intento!.
Melodie: ¡Toma! -dijo triunfalmente, abrazando al dragón de peluche-. Creo que yo debería estar ganándote premios, no al revés.
Draco: No puede ser... Debiste hacer trampa.
Melodie: O simplemente soy mejor que tú en todo.
Draco: Muy bien, fresita esto es personal ahora.
Ambos se miraron con desafío, pero en el fondo, no podían negar que la estaban pasando bien.
Entre risas, competencia y pequeños roces "accidentales", la diversión se sintió genuina. Tan real, que por un momento Draco olvidó que todo esto era un contrato.
Y lo más extraño era que Melodie también lo había olvidado por unos segundos.
(...)
La risa y la emoción se desvanecieron en cuanto cruzaron la salida del arcade. Como si alguien hubiera encendido un interruptor, ambos volvieron a ponerse serios, recordando que todo esto era parte del contrato.
Melodie sacó su agenda con la misma expresión arrogante de siempre y hojeó la siguiente actividad.
Melodie: Bien, rockero, sigamos con la agenda. Próxima parada al restaurante de lujo...
Draco: ¿Un restaurante de lujo?. ¿Después de sudar en una máquina de baile y correr como locos en los autos de arcade?.
Melodie: Las parejas falsas deben cenar en lugares elegantes. Además, la prensa ya debe estar rondando por ahí.
Draco: Genial. -suspira- A ver si no me piden que use corbata.
Melodie: No me molestaría verte más arreglado, la verdad.
Draco: Sí, claro. Y a mí no me molestaría verte menos mandona.
Ella le dio un leve codazo en las costillas antes de llamar a su chofer Lawrie el guardaespaldas de la idol ya los estaba esperando en el auto para su siguiente parada.
Finalmente llegaron aquel restaurante de lujo. Ya había una mesa reservada para ambos jóvenes por los cual se sentaron y los meseros trajeron platos típicos de Corea.
Draco: ¿Kimchi? ¿En serio?- miró el plato frente a él con una ceja levantada.
La idol, que ya había tomado los palillos con destreza, le lanzó una mirada de advertencia.
Melodie: ¿Algún problema, rockero?
Él rockero tomó los palillos con torpeza, intentando imitarla, pero apenas los agarró, uno se le resbaló y cayó al plato.
Draco: Ugh... ¿cómo demonios se supone que coma con esto?
Melodie: Oh, pobrecito, ¿te doy una cuchara?. -sonrió burlona.-
Draco: ¡No necesito una maldita cuchara! ¡Solo dame un tenedor como una persona normal!.
Melodie: Nop, si vas a ser mi novio falso, al menos aprende a usar palillos.
Draco la fulminó con la mirada antes de volver a intentarlo. Esta vez logró sostenerlos, pero cuando intentó agarrar el kimchi, este se deslizó y cayó en la mesa.
Melodie: ¡Dios, qué desastre!
Draco: ¡Maldita sea, esto es injusto! - tomó el kimchi con la mano y se lo metió en la boca de una vez.
La pelirosa abrió los ojos con horror.
Melodie: ¡No puedes hacer eso aquí! ¡Estamos en un restaurante de lujo!.
Draco: ¿Y qué? .Sabe bien.
Melodie: Eres imposible...
Draco se encogió de hombros y miró alrededor. Tal como Melodie había dicho, había gente grabándolos. La prensa estaba atenta a cada movimiento, a cada gesto.
Era un espectáculo. Y ellos eran los actores principales.
Entonces, sin previo aviso, Melodie tomó un trozo de kimchi con sus palillos y se lo acercó a la boca.
Melodie: Ábrela.
Draco: ¿Qué?. -le miró incrédulo.
Melodie: Es parte del show. Anda, actúa como si me amaras.
Draco rodó los ojos, pero abrió la boca. Melodie le dio de comer con una sonrisa encantadora, como si fueran la pareja más perfecta del mundo.
al terminar la cena draco se sintió no lleno, quería comida más abundante grasoso esas comidas que iba a comer con lumi, esas hamburguesas o burritos. Así que se levantó de la mesa y ideó un plan solo para molestar a melodie ir a comer a otro lado.
La pelirosa se limpiaba elegantemente los labios con una servilleta cuando notó que Draco se levantaba de la mesa con una sonrisa sospechosa.
Melodie: ¿Y ahora qué? -preguntó ella, entrecerrando los ojos.
Draco: Pues nada... solo que aún tengo hambre.
Melodie: ¿Qué? - frunció el ceño-. ¡Acabamos de comer en un restaurante de lujo!.
Draco: Sí, pero esa porción era para pajaritos. Yo necesito algo de verdad, algo grasoso, algo con carne chorreante y pan.
Melodie: ¿Me estás diciendo que después de cenar kimchi y platillos coreanos exquisitos... quieres ir a tragarte una hamburguesa grasienta?
Draco: Exactamente. -sonrió con malicia-
Melodie: No está en la agenda.
Draco: Oh, no me digas... - fingió sorpresa-. ¡No está en la agenda!. Qué tragedia.
Melodie: No pienso ir a un sitio de comida rápida vestida así.
Draco: Ah, claro, no sea que la reina de Star Park se manche las manos con grasa.
Melodie: ¡Exacto!
Draco: Bueno, pues entonces iré solo.
Melodie: No puedes.
Draco: ¿Por qué no?
Melodie: Porque si la prensa te ve comiendo solo después de nuestra "cita romántica", pensarán que no soy suficiente para ti.
Draco: ¡Oh no, qué escándalo!. - fingió sorpresa.-
Melodie: ¡Cállate!
Draco: Pues entonces vamos.
al final, resignada, se levantó de la mesa y lo siguió.
Minutos después, en un puesto callejero de hamburguesas y Burritos...
Draco estaba más que feliz con un burrito grande en la mano, mientras la idol lo miraba con absoluto desprecio.
Melodie: Esto es una aberración... -murmuró.
Draco le dio una gran mordida y suspiró de placer.
Melodie: Esto es ridículo... ¿cómo se supone que voy a comer esto sin parecer una cavernícola?.
Él rockero, con la boca llena, se rió.
Draco: Esa es la idea, fresita. Relájate, nadie te está juzgando.
Melodie:¡Toda Star Park podría verme en cualquier momento!
Draco: Y eso es exactamente lo divertido. -sonrió con picardía-. Vamos, ábrete de mente un poco... y de boca también.
Melodie: esto no va entrar en mi boca...
Draco: que otra cosa no te entrara en tu boca... -murmuró.-
La idol sintió su rostro arder de ira y vergüenza. Logró escuchar.
Melodie: ¡Eres un imbécil!
Él peli-rojo simplemente siguió comiendo, disfrutando cada bocado.
Draco: Mmm... esto es lo mejor. Mira, lo sostienes así, y simplemente... -Tomó otro mordisco grande, exagerando el placer-. Dios, qué rico.
Melodie frunció el ceño. Pero su estómago rugió traicioneramente.
Draco: Ja, tu cuerpo te traiciona, Mel. Vamos, da un mordisco.
Ella suspiro y con cautela, sostuvo el burrito con ambas manos y trató de morderlo con elegancia... pero no pudo.
Melodie: ¡Es muy grande!
Draco: Eso dicen todas.
Melodie: ¡ugh!.
Pero finalmente, resignada y muerta de hambre, tomó un mordisco. Sus ojos se abrieron un poco al sentir el sabor jugoso y especiado de la carne, el queso derretido y la mezcla perfecta de ingredientes.
Draco: Ajá... lo disfrutas, ¿eh?
La idol lo miró de reojo, masticando con orgullo herido.
Melodie: Cállate...
Draco sabía que esta vez había ganado. Ambos seguían disfrutando de la deliciosa comida, pero había algo en el aire que se sentía diferente. Melodie, más relajada, comía con mayor seguridad, y se reía con los comentarios de Draco, disfrutando de su compañía.
De repente, el guitarrista notó que la idol tenía un poco de comida manchando sus labios. Como un caballero, decidió actuar.
Draco: Déjame ayudarte -dijo, levantando una servilleta.
Con suavidad, la pasó por sus labios, concentrado en el pequeño detalle. Mientras lo hacía, sus ojos se encontraron con los de Melodie. Ella lo miraba fijamente, y por un momento, Draco se perdió en su mirada. La delicadeza del momento le hizo olvidar lo que estaba haciendo. Se concentró en limpiarle con cuidado, manteniendo la vista en sus labios y en ella.
Melodie: ¿Qué crees que estás haciendo?...
El guitarrista sorprendido por la interrupción, se sonrojó ligeramente y se apartó rápidamente.
Draco: Eh... nada. Nada. Ya está limpio. -Trató de parecer indiferente-. Se dice gracias, fresita.
Ambos se quedaron en silencio por un momento, sin saber cómo continuar. Un aire incómodo había quedado entre ellos, pero de alguna manera, esa simple acción de cuidado había dejado una pequeña chispa de algo más.
(...)
Habían tenido una noche de actividades intensas así que melodie estaba más que satisfecha con la agenda cumplida. Era la hora de irse cada uno por su camino.
Melodie: Ya es tarde. Mañana tenemos más "trabajo" que hacer.
Él guitarrista la miró y, aunque quería protestar, sabía que tenía que seguir el juego. Sin embargo, antes de que ella pudiera alejarse, él la detuvo.
Draco: Melodie...
Ella se giró hacia él, sorprendida por el tono serio en su voz.
Melodie: ¿Qué pasa? -preguntó, alzando una ceja.
Draco: Nada... solo... pensé que, aunque esto sea solo por un contrato para ambos, quiero decirte que la pase muy bien contigo.
Ella lo observó en silencio, y por primera vez, sin el glamour de su personaje, asintió con una sonrisa leve.
Melodie: igualmente... Ya me voy.
La idol se alejó apresuradamente, sin decir mucho más, ambos sabían que las reglas del juego acababan de cambiar.
Él rockero llegó a su casa cansado por las actividades de hoy. Quiso darse una ducha pero antes de desnudarse su móvil sonó era la llamada de Lumi su amiga, compañera y crush. Suspiro pensando lo peor y contestó.
Draco: ¡hola Lumi!.
Lumi: hola draco. ¿Me puedes explicar que significa que andas de salidas con Melodie?.
Él peli-rojo quería cortar la llamada pero si eso hacía sería peor. Se quedó en silencio por unos segundos sabiendo lo que se iba venir.
♤♡♤
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top