🎀 Capítulo 2 🎸


El show de Melodie continuó con tres canciones más, y mientras el rockero soportaba lo que consideraba una "tortura" en sus oídos, se refugiaba en su teléfono, bebiendo y tratando de desconectarse de la música k-pop que le taladraba la cabeza.

Chester:¡Hola, gentita de YouTube! —gritó, sujetando su teléfono frente a Draco—. Aquí grabando en vivo el show de Melodie, completamente gratis. ¡Con mi querido amigo Draco! Di algo, Draco.

Antes de que Draco pudiera reaccionar, Chester estrelló su teléfono en el rostro del rockero.

Draco: quita eso. -se hace un lado.-

Chester: Uy, parece que a mi amigo Draco le molesta que Melodie tenga más popularidad —bromeó, riendo de manera burlona—. Creo que le gusta... ¡Viva el ship!

Draco: ¡Te escuché!— levantándose furioso—. No digas estupideces.

Chester: Afirmativo, gente, ¡le gusta la diva! — rió con más ganas, luego salió corriendo antes de que Draco pudiera reaccionar.

El rockero se quedó sentado, suspirando con exasperación. Miró a su alrededor, esperando que el show de la idol terminara lo más rápido posible. Finalmente, Melodie se despidió del público con su habitual sonrisa brillante.

Draco: Oye, Poco. ¿Y si hago un show yo también?

Poco: Uh, claro. Pero tendría que comentarlo con Emz.

Draco:¿En serio? — lo miró con incredulidad—. No tienes que comentarlo, solo déjame hacer magia en ese escenario y verás.

El rockero se levantó decidido, pero al instante sintió un mareo y sus piernas temblaron. El alcohol había hecho efecto. Se sostuvo de la mesa para no caer.

Poco: Creo que ya has tomado suficiente vino —dijo acercándose con preocupación—. Mejor no hagas un show en ese estado.

Draco: Espera, estoy bien —respondió intentando recomponerse. Sin embargo, tambaleó un poco—. No tomé tanto.

Poco: Ajá, claro. Quédate aquí y te traeré una jarra de agua — lo empujó suavemente hacia su asiento, asegurándose de que se quedara quieto.

Draco asintió con un suspiro, dándose cuenta de que su ebriedad era más evidente de lo que quería admitir. El alcohol había sido necesario para soportar el k-pop, pero ahora las consecuencias se sentían.

Emz: ¡Fue un excelente show de melodíe mi idola!. -decia por el micrófono.- ahora si disfruten de esta fiesta genial! Diviértanse!

Los brawlers se entregaban al ritmo de la música, bailando y disfrutando de la fiesta. Draco, sin embargo, empezaba a sentir una leve punzada en la cabeza debido al volumen alto de la música. Además, el hambre lo golpeó de golpe, así que decidió levantarse con cautela y caminar hacia la mesa de bocadillos.

Su mirada se iluminó al encontrar el último mini sándwich de pollo, su favorito. Justo cuando estiraba la mano para tomarlo, otra mano chocó con la suya.

Alzó la vista, sorprendido.

Era Melodie.

"Qué suerte la mía", pensó con ironía.

Como todo un caballero, suspiró y le cedió el bocadillo.

Draco: Aquí tienes, tómalo.

Melodie lo observó de pies a cabeza antes de aceptar.

Melodie: Gracias, eh… —hizo una leve pausa, entrecerrando los ojos—. ¿Draco, no es así?

Draco: Ja, el mismo, el auténtico, el maestro de Star Park. —Se infló un poco de orgullo—. Me sorprende que me reconocieras...

La idol mordió el sándwich con tranquilidad, ignorando su actitud.

Melodie: ¿Cómo no hacerlo? —murmuró con indiferencia—. Dime, ¿también vienes a hacer tu show en esta fiesta?

Draco: ¡Por supuesto!. Este público necesita una dosis del mejor rockstar de Star Park.

Melodie: ¿Uh? No es por ofender, pero que yo sepa… solo eres un simple cuentacuentos. –conteniendo una sonrisa burlona.

Dijo esto con un tono despectivo, como si su carrera fuera una broma.

La sonrisa de Draco se desvaneció por un instante. No le molestaba que lo llamaran cuentacuentos, pero el desprecio en su voz sí lo irritó.

Draco: Soy mucho más que eso —replicó, manteniendo su compostura—. Soy un rockero que combina el poder del metal con la fantasía medieval. No me reduzcas a un simple narrador de cuentos.

Melodie: Pero eso es lo que haces, ¿no? Un showman que mezcla cuentos aburridos con música ruidosa.

Draco: Sí, soy un showman, pero también soy un artista. Mi música transporta a la gente a mundos épicos, a batallas legendarias. No son cuentos aburridos, es una experiencia única.

Melodie: Ugh… qué aburrido.–fingió un bostezo– Perdón, pero es lo que sé de ti.

El rockero empezaba a perder la paciencia.

Draco: Vaya, tienes el descaro de menospreciar mi arte, pero apuesto a que ni siquiera te has tomado el tiempo de escucharme. Estás demasiado ocupada jugando a ser la diva perfecta.

Melodie: Exacto.–sonrio con petulencia.– Es que soy una mujer ocupada con mi popularidad y colaboraciones. Algo que ciertos artistas no tienen…

Enentendió la insinuación de inmediato.

Draco: Oh, ya veo. —Su voz se tornó más fría—. Para ti, los artistas solo valen si pueden beneficiarte en algo, ¿no?

Melodie: Exactamente. Ahora nos estamos entendiendo. Así funciona la industria musical en Star Park. –le guiña el ojo–

Draco: Tu manera de pensar es patética.

Melodie: ¿Perdón?.– parpadeó sorprendida.

Draco: Lo que escuchaste. Eres patética.

Ella lo miró fijamente, como si evaluara su reacción. Pero en lugar de enfadarse, dejó escapar una risa ligera.

Melodie: Draco, ¿de verdad no lo entiendes? Ser ambiciosa no es malo. Al contrario, te hace rica, te da más seguidores, colaboraciones, todo lo que cualquier artista desearía.

Draco: Eso no es ambición, es hipocresía y avaricia. No me importa llenarme los bolsillos de dinero si tengo que vender mi dignidad en el proceso.

Melodie: ¿Me odias, Draco?. –fue directa.–

La pregunta lo tomó por sorpresa. Se quedó en silencio por unos segundos antes de responder.

Draco: No te odio… pero tampoco me agradas. Eres frívola, vanidosa y solo piensas en ti misma.

Melodie: que rápido sacas conclusiones sobre mí...

Draco: Me bastó una conversación para darme cuenta de quién eres en realidad. No hay mucho más que descubrir.

La idol se encogió de hombros con tranquilidad.

Melodie: Bueno, al menos no me odias. Eso es un punto a mi favor. Y, francamente, no eres competencia para mí, así que… sin ofender.

Draco: Ja, claro. No soy competencia para la gran idol del K-pop. Pero sabes qué, Melodie, no me interesa competir contigo. Yo toco por pasión, no por fama.

Melodie: ¿Pasión? ¿Tus fans los grillos? —hizo un sonido de grillo y río con burla.

Draco: Mira qué chistosita resultó ser la niña fresa.

Melodie se sirvió un poco de soda, sin borrar su sonrisa burlona. Le estaba gustando molestar al rockero y sus expresiones son lo mejor.

Melodie: Si buscas una colaboración para elevar tu patética fama, soy generosa. Podemos arreglar algo.

sintió su sangre hervir del rockero.

Draco: No quiero ninguna de tus estúpidas colaboraciones. Prefiero quedarme con mi dignidad antes que venderme por un poco de fama.

La idol bebió un sorbo de su soda y lo miró con diversión.

Melodie: En todo caso, si cambias de opinión, estaré en el estudio de grabación de Star Park mañana por la noche. Te estaré esperando.

Draco: Si algún día necesito una dosis de narcisismo y falsedad, te avisaré. –dándose la media vuelta–

Melodie: ¡Hablo enserió!... Estaré en el estudio de grabación mañana por la noche te estaré esperando.

Fue lo último que le dijo la idol antes de también retirarse a otra dirección.

Draco resopló con fastidio y regresó a su mesa, donde Chester lo esperaba con una botella de vino en la mano.
Sin mediar palabra, le arrebató la botella y se sirvió una copa rebosante.

Chester: Hey, hey, más despacio, velocista.

Draco: Necesito un buen trago.– se llevó la copa a los labios y se la bebió de un solo sorbo.

Chester: Te veo alterado. ¿Qué pasó?

Draco: Me topé con la "famosísima" Melodie —gruñó sirviéndose otra copa—. Me sacó de quicio. No entiendo cómo alguien puede ser tan narcisista...

Chester: ¿En serio? ¿Cuándo pasó eso?

Draco: Hace un rato, en la mesa de bocadillos. Y para colmo, después de burlarse de mí, tuvo el descaro de ofrecerme una colaboración.

Chester: queee, ¿te humilla y luego quiere hacer equipo contigo?. No entiendo nada.

Draco: Ni yo. Solo piensa en su éxito, en sumar más fama. Y para rematar, dijo que en mis shows solo hay grillos.

Chester: ¿Grillos? Jajaja, esa es buena.

Draco: Ja, ja, ja, muy gracioso. Pero créeme, la conversación no tuvo nada de divertido.

Chester: Lo siento, bro, pero es que no lo entiendo. Se ve tan bonita y buena gente...

Draco: Sí, bonita es, pero su ego es del tamaño de Star Park. Solo le importa ella misma.

chester: Bueno, pues cuélgate de ella. No pierdes nada, ¿no?

Draco: No. No voy a venderme por un poco de fama. Tengo dignidad. No necesito la aprobación de una diva creída que no respeta mi música.

Dicho esto, Draco se sirvió otra copa y siguió bebiendo. Una tras otra, tratando de ahogar su enojo en alcohol.

Chester: Oye, no te pases...

Draco: Tranquilo, Chester. Me controlo.

Así, los dos amigos siguieron bebiendo hasta que Poco llegó con una jarra de agua en las manos. Al verlos, su rostro se expreso con sorpresa y preocupación.

Poco: Chicos... Perdón la demora, estuve ayudando a Emz con algo...

Draco: ¡No te preocupes, amigo! ¡Ahora siéntate y prepárate para una dosis de puro rock, porque ahí voy!– se puso de pie de un salto tambaleandose levemente.

Chester: ¡jaja, vamos bro tu puedes!.

Poco: ¡¿que?!. ¡Chester no lo animes!.

Pero ya era tarde. Draco agarró su guitarra y, con un impulso exagerado, se dirigió al escenario. Pese a estar algo ebrio, se movía con sorprendente estabilidad. Subió de un salto, tomó el micrófono y, con su característica arrogancia, anunció:

Draco: ¡¿Están listos, Star Park, para una dosis de rock?! ¡Sus oídos serán bendecidos!

El público aplaudió y vitoreó, animado por su energía. Draco comenzó a tocar y, sorprendentemente, lo hacía bien. Sus dedos se deslizaban con precisión sobre las cuerdas, y su voz, aunque impregnada de alcohol, seguía teniendo fuerza.

Desde su lugar, Melodie observaba la escena con aparente desinterés, aunque sus ojos seguían cada movimiento del rockero.

Todo iba bien… hasta que un repentino mareo lo golpeó.

Draco sintió el estómago revolverse. Intentó seguir tocando, pero las arcadas fueron más fuertes.

Poco: Oh, no... —susurró tapándose la cara.

Chester, en cambio, estalló en carcajadas y sacó su teléfono para grabar.

En ese momento, Draco vomitó.

El público quedó en silencio por un segundo… hasta que estallaron las risas. Los flashes de los celulares iluminaron el escenario, capturando el momento en todo su esplendor.

Los guardias Larry y Lawrie intervinieron de inmediato, sacando al rockero del escenario entre murmullos y comentarios burlones.

Si Draco quería llamar la atención, lo había logrado… pero de la peor manera posible.

Y Melodie, con una sonrisa ladina, ya estaba ideando cómo aprovecharse de su error.





♤♡♤

Holaa queridos lectores.

La historia va tener unos cambios a partir de ahora y estoy pensando en agregar a Lumi.

Chicos amantes de este hermoso ship sigan haciendo lo que les gusta shispeando porque de eso trata los ships gente. Desde que llego Lumi me eh encontrado con gente toxica la verdad. ♡

Así que Toxicidad fuera, mala vibra fuera. Si no te gusta el ship vete a otra historia.

Bye ♡



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