041

–Dijiste que podríamos ir a visitar a mi madre este fin de semana. No iré sola.

Lo sé, cielo, pero podemos ir el otro mes.

–No se quiere despegar de ti, ¿verdad? –Dijo con recelo.

Su esposo está en una conferencia...

–Como sea, hablamos después. –Miram cortó la llamada sin esperar una respuesta de su novio. Estaba enojada.

Hacía dos semanas que no lo veía porque, Lee Hyeom, una mujer casada ocupaba todo su tiempo. Tenía muy claro que al final de cuentas ella también estaba saliendo beneficiada de que Jimin fuese su amante, pero era inevitable que no se sintiera desplazada. Ella también lo necesitaba, lo extrañaba demasiado.

Lee Hyeom era esposa de un cirujano muy exitoso, era ama de casa, con hijos estudiando en el extranjero así que tenía muchísimo tiempo libre como para salir con amigas, ir de compras, tonificar su cuerpo diariamente y serle infiel a su esposo con un hombre mucho más joven. La sonrisa no se borraba de su cara porque estaba recibiendo atenciones que dejaron de existir dentro de su matrimonio desde hace unos cuantos años.

–Aquí tienes –el castaño colocó el vaso de cartón frente a ella y el rico aroma a café inundó su nariz– Había un poco de fila, por eso me tardé. –Tomo asiento del otro lado de la mesa, con su café en mano.

–Descuida. –Miram sonrió tratando de disimular su enojo, no quería que su amigo se diera cuenta.

Ambos estaban sentados en el exterior de una bonita cafetería pasando el rato. La morena aprovechó que Taehyung fue a hacer el pedido para llamar a su novio y confirmar si irían ese siguiente fin de semana a Busan como habían planeado, porque la mamá de Miram quería verla pero a ella no le gustaba visitarla estando sola pues siempre terminaban discutiendo. Al menos si estaba Jimin presente su madre se comportaría.

No le enojaba cancelar el viaje, el problema era que su novio prefería estar con esa mujer.

–Tae, hoy quiero ver las estrellas.

–¿Ah? –Dijo sin comprender el chico, puesto que le estaba hablando de otra cosa que la morena ni siquiera había prestado atención.

–Dijiste que escuchaste en la radio que esta noche el cielo estaría muy despejado y que se podrían ver las estrellas fácilmente. Quiero verlas contigo.

–Oh, sí, sí –sonrió contento– Podemos verlas juntos.

–Iremos al río Han.

El corazón de Taehyung se aceleró de una manera impresionante. Como también se aceleraba cuando ella le decía que era muy guapo mientras acariciaba su cabello o sus mejillas. O cuando apreciaba y reía de las ocurrencias que salían de su cabeza.

El chico había caído totalmente por ella y ya se lo había hecho saber y, aunque no recibió la respuesta que esperaba, no quería terminar con la amistad. Para él Miram se había convertido en una persona muy importante en su vida.











Llevaban alrededor de una hora acostados en una manta sobre la grama junto al río, algunas personas también se encontraban allí, la mayoría eran parejas en citas o grupos de amigos que se habían reunido para comer y beber unos cuantos tragos.

Ellos habían hablado muy poco, mientras admiraban los pequeños puntos de luz en el firmamento.

–No quiero irme –pronunció el castaño– Quiero quedarme para siempre aquí contigo. –Giró la cabeza mirando con timidez a la morena.

Miram sonrió al escucharlo, dándose la vuelta y apoyándose ahora sobre sus codos. Estiró su mano hasta posarla en la mejilla del castaño a quien un escalofrío le recorrió la columna cuando la vio inclinarse mucho más hacia su rostro.

El simple roce de sus labios le hizo contener el aliento y se sintió desfallecer cuando por fin el beso se hizo real, saboreó los labios de la morena queriendo grabar para siempre ese momento en su mente.

Y cuando ésta le propuso irse, supo que algo más estaba a punto de suceder.

La puerta chocó contra la pared mientras dos cuerpos ingresaban al interior de aquel apartamento en medio de besos y caricias.

Taehyung cayó sobre el sillón y Miram encima de él, a horcajadas sin dejar de saborear su boca.

–Espera –se separó con la respiración agitada– Yo... eh... yo n-nunca he estado con nadie. –Confesó sintiendo vergüenza porque ya era un hombre adulto que no había tenido experiencia con alguna mujer más allá de simples besos y también estaba lleno de miedo porque ella no quisiera hacerlo con alguien inexperto. –Lo sé, soy un perdedor, si no quieres...-

–No me importa –la morena acarició sus mejillas– Yo quiero hacerte sentir bien. –Sus labios fueron al cuello del chico quien dejó salir un jadeo de puro gozo.

Para Taehyung era un momento importante, para Miram solo significaba vengarse de alguna manera de Jimin.

Así los días fueron pasando y lo que ocurrió en aquella noche de cielo estrellado, siguió repitiéndose.

Para ella solo era un método de desahogo, pero para él era cumplir los deseos que había estado guardando en su interior desde el primer momento que volvió a encontrarse con la morena. Se volvió adicto a su cuerpo y a lo que ella le hacía sentir.

Taehyung era consciente que estaba pisando terreno peligroso, pero no le importaba en lo absoluto, solo quería disfrutar del momento mientras durara. Aunque tenía una pequeña esperanza de que Miram cambiara de parecer y le diera una oportunidad.










●●●●








El pelinegro entró al apartamento encontrándose con su novia quien simplemente lo observó desde el sillón con cara de pocos amigos.

Se acercó con la intención de darle un beso, pero Miram lo esquivó.

–¿No vas a darme un beso?

–¿Es broma?

–No puedes estar molesta conmigo, cielo –le dijo con una sonrisa sacando la mano detrás de su espalda donde sostenía tres bolsas turquesa de una joyería que la morena conocía muy bien, ya que era su favorita– Mira, te traje un regalo como compensación de...-

–¿De que cancelaste nuestra cena?

–Amor...

–Me acosté con Taehyung.

Miram soltó la bomba sin pensarlo y pudo ver como el semblante del pelinegro cambió al segundo, su rostro volviéndose rojo como si estuviera a punto de estallar.

Jimin exhaló sonoramente, sintiendo su cabeza caliente y sus manos temblar de la ira que recorría su sistema.

–¿Cuántas? –Pronunció con dientes apretados, mientras Miram estaba a la expectativa de cual sería su siguiente reacción.

–Dos veces –mintió– las dos veces que cancelaste nuestros planes por preferir estar con esa mujer que conmigo. Estaba enojada, por eso lo hice.

Aquello fue como otro golpe directo a su estómago, Jimin ya había visto a la castaña coquetear con otros hombres y sabía que también había estado con algunos por conveniencia de ambos, pero esto era un asunto diferente. Se había acostado con Taehyung porque quiso, ni siquiera tenía algo material que ofrecer.

Las palabras no podían salir de su boca, estaba tan enojado.

Y su furia fue aún mayor cuando vio entrar a quien consideraba un amigo. A quien quiso ayudar por estar pasando por un mal momento y le abrió las puertas de su casa sintiendo pena por su situación. ¿Y que hizo él a cambio? Se folló a su novia.

Taehyung se quedó parado en medio de la sala viéndolos  y algo dentro de su cabeza hizo 'clic'.

–¿Van a volver? –Alternó la mirada entre ambos no dándose cuenta que algo más grave estaba a punto de suceder, vio las bolsas sobre el sillón y la conclusión llegó a su cabeza tan rápido como la decepción.

Miram cometió el error de contarle que Jimin se estaba viendo con otra persona, disfrazando la verdad por supuesto. Porque después de todo Taehyung no podía enterarse de que lo que ellos hacían.

Él solo sabía que ella y Jimin se estaban dando un tiempo en su relación cuando comenzó a vivir con ellos, pero que la amistad no había acabado y que además seguían juntos en el mismo apartamento porque sus padres "hacían el gran esfuerzo" de rentarlo para los dos mientras estaban en la universidad. O eso le hicieron creer.

–Se fue con otra y ahora que regresa tu lo aceptas como si nada –le habló a la morena quien comenzó a temer de lo que el pelinegro era capaz de hacer, siendo que Taehyung solo le estaba echando mas leña al fuego– ¡¿En serio?! ¿¡Eres tan estúpida como para aceptarlo de nuevo!?

Eso fue todo.

Jimin se abalanzó contra el castaño propinándole un golpe de puño cerrado en la cara, que lo hizo trastabillar.

Taehyung agitó su cabeza sintiéndose mareado pero igual le hizo frente al pelinegro, vio como Miram se abrazaba a su espalda para que no siguiera con el ataque y sonrió sin importarle que la sangre ya corría de su boca.

–Taehyung, vete.

–La hice sentir tan bien mientras tu no estabas...

Jimin se removió violentamente saltándose del agarre de la morena y tomó al chico por la camisa dándole otro puño en la cara, justo en el ojo izquierdo.

–¡Jimin! ¡No!

–Ni pensaba en ti...

–¡Déjalo!

Miram prácticamente se guindó a la espalda del pelinegro quien estaba completamente cegado y logró hacer que soltara a Taehyung. Utilizó toda su fuerza que era poca en comparación a la de su novio para hacerle retroceder por al menos unos pocos segundos que fueron valiosos para que el castaño huyera de aquel apartamento. Se levantó con dificultad y salió rápidamente sabiendo que, si se quedaba, todo podía terminar muy mal. Tuvo miedo por Miram, pero se fue sin mirar atrás.

La morena soltó a Jimin quien respiraba arrítmicamente y se alejó unos cuantos pasos, él se dio la vuelta clavando sus ojos en ella. Vio la mirada de alguien que había perdido por completo los estribos, era obvio que su orgullo estaba herido y solo quería hacerle pagar a los dos.

Miram se arrepintió de inmediato de también haberse dejado llevar por el enojo y decirle lo que pasó con Taehyung, porque sabía que ahora iba a ser el objetivo de su novio y que éste se iba a descargar con ella.

Fue rápida en correr y logró encerrarse en el baño poniendo el seguro. Sus lágrimas se hicieron presentes en medio de los insultos en forma de gritos desaforados que soltaba Jimin y los golpes que le propinaba a la madera.

–¡¡¡Maldita zorra!!! ¡¡¡Te voy a matar!!! –otro golpe y Miram se removió asustada estando sentada en el piso, apoyada contra la puerta creyendo que en cualquier momento se rompería– Puta... Te juro que cuando salgas de ahí te mataré... ¡¡¡Los mataré a los dos!!!












●●●●







Taehyung vio a la morena acercarse cargando con el bolso, no pudo evitar fijarse en su vestimenta. Iba con un suéter cuello alto y jeans, muy tapada, teniendo en cuenta que era verano y la temperatura subía mucho en el día. Le pareció extraño, pero no quiso pensar demasiado en ese detalle.

Había pasado exactamente una semana desde aquél día desastroso donde todo terminó para él.

Solo se comunicó con Miram para pedirle que le entregara sus pertenencias que había dejado en el apartamento, ella aceptó y acordaron verse en un parque cercano.

Al tenerla frente a él quiso gritarle tantas cosas por haberlo usado sin importarle sus sentimientos, aunque también seguía recriminándose a sí mismo por haberlo permitido y caer ante las palabras bonitas que le endulzaban el oído y esa cara que aparentaba no romper un plato.

Recibió el bolso sin querer mirarla a los ojos.

–Creo que está todo. Si falta algo me puedes avisar.

Su interior aún vibraba al escuchar su voz.

–¿Están juntos? –No pudo contenerse en hacer la pregunta que le carcomía día y noche.

–Tae, yo nunca quise que las cosas resultaran así...

–Solo responde.

–Sí, estamos juntos... Lo siento.



Taehyung decidió volver a Busan. Regresó a casa con el corazón roto en mil pedazos y deseando nunca haberse cruzado con esas dos personas, pero también esperando en un futuro verlos en su peor momento.




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👀

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