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Miram









Si dijera que después del para nada agradable encuentro con Taehyung había logrado conciliar el sueño estaría mintiendo. Miles de escenarios cruzaban por mi cabeza en los cuales todo se iba a la mierda por su culpa.

No podía permitirlo.

Además, saber que estábamos bajo el mismo techo me ponía de los nervios. Era obvio que él sabía que yo estaba aquí, no estaba segura de como, pero eso de traerle un regalo a su primo simplemente era una excusa.  No quería actuar como una paranoica, pero ¿por qué venir en la madrugada a traer un regalo? Eso quería decir que se estaba quedando en otro lugar.

Apenas amaneció decidí irme, me sentía incómoda y no estaba de humor como para lidiar con que Seokjin otra vez se victimizara. Él seguía dormido profundamente, así que me arreglé como pude en su baño, vistiéndome con mi ropa nuevamente.

Al bajar las escaleras todo estaba en silencio, pero en mi camino hacia la puerta fui sorprendida por un cuerpo que se interpuso en mi camino, saliendo desde el pasillo que daba a la cocina.

–Vaya, huyes tan temprano. –Formó una gran sonrisa, al parecer estaba esperando este momento.

–No estoy huyendo –me crucé de brazos, fijándome por algunos segundos en su ropa, tenía un atuendo diferente– Tengo cosas que hacer y no quise despertar a Seokjin. Está cansado.

–Oh, claro, entiendo.

Volví a fijarme en su vestimenta.

–Parece que ya no te estás muriendo de hambre.

–No me quejo, me va bien –ladeó la cabeza metiendo las manos en los bolsillos de su pantalón plisado– ¿Recuerdas cuando me decías que siempre podía intentarlo? Creo que eso fue lo único bueno que me dejaste –sonrió falsamente, pude ver otra vez el odio plasmado en sus ojos– Estoy haciéndome conocido poco a poco, me presento en bares en diferentes partes del mundo, es divertido. Además que me gusta viajar.

–Estás cumpliendo tu sueño.

–Parte de él... Aún me falta verte sufrir.

–Cuidado con lo que deseas. –Apreté la cadena de mi bolso.

–Wow, otra amenaza. –Se burló.

–Nunca me arrepentiré de haberte rechazado –sonreí falsamente como él– Te faltaban demasiadas cosas de lo que me gusta en un hombre.

Pasé a su lado, saliendo de esa casa y pude respirar un poco mejor ahora que Taehyung ya no estaba frente a mí. A los segundos escuché como la puerta se cerró de golpe.

Cuando llegué a mi apartamento fui directamente a tomar una ducha, luego me vestí con algo cómodo, Jimin venía en camino. Pensé mejor en si contarle lo que pasó con Taehyung, tenía mis dudas, pero antes de tomar una decisión él ya había llegado.

–Dentro de una hora debo ir al hospital –intenté disimular mi angustia con una sonrisa al verlo entrar a la cocina– Buenos días, cielo. –Me abrazó.

–¿Todo bien con Haesol?

–Si. ¿Y tú con Jin? ¿Lo lograste?

Simplemente asentí con la cabeza. No hicimos más comentarios al respecto, ese era uno de nuestros acuerdos.

–¿Quieres que te prepare algo de comer para que te lo lleves?

–Si, algo ligero estaría bien. –Dijo antes de ir a ducharse.

Me dispuse a prepararle algunos sándwiches de pollo y también una ensalada, aunque mi mente iba a mil por segundo con los recuerdos que me atacaron de pronto.

Después de un rato Jimin volvió ya cambiado, con su cabello ligeramente húmedo.

Tomó asiento en la barra, dejando su bolso en el piso y comenzó a revisar su celular.

¿Debería decirle?

Mientras cortaba el tomate casi ocurre un accidente con el cuchillo y mis dedos, mis movimientos eran torpes y distraídos, Jimin se estaba dando cuenta de que algo andaba mal conmigo, pero logré terminar todo con éxito. Empaqué los sándwiches junto con la ensalada en su lonchera, no era usual que se llevara comida desde casa, pero de vez en cuando lo hacía.

Cuando guardaba las cosas sin querer tiré un frasco de aderezo, se hizo un charco sobre la barra. Maldije para mis adentros y fui en busca de un trapo y toallas absorbentes, pero Jimin se me adelantó.

–Yo lo limpio.

Me quedé sentada en la banqueta en silencio, viendo como el pelinegro limpiaba. También lavó los utensilios que usé.

Al terminar se giró hacia mi.

–¿Qué pasa, cielo? –acunó mi cara entre sus manos– Estás muy callada. ¿Ese imbécil te hizo algo? –Su cejas se fruncieron.

–No, no es sobre Jin... Bueno, si tiene que ver con él. –Suspiré cerrando los ojos por un segundo y volví a centrarme en él, quien lucía intrigado y preocupado por mi actitud.

No me quedó de otra que contarle de mi encuentro fortuito con Taehyung, el vínculo que tenía con Seokjin y que además me amenazó con decirle lo que pasó hace unos años.

Jimin no se lo esperó obviamente, y es que no había mucha información sobre los integrantes de la familia de Jin, muy poca en realidad. No imaginamos que algo así podía suceder.

–No sé si en estos momentos estará contándole lo que pasó entre los dos. Hice mal en retarlo –chasqueé la lengua– es que no me pude contener.

–Ese idiota no va a decir nada, es su primo, pero de seguro va a querer chantajearte para acostarse contigo. ¿Cómo te miró? ¿Intentó tocarte?

No le diría que me había besado porque, de saberlo, perdería la cabeza por completo, se estaba controlando porque su enojo era muy evidente.

–Me detesta, Jimin –pero seguía siendo débil, para mi fue fácil descifrar que aún sentía algo por mí, además de odio– Si abre la boca todo se va a ir a la mierda.

–Tranquila, ¿si? –me acogió entre sus brazos– No nos apresuremos.

Sabía que a Jimin no le agradaba para nada el que volviera a estar cerca de Taehyung después de todo lo que ocurrió, al parecer el odio que le tenía seguía latente aún si hubiese pasado algo de tiempo y temía que por eso comenzara a comportarse diferente conmigo.

Nosotros nos volvimos a cruzar con Taehyung unos años atrás, mucho antes de irnos a París, la última vez que nos habíamos visto éramos unos niños y en ese entonces nos dio gusto reencontramos. Él estaba pasando por un mal momento, había abandonado la universidad, estaba solo en la ciudad y se sentía un poco perdido. Nosotros quisimos ayudarlo, así que al poco tiempo se hizo una persona recurrente en nuestras vidas, más en la mía, ya que Jimin mantenía una relación con una mujer casada que le cumplía todos sus caprichos a cambio de horas de atención y debido a eso pasábamos días sin vernos.

Taehyung desarrolló sentimientos hacia mi, fue muy directo al respecto aún si yo no le correspondiera. Igual me aproveché de eso cuando las cosas entre Jimin y yo no iban bien.

Fue un momento bastante tenso en nuestra relación.

El haberme acostado con Taehyung era algo de lo que me arrepentiría toda la vida.














Haesol













–Ahora Jimin ocupa todo tu tiempo libre.

Eso fue lo primero que escuché cuando desperté de mi siesta y fui hasta la sala donde Yongsun estaba echada en el sillón con su ordenador sobre sus piernas.

–Eso no es verdad, no nos habíamos visto en días –la abracé efusivamente por un par de segundos y dejé una seguidilla de besos en su mejilla, luego fui hasta la cocina– ¿A que hora llegaste?

Saqué una botella de agua del refrigerador y la abrí, dándole un gran trago porque sentía la garganta seca.

–Hace como una hora, bella durmiente. ¿Jimin te dejó cansada?

Casi escupo el agua, estando bajo la inquisitiva mirada de la rubia.

–¿Estás molesta?

–No, me encanta que te diviertas pero estoy reclamando mi tiempo como mejor amiga.

–Deberíamos hacer noche de películas. ¿No tienes que estudiar?

–No, por este fin de semana mi cerebro podrá descansar. –Sonrió contenta.

–Entonces podemos hacer una pijamada y-

El sonido de una llamada entrante me interrumpió.

–Namjoon te llama. –Alzó mi celular que lo había dejado en el sillón.

–¿No quieres responder tú? –La miré sonriente pero a ella no le hizo nada de gracia mi pregunta, me acerqué antes de que me tirara el aparato y contesté– Hola, Kim. ¿Qué deseas?

Sol, ¿estás con Jin? Necesito comentarle algo importante.

–Él está en Moonlight... ¿no? –Dudé, puesto que teníamos todo el día sin hablar. Además que últimamente no nos comunicábamos a no ser que se tratara de asuntos de trabajo.

Escuché una queja del otro lado de la línea.

No está ahí, dijeron que el sous chef estará a cargo por hoy. Lo llamo y no me responde, creí que estaría contigo.

–No es normal. –Dije para mi misma, yendo hacia mi habitación de nuevo.

Jin era de los que siempre contestaba el teléfono.

No lo es –concordó– ¿Crees que fue a visitar a su madre y a Ryu?

–Me hubiese avisado de ser así, además hablé con Ryu más temprano y no me comentó nada sobre si él iría a verlas. ¿Le preguntaste a Taehyung?

No, lo voy a llamar. Espera.

Quería creer que solo tenía una fuerte resaca y que prefirió quedarse descansando, pero muy dentro de mi sentía que algo andaba mal.

Nam volvió a llamar después de dos minutos y me dijo que Taehyung fue a casa de Jin para desayunar juntos pero que seguía dormido, así que realmente no habló con él. Tampoco se quedó mucho tiempo porque iba a visitar a unos amigos fuera de la ciudad.

Me dijo que iba a pasarse por su casa y me avisaría si lo encontraba allí. Al cortar la llamada busqué el contacto de Jin que era el primero en mi registro de llamadas. Intenté unas tres veces, solo repicaba y luego me enviaba al buzón de voz.

No iba a esperar a que Namjoon me avisara si estaba o no en su casa, prefería ir a ver por mi misma. Le comenté rápidamente a Yongsun lo que ocurría y me disculpé porque nuestra noche de películas se retrasaría un poco, mientras buscaba las llaves del auto y me ponía los zapatos.

Se supone que Jin estaría en Moonlight, ya era de noche, por supuesto era un poco alarmante no haber tenido noticias de su parte durante todo el día.

Estacioné frente a la casa, viendo el auto de Namjoon junto a la acera. Ingresé el código y abrí la puerta, todo estaba en orden en la estancia pero escuché voces provenir desde el piso de arriba, Namjoon y Jin parecían discutir.

Me apresuré a subir las escaleras.

–¡No puedes irte así! Piensa las cosas... Eres un adulto y no está mal que-

–Cállate, Namjoon. Si no vas a ayudar, vete. –Pude percibir en la voz de Jin el como se estaba conteniendo de, quizá, soltarle una sarta de insultos.

Al entrar a la habitación me quedé paralizada viendo todo el panorama. Habían cosas tiradas desordenadamente en el piso, como si hubiese pasado un tornado destruyendo todo a su paso y lo que más me impresionó fue ver el colchón de la cama king dado vueltas y las sábanas con las almohadas tiradas en el suelo junto con la ropa y zapatos que Jin sacaba de su vestidor en un acto errático.

Namjoon solo miraba, estando parado a unos metros de mi.

–¿Qué... ocurre? –Mi voz salió queda por la impresión, pero lo suficientemente audible para que Jin se detuviera abruptamente.

Se acercó a mi y mi corazón se apretó aún más al darme cuenta de su estado. Sus ojos estaban hinchados y rojizos, al igual que su nariz, su cabello estaba desordenado; como si hubiese llorado por horas. Su mirada expresaba completa desolación.

–Necesito que hables con alguna inmobiliaria –sus palabras salieron atropelladas, me fijé que solo llevaba una camiseta y unos pantalones deportivos– Quiero otra casa.

–Jin.

–¡No puedo seguir aquí! ¡Voy a mudarme! –Se dio la vuelta, yendo otra vez hasta su vestidor de donde arrastró una gran maleta a medio cerrar.

Namjoon y yo intercambiamos miradas sin saber exactamente que hacer, para los dos era realmente impactante verlo actuar de esa manera, tan fuera de sí.

Me resultaba muy extraño que justo ahora quisiera mudarse. Algo grave tuvo que desatar esta crisis, pero no era momento de preguntar.

–Tienes que calmarte –me dirigí al pelinegro– estás muy alterado y-

–Sanghyun vendrá por mí y me llevará al hotel. No puedo seguir en esta casa...

–Está bien, déjame ayudarte ¿si? –Permitió que agarrara el asa de la maleta. Namjoon y yo solo pudimos intercambiar otra mirada llena de preocupación antes de llevárselo afuera. Supuse que intentaría calmarlo y hacerle entrar en razón.

Comencé a recoger las prendas tiradas en el piso, quise acomodar un poco el desastre pero ni sabía por donde empezar.

Al final guardé todo lo que él necesitaría en dos maletas, solo lo importante. De todas maneras en el penthouse, en KS, tenía muchos trajes, que era lo que usaba casi a diario.

No sabía si él necesitaba de mi compañía en estos momentos, de lo que estaba segura era de que no me iría de su lado. A menos de que lo me pidiera.


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Gracias por leer♡♡♡

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