chapter twenty-two. to terminus
𝐁𝐘 𝐌𝐘 𝐒𝐈𝐃𝐄 ━━ volumen dos
capítulo veintidós
❝ to terminus ❞
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VOLVÍ A CERRAR LA reja de la prisión una vez que el auto de Maggie y Glenn entró, sonriéndole al asiático cuando me abrazo en forma de saludo.
—Te traje esto— me entregó una barra de chocolate.
Le sonreí —Gracias, Glenn.
—Justo como lo pediste, solo que no se si aún tenga sabor.
—A Sophia le va a gustar, gracias de todos modos.
Esté asintiendo volviendo con Maggie y choque mi espalda contra el cuerpo de Carl una vez que retrocedí, deteniéndome con sus manos en mi pequeña cintura.
—¿Algún problema?— inquirió Rick, llegando junto a nosotros.
Ambos negamos —¿Y tú?— pregunte, al ver una herida en su mano.
Asintió —Si, algunos.
Sabía que hablaba de los caminantes.
—Carol, yo me encargo— le dijo, y ella le entregó el palo con el que traspasaban la reja hasta el cráneo de los caminantes.
Carl y yo volvimos a la prisión, abrazándome a mi misma en un intento de guardar calor, sonreí cuando Carl me abrazo por los hombros y sólo así dejar de temblar.
—¡OIGAN! ¡MI ESPADA no!— pedí cuando mi katana fue arrebatada de mi espalda bruscamente —¡Mi espadita no!
—Ya cállate— uno de ellos me tomó del brazo, jalándome a la fuerza.
Forceje hacía atrás debido a que solo era uno, una vez que lo logré golpeé su mejilla tal y como me había enseñado Rick.
Consiguiendo así lograr correr, aunque fue inútil ya que por estar vigilando detrás de mi, choque con otro de ellos cayendo al suelo de espalda, solté un quejido mientras el aire me faltaba debido a la caída.
El hombre de barba me tomó del brazo nuevamente, cayendo al suelo cuando me empujó dentro del vagón y cerró la puerta detrás de mi.
—Idiota— musité y una sonrisa volvió a mi rostro cuando vi a Maggie y Glenn ayudándome a ponerme de pie.
—Pulga, tienes cinco vidas— dijo el asiático abrazándome.
Fruncí mi ceño escuchando a Maggie reírse.
—¿Qué no son siete?— inquirí.
—Si, pero ya perdiste dos— contestó —Una cuando te caíste de ese árbol en la granja y otro con el maldito virus de la prisión.
Pensé, —Eso tiene sentido.
—SI ALGUIEN QUIERE lastimarte, ¿Qué es lo primero que debes hacer?— pensé ante la pregunta de Rick.
—Huir— sonreí orgullosa.
Este negó mientras se reía —Huir será fácil en el momento, pero cuando se tiene una situación real, lo primero que debes pensar es en la manera en la que puedes derribar a tu contrincante ¿De acuerdo?
Asentí levemente —¿Para que me querías? Porque debo darle de comer a Judith— señale.
—Beth está dándole de comer a Judith así que no te preocupes por ella, escucha Alex— se colocó de cuclillas para quedar a mi altura —En este mundo hay hombres y mujeres malos, que querrán hacerte daño a la primera oportunidad que tengan y si algún día no estoy ahí para cuidarte a ti, Carl o a Judith voy a necesitar que tu los cuides por mi, porque eres mi familia también, por eso quiero enseñarte a defenderte y que no tengas que depender de nadie más que de ti misma.
Asentí otra vez —Entiendo, yo también quiero aprender para cuidar de Judith y Carl, de ti también, Rick, no estas solo en esto.
CORRÍA LO MÁS rápido que mis piernas me lo permitían, subiéndome al primer árbol que encontré.
—¡Lex! ¡Lex sal antes de que te deje aquí sola en el bosque!— gritó Sophia, buscándome con la mirada.
Me deje caer cayendo de pie, tal y como un gato.
—¡Las traes!— le toque el brazo para volver a salir corriendo.
Ella refunfuñó corriendo detrás de mi, sin previo aviso caí debido a una roca y Sophia cayó encima de mi debido a mi cuerpo.
Comencé a reírme mientras ella se quitaba y se dejaba caer al suelo, ambas con la mirada entre las hojas de los árboles y la luz del sol dándonos en el rostro, mi risa se le contagió en un punto donde no podía ni respirar de la risa.
—Eso fue muy divertido— rió ella, mientras yo me calmaba.
Respire con pesadez —Lo se, si... si alguien más estuviera aquí que no fuéramos nosotras nos miraría raro.
—Es que somos raras, Lex.
Asentí de acuerdo —Lo se.
Hubo silencio, con su mirada en mi, me giré a verla confundida ya que, no me quitaba la mirada de encima.
—¿Qué pasa?— le inquirí.
—Te manchaste de tierra la mejilla— señaló, saliendo de su transe.
Encogí mis hombros —Que importa, son marcas de diversión.
—¿Por qué estamos aquí?— se preguntó de pronto —Es peligroso que estemos afuera, el gobernador anda suelto y hay caminantes en todos lados.
Mi sonrisa se borró —Es que quería tener un buen momento con mi mejor amiga, ademas... siento qué pasó mucho tiempo que no me reía así, desde lo de Andrea lo único que hago es cuidar a Judith y pasar tiempo con Carl.
—También te extraño— agrego.
—No me molesta— le mire —Amo a Judith y amo a Carl pero... también te amo a ti Sophia, extraño cuando jugábamos en la granja.
—Yo también— admitió —Mi papá no me dejaba salir y no me dejaba tener amigos.
—Tu papá era un idiota— reproche y ella asintió de acuerdo —Ahora debe estar rojo del coraje por ver a Carol ser una mujer libre y a ti ser feliz.
—Era un idiota— repitió —Pero ya no importa, porque ahora puedo ser libre y el tiempo lo recomenzó contigo.
Sonreí levemente —Somos las hermanas locas.
—Las cuales jamás se separan.
Ambas reímos cuando una hoja de árbol cayó en su rostro, con la brisa del aire volando nuestro cabello.
—Tu eres la única amiga que necesito— me miró con detenimiento.
—Hermana— corregí —Hermanas locas.
—Siempre y para siempre— cruzamos nuestros meñiques en forma de promesa.
—REPÍTELO OTRA VEZ— pidió Glenn, cruzándose de brazos.
—Salimos al bosque y me corte— repetí, con mis ojos llorosos debido a la sangre que salía de mi rodilla.
Glenn refunfuño, tomándome de los hombros y cargándome cual bebé, dejándome en la camilla y yendo hasta volver con vendas y un curita.
—Lo siento— musité —No debí haber salido.
—No te disculpes, solo avísame para la siguiente.
—Hice mal, lo siento, mi mamá también se enojaba conmigo cuando salía al bosque sin avisar, esta bien si tú también te enojas— le mire arrepentida.
—No te disculpes por querer tener una infancia que no pudiste tener— curo mi herida con mucho cuidado.
—Entonces... ¿No estás enojado?— me sorprendí cuando negó con la cabeza.
—Si vas a salir, tráeme aunque sea una roca que encuentres en forma de corazón— reí un poco.
—Lo hare, primero tengo que buscarla.
—Así se habla— choco los cinco conmigo.
—¿RECUERDAS LO que te dije una vez?— inquirió Daryl.
Pensé —¿Que los gusanos pueden ser viscosos pero sabrosos?
Negó con la cabeza —Si las huellas son seguidas o miras que se arrastra, es un caminante...-
—Pero si van seguidas y en zancadas, es una persona viva— complete haciéndolo asentir.
—Exacto, ven aquí— pidió y obedecí siguiéndole, tomando la ballesta con fuerzas y tratando de que no se me cayera.
Quien sabe que me haría Daryl si su ballesta se me llegara a caer y se rompiera.
Daryl se escondió detrás de un arbusto, señalando al caminante que habíamos estado rastreando desde que entramos al bosque.
—Apunta y dispara.
Asentí —¿Por que no mejor cazamos animales? Rick y el resto han traído personas nuevas últimamente y hay más bocas que alimentar.
—Lo haremos— aseguró —En su momento, tu cumpleaños es en un mes así que podríamos cazar un par de ardillas.
Asentí feliz —Me agrada esa idea.
Apuntado al caminante, logre darle en el ojo derecho para así, derrumbarlo al instante.
—Tienes buena puntería— felicitó Dixon, volviendo por la flecha y siendo seguido por mi.
Encogí mis hombros —Aprendí del mejor, ósea tu.
Haciéndolo sonreír levemente, me entregó la flecha y yo la guardé, posando la mirada en esa roca.
—Por fin— me agache a levantarla —Una roca en forma de corazón.
—¿Es para Carl?— inquirió con una sonrisa pícara.
Le mire mal comenzando a caminar en busca de otro caminante.
—No, es para Glenn, le prometí que le llevaría una de estas.
—No te juntes con el coreano— pidió y le mire confundida —Dice muchas groserías.
Reí haciéndolo fruncir su ceño —¡Tu dices más!
—No es verdad.
—Bien, si me escuchas maldecir ya sabes de quien lo aprendí— lo apunte con la mirada.
REÍ UN POCO CUANDO Judith comenzó a balbucear miles de cosas inexistentes.
—Di Alex— pedí, pero ella solo balbuceó más.
Me acerqué a los demás, Hershel, Carl y Rick, quienes estaban en el patio de la prisión.
—Ponlo más en ángulo— indicó Rick a su hijo.
Este obedeció cuando su sombrero cayó al suelo, Rick lo tomó —Te conseguiré un sombrero de granjero— bromeó haciéndome reír.
Me lo colocó en la cabeza, tomándome por sorpresa —Hay un nuevo comisario en el pueblo.
Lo acomode mirando a Carl —¿Qué tal se ve?
—Luces hermosa.
Baje la mirada evitando mostrar mi sonrojo, mientras arrullaba más a Judith y los adultos reían.
—No puede ser así todo el tiempo— se quejó Hershel, mirando a Rick.
—Es así ahora— contestó con simpleza —Con eso basta.
—Ojalá siempre se quedará así— agregue con miedo en mi voz a que todo esto terminara.
—¿ESOS SON DISPAROS?— se preguntó Sasha cuando efectivamente, a fuera había muchos disparos.
—Tal vez los están atacando— supuso Abraham.
—O ellos están atacando a alguien— agregó Maggie y asentí de acuerdo.
La puerta fue abierta y Abraham me cubrió con su enorme brazo como forma de protección, entre Glenn y él logré ver a tres personas entrar, seguido por alguien más cuando la puerta fue cerrada.
Glenn avanzó y fruncí mi ceño —¿Rick?— inquirió él al adulto.
Maggie avanzó al igual, seguida por Sasha y por mi, cuando Rosita, Abraham y Eugene avanzaron conmigo.
Una sonrisa se formó en mi rostro al ver a Rick, Daryl y Michonne, pero en especial a ese pecoso de ojos azules.
Empujando a Glenn haciéndolo toparse con la pared del vagón, debido a que era muy pequeño, me lancé a abrazar a Carl, escondiendo mi rostro en su cuello y él en mi hombro, sintiendo tranquilidad al tenerlo conmigo una vez más.
—Están aquí— aclaró Rick con felicidad, mirándonos a todos y borrando su sonrisa cuando Tara apareció.
Me separé un poco del ojiazul, quitando el cabello de mi rostro.
La mire y ella a mi —Son nuestros amigos— aclare —Ayudaron a salvarnos.
—Si, ahora somos amigos— agregó Daryl.
—Solo mientras estemos con vida— aclaró Abraham y asentí de acuerdo.
—No... van a sentirse bastante estúpidos cuando lo sepan— camino hacia la puerta, haciéndome fruncir mi ceño.
—¿Cuando sepan qué?— le cuestionó Abraham.
Lo mire de reojo y luego volví la mirada a Rick.
—Que se metieron con las personas equivocadas.
Yo? Yo amo a Alex con todo mi corazón.
Contexto del capítulo: solo flashbacks. Además quería aprovechar para desarrollar más la relación de Alex con otros personajes como Daryl o Rick.
Y no se preocupen que en el acto tres habrá muchas escenas de Alex y Rick, ellos>>>>
Anyway, espero les guste el capítulo y ¡gracias por las 19k lecturas!!!!
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