chapter twenty-one. us


𝐁𝐘 𝐌𝐘 𝐒𝐈𝐃𝐄 ━━ volumen dos
capítulo veintiuno
❝ us ❞

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RASQUE MI CABELLO DESPEINADO en un intento de no dormirme.

—Pareces cavernícola— se burló Glenn.

Le mire confundida —Cuando me estreso mi cabello se pone así— bostecé.

—¿Tienes sueño? Puedo cargarte para que te duermas.

—¿Harías eso por mi?

—Hasta la pregunta ofende— fingió estar ofendido.

Asentí, colocó el arma en su hombro para así cargarme en su espalda, dejándome caer y haciendo que el sueño me inunde todo mi cuerpo.

—Mucho mejor— suspire rendida.

—Espera, espera— pidió bajándome de nuevo, haciéndome mirarle confundida a donde él miraba, mi boca se abrió en forma de o.

"GLENN VE A TERMINUS -MAGGIE, SASHA, BOB"

Sonreí levemente mirando aquel letrero con las letras hechas de sangre, Tara nos miró a ambos y corrí detrás de Glenn cuando este lo hizo.

Ignorando completamente la falta de sueño, solo corrí detrás.

—¡ALTO!

Me giré confundida a donde el pelirrojo se detuvo, frunciendo mi ceño y estando dispuesta a seguir caminando.

—Pararemos aquí— dijo él, sin quitarme la mirada de encima —Cansados somos lentos y lentos estamos muertos.

—Apenas es mediodía— aclaró Glenn mirando el cielo.

—No me importa la hora del día que sea, ninguno de nosotros ha dormido más de seis horas seguidas desde el incidente, este lugar parece seguro— contestó —Tenemos que descansar, entiendo, tienen que encontrar a sus mitades y bueno Rosita y yo también tenemos una misión— señaló a Eugene —Es mantener a este hombre con vida, llevarlo a Washington y salvar el maldito mundo, así que entraremos a esa torre y lo haremos ahora.

Rasque mi ceja cuando los gruñidos de caminantes me hicieron detenerme, uno de ellos cayó de la cima de la torre.

—¡Oye, oye cuidado!— exclamé cuando Abraham quito a Eugene tumbando a Tara al suelo.

—¿Estas bien?— le pregunte tendiéndole una mano.

—Estoy bien— aseguró asintiendo y tomando mi mano.

Mientras se recargaba en mi hombro, Glenncito se acercó a nosotros.

—¿Estas bien?— le pregunto nuevamente y volvió a asentir pero quejándose del dolor que le provocaba su tobillo.

—¿Quieres que paremos o puedes seguir?— le pregunté esta vez yo.

—No, no, sigamos, estoy bien.

—Bien— musité asintiendo, ayudándole a tomar de vuelta el arma.

—Si ella puede seguir nosotros también— sentenció el coreano —Debemos hacerlo o... ustedes pueden quedarse aquí, no los necesitamos y ustedes tampoco.

—Vaya, eres un idiota— se quejó Rosita —Ella hará lo que sea que digan porque siente que está en deuda con ustedes ¡Tú!— señaló a Glenn —¡Hazte hombre y quédate aquí por unas horas! ¡Y tú!— me señaló y le mire asustada —¡Deja de ignorar el hecho de que este hombre te estuvo buscando desde que este infierno inició!

Todos nos mantuvimos en silencio, en lo que intentaba huir de la mirada confundida de Glenn, volví a hablar.

—Solo les importa mantener a Eugene con vida, ¿Cierto? ¿Por eso quieren detenerse?— pregunte junto a Tara, ignorando el silencio incómodo que se formó.

—Seguiremos un poco más— apoyo Glenn.

Asentí —Y le daré mi uniforme, todos contentos y todos ganamos.

—Menos ella— señaló Rosita a Tara.

—Tú no eres su madre— interrumpió Abraham —Si dice que puede caminar entonces que camine...— nos miró a ambos —Bien tenemos un trato.

Y asentí volviendo a caminar.

CIEN ELEFANTES se columpiaban por la tela de una araña.

Cantaba en el oído de Glenn, debido a que me tenía cargada mientras intentaba "dormir" y con eso me refiero a que se movía mucho y no podía pegar ni el ojo.

—¿No ibas a dormir?— inquirió el asiático, cansado de escuchar mi voz en su oído.

—Iba, pero te mueves mucho, camina más despacio que me mueves.

Refunfuñó sin dejar de caminar —Ya se me olvidó en que número iba— forme una mueca —Tendré que empezar de nuevo.

—Por favor no— pidió Tara.

—¡Un elefante se columpiaba por la tela de una araña, como veía que resistía, fue a buscar a otro elefante!— reí cuando vi a Glenn quejarse.

Corrió haciéndome soltar un quejido debido a que su hombro pegó en mi garganta.

—Ya entendí, me callaré— dije a duras penas.

Hasta que me di cuenta que era porque había otro letrero igual al anterior.

—Estamos cerca— dijo a los demás, bajándome de su espalda —Sigue mojado.

—No hay un modo de que pasemos por encima— hablo Abraham.

Mire aquel túnel obscuro, donde gruñidos de caminantes provenían.

—Yo por ahí no entró— retrocedí un poco —¿Y si lo rodeamos?

—No, nos tomaría un día, quizá más— contestó mi mejor amigo —Si Maggie lo atravesó yo también, estamos cerca.

—Cállate un segundo— pidió el sargento —¿Escuchas eso? Eso de ahí es un largo y obscuro túnel lleno de cadaveres reanimados, no estoy seguro de hacer que Eugene atraviese todo eso con vida.

Mire al mencionado.

—Mi recomendación es que nos tomemos el día, tomar un desvío y luego ir a lo seguro pero se que tú no lo vas a hacer así que aquí es donde nos separamos, lo siento, estás solo.

—No lo está— señale frunciendo mi ceño.

—No te dejaré pasar ese túnel— sentenció.

—Tú no puedes decirme que hacer, vine con Glenn y me iré con Glenn— aclare.

—Yo también voy con ellos— Tara se colocó junto a mi.

Abraham me miró, como en busca de tomar una decisión pero, ni siquiera me conocía y por el simple de hecho de poder ser de mi familia no significaba que ya tenía un poder sobre mi.

—Bien, tienes razón yo no puedo decirte que hacer, se que saldrás con vida y confío en que puedes con todo— sin poder evitarlo, me contagió su sonrisa.

Y asentí, en parte tomando ambas latas de comida que ofrecía, pero cuando logré tomarlas me miró con orgullo, como si quisiera decirme algo pero no sabiendo cómo iniciar aquello.

Glenn tomó la linterna —Perdón por golpearte la cara.

Abraham sonrió —No te preocupes, me gusta pelear.

Sonreí levemente, guardando las latas en mi mochila.

—Buena suerte— se despidió Rosita, dándome un abrazo que me sorprendió —Yo cuidaré de ese hombre.

Asentí cuando se refirió a Abraham.

—Ustedes son... buena gente— mire a Eugene —Y debo decir que eres muy atractiva Tara.

Fruncí mi ceño mirando a la mencionada —Si, me gustan las chicas.

—Estoy al tanto de eso— asintió avergonzado.

Golpee las costillas de Glenn al verlo apunto de reírse, negando con la cabeza y evitando sonreír, haciendo de mis labios una mueca.

—Si tienen problemas ahí dentro, regresa, volveremos hasta la próxima carretera que encontremos y quizá nos encuentren antes de que nosotros encontremos un vehículo.

—Gracias— dije en voz baja, llevándome su asentimiento.

Suspire tomando el listón de la katana que se recargaba en mi hombro —¿En serio tenemos que pasar por aquí?— inquirí asustada.

—Si, pero si quieres voy primero— Glenn se adelanto.

—¿Y si se aparece la llorona? ¿O la monja? ¿Qué le voy a hacer, tirarle un espadazo para que no me lleve?

—Solo camina— pidió tomándome del brazo, llevándome a la fuerza.

CUANDO ME REFERÍA a que si se aprecia la llorona o la monja no me refería a esto— dije, viendo al caminante que se esforzaba por salir de todas las rocas que se encontraban encima de él.

—Podemos rodearlos— propuso Glenn.

Pero parecía casi imposible, ya que, miles de ellos estaban al otro lado atascados en rocas.

—La sangre está húmeda aún— señaló Tara y asentí de acuerdo.

—Esto tuvo que haber sucedido hoy— mire a mi mejor amigo, quien comenzaba a verse desanimado.

—Sostén esto— pidió entregándome la linterna.

A lo que asentí mientras él le clavaba su cuchillo en el cráneo a uno de ellos, entre tantos caminantes me di cuenta que revisaba quienes eran.

Después de verlo subir, le seguí clavándole la punta de mi cuchillo para así colocar mi pierna y que no pudiese morderla, sin embargo cuando logré subir, mi boca casi cae al suelo.

Miles de caminantes más esperaban por nosotros debajo de donde nos encontrábamos, alumbraba sus rostros con la linterna.

—¡Glenn! ¿Qué estás haciendo?— cuestionó Tara con tono de preocupación, al verlo dispuesto a bajar.

—Ella no es uno de ellos— señaló.

—¿Qué?

—Tampoco veo los cuerpos, eso significa que Maggie pudo salir— se giró a mi —Esta viva.

—Nosotros no lo estaremos si bajamos— dije, formando una mueca —Además no hay suficientes municiones.

—Bueno, nos abriremos camino— contradijo.

Tara negó —Debemos encontrar otro camino— pidió, a lo que asentí de acuerdo.

MILAGROSAMENTE estaba funcionando, los caminantes fueron a la luz como distracción y mientras intentaba no hacer ruido, puse un pie fuera de todas estas rocas.

Glenn tomó mi mano ayudándome a terminar de bajar y una vez que lo hice me giré a Tara ayudándole igual, más esta cayó debido a su tobillo lastimado.

Le mire asustada, ayudándole a ponerse de pie junto a Glenn pero simplemente estaba atorada.

—Carajo— musité al no poder ayudarla.

—Espera, espera— pidió Glenn, ayudándome.

—Váyanse— dijo de repente.

Le mire preocupada —No te dejaremos aquí— asegure, siguiendo pero ella quito mi mano.

Miró a Glenn —Encuentra a Maggie y tú— me miró —Encuentra a Carl.

—No, no, no— repitió Glenn.

—Glenn, no puedes salvarme, aunque me quiten esto no podré correr y si alguno de ustedes me ayuda nos atraparán.

—Tiene que haber otra forma— negué con la cabeza.

—Alex, se están acercando.

—¡No te dejaremos!— exclamó Glenn.

—¡Váyanse de aquí ahora!— gritó ella, dejándome atónita —¡Váyanse!

Mire a los caminantes, los cuales de acercaban cada vez más a nosotros, negué nuevamente sacando la katana y dispuesta a ayudarle a Glenn con los caminantes.

Partiéndole el cráneo a unos cuantos mientras el asiático a mi lado les disparaba, cuando las balas se terminaron una luz en final del túnel me hizo parpadear varias veces.

—¡Todos abajo!— escuche una voz.

No tuve tiempo de procesarlo cuando Glenn me tomó colocándome entre Tara y él para protegerme de los disparos.

Por lo que, atónita levante la mirada sonriendo cuando Maggie ya me tenía abrazada.

—¿Estas bien?— cuestionó ella, besando mi cabello cantidades de veces por lo que asentí.

—¿CÓMO TE FUE?— le cuestiono Glenn a Rosita.

—El túnel es seguro, si algo trata de entrar podremos escucharlo.

Asentí levemente colocando mis manos en las bolsas de mi chaqueta.

—No pudimos presentarnos— le dijo Maggie a Tara.

Le di un empujón a Glenn cuando reaccionó —Si, lo siento, Tara ella es Maggie y Maggie, Tara.

—Tienes un fan— señaló Tara, con la mirada puesta en Glenn.

—Encontramos a Tara en el camino— agregue sonriendo —No lo hubiéramos logrado sin ella.

Ella me sonrió y Maggie la abrazo, agradeciéndole.

—Cuando supo lo que hacíamos se ofreció a ayudarnos— habló Glenn —Es ese tipo de persona.

Asintiendo me uní a los demás en la fogata improvisada que había en medio, mire a Sasha cuando se levantó del suelo.

—¿Qué sucede?— le cuestionó Glenn cuando la miró estática.

—Acaba de decir...— señaló a Eugene —Que sabe lo que causó la epidemia.

Titubee un poco.

—Si, lo sabe.

—Déjame adivinar, te pidió que lo acompañaras a Washington— supuse y ella asintió.

—Estoy muy emocionado de que se encontraran, deberían pasar el resto de la noche celebrando porque mañana no habrá ningún motivo para que todos nos metamos en esa camioneta y vayamos a Washington— dijo Abraham.

—Pasamos la mitad del camino desde Houston a Washington, teníamos un vehículo militar armado para transportamos y aún así perdimos a ocho personas— mencionó Eugene.

—Esa no fue nuestra culpa— señaló Rosita.

—Se fueron— le interrumpió Abraham.

—No creo que tengamos mejor suerte con la camioneta que encontramos, caminando llegaremos en un día a Terminus, quien sabe qué hay ahí.

Me recargue en el brazo de Maggie.

—Podemos ir a ver— propuso Rosita —Recargar provisiones y tal vez reclutar algunas personas.

—Iré con ustedes— mencione —Pero luego, tengo que ir a Terminus, Carl podría estar ahí y tengo que saber.

—Yo también— habló Bob —Ambas cosas.

—Si, lo que dijo Alex— me señaló Sasha, haciéndome sonreír.

ABRIENDO AQUELLA reja que decía bienvenidos, rasque la palma de mi mano con nervios.

—Hola— dijo una mujer, con una sonrisa de oreja a oreja —Soy Mary, parece que han estado viajando mucho.

—Así es— contestó Maggie, haciéndome sonreír.

—Vamos a acomodarlos y les daremos de comer, bienvenidos a Terminus










Si no comentan lloro.

Casi final del acto dos :0

Gente, yo no quiero quemar a nadie pero, si van a usar mis ideas de tiktok aunque sea etiqueten mi cuenta, no les cuesta nada.

Lo peor es que descargan mis edits y los acomodan sin que se vea la marca de agua para subirlos como "propios", no hagan eso 😭

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