chapter three. I'll never forget you
𝐁𝐘 𝐌𝐘 𝐒𝐈𝐃𝐄 ━━ volumen uno
capítulo tres
❝ I'll never forget you ❞
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—¿ESTAS CANSADA? ¿Quieres agua?— insistí a la mujer embarazada.
Ella me miró y me sonrió con ternura, —Estoy bien por ahora— acaricio mi cabello.
Los demás caminaban frente a nosotras por el bosque.
—Si necesitas algo, solo dímelo— le sonreí.
—De hecho si necesito algo— puse toda mi atención en ella —Hablar sobre lo que pasara en el parto.
—Creí que... eso debía ser algo entre marido y mujer— fruncí mi ceño.
—Si, así debe ser pero... bueno, mi esposo tiene muchas ideas locas para proteger al grupo ahora mismo.
—Entiendo— asentí.
—Por eso quiero hablarlo contigo— le mire impresionada.
—¿Yo?— nunca pensé que Lori que escogería para algo tan importante como eso.
—Si, ¿aceptarías?
—Claro no debes pedirlo, yo te ayudaré, todo sea por ti y el bebé— sonreí levemente, contagiándole la sonrisa a Lori.
—Quisiera que fuese natural pero si es necesaria una cesaría aceptaré de inmediato— le preste la máxima atención.
—Muy bien— fingí anotar todo en mi mano.
Lori asintió —Si se hace una cesaría y... muero durante la misma quiero que tú cuides a Carl y Rick.
Me detuve en seco, tan solo imaginar tener que ver a Lori morir me partía el corazón en mil pedazos, pues ella no era solo una figura materna sino como mi mejor amiga. Sabía tantas cosas de ella como Lori sabía cosas de mi.
—Ya no me gusta esta conversación— admití.
—Solo es por preocupación, quiero irme y estar segura que tú cuidarás de ambos, necesitan a una mujer para mantenerse cuerdos y se que tú eres la indicada.
Titubee un poco observando los árboles —Está bien.
—Se que estarán en buenas manos, Alex, y se que ellos cuidarán de ti también por eso te escojo a ti— dijo la mujer —Ambos estarán destrozados si algo sale mal.
—Lo se, también yo...— suspire y un silencio se formó —Bueno, si todo sale bien yo me encargaré del bebé cuando necesites tiempo para ti, seré una buena niñera lo prometo.
—TOMATE TU TIEMPO— pidió Lori a Hershel.
Sostuve bien su brazo cuando se levantó de la cama, su recuperación había sido rápida por lo que Beth y Sophia habían ido por muletas para Hershel.
-Papá no te sobre exijas- dijo Beth.
-¿Qué otra cosa voy a hacer? No soporto quedarme mirando acostado en esa litera.
El tacto de Carl en mi pequeña cintura me hizo sobresaltarme y hacerme a un lado cuando casi chocó contra él, sonreí tímidamente.
-Con cuidado- dije a Hershel, me coloque frente a él, en caso de que se cayera.
-¿Saben? Estoy bastante fuerte.
-Es un buen comienzo- dijo Sophia.
Asentí de acuerdo -¿Quieres descansar?
Me miró indignado -¿Descansar? Vayamos a dar un paseo.
LAS ESCALERAS FUERON un poco más difíciles, ya que Hershel se tambaleaba de vez en cuando hacia atrás, asustándome cada vez que lo hacía.
-¿Sacaron todos esos cuerpos?- miró a su alrededor. -Comienza a verse como un sitio donde podríamos vivir.
-Ve donde caminas- indicó Lori -No queremos que te caigas.
-Lo que ella dijo- la señale.
Segundos después, el ya caminaba por si solo gracias a las muletas.
-Lo haces muy bien, papá- Beth sonrió.
-¿Listo para correr Hershel?
-Dame un día más y te ganaré- reí por lo bajo mientras negaba constantemente con la cabeza.
Nos detuvimos por un instante, solo fue un instante cuando me di vuelta y vi un montón de caminantes venir hacia nosotros. Mi sonrisa se borró y el miedo me atravesó.
Busque mi arma en mi cinturón y comencé a disparar como loca a cada caminante que se acercaba a nosotros.
En cuanto me di cuenta, Beth, Hershel y Sophia ya estaban a salvo en otro bloque de la prisión.
-¡Lori por aquí!- escuche gritar a Maggie, así que seguí a la mencionada cerrando la puerta detrás de mi.
-Por aquí- nos adentramos hasta donde Maggie nos indicaba.
Jale al ojiazul del suéter antes de que los caminantes lo atraparan, incluso aquí dentro había. Maggie cerró la puerta detrás suyo.
Corrimos cuando una alarma sonó por todo el lugar, más disparos afuera y más caminantes venían hacia nosotros.
Sostuve a Lori cuando vi que se detuvo.
-¿Puedes caminar?- inquirió Maggie, acercándose a nosotras.
-Algo está mal- dijo ella.
-¿Te mordieron?- pregunte exaltada, mientras miraba cómo Carl negaba en constantes veces ante esa idea.
-No, no, no, creo que ya viene el bebé.
Me quede atónita, por no decir que estaba casi paralizaba por sus palabras.
-¿Mamá?
Más jadeos de caminantes, me giré a verlos y dimos la vuelta mientras Carl y yo disparábamos a algunos caminantes que se acercaban ya que Maggie cargaba a Lori.
No supe que más hacer o que pensar, solo seguí al resto.
Nos quedamos en una especie de bodega o algo así, Lori se sostenía de todos lados y respiraba pesado, ayude en lo que pude y bajamos unos cuantos pasos mientras ella se quejaba de dolor.
No quería que ella sufriera, quería que esto parara.
-¿QUÉ SON ESAS ALARMAS?- inquirió Lori
-No te preocupes por eso- le dije, con Maggie siguiéndome.
-¿Y si los atrae?- se preguntó Carl.
-Lori tienes que acostarte- le dijo Maggie.
Ella suspiro -El bebé ya viene.
-Hay que regresar para que Hershel te ayude- propuso Carl.
-No podemos arriesgarnos a que nos atrapen, tendrás que tener a el bebé aquí.
-Genial- musitó.
-¿Qué sucede? ¿Estas bien, mamá?- tomé el hombro del ojiazul en un intento de hacerlo calmar.
Sabía que estaba tan asustado como yo, pero en este momento debíamos ayudar a Maggie en lo que fuese necesario.
Lori se recostó mientras Maggie la revisaba, nos observó a ambos.
-Tendrán que ayudar en el nacimiento de el o la bebe- dijo ella -¿Están dispuestos?
Ambos asentimos apresuradamente.
-Te revisaré para saber si estás dilatada.
-¿Sabes cómo hacerlo?- inquirí.
-Papá solo me enseño pero créeme que es la primera vez.
-Debo pujar- insistió Lori y así lo hizo.
Me senté en el piso sin saber que más hacer, quite mi chaqueta de mezclilla para que ahí pudiera poner al bebé.
Había sangre en los dedos de Maggie después de revisarla, mi miedo se intensificó.
LAS ALARMAS FUERON APAGADAS, gracias al cielo pero ahora Lori era mi prioridad.
-Mamá, mírame, mantén los ojos abiertos- pidió el ojiazul.
-Tenemos que llevarte con Hershel- le dije, dispuesta a cargarla si es posible.
-No voy a llegar- susurro.
-Si, lo harás, tienes que hacerlo- mis ojos se cristalizaron.
-Lori salió mucha sangre y creo que no estás totalmente dilatada todavía- dijo Maggie.
-Se lo que significa, no voy a perder a mi bebé, tienes que abrirme.
-No, no lo haré- afirmó Maggie.
-No tienes opción.
Carl se levantó de mi lado -Ire a buscar ayuda.
-¡No!- se detuvo.
-Carol es quien lo practicó, papá solo me enseño los pasos, no tengo anestesia ni equipo.
-Carl tiene un cuchillo- le mire.
-No sobrevivirás- musité solo para ella, me miró y formó una sonrisa que solo me apachurro el corazón.
-Mi bebé tiene que vivir, por favor, por todos nosotros, por favor Maggie.
Sostuve su mano mientras Carl volvía a mi lado.
-¿Ves la cicatriz de mi cesaría anterior?- Maggie le levantó la blusa.
-No puedo- sollozo Maggie.
-Si puedes, tienes que hacerlo.
Mi corazón latía con fuerza, respirar me pesaba. Y es que no quería perder a Lori, no a ella pero era su decisión y tenía que respetarla y aceptarla por más que me costara hacerlo.
Ella se giró a su hijo, -Carl, no quiero que te asustes ¿De acuerdo? Esto es lo que quiero y es lo correcto, ahora quiero que cuides de Alex y de tu padre por mi y de tu hermanito o hermanita, cuídalos mucho.
-No tienes que hacer esto- lloriqueo el ojiazul.
-Van a estar bien, ambos lo estarán, van a vencer a este mundo, se que lo harán- nos miró con delicadeza -Ambos son inteligentes, fuertes y muy, muy valientes... y los amo, a los dos, los amo muchísimo.
Cerré los ojos dejando escapar las lágrimas, mi mente era una jungla pero si o si debía ser fuerte, por Lori.
-También te amo, mamá.
-También te amo, Lori- forme una sonrisa, que fue más como una mueca.
Ella asintió repetitivas veces -Carl, tienes que hacer lo correcto, bebé. Prométeme que siempre harás lo correcto, es fácil hacer lo contrario en este nuevo mundo, así que... si te parece incorrecto, no lo hagas, ¿Estas bien? Si te parece fácil no lo hagas, no dejes que el mundo te arruine, eres muy bueno... y siempre serás mi niño, lo mejor que hice, te amo.
Ambos se abrazaron fuerte, por más que quisiera dejar de llorar era inevitable, las lágrimas caían por mis mejillas y podía sentir mi corazoncito romperse en mil pedazos.
Ella tomó mi mano, al darse cuenta que estaba hecha pedazos, -Alex, eres muy buena para este mundo y esta bien llorar, eso te hace persona, eres una niña muy fuerte y lo serás aún más, perderás personas importantes pero créeme que pasara, el dolor sanara y volverás a ser tu- limpio mi lágrima que bajaba por mi mejilla -Te confío a mi familia para que la protejas, tu eres de mi familia y se que encontrarás lo que buscas y serás muy, muy feliz.
Asentí -Nunca te olvidare, lo prometo.
Echo un mechón de cabello detrás de mi oreja
-Se que así será, cariño.
Me volví a mi lugar, aceptando el hecho de que Lori no estaría con nosotros más.
-Maggie cuando esto termine vas a tener que...- la ojiverde le siseo -¡Tienes que hacerlo, Rick no podrá hacerlo!
Ella tomó aire y asintió.
-Está bien... está bien- tomó nuestras manos, apretándolas fuertemente -Todo va a estar bien.
Carl le paso el cuchillo a Maggie y cerré los ojos tomando aire, después de esa despedida era tiempo de poner mi atención al bebé, para que Carl así pudiese sentirse más cercano a los últimos momentos de su madre.
-Buenas noches amor...-
Le escuche musitar, Maggie corto y los gritos de Lori me alteraron, ella apretaba mi mano con dolor y yo le susurraba palabras de apoyo, aunque no servirían de nada.
-¡Detente! ¡Déjala, por favor!- exclamaba Carl.
Los gritos cesaron, -Dame una mano- me pidió Maggie pero mi mente se quedó en blanco -Alex, por favor mantén limpio aquí, si corto muy profundo podría cortar al bebé.
Apreté la chaqueta con mi puño y obedecí,
-Creo que veo la orejas- hable con un hilo en mi voz.
Ella asintió -También las veo, lo sacaré pero... no se si este es un brazo o una pierna.
Evitaba poner la mirada en la mujer inconsciente.
-Bien, sacaré al bebé- asentí ante las palabras de Maggie.
-Lo haré- prepare la chaqueta, para que así pudiera poner al bebé en mis brazos inmediatamente.
Ella lo sacó, pero este no emitía ni un ruido, ni siquiera se movía, Carl me tomó de la mano, sabiendo que estaba asustado.
Maggie palmeó la espalda del bebé y este comenzó a llorar, fue música para mis oídos.
Ella puso al bebé en mis brazos, con el mayor cuidado posible, me puse de pie lentamente junto a ella.
-Tenemos que irnos- indicó la castaña.
-No podemos dejarla aquí- Carl se levantó del suelo -Se convertirá.
Mire a Maggie en busca de ayuda, yo no podría hacerlo.
-No...- se negó el ojiazul al verla sacar su arma, entonces entendí.
-Carl...- le llame en un susurro débil y triste.
-Es mi mamá- le mire a los ojos y luego a Lori, seguí a Maggie con el bebé aún en brazos.
¿Éramos demasiado jóvenes para esto?
La ojiverde que me acompañaba abrió un poco la puerta y cuando regreso supe que no debíamos salir, no aún.
Tuve la intención de devolverme cuando un disparo me freno, lo había hecho, Carl le había disparado a su propia madre y eso solo me hacía añicos el corazón.
Él volvió, con una mirada fría que jamás había visto en él, me evitó y solo siguió adelante.
Salimos y los llantos del bebé aumentaron, llamando la atención de su padre, quien me miró atónito.
Arrulle al bebé en un intento de calmarlo, lo cual hizo pero los demás no estábamos bien.
Rick tiro el machete que cargaba, negó continuamente y evite soltar un sollozo.
-¿D... donde está ella? ¿Donde está?- se dirigió a Maggie con esperanza de que volviera.
-No Rick, no vayas- le pidió Maggie.
Miró a su hijo con tristeza, más Carl mantuvo la mirada al suelo. Los sollozos de Rick y las constantes negaciones fueron algo que no podría olvidar tan fácil, él se tiró al suelo con tristeza y entonces me di cuenta de la criatura en mis brazos.
Esto era real, todo estaba pasando aquí y ahora.
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