chapter thirteen. this sad life
𝐁𝐘 𝐌𝐘 𝐒𝐈𝐃𝐄 ━━ volumen uno
capítulo trece
❝ this sad life ❞
━━━━━━━━━ ⋆ ˚。⋆ 🪐 ⋆ ˚。⋆ ━━━━━━━━━
—LO HARÉ, HOY, se lo propondré— mi mandíbula y libro de Harry Potter casi caen ante la idea de Glenn.
—No puede ser— musité cubriendo mi boca, llevándome una mirada paranoica.
—¿Qué? ¿Es muy pronto? ¿Y si dice que no? ¿Y si dice que es muy pronto?— comenzó a caminar de un lado a otro.
—Ella dirá que sí— asegure sonriente —Glenn, ella te ama por supuesto que dirá que sí y si no, que me parta un rayo.
—Alex, eso... eso no ayuda a la situación— me miró preocupado.
—Y tú estás paranoico, estás tan enamorado que temes perderla.
—Eso es malo, muy, muy malo— despeinó su cabello sin dejar de caminar.
Suspire rodando los ojos. Hombres, siempre creyendo que están haciendo algo mal cuando en realidad si una mujer te ama jamás te dejarían ir.
Me levante de la silla y lo detuve tomándolo de los brazos, me miró confundido.
—Es lindo, no es malo y muy pronto, es lindo y muy bonito, eres fuerte Glenn y Maggie te ama y se que dirá que si— asegure sin despegar la mirada de sus ojos ni un segundo.
El respiro más relajado —Eso si me ayudo, vaya, gracias Alex.
Encogí mis hombros —No es nada, eso si, si haces algo malo te voy a pintar la cara con un marcador permanente mientras duermes.
Asintió varias veces —Siempre tan cálida y amable— bromeó con ironía.
—Solo lo soy en ocasiones, Glenncito— volví la mirada al libro.
Dejó caer su cabeza en la mesa mientras leía frente a él, comenzó a tararear una canción la cual no reconocí pero me desconcentraba en mi lectura.
—Glenn...— llame de repente.
—¿Hmm?
—¿De donde vienen los bebés?
—Creo que Rick necesita ayuda allá afuera— salió tan rápido como pudo.
Sonreí negando con la cabeza una y otra vez, sabía como correrlo para que me dejara leer en paz, la lectura es una cosa sagrada para mi.
LAS GOTAS DE AGUA caían directamente al porche de la casa de los Greene, mis mejillas llenas de esta y entre sollozos me limpiaba las mejillas con mi suéter.
—¿Estás bien?— escuche la voz de Carl a mi lado, con preocupación.
Me sobresalte y asentí —Extraño a mi mamá.
—Lo lamentó— se sentó junto a mi—Yo no se que haría sin la mía.
—Ella tomó su decisión, pero no indica que no me duela— sollocé.
Me había repetido eso en mi cabeza para no sentirme culpable por llorar.
Y entonces Carl sacó algo de su bolsillo haciéndome mirar confusa, de su manga sacó una barra de chocolate.
—Robe esto cuando llegamos a la CDC, lo iba a guardar para comerlo una vez que estuviera solo— reí ante su comentario —Pero prefiero dártelo a ti.
—¿Y por que las flores?— pregunté con curiosidad.
—Improvise, quería que se viera bonito.
Sonreí tiernamente observándolo, ni siquiera había notado las pequeñas pecas que decoraban su rostro.
—... ENTONCES SI LE sumas cinco te dará el resultado— terminó de explicar Maggie.
—No entendí— dije.
Ella me miró confundida —Es fácil, solo tienes que dividir estos dos números y el resultado sumarlo para que te de el verdadero resultado.
—Creo que ya entendí— la vi sonreír —Aunque no entiendo de dónde salió ese número.
—Te lo explicaré luego, ahora debes comerte todas tus verduras.
—No lo entiendo— dije antes de que se levantara —¿Por qué si estamos en medio de una guerra tengo que estudiar matemáticas? No es como si un caminante viniera y me preguntara la raíz cuadrada de cinco— bromeé pero ella solo sonrió.
—Es bueno que sepas al menos sumar y leer, con eso me conformo aunque tienes razón.
—Maggie...-
—¿Hmm?
—¿Y si perdemos esta guerra?— pregunte con preocupación en mi ceño levemente fruncido, ella peinó mi cabello y se quedó pensando en que palabras usar.
—No lo haremos, somos muchos y muy fuertes así que dudo que perdamos esta u otra guerra.
Asentí levemente —Estaba pensando en... la muerte, se que soy muy pequeña para pensar en eso pero aveces cuando intento dormir me pongo a pensar en que en cualquier momento uno de nosotros podría morir, y eso me asusta mucho, no quiero que tú, Glenn, o Carl mueran, me asusta y no se cómo detenerlo.
—Alex, eres la niña más fuerte que he visto, sobreviviste a cosas peores que una guerra y se que vivirás los suficiente para contárselo a cada persona que conozcan en tu vida, además no pienses en eso aún, pero si te preocupa demasiado concéntrate solo en los recuerdos bonitos.
Y asentí siguiendo con los problemas de matemáticas.
—¿POR QUÉ HARRY no tomó una de las cartas que había en el suelo, en lugar de intentar tomar una de aire?— pregunté a Beth, quien quedó igual o peor que yo.
Subió la mirada al techo pensando —Bueno... pudo haber estado emocionado o algo así.
—Puros pretextos, Harry, por eso no eres Ravenclaw— me quejé haciéndole soltar una risilla a Beth.
—Ahora sabemos porque Harry es Gryffindor.
Asentí —¿Qué casa crees que soy?— inquirí viéndola.
Entrecerró los ojos —Creo que Hufflepuff.
—Amo ser Hufflepuff, me quedo con esa— Beth sonrió y fruncí mi ceño al verla tejer algo, ni siquiera sabía de dónde había sacado el material —¿Qué esta tejiendo?
Inquirí, sin poder evitarlo, subió la mirada.
—Una bufanda, no quería decírtelo, era una sorpresa.
—Espera, ¿La bufanda es para mi?— pregunté y asintió —Gracias.
—Es amarilla, porque son los colores de Hufflepuff... y además Daryl no consiguió otro color.
—¿EN QUE PIENSAS?— preguntó el ojiazul mientras miraba hacia el suelo.
—Mi abuelo— conteste únicamente, pasando mis manos por mi rostro.
—¿Cosas bonitas o cosas malas?
Relamí mis labios —Cosas malas.
—¿Quieres hablar de ello?— asentí levemente, vigile que nadie más nos estuviera escuchando.
—Lo extraño, todo el tiempo y quisiera que estuviera aquí— admití, colocando mi cabeza en la palma de mi mano —Quiero verlo aquí conmigo pero se fue.
—Nunca me hablaste de él, ¿Cómo era?
—Bueno, amable y muy cariñoso— sonreí al recordarlo —Y la abuela también lo era.
—También extraño a mi mamá, no es lo mismo pero... la extraño.
—También yo— suspire.
¿Por qué tenía que doler tanto extrañar a alguien?
—Te quiero, Alex.
Mire al ojiazul con los ojos muy abiertos, no me esperaba eso de su parte y mucho menos antes de que una guerra diera final.
Note sus mejillas enrojecidas al igual que su nariz, había un brillo en sus ojitos azulados esperando por una respuesta igualitaria.
—También te quiero— sonreí levemente, tomando su mano fría y escondida en el suéter.
Así, ambos nos quedamos sentados en el suelo, con la tierra manchando nuestra ropa pero admirando lo poco que queda del lugar, juntos, lado a lado y siendo felices con la simple compañía del otro.
—¡ALEX, AYÚDAME!— mire a Sophia asustada.
—¿Qué tiene Judith?— inquirí al ver a la bebita llorar en brazos de Sophia.
—Me odia, eso pasa— lloriqueo —Jugaba con ella a encontrarle formas a las nubes y de pronto se puso a llorar.
—Debe tener hambre— dije arrullando a Judith.
—Ya le di biberón pero me vomito, con permiso me iré a cambiar la blusa— dijo antes de irse.
—Eso campeona— choque los cinco con su pequeñita mano.
—¡Te escuche!— grito Sophia desde la otra celda y mi sonrisa se borró.
—Judith es sólo una bebecita, ella solo está jugando— sonreí al ver su expresión cuando salió de cambiarse.
—Soy la única a la que vomita toda la leche.
—No es cierto, a Beth también la vomito.
—¿Y a ti?— negué ante su pregunta —Eso es favoritismo.
—¿Solo te vas a llevar ese suéter?— inquirí viéndola.
Llevaba un suéter delgadito a pesar de que la nieve ya comenzaba a acercarse, había una brisa fría allá afuera.
Asintió como si no importara, refunfuñe y le entregue uno de mis suéteres.
—Te vas a resfriar— le dije únicamente.
—No tengo frío— me lo devolvió y negué con la cabeza.
—Póntelo o no sales— regañe.
—Ayy te escuchaste como mi mamá— formó una mueca, pero finalmente obedeciendo.
Sonreí volviendo la vista a Judith.
—¿Por qué sonríes así? Das miedo— cuestionó Sophia, con su ceño ligeramente fruncido.
Le mire —¿Así cómo?
—Como si hubieras acabado de cometer un homicidio.
—No estoy sonriendo así— contradije, ocultando la verdad.
—Sí, lo estás haciendo otra vez— señalo mis labios.
Rodee mis ojos preparándome para su reacción que probablemente asuste hasta a Judith.
—Carl dijo que me quería— encogí mis hombros, sosteniendo esa misma sonrisa que solo el pecoso me hacía formar.
—¡Por fin!— chillo en estado de celebración —¡Pasaron siglos, morí y reviví cinco veces y por fin lo dijo!
—¿Tú ya sabías que lo diría?— inquirí confundida.
Ella asintió —¿Quién crees que lo obligó a hablar contigo? Y, ¿Quién más crees que lo empujó hasta a ti para que te siguiera como pollito?
—Fuiste tú todo este tiempo, bruja maligna.
Soltó una risilla —Todo salió acorde al plan, y espero siga siendo así.
LE SONREÍ A GLENN y él a mi cuando se acercó acompañado de Maggie a nosotros, ella llevaba el anillo que me había mostrado lo que significaba había dicho que si.
—Cuando me reuní con el Gobernador... me propuso un trato, dijo que nos dejaría en paz si le entregaba a Michonne— mi sonrisa de esfumo —Y yo iba a hacerlo... para que estemos a salvo... cambie de idea pero ahora Merle se marchó con Michonne para hacer valer el trato y Daryl fue a detenerlo y no se si ya es tarde, me equivoqué al no decírselos y lo siento... lo que dije el año pasado, aquella primera noche, después de la granja... no puede ser así, no puede, lo que hacemos, lo que estamos dispuestos a hacer ¡lo que somos! No es mi decisión, no, no puedo, no pude sacrificar a uno de nosotros por el bien de la mayoría porque todos somos el bien de la mayoría, somos la razón por la que aún estamos aquí, no yo, esta es la vida o la muerte, como vivimos, cómo morimos no depende de mi, no soy el Gobernador, todos elegimos irnos, todos elegimos quedarnos... sigamos juntos, votemos si podemos quedarnos y pelear... o podemos irnos.
Feliz viernes !!
Espero disfruten el capítulo yyy cada vez más cerca del final del acto uno *llora brillitos*
En el acto 2 vendrán datos nuevos, Alex tendrá aspectos nuevos y bueno si me siguen en tiktok creo que ya saben lo que se viene respecto a su familia 👀
Y hoy en: Datos curiosos y que nadie me pidió, capítulo 1. Alex siempre ha sido temerosa con el tema de la muerte, suele bromear sobre la suya para no tener un ataque de pánico. (Basado en hechos reales)
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top