chapter sixty. the key


𝐁𝐘 𝐌𝐘 𝐒𝐈𝐃𝐄 ━━ volumen seis
capítulo sesenta
❝ the key ❞

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NO SÉ QUÉ RAYOS es— admitió Rosita saliendo del auto y entregándole una nota a Maggie.

Abrí la cajuela para ver dentro con ayuda de Sophia.

—Si llenan las cajas con comida o discos con gusto les daré la llave de su futuro— leyó Maggie en voz alta.

Fruncí mi ceño —Y tiene unas coordenadas— agregó Ros.

Le entregó la nota a Michonne y a Sophia, mientras ambas la leían.

—No son los Salvadores— afirmó Sophia —Ellos tiran puertas y hacen todo un show.

—Si, ellos no hacen esto— dijo Michonne.

—Tampoco me extrañaría— informe cruzándome de brazos.

—Si es una trampa es demasiada obvia— incluyó Ros.

—Eso es lo que nos haría caer.

Michonne suspiro —¿Y si tal vez... es alguien que quiere ayudar de verdad?

Maggie negó —Si alguien quiere dar una mano y lo ignoras, mala suerte, si alguien trata de asesinarte, mueres.

Fruncí mi ceño —No entendí— admití.

—No si te cuidas— Michonne me miró.

Negué —Eso tampoco le da sentido.

—Cuidarse es quedarse aquí— explicó Sophia.

—Ire yo, veré qué es— propuso Michonne.

Rosita asintió —Ire contigo.

Levante mi mano —Pero Rick nos quiere aquí.

—Lo sabemos, pero la última vez que nos arriesgamos así todo cambio— Michonne miró a Maggie —No lo comprendió y tal vez tampoco ahora.

—No lo hará.

—Pero a la larga comprenderá, lo hará.

—No hemos encontrado mucha comida y el hambre aumenta— informó Maggie —Tal vez esta persona tenga algo útil.

Suspire —Iré contigo entonces— le sonreí.

Ella asintió —Buscare discos por si es real— informó Sophia —Y también iré.

Maggie sacó su arma, mirándonos a ambas —También traigan balas por si no lo es.

Asentí levemente, cerrando la cajuela y encaminándome hasta la mansión.

—¿Estas bien?— me pregunto Sophia, tomando de mi hombro.

Asentí rápidamente —Estoy bien.

Asegure, sin embargo, ella no me quitaba de encima esa mirada.

—Estoy bien— insistí —En serio, estoy bien, no me veas así.

—Alex...-

—¡Lo estaré!— interrumpí —Estaré bien, se que lo voy a estar.

—¿CÓMO PASÓ?— preguntó la rubia junto a mi.

Me había obligado a venir hasta las tumbas de mi padre y Glenn, lo cual solo empeoraba a mi estabilidad.

Titubee antes de contestar —Él, uh, le aplastó el cráneo, a ambos, papá estaba justo frente a mi y... Glenn estaba a mi lado.

AsintióLo lamentó, lamento no haber estado contigo estos últimos meses.

Encogí mis hombros —Esta bien, estoy bien ahora, en algún punto lo estaré.

—No, no estás— contradijo y le mire —Alex, puedes engañar a todos con ese cuento de estar bien pero soy tu hermana, se que no lo estás, se que por dentro estás hecha trizas e intentas recoger todos los pedacitos pero no puedes.

Sentí mis ojos lagrimear —No es...-

—No puedes recogerlos— interrumpió —No puedes recogerlos sin Glenn.

—Estaba a mi lado— solloce levemente —No pude salvarlo.

—Pero aún puedes salvarte a ti, por él.

Baje la mirada, girándome nuevamente a las tumbas.

—Ayer me hice una prueba de embarazo— solté y pude ver cómo ella rápidamente me miró.

—¿Y tú estás...?

Negué —No, no estoy embarazada— sorbí mi nariz —Me sentí muy aliviada al saberlo porque... yo no, no creo poder ser una buena madre, de hijos propios, Carl en cambio sería el mejor padre del mundo pero, ¿Yo? Ni siquiera tuve figuras paternas hasta que conocí a Rick y Lori, entonces supe lo que era tener padres.

—Es una mierda— encogió sus hombros —Pero sobreviviste sin ellos.

Asentí —Mis padres no fueron malos, Sophia, tal vez solo intentaban hacerme más fuerte.

—Y... volviendo al tema de tú no embarazo.

—No quiero hijos propios, no ahora, apenas cumpliré los dieciocho, no quiero tener responsabilidades y además ya tengo a Judith y ahora a Gracie.

Frunció su ceño —¿Gracie?

Sonreí —La adopte, es la bebe que Aarón trajo hasta acá, la adopte junto con Carl así que supongo que ya eres tía.

Chillo de la emoción —Esa niña será una copia mía, definitivamente la haré como yo.

—¡Sophia!— regañe riendo junto con ella —Por favor, no le enseñes groserías.

—Yo, Sophia Peletier y princesa del reino, no le digas a mi mamá que dije eso pero ella y Ezequiel se aman en secreto, prometo hacer de Gracie una mini yo.

—Y yo, Alex Ford prometo lanzarte de la ventana si haces eso— señalé amenazándola.

Bufo —No te darás cuenta de cuando pase.

ME ADENTRE DE NUEVO a la mansión, donde Carl y Ron hablaban muy tranquilamente, parecía que después de años se llevaban bien.

Supongo que en parte era porque Carl había madurado un poco desde esa guerra y lo que le pasó a Michonne, le hizo entender que aveces debes poner primero a la familia y no hacerte enemigos de ellos y bueno, Ron era de nuestra familia ahora.

—Hey— salude a ambos chicos, quienes se giraron a verme rápidamente.

Carl me sonrió y se levanto para abrazarme y dejar un cálido beso en mis labios, el cual correspondí.

—Bueno, ire a compartir babas con mi novia— dijo Ron, haciéndome formar una mueca y a Carl reír.

—No quería saber eso, pero gracias— le sonreí con ironía.

Le vi salir hasta cerrar la puerta detrás de él, girándome devuelta a Carl.

—Tengo que decirte algo— me aleje un poco para poder ver cada una de sus reacciones.

Él frunció su ceño —¿Qué pasa?

—Me hice una prueba— comencé —Una prueba para saber si estaba... embarazada.

Pude ver como su expresión cambió a una paranoica —¿Y bien?

—Es negativa, pero quería que lo supieras.

Asintió levemente —Sí, gracias por decírmelo— colocó ambas manos sobre mis mejillas —¿Si sabes que adoro que me tengas confianza?

Sonreí —Sí, lo se y yo adoro que me lo recuerdes.

Peino mi cabello hacia atrás —Uh, hoy Gracie casi dice su primera palabra en la mañana, estuvo apunto de decir papá— exclamó con emoción.

Mis ojos se abrieron demasiado —¿Qué? ¿Por qué no me llamaste?

—Es que me emocione.

EL AUTO SE ESTACIONÓ frente a aquella camioneta, haciéndome sacar la katana al mismo tiempo, mire todo el tiempo sin bajar la guardia.

Una mujer de cabello corto y en traje bajo de la misma, mientras mantenía una sonrisa amable en todo momento.

—Me llamo Georgie, ellas son mis amigas, Hilda y Mitch... ¿Y ustedes son?— ninguna contesto —Desconfiadas, pero, con curiosidad de que tengo para ofrecer a cambio de comida y música, espero que los discos sean de música, no voy a aceptar poesía hablada, si están aquí afuera es porque saben que pueden cuidarse de sí mismas y eso me gusta, no quiero compartir esto con débiles.

—Bien— Maggie dio la señal.

Rosita y Sophia salieron de cada lado, mientras la primera usaba su arma y la segunda su arco.

—Alex— llamó la castaña y asentí.

Coloque el cinto de la espada sobre mi hombro, acercándome para revisar a cada una y quitarles sus armas para guardarlas.

—No hace falta— informó la adulta cuando me acerqué.

—Si, si lo hace— contradije revisando que no tuviera arma alguna.

—Danos lo que tienen— ordenó Maggie cuando me aleje.

Ella rió —Me temo que no es posible, el conocimiento que he venido a negociar, conocimiento esencial para la mente, está en mi cabeza y yo preferiría mantenerlo ahí.

—¿Es todo lo que tienes?— cuestiono Michonne.

—Solo conocimiento, ya hemos hecho esta misma oferta, llenen las cajas y les digo lo que se, así de sencillo, no es un truco, es un intercambio justo.

—Un acto de benevolencia— agregó una de las mujeres que venía con ella.

Mire a Maggie en busca de alguna reacción.

—¿Y por qué lo harías?— le pregunté.

—¿Qué otra cosa debería hacer?

—Rosita— llamó Maggie y ella asintió apunto de revisar la camioneta.

—Lo qué hay ahí no es parte del trato— se apresuró a decir la mujer.

—No hay trato— informó Sophia, ayudándole a Rosita.

—¿Cuántas comunidades encontraron?— le cuestionó Rosita.

—¿Comunidades como la suya? No muchas, ninguna que durará mucho tiempo, lo que ustedes tienen es especial, inusual, los muertos sacaron lo mejor y lo peor de nosotros y lo peor últimamente a superado a lo mejor pero eso no durará para siempre.

Trague en seco.

—Si las personas pueden volver a creer en las personas, cuatro cajas de víveres no valen nada comparadas con un futuro sustentable y hasta puede que sea un ejercicio de confianza.

Ella siguió hablando, sin embargo no pude seguir escuchándole.

—De acuerdo, basta— ordene —Esto no es real, nadie es capaz de sobrevivir haciendo lo que ustedes dicen hacer.

—Pero es así— contestó —Y seguirá siéndolo porque puedo intuir que ustedes son un buen grupo, a pesar de los modales.

Me miró de reojo, no le creía ni una palabra, sin embargo, tenía curiosidad.

—Estas personas y su camioneta vendrán con nosotras— indicó Maggie y asentí.

MIRE EL TECHO CON impaciencia mientras evitaba que mi cabeza se derrumbara otra vez, estaba tan asustada de volver a caer que tuve que alejarme del resto.

En cambio, el cabello rubio de Sophia se asomó hacia la habitación en la que me encontraba.

—¿Todo en orden?— me inquirió con curiosidad, adentrándose y sentándose junto a mi.

—Tenias razón— sorbí mi nariz —No estoy bien.

No podía parar de llorar, me parecía imposible detenerme y detener los sollozos que salían de mi boca mientras intentaba tranquilizarme como las otras veces.

—Glenn... mi papá, Sasha— negué —En especial Glenn, él murió por mis decisiones y por lo que decidí no hacer ese día.

Colocó su brazo sobre mis hombros, tratando de alguna manera de tranquilizarme.

—Aveces deseó cambiar eso, que estuviera aquí pero... luego recuerdo que lo último que vi de él fue su muerte y que ni siquiera pude decirle que lo sentía y que estaría bien.

El sentimiento de extrañar a alguien era el sentimiento más cruel que una persona podía sentir, era tan doloroso.

—Él lo sabía— sonrió —Estoy segura.

Limpie mi rostro —Debo ser fuerte, ¿Cierto?

La mire en busca de respuesta, a lo que ella asintió sin más —Ya lo eres, Alex.

MIRE A MAGGIE DEJAR las cosas prometidas del trato hecho frente a la mujer, apresurándome a ayudarle ya que no debía cargar con cosas pesadas.

—¿Sin poesía hablada?— inquirió Georgie.

Maggie negó —Voy a honrar el trato.

Ella festejó internamente, me coloqué junto a Carl, sonriendo cuando colocó su brazo sobre mis hombros.

—Llenaremos sus cajas y podrán irse— avise y ella me miró asintiendo —Por su bien, cuanto antes mejor.

—Acepto— me señaló —Pero, voy a cambiar lo términos, estas cajas y nada más y, además, les dejaré una considerable parte de mis provisiones, por lo que veo, las necesitan más que nosotros.

—¿Nos darás tu comida?— le inquirió Maggie.

Ella asintió —¿A cambio de qué?— le preguntó esta vez Carl.

—Discos y buena fe, para ser clara no es un regalo, es una permuta, volveré, tal vez no en breve pero lo haré.

Creo que me recordaba a alguien, y era de quien luchábamos en contra ahora mismo.

EL ZARANDEO EN MI ME hizo despertarme rápidamente y mirar a la bebe que dormía junto a mi.

—¿Que?— me pregunta te tallando mi ojo.

—Te quedaste dormida en el sillón— la voz de Carl me hizo entrecerrar mis ojos adormilados.

—Ah, es que Gracie quería que le leyera y me quede dormida— mire el cuento tirado sobre el suelo.

—Se miraban muy tiernas— Carl sonrió —Pero mejor subamos.

Asentí siguiéndole hasta la habitación que se encontraba dentro de la mansión, coloqué a la pequeña sobre la cuna y sonreí.

—Estamos perdidos, ¿Verdad?

Inquirí al ver que tanto Carl como yo estábamos fascinados con Gracie.

El simplemente asintió —Lo estamos.

Sentí como pasó su brazo sobre los míos para guiarme hasta acomodar mi cabeza sobre la dulce y cómoda almohada.

—Hay que dormir antes de que se despierte— susurro con los ojos cerrados.

Escuché la pequeña carcajada del pecoso, haciéndome sonreír levemente mientras él plantaba pequeños besos sobre mi frente.

Me acurruqué aún más contra él, escuchando su corazón latir con tranquilidad, lo cual me daba tranquilidad a mi.

SOPHIA LLEGÓ A MI LADO, cruzándose de brazos mientras miraba lo mismo que yo. Rick se encontraba frente a las tumbas de Glenn y la de mi padre.

—¿Que le pasa?— inquirió viendo a Rick.

Encogí mis hombros —Lo mismo que a todos, nacías por matar a Negan.

—No podemos perderle— aclaró —Es el único que puede guiarnos.

—Parece estar cansado, Soph— le mire —Quizá solo necesite un tiempo.

—Si, bueno, ve a alistarte que la otra fase está por comenzar, esperamos a los hombres de ese infeliz llegar en culver momento con un cargamento, listos para atacarnos y no puedes hacerlo estando en pijama.

Le mire frunciendo el ceño —Ya no estoy en pijama.

—¿De verdad?— se preguntó.

Entrecerré mis ojos —¿Tan mal me veo?

—Parece que te atropelló un camión y luego se regresó para terminar de atropellarte— sonrió.

Reí —Ya voy.



















Necesito hablar de algo que ha causado duda, ¿En qué momento Alex creyó que pudiese estar embarazada? Bueno, creo que todos sabemos el por qué y no necesito explicarlo, aunque puede que se mencione un par de veces más adelante, no será tan explícito para que podamos estar en un ambiente cómodo ^^

Así que dejen de preguntarme en qué momento paso porque ya todos sabemos de dónde vienen los bebés 😠

Adiosito
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