chapter sixty-four. in the stars
𝐁𝐘 𝐌𝐘 𝐒𝐈𝐃𝐄 ━━ volumen siete
capítulo sesenta y cuatro
❝ in the stars ❞
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—¿QUÉ SE SUPONE que es esto?— se preguntó Sophia mientras Enid le ponía una tiara hecha por papel.
Me senté en el piso junto a Gracie, la cual jugaba con algunos vasos de plástico.
–Una despedida de soltera— contestó Enid mirándonos —Solo que Alex vino de mamá luchona, yo de soltera en depresión y tú... de novia, así que debes estar feliz.
Asentí —¿Nerviosa por mañana?
Sophia asintió levemente —Voy a vomitar.
Formé una mueca —Por favor, no lo hagas con mi bebé aquí.
Enid sonrió cargando a Gracie en brazos, me puse de pie sacudiendo la tierra de mi pantalón y me acerqué a Sophia para acomodar su vestido.
Habíamos logrado conseguir uno y ahora se encontraba probándoselo por primera vez para mañana.
—Solo ponte de pie en el altar y habla de tus votos con el corazón.
Fruncí mi ceño —Enid, el corazón no habla.
—Eso crees tú— bromeó haciéndome reír.
—¿Dijiste votos?
Eso llamo la atención de Enid y la mía —Dime que tienes tus votos— pidió la castaña.
Ella negó levemente —¿Qué? ¿Tenía qué escribir votos? ¿Cómo se escriben unos votos?
—Tiene que ser una broma— se quejó Enid.
—Yo te ayudo, dame tu mano y los escribiré ahí— sonreí.
Ella asintió, aceptando el plumón que me entregó —Bien, dime todo lo que sientas por Ron— pedí.
—¿Todo?
Fruncí mi ceño —Todo lo que Gracie pueda escuchar, nada que me pueda traumar.
Ella rodó los ojos asintiendo, —Bien, uh, sus ojos son...-
—Ya empezamos mal— interrumpió Enid haciéndome reír y callarme cuando mi mejor amiga me miró mal.
—Algo que no involucre el físico— pedí —Sabemos que ambos se atraen pero no que tanto se aman.
—¿Por qué tú y Carl no tuvieron una boda?— me preguntó.
Encogí mis hombros —Porque ninguno quería una fiesta en grande o una ceremonia, ambos sabemos lo que hemos perdido y además no tenía quien me llevara al altar así que...-
El ambiente se tornó obscuro ante mis últimas palabras, no quería que fuese así pero, ¿Qué más podía decir? No tenía un padre que me llevara al altar, Glenn también se había ido y estaba resentida con Rick así que era un no.
—Bien, uh, él me hace feliz— sonrió.
—¿Qué más?— le miré de reojo mientras escribía algo bonito.
—Siento que es como una bocanada de aire, la cual me ayuda a superar todo lo que la vida me pone frente a mi camino, creo que... es como la paz que hay en mi interior cuando siento que los días son nublados.
Enid formó un puchero —Aw, creo que vomité arcoíris.
—¿Alex, escribirse eso que dije?
Ambas me miraron.
—Ah, no— forme una mueca, estaba tan concentrada en los le decía que me olvide —¿Lo puedes repetir?
Negó —No haré eso, creo que solo dire lo primero que se me ocurra.
—Bien pensado— halague tomando a Gracie en brazos, una vez que Enid intentó hacer que caminara.
—Entonces...— Sophia me miró —¿Dónde esta mi despedida de soltera?
Encogí mis hombros —Hey, no nos critiques, ¿Quieres que te bailemos?
Enid rió a carcajadas, haciéndome mirarle con una sonrisa burlona, en lo que Sophia cubría su rostro para retener una carcajada.
—Ah, vamos, es eso solamente— agregue —No puedes ver a Ron hasta el día de la boda, es la tradición.
—A la mierda la tradición— se quejó Enid.
Le miré mal —Te recuerdo que aún hay una bebe aquí.
—Lo siento— tomó a Gracie para hacerla reír.
Sophia asintió —Eso no implica que pueda escabullirme.
Enid negó —No con Lexie aquí, es como una pulga, no te quitará el ojo de encima.
Asentí de acuerdo —Literalmente, puedo ser una buena niñera.
—No te darás cuenta.
—Créeme, lo hare.
MANTENÍA MIS OJOS CERRADOS, los sentía tan pesados debido a la hora tan tarde en la que me había dormido.
—Buenos días— susurré a Gracie.
La cual estaba recién despertándose mientras dormía en mi pecho boca abajo, sonreí cuando balbuceó.
Antes de que Sophia y Enid cayeran rendidas en el alcohol, Carl se había llevado a Gracie para cuidarla ya que según él, en la despedida de soltero de Ron estaban jugando al uno, lo que me pareció gracioso ya que también estaban tan aburridos como nosotras.
Lo último que supe antes de dormir fue que la música estaba a todo volumen y que a las tres de la mañana todas se durmieron o bueno, cayeron al suelo.
—Au, mi cabeza va a explotar— se quejó la rubia al levantarse con su cabello hecho un desastre.
Le miré —Buenos días, bella durmiente.
—¿Quién eres?— bromeó levantándose y corriendo al baño debido a las náuseas por el alcohol.
Cargue a Gracie para mirarla —Y por eso, mami no bebe alcohol, es malo para la salud— dije, haciéndola reír.
El alcohol no me agradaba, el sabor amargo constante era algo que prefería no meter en mi sistema.
—¿La mamá de quién?— cuestionó ahora Enid junto a mi.
—Sophia está usando el baño— aclaré cuando la vi pálida.
—¿Y eso que tiene que...? Uh— cubrió su boca corriendo hasta el baño del pasillo.
Reí ligeramente girándome de nuevo a mi bebé, acariciando su cabecita con delicadeza, me levanté para arrullarla.
Miré el pasillo al escuchar a alguien subir por la escaleras, cerrando rápidamente la puerta cuando vi a Ron.
—¿Qué haces aquí?— le cuestione desde la habitación.
—Uh, es mi casa— señaló.
Asentí obvia —Si, pero no ahora, no deberías ver a Sophia antes de la ceremonia, vete o te lanzo por las escaleras.
—Solo quiero verla unos segundos— aplico.
Negué —No, no, ve a alistarte, la boda será en unas horas.
Gruño y aguarde unos segundos hasta que lo escuché bajar las escaleras.
MIRÉ EL ESPEJO, sonriéndole a Sophia mientras ella formaba una mueca, sabía que eran los nervios.
—¿Qué? ¿Quieres que quite algo?— inquirí.
Negó —Me voy a vomitar otra vez.
—Es la resaca— peine su cabello —Vas a estar bien, en serio, es lo que ambos quieren, ¿No?
Ella asintió —Tengo miedo, Alex.
Fruncí mi ceño —¿De qué?
—¿Y si...?— suspiró —No quiero que esto se arruine también.
—Soph— llamé mirándole por el espejo —No puedo decirte que nada se arruinara porque no puedo ver el futuro pero... si puedo decirte que estos segundos son como oro y debes disfrutarlos mientras duren, ahora ve a casarte con el amor de tu vida o te llevo arrastrando hasta el altar.
Ella rió ligeramente, limpiando su mejilla con rapidez y asintiendo —Bien, vayamos.
Extendí mi brazo y el ramo de flores, sonriéndole de oreja a oreja antes de salir hasta las escaleras.
Al llegar al frente, Sophia se detuvo jalándome del brazo y mirando a su alrededor, le mire preocupada de inmediato.
—¿Quieres huir?— le inquirí confundida.
Ella me miró aún más confundida —¿Qué? ¡No! Es que...—
—Oye, si quieres huir aún hay tiempo.
Negó —¡No! No quiero huir, tengo miedo.
Arquee una ceja —Creí que querías esto.
Asintió rápidamente —Si, si, es lo que quiero, créeme, es lo que más deseo en este mundo ahora pero... creí que caminar sola hasta el altar sería genial e independiente, ya sabes pero, me aterra ser el centro de atención así que tienes que ayudarme.
—¿Quieres que yo te...?
—¡Ayúdame!— interrumpió y asentí desesperadamente.
Tomé de su brazo y la encamine hasta el pasillo, directamente en el altar donde Ron esperaba, donde Ezekiel esperaba.
Sophia tomó aire y le mire —¿Lista?
Ella asintió mirándome de reojo —Lista.
La música sonó bajito, pero mi atención se la llevó la caminata, Sophia sonreía a más no poder para disimular los nervios, provocando que riera internamente.
Mire a Carl de reojo, quien sostenía de Gracie en brazos, ambos se miraban demasiado lindos para ser reales.
Detuve a Sophia frente a Ron y le sonreí a ambos, la rubia se lanzó a abrazarme con fuerza.
—Gracias por eso— musitó y asentí.
—Me debes una— señale y ella rió así que volví a mi lugar.
HABÍA UNA PEQUEÑA CEREMONIA después del casamiento de ambos tórtolos, ahora, bailaban con tranquilidad y con la poca música en un volumen bajo para no atraer nada.
—Es increíble que las bodas sigan existiendo aún después de todo— reconocí la voz junto a mi.
Mi corazón dio un vuelco mientras mi sonrisa se borraba —Lo es.
Rick me miró con la esperanza a que dijera algo más, pero no fue así.
Solo lo observé y me di media vuelta para cargar a mi pequeña bebé que dormía tranquilamente.
La abracé con fuerza mientras me balanceaba conforme sonaba la música, sonriendo al verla tan tranquila.
—¿Todo bien?— Sophia pregunto al acercarse y terminar de bailar.
Le asentí sonriendo —No te preocupes por mi, es tu día especial, yo no importo.
Frunció su ceño —Bebiste mucho vino.
Reí ligeramente al igual que ella, extendió su mano hacia mi y le mire con una ceja alzada.
—¡Vamos! Eres la madrina, tienes que bailar.
—Tengo que cuidar a mi hija— señalé.
—Está dormida, literalmente estás invadiendo su sueño, ¿Qué hago cuando alguien invade mi sueño?
Pensé —Morder al causante.
—Exacto, no querrás que Gracie te babee.
Suspire rendida y deje a la pequeña a cuidado de Rosita, tomando luego la mano de Sophia.
—Si te piso es tu culpa— señalé.
Bailar jamás habia sido mi superpoder.
Sophia tomó mis manos mientras se empezaba a balancear de un lado a otro, le mire con una ceja alzada al verla moverse como gusanito con sal.
—Me voy a empezar a reír ya— advertí.
Ella negó bailando de otra forma, pero en aquel momento jure haberla visto como cuando tenia once.
Mis hormonas de mamá se alborotaron peor que las de Carol cuando ella dijo acepto.
—¿Estás llorando?— preguntó, deteniéndose.
Forme una línea con mis labios y negué emitiendo un sonidito.
—Si...— dije a duras penas.
Rodeó su brazo sobre mis hombros y me abrazo por completo, haciéndome cerrar los ojos como si solo fuéramos ella y yo.
—Te vi de once años— confesé —Eras tan alta y... te daban miedo los caminantes, creías que mordía cuando nos conocimos.
Ella rió en mi hombro, aferrándose más a mi.
—¿Cuándo es que... creciste tan rápido? Incluso más que yo.
—¡Hey! ¿Quién fue la que se caso a escondidas primero?— cuestionó haciéndome reír.
Asentí —Es diferente porque tu... eres como mi hermana y se siente raro verte con ese vestido y tan alegre, Ron te echo un buen amarre.
Se separó de mi mientras reía, tomando de mis hombros le sonreí.
—Deja de llorar— pidió —Si lloras, yo también lo haré.
Limpie mi mejilla —Ya, dejare de ser una chillona a la cuenta de tres.
Tome aire y la mire directo a los ojos, sonriéndole con toda la sinceridad que podía.
—Espero que tu y Ron tengan una buena vida de casados, que tengan mil hijos y sean felices— dije.
—Gracias— frunció su ceño —A excepción por la parte de los mil hijos.
—Acepta el paquete completo, solo... no peleen por cualquier tontería, ¿Vale? Hablar lo soluciona más de lo que creen, más cuando ambos están dispuestos a seguir juntos.
—Lo haremos, lo prometo.
DEJE A LA PEQUEÑA GRACIE sobre la cuna, mientras ella respiraba con tranquilidad y dormía.
Le sonreí acariciando su mejilla, tal vez algún día esto le pasaría a ella también, ella tendría una boda con algún chico que Carl no aprobaría ni en sueños pero con el cual sabe que es feliz.
Muy feliz.
—Un felices para siempre— repetí en voz alta.
Carl cerró la puerta detrás de él una vez cambiado con su pijama, la noche era fresca y muy tranquila.
—¿Me lo he imaginado o tú y Sophia se pusieron a llorar?— pregunto él, levantándo las cobijas de la cama.
Le asentí sin mirarlo, —Si, fue algo muy raro pero lindo.
Cubrí a la pequeña con la sabada y acomode sus bracitos con cuidado.
Luego me dejé caer junto a él, pasando mi brazo sobre su cintura mientras él lo hacia sobre mis hombros para abrazarme completamente.
—¿Qué dijo Ron?— pregunté.
—Está feliz, hoy fue el mejor día de su vida— beso mi cabello —Dice que espera ser el mejor esposo que pueda, por su papá... ya sabes.
Asentí entendiendo, el padre de Ron había sido un pésimo hombre y padre siendo que golpeaba a toda su familia, incluso a Ron con más frecuencia.
Constantemente repetía que él no sería como él y así lo estaba demostrando, pues se sabía que Sophia lo había cambiado para bien.
—Tienes un lunar arriba de tu labio— mencionó Carl con el ceño fruncido.
Levanté la mirad —¿Qué?— bese castamente sus labios —¿Dónde?
Señaló por encima de mi labio —Aquí, es pequeño pero esta ahí— sonrió —Me encanta.
Arrugue la nariz, formando una línea con mis labios en lo que Carl depositaba más besos por todo mi rostro, haciéndome sonreír luego de un rato.
—Hay que dormir— aclaré, girandome hacia el otro lado antes de plantar un último beso sobre su mejilla —Descansa, adiós.
—Lastimaste mis sentimientos— dramátizo.
Reí inevitablemente, me giré de nuevo y plante un beso un poco más largo sobre sus labios.
—Hasta mañana, ten una buena noche, esposo— dije en tono dulce.
Sonrió con victoria —También descansa, esposa.
—¿Ya me puedo dormir?
Asintió riendo —Ya.
Me giré de nuevo, mientras él apagaba la luz y se acurrucaba detrás mío, abrazándome por la cintura como de costumbre y colocado su mentón sobre mi cuello.
Suspire cerrando mis ojos y entrando en un profundo sueño.
Volviendo después de como medio año 🚶♀️
FELIZ ANIVERSARIOOOO *explota*
(1/4)
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