chapter seventy-six. the great war


𝐁𝐘 𝐌𝐘 𝐒𝐈𝐃𝐄 ━━ volumen siete
capítulo sesenta y seis
❝ the great war ❞

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MIRÉ A CARL AYUDAR a bajar a Gracie y Judith del auto, mientras Ron corría hasta Sophia, la cual lo recibió con un gran abrazo.

—Andábamos por la zona, así que...— dije a Sophia cuando nos miró.

Ella sonrió —Ven acá.

Paso su brazo sobre mis hombros, abrazándome fuertemente mientras escondía su rostro sobre mi hombro, realmente no entendía cuánto la extrañaba.

—¡Pero que enorme esta el nuevo bebé Grimes Ford!— exclamó sosteniendo mi barriga.

—Son solo dos meses, no te emociones— pedí y ella rió.

—Uh, no, dime que esa adolescentes no es mi ahijada favorita de toda la vida— pidió ella.

Haciéndome reír, al igual que a Gracie, con una sonrisa, la abrazo con mucho cariño, mientras Carl saludaba a Ron y desde el otro extremo.

Carol se nos acercó sonriéndome, —¿Judith?— me inquirió a Carl y a mi.

El asintió —Carol, Judith y Gracie— señaló a cada una.

Mientras las dos ultimas hacían un ademán con su mano, en forma de saludo.

—¿Se acuerdan de nosotros?— se señaló a ella y Ezekiel.

—Desde pequeña que hago dibujos de ustedes— dijo Judith —Carol y el Rey.

—Tu cabello está muy largo— señaló Gracie junto a Judith, la cual medio abracé.

—Lo se.

—El plan era traer a Henry— escuchamos a Tara al llegar, haciéndonos girar a todos —Solo a Henry.

—Reúnan a los lideres— pidió Michonne —Hay mucho de que hablar.

NO SIEMPRE HEMOS ESTADO de acuerdo con los de aquí presente— comenzó Carl —Pero nunca dejamos de preocuparnos por ustedes.

Tomó mi mano, entrelazando nuestros dedos mientras asentía de acuerdo.

—Intentábamos proteger a nuestra familia y ser justos con nuestra gente...— seguí mirando a mi pequeña hija para luego tomar mi panza de embarazada —El futuro de Alexandria esta aquí, juntos, con ustedes.

—Por un tiempo olvidamos eso— agregó el pecoso —Pero... ahora estoy aquí— miró a Michonne —Estamos aquí.

Aclaré mi garganta —Realicé una votación informal con los miembros del consejo antes de venir y estamos de acuerdo, Alexandria está dispuesto a darle asilo a Lydia.

Sonreí a la mencionada, la cual se sorprendió tomando la mano de Henry.

—Espero que el resto de ustedes haga lo mismo— miré al grupo de nuevos

—Gracias— dijo Lydia —Haré lo que pueda para devolverles el favor.

—Si su madre toma represalias, atacará a Hilltop, no a Alexandria— recordó Tara —Debo proteger a mi comunidad, Alex, creí que opinaban como yo.

Michonne asintio rápidamente al dar un paso al frente —Era así, pero cuando Lydia vino por ayuda le dije que debía huir y me enoje cuando no lo hizo.

—Entonces sabes por qué no quiero esto.

—Lo sabemos— dijo Michonne —Al igual que sé ahora, por qué Rick no confiaba en mi cuando aparecí en la prisión y por qué nadie confiaba en ti después de verte disparando junto al gobernador.

—Glenn...— llamé su atención —Confío en ti incluso después de saber lo que hiciste, y yo también.

Ella asintió bajando la mirada —Si, bien, bien.

—Lydia no eligió de dónde vino, pero eligió donde quiere estar, igual que todos los que estamos aquí hoy.

—Dejé a varios combatientes en Hilltop, pero si es cierto que esos enmascarados son tantos... los van a superar— dijo Tara.

—Hay que llevar a un grupo a Hilltop— propuso Daryl —Para protegerlos si atacan.

—Buena idea, el reino llevará gente— aviso Sophia, llevándose un asentimiento de aprobación por su madre.

—Oceanside también puede aportar.

—Alexandria también— dijo Carl —¿Partimos por la mañana?

Carol negó —No, ellos se nos pueden adelantar, tenemos que ir hoy.

—Bien, pero enviar gente es una solución a corto plazo.

—Para enfrentar esta amenaza, las cuatro comunidades deben presentar un frente unido— hable.

—Propongo un pacto de protección mutua— todos miramos a Michonne —Un ataque contra una comunidad, es un ataque contra todas.

Asentí —Juntos podemos hacer que lo piensen dos veces antes de atacar Hilltop.

Miré a Carol y Ezekiel —Los líderes del Reino estamos muy conformes con esta idea.

—En español, aceptamos— agregó Ron, llevándose una mala mirada de Ezekiel.

—Alguien no le cae bien a su suegro— murmuró Carl solo para mi, haciéndome reír inevitablemente.

Tara sonrió —¿Cómo sellamos el trato? ¿Un apretón, pacto de sangre?

—Se me ocurre algo— Ezekiel camino, haciéndome seguir sus movimientos hasta sacar un enorme pergamino en buen estado.

Carl frunció su ceño —¿De donde lo...?

—Es un Dumbledore, obviamente— mencioné, haciendo reír ligeramente a los presentes.

Tara se colocó frente a nosotros —De hecho, me lleve un par de cosas antes de irme, hice lo que me pareció correcto, lamento como se dio todo.

Michonne asintió —También yo, te lo agradezco, tenías razón.

—Sabía que llegaría este día— festejó Ezekiel, haciéndonos mirarle de nuevo —No lo dude ni por un momento.

Con atención, le mire firmar en letra cursiva, mientras le pasaba el plumón a Carol.

—¡John Hankok, toma esto!— agregó, haciéndome reír ligeramente.

Luego de que Carol firmó, el plumón fue dado a Rachel, líder actual de Oceanside, luego Tara, quién sonrió orgullosa, el plumón fue dado a Carl, quien, me miró con una sonrisa al entregarme el plumón.

—Primero la líder— habló, haciendo que los demás contestaran con un sonidito de ternura.

—Aprende— Sophia golpeó las costillas de Ron, haciéndonos reír a todos los presentes.

Tomé el plumón, acercándome hasta el pergamino y, antes de firmar solté un suspiro de alivio.

Alexandría { Alex Ford 

SIDDIQ HACÍA LAS COMPRESIONES sobre la imitación de un humano y el pecho.

—Bien, chicos, deben mantener los codos rígidos y los hombros sobre el centro del pecho, justo así...— tomé los brazos de Siddiq para guiarlos.

—Recuerden que es fundamental no entrar en pánico y mantener la cabeza fría— dijo él.

—Si, se deben hacer cien compreciones por minuto, lo único que deben tener en mente es salvar la vida, ¿Vale?

Todos asintieron —¿Alguien quiere hacer una traqueotomía con un bolígrafo?

—Yo no seré su voluntaria— señaló Enid.

Reí ligeramente, subí su mentón mientras señalaba su tranquea.

—Bien, para empezar deben saber que esto se realiza solo cuando la persona se está ahogando.

Siddiq asintió —Se puede introducir una aguja o alguna sonda hueca dentro de la garganta.

—Si, osea por la manzana de Adán— señale el cuello de Enid —O en el cartigalo tiroideo.

—Tomen el bolígrafo y...-

Me distraje por unos segundos al mirar al público, a lo lejos estaba Carl observándome, le sonreí alegremente.

Luego haciéndole caso a las instrucciones, mientras la comunidad de Oceanside y Hilltop ponían atención con fascinación.

¿VES ESO?— tomé el brazo de Judith —Da justo en el centro, Jud.

—¡Tíralo!— exclamó mi hija mientras se comía una paleta de caramelo junto a Carl.

—Técnicamente eso se denomina trampa— señaló Eugene.

Reí mirándolo y soltando a Judith —Ya no lo es.

Entonces Judith tiro la roca y le dio en el blanco, tirando a Eugene de una al agua, aplaudí junto a los demás.

—¡Dame esos cinco!— exclamé a Judith, ella obedeció chocando los cinco conmigo.

—¿Viste eso? Lo tiré cuando me dijo débil— la castaña comenzó a bailar mientras reía.

Sonreí —Bien, bien, ahora ayudenme a sacar a Eugene del agua.

Con ayuda de Carl, mire a Sophia unirse, cargando a Gracie con mucho gusto.

—¿Estás bien?— inquirí a Eugene.

—Si tu pregunta se refiere a que no me rompí la cadera, entonces si.

Reí —No seas exagerado, déjame revisarte.

Titubeo —¿Prometes no arreglarme ningún hueso fracturado?

Negué —Solo si no lo tienes.

—No me parece justo pero...-

Finalmente le ayude a ponerse de pie —¿Duele algo?— negó y yo asentí —No hay ningún hueso fracturado.

—¿Ya descartaste alguna hemorragia interna que tengas que quitar con una larga cirugía?

—Eugene— regañe —No fue una caída tan alta.

Asintió obvio —Si, claro, tienes razón.

—¡El tío Eugene esta bien!— informe a las niñas.

—Bien, no tendremos nada que pagar— mencionó Sophia.

Sonreí —¿Estas bien?

Ella asintió, quitando esa cara de ganas de decirme algo —Si.

Entrecerré los ojos —Bien...-

—¿Puedo robarme a gracie unos segundos? Hay un puesto de nachos aquí cerca.

Asentí levemente, mientras Carl le ayudaba a Eugene a entrar en el agua otra vez.

—Si, seguro.

Después de eso se fue lentamente, haciéndome fruncir el ceño desconcertada.

DEBISTE HABER ESCUCHADO el discurso sobre Rick— mencionó Ron y asentí.

—Supe sobre eso— señalé mientras caminaba —Lastima que me lo perdí.

—Seguramente te dejará leerlo si tú y Carl quieren.

—Partiremos a Hilltop con el primer grupo.

Frunció su ceño —¿De verdad? Pero acaban de llegar— me miró —Ah, pensaba ir mañana pero puedo ir en tu lugar para que Sophia hable contigo.

—¿Hablar conmigo? ¿Sobre qué?

—Que ella te diga— respondió rápidamente con nerviosismo.

—Uh, prefiero que te quedes con ella— sonreí —Hay que seguir con el plan, tu disfruta de la feria, te lo mereces.

Nos detuvimos en el pasillo, donde Judith con Jerry y su pequeño hijo, jugaban a ser caballos.

—Y si puedes vigila a Judith y Gracie por nosotros— pedí —Procura que no le den muchos problemas al pobre Jerry.

Él asintió —Claro, no hay problema, supongo que la experiencia me vendrá bien.

Entrecerré mis ojos —¿Experiencia?— me miró asustado —¿Qué quieres decir con experiencia?

—Ah, ah, que Sophia te lo diga cuando la veas.

Se marchó tan rápido como pudo, dejándome con la duda en la cabeza, comenzaba a sospechar sobre lo que era.

—Ajá— murmuré con una sonrisa, girándome cuando vi a la pelirroja intentando acercarse a mi.

—Hey— saludó con una sonrisa.

—¿Sucede algo, Becca?

—Uh, yo... uh— miró detrás de ella, donde una Connie y Kelly apoyaban con señas —¿Podemos hablar?

Asentí confundida, —¿Sobre...?

—Magna me ha dicho que ya lo sabes.

Asentí —Si, realmente no quiero...-

—Lo sé— interrumpió —Lo entiendo, no te pido que seas esa... hermana ni nada, solo quería que supieras que... me alegra haberte encontrado.

El silencio inundó el lugar, haciéndome suspirar entre ese silencio.

—¿Él hablaba de mi?— me atreví a preguntar.

Espere impaciente su respuesta, esperando que fuera cien por ciento sincera conmigo.

—Un poco— murmuró —Solo una vez, decía que tuvo otra hija pero nunca que la conociera y... esa vez habló cosas de tu que me hicieron sentir algo de envidia a decir verdad.

Rió ligeramente —Sabes... no tienes que quedarte en Hilltop, puedes venir a Alexandria.

Asintió —Gracias, Alex, esperaba a que lo dijeras— sonrió —Pero creo que podría acostumbrarme a Hilltop.

—Lo harás— encogí mis hombros, mientras ella retrocedía —Lamento haber sido grosera, no siempre soy así es... las personas que me rodean tienden a morir violentamente así que es mi forma de defenderme.

—Lo entiendo, te perdono, aunque también fui muy necia.

—¿Iras a Hilltop con nosotros?— inquirí.

Ella asintió —Si, quiero ayudar para ganarme mi lugar en la comunidad.

—Ya lo hiciste, Becca, espero te alegre y bienvenida a la familia, supongo.

ABRACÉ A MIS DOS HIJAS con fuerza, mientras ellas se quejaban pero ignoraba el hecho ya que no quería soltarlas.

—Mami— llamo Jud.

—Mamá, también te queremos pero te tienes  que ir— murmuró Gracie.

Asentí soltando un suspiro —Cuídense y no se alejen de su tío Ron, ni de Jerry, ¿De acuerdo? Por ninguna razón.

Ambas asintieron —Como órdenes, jefa.

—Gracie— regañe, haciéndola reír.

—Perdón.

Carl se despidió de ambas al igual —No coman dulces, ni se separen de ningún conocido, ¿Si?

Ambas asintieron —Su tío Ron la va a cuidar pero por nada del mundo intenten huir, ni...-

—Ni debemos acercarnos a los muros— contestaron en unisonido.

—Lo sabemos— agregó Judith —Voy a cuidar de Gracie, lo prometo.

Ambos asentimos —Bien, cuídense— pidió el pecoso tomando mi mano para entrelazar nuestros dedos.

Subí a la carreta con ayuda de Carl, mientras esta empezaba a avanzar, me giré para mirar a mis dos niñas, sonriendoles y despidiéndome con un ademán que correspondieron.

—Las veremos más tarde— aseguró Carl.

No pude evitar preocuparme —Sí...-

—Sé que no te gusta dejarlas solas.

Asentí —No, pero qué podemos hacer, ¿Verdad?

Tomó mi mano —Algún día se quedarán solas, amor, lo sabes.

Suspiré —Lo se pero no quiero que eso suceda tan pronto, al menos hasta que tengan veinte años.

Rió —¿Hasta los veinte? Yo tenía planeado hasta los cincuenta.

Bufé en una risa —Eso es imposible, al menos en este mundo lo es.

—Tal vez no— añadió y recargue mi mejilla sobre su hombro.

Mientras él plantaba un pequeño beso sobre mi frente, todo el camino nos mantuvimos en esa pequeña posición, mientras en ocasiones acariciaba mi pequeño vientre, lo cual me havia sonreír y él lo sabía.


DESPEJÁBAMOS LOS CAMINOS y vimos huellas que llegaban aquí— informó el hombre que nos guiaba.

—Es de Hilltop— señaló Becca al levantar algo del suelo.

—No fueron los muertos, fueron personas.

Fruncí mi ceño —¿Los de las pieles? ¿Saben sobre ellos?

El hombre asintió —Estábamos al tanto, a tiempos extraños, medidas más extrañas pero en fin, si, diría que fueron ellos, de lo contrario mis patrullas lo habrían visto, fue otra cosa, se resistieron.

—Hey— llamó Daryl —Los arrastraron por acá.

Carl asintió —No esperemos, podemos ir todos juntos.

—Quizá aún estén vivos— agregó Becca.

—Si esos dementes los siguieron desde Hilltop, toda la comunidad está en riesgo ahora

Pensé frunciendo mis labios —Separémonos entonces, Carol, Michonne, Carl, Daryl y yo seguiremos el rastro, ustedes vayan a Hilltop.

—Seguiremos patrullando.

Asentí viendo al resto irse, caminando junto a Carl con Becca siguiéndome por detrás.

—Hey, no, no, vuelve a Hilltop— detuve.

Ella me miró confundida —Necesitarán ayuda.

—No, mi trabajo como hermana mayor ahora es protegerte— tomé sus hombros —Vuelve con el resto.

Carl rió a mis espaldas —¿Hermana mayor?— inquirió ella.

Mi expresión se aligeró levemente —Si, quiero decir, somos hermanas.

Sonrió —De acuerdo, pero no volveré.

Entrecerré mis ojos viéndola adelantarse, bufando al cruzarme de brazos —Ya empezamos con rebeldía.

—¿Ahora la sobre proteges?— inquirió Carl con burla.

—Siempre lo hago con todo— fruncí mi ceño avanzando y dejándole atrás.


LAS HUELLAS VAN EN tres direcciones— señaló Daryl.

Asentí viendo las huellas —No tiene sentido.

—Volvamos, rápido— indicó Daryl en un tono alterado.

—No, no, esperen— Carl tomó de mi mano, haciéndome retroceder al ver a los caminantes venir hasta acá.

—Son de Hilltop— susurré asustada.

Becca rápidamente lanzó una flechas, al mismo tiempo que Carol y Daryl, deshaciéndose rápidamente de ellos.

Saqué la espada de su funda cuando vi a más de los venir hasta acá, —Podrían ser ellos— dijo Michonne —Atentos a las manos.

Asentí matando a algunos de ellos, aunque ni siquiera me fijaba en las manos, solo lo hacía.

—¡Volvamos, rápido!— ordenó Daryl al ver que estábamos prácticamente rodeados.

Quisimos huir pero era muy tarde, había caminantes por todas nuestras únicas salidas, sin dudarlo, terminamos con la mayoría de ellos ya que éramos bastantes.

Aunque eso no era todo, había enmascarados entre ellos, los cuales ya nos habían rodeado también, haciéndonos formar un círculo mientras nos empujábamos mutuamente, ellos sacaban sus armas para apuntarnos, mientras susurraban, eran demasiados para combatirlos a todos.

—No lo pediré dos veces— susurró el más alto de ellos, saliendo de una esquina.

Mi corazón latió demasiado rápido, sintiendo a Becca temblar junto a mi, mordí mi labio y bajé la espada al suelo, haciendo que los demás hicieran lo mismo.

—Solo tenían que darnos a la chica— susurró acercándose para quedar frente Daryl —Nadie más tenía que morir, ahora ese trato, es historia.

MÁS TARDE, NOS TENÍAN atados a todos en el mismo círculo, mientras la líder se hacía pasó hasta acá.

—A.. Alex— susurró Becca apunto de soltar en llanto.

—Está bien— susurré mirándole —Estoy aquí, no dejare que te haga daño.

Pude ver cómo asintió, mirando a aquella mujer.

—Ella no volverá— mencionó Daryl.

—¿Crees que esto es por mi hija?— cuestionó incrédula, miró el cuchillo —Surgieron problemas en el camino, fue inevitable, ¿Te gusta mi nuevo campamento? Estamos en constante movimiento, siempre deambulando.

—Le hemos dado refugio a Lydia— agregué con firmeza —Si intentas llevártela por la fuerza se tomarán represalia.

Me miró de arriba a abajo —¿Cómo te llamas?

—Alexandra.

Miró a Daryl —¿Y ella habla por ti?

—Hablamos por todos— corregí.

Encogió sus hombros —Mi hija ya no es una preocupación, era débil... nunca cumplió con las expectativas.

—¿Era?— inquirí —¿Qué diablos le has hecho?

—Para ser clara— sacó su arma, apuntándome con ella —Tu grupo no está en posición de amenazarme, es un hábito que deben abandonar, sígueme— pidió al castaño —Tu solo.

A regañadientes obedeció, dándonos una última mirada, simplemente se lo llevó de ahí.

AL ENTREGARNOS NUESTRAS ARMAS, pudimos liberarnos de ellos, siendo que nos dejaron a unos cuantos metros de dónde estábamos.

Nos habíamos adentrado al bosque, donde un Siddiq nos esperaba en uno de los árboles.

—¡Dios, Siddiq!— llamé alarmada, corriendo hasta él y revisando que no estuviese herido.

Quité la mordaza de su boca, ayudándolo a pararse con ayuda de Michonne, la cual lo cargo cuando Carl lo desató.

Él señalaba sin poder hablar, haciéndome fruncir el ceño.

—Hey, ¿Qué pasa? Intenta respirar— pedí pero no obedeció.

Solo se adelantó a duras penas, igual de confuso, Carl me siguió, caminando junto al resto y subiendo a pasos grandes aquella montaña donde se asomaban varias picas con algo en las puntas.

Mis ojos se abrieron demasiado al ver aquellas cabezas en cada pica, convertidos en caminantes y mi corazón se partió.

—¿Qué?— susurré.

Un escalofrío me traspasó y mi cuerpo de detuvo en seco.

—¡No, no!— gritó Carl al ver a su mejor amiga ahí.

Corrí hasta alcanzarlo para tomarlo en un leve abrazo, mientras él sollozaba muy alto, cubrí su mirada con mi pecho mientras veía la cabeza de Enid en una de esas picas.

No solo era ella, Tara también estaba ahí y fue lo suficiente para hacerme formar una mueca y sollozar bajito, dejando a Carl desahogarse en mi pecho con sollozos demasiados altos y negaciones constantes.

En ese momento, cuando Carol vio a su hijo ahí, cuando vi a todos esos conocidos, supe exactamente lo que debía hacer entonces.





















Solo puedo decir: Are you ready for it?

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