chapter seventy. everything i wanted


𝐁𝐘 𝐌𝐘 𝐒𝐈𝐃𝐄 ━━ volumen siete
capítulo setenta
❝ everything i wanted ❞

━━━━━━━━━ ⋆ ˚。⋆ 🪐 ⋆ ˚。⋆ ━━━━━━━━━

DECIR QUE ME SENTÍA incómoda era poco, miraba de vez en cuando a la pelirroja para intentar ver algún parecido y cada vez que lo hacía, solo crecía más.

Hacía las mismas muecas que yo, llevaba pecas muy, muy poco visibles y sonreía como según Carl yo lo hacía, demostrando amabilidad y bondad.

—¿Hasta donde revisaron las patrullas?— me inquirió Michonne, haciéndome mirarle ahora en lugar de a Becca.

—Uh, hasta la curva del río— contesté —Su trailer esta... a ocho kilómetros.

—Si es que es cierto lo que dicen— escuche murmullar a DJ, quién era el conductor.

—Te sentirás mejor si lo dices.

Miré a michonne confundida —¿Eh? ¿Por qué crees que quiero decir algo?

—No veo que lo niegues.

Formé una mueca buscando ayuda en Carl, quien me miró de reojo.

—Yo iba a decir que me alegra que cambiases de opinión— dijo él.

Asentí —Pero creemos que debiste haberlos dejado en Alexandria.

—Si, te esfuerzas demasiado en no hacerlo, teniendo en cuenta que...— se quedó callado.

—¿Teniendo en cuenta qué?

—Que te caen bien.

Miré a Michonne con una sonrisa y asentí.

—¿Ah, sí? ¿Eso es lo qué creo?

—Sipi— contesté mirando el camino —Aunque no veo que lo niegues.

—Aún no confío en ellos.

Le miré confundida —¿Por qué?

—Lo entenderás cuando crezcas.

Enarque ambas cejas —Soy adulta ahora, crecí, dime.

Ella negó haciéndome bufar.

AH, NO, NO puede ser— se quejó Luke —Los muertos lo destruyeron todo, miren este lugar.

Me detuve tomando el manojo del caballo, mirando a mi alrededor, todo el trailer estaba completamente destruido.

Me bajé del mismo con cuidado.

—¿La horda de la que huyeron hizo esto?— pregunté colocando mis manos sobre mi cintura.

Becca negó —No, debió haber sido una más grande.

Avancé junto a Michonne, mientras Dj se quedaba a cuidar los caballos.

—Diablos— escuché que murmuró.

Miré a Siddiq confundida cuando se acercó a nosotros con una flauta en la mano, sonreí.

—¿Vas a declararme tu amor, Siddiq?— bromeé haciéndolo reír.

—Lo siento, amigo, te gané— agregó Carl colocándose junto a él.

Negué rodando los ojos, mientras Siddiq seguía riéndose.

—No, de hecho, es el primer instrumento que toque de niño— contó —Mi tía me regaló una para mi cumpleaños y la tuve una semana hasta que mi mamá decidió por su salud mental que era mejor dibujando.

Sonreí mirando a Carl quitarle la flauta antes de que la tocara.

—Y por nuestra salud mental, no lo hagas— pidió quitándole la flauta y lanzándola a otro lado.

Choqué los cinco con él, pero tomó mi mano para entrelazar nuestros dedos.

—DJ, recoge sus armas— indicó Michonne, haciéndome mirarle al igual que el pecoso, quien me dio un medio abrazo.

—¡Olvídalo!— exclamó Magna —Nos llevamos lo nuestro.

—No, no dejare que mis hombres lleven a cinco de desconocidos a Hilltop.

Carl frunció su ceño —¿Tus hombres? ¿No vendrás, Mich?

Ella negó —Solo vine para saber si su historia era cierta y lo es, Carl, Siddiq y DJ los llevarán hasta allá.

—¿Y qué hay de mi?— pregunté cruzándome de brazos.

—Vendrás conmigo, al menos necesito que uno de los líderes se quede.

—Ósea que no solo has estado en este lugar quien sabe hace cuanto, ¿Ahora no nos acompañas y nos quitas nuestras armas?— atacó Becca.

—Si quieren sus armas, tómenlas y olvídense de nuestra ayuda.

—Michonne— llamó Siddiq.

—¿Quieren que los llevemos a Hilltop? ¿La posibilidad de tener algo mejor? Quédense con nosotros.

Todos se mantuvieron callados, solo los sonidos de las aves se lograban escuchar, el ambiente era tan incomodo que incluso Carl y yo nos mirábamos entre nosotros.

—Votó por la segunda— Luke levantó su mano.

—¿Entonces vamos a confiar en ella aunque ella no confíe en nosotros?— cuestionó Magna junto a Becca.

Connie habló en señas, finalmente el grupo se decidió por acompañarnos, así que ahora tendríamos que buscar un refugio antes de que la noche nos atacara.

LAS NOCHES ERAN MÁS tranquilas durante la guardia, pues mientras todos dormían, el silencio inundaba el lugar.

Y el silencio era algo que comencé a apreciar con el paso del tiempo, pues todas las cosas que puedes llegar a pensar en solo ese momento pueden terminar en crisis existenciales.

—Carl, ya se que estas en los arbustos— hablé en voz alta.

Reí cuando salió formando una mueca de rendición, se encamino hasta mi y se sentó a mi lado sobre la barda de bloques.

—¿Estas bien?— inquirió.

Asentí —Si, si, es solo que... estaba pensando.

Tomó mi mano —He visto como mirabas a la chica Becca, ¿Todo bien con ella?

No podía mentirle a Carl, él simplemente se daba cuenta de todo lo que pasaba en mi cabeza.

—Creo que... es mi familiar— solté y arqueo ambas cejas.

—¿Qué?

—Magna dijo que llevamos el mismo apellido y... su historia concuerda con lo que mi padre me dijo de su familia, él dijo que tenía dos hijos pero que solo vio sangre y pedazos cuando volvió así que...-

—Entonces... ¿Ella es tu hermana?— musitó él.

Asentí levemente —Eso parece.

—¿Tú le crees?— se preguntó asustado.

Sonreí levemente encogiendo mis hombros —No lo se, no quiero otro familiar perdido en mi vida, Carl.

—Entiendo, ¿Qué harás entonces?

Encogí mis hombros —Tratar de alejarla lo más posible de mi, supongo, no... no quiero pero tengo que hacerlo si no quiero volver a pasar por lo mismo.

—Alex, encariñarse con las personas es normal— recordó él mientras no me despegaba la mirada ni un segundo —Es parte de nuestra humanidad, es parte de ésto.

—Creo que no lo es más para mi— suspire —Ya tome mi decisión, Carl.

Asintió entendiendo, aceptando aquello y simplemente recargue mi mejilla contra su hombro.

Mientras mantenía esa idea en mi cabeza, posiblemente me iba a odiar y eso estaba bien, tendría que ser odiada para no volver a sufrir.

Mi cabeza dio tantas vueltas en aquello que me mareeo por completo, haciéndome levantar la cabeza con la mirada confusa de Carl en mi.

—¿Qué pasa?— inquirió.

Negué levemente sin lograr articular palabra alguna cuando corrí al bosque y bueno, decir que había tirado todo mi relleno habría sido una buena forma.

Intenté tomar aire una vez que termine, limpiando mi boca con el dorso de mi mano.

—¡Alex, dime que sucede!— pidió con desesperación el pecoso.

Me giré a él asintió —Estoy bien, solo... me dieron náuseas.

Su ceño se aligero, tomando mis pálidas mejillas mientras aseguraba que por un momento estaba sudando frío.

—En serio, estoy bien— intenté sonreír.

Por un momento el silencio me inundó, mi corazón latió muy rápido al darme cuenta de algo.

—¿Crees que esto sea lo que estábamos esperando?— susurre muy bajito.

En cambio, el rostro del chico frente a mi cambió a una total sorpresa pero no podía prestarle atención al tratar de recordar la última vez que mi periodo había llegado.

—Espera, que no me quiero ilusionar— detuvo él —Primero hay que estar seguros, recuerda lo que dijo Rosita.

Asentí, durante estos años tuvimos una larga charla con Rosita sobre todo el tema, ella era la única persona en la que confiaba para hablar sobre eso ya que Michonne muy apenas me hablaba.

—Cuando llegue a Alexandria, lo voy hacer, ¿Vale? Me haré la prueba.

Suspiro y asintió —De acuerdo...— una sonrisa se formó en su rostro —No puedo esperar a saber si estas embarazada o no.

Chille de felicidad —¡Yo tampoco! Pero, no debemos ilusionarnos como más últimas tres veces, recuerdalo.

Paso su brazo sobre mis hombros y nos dirigimos de vuelta al puesto de vigilancia, el mareo se había ido y las náuseas también.

PROBABLEMENTE LLEGUEMOS a Alexandria antes que ustedes a Hilltop— mencionó Michonne al caminar junto a ella y Carl —Así que si necesitan provisiones tómenlas.

—Preferiría tener tu compañía— contesto Carl —O la de Alex.

Siddiq se nos unió —Vengan con nosotros— miró a Mich —Es lo menos que puedes hacer después de masacrar el violín de Luke anoche.

—Si, tiene razón— asentí de acuerdo.

Ella sonrió —Es lo mejor, lo saben.

—No debes preocuparte por Maggie.

—Alex, no podemos arriesgarnos, no se que hará si me ve.

Suspire —Si, bueno, uh, Maggie se fue— me miró con los ojos muy abiertos —Se llevó a Hershel, ahora Jesús está a cargo de Hilltop.

Siddiq y Carl se mantuvieron en silencio, la verdad es que solo el pecoso y yo lo sabíamos, tiempo después Siddiq se enteró.

—¿Dónde está ella?— preguntó luego de procesarlo —¿Y cómo saben?

—Michonne— llamó Magna.

Los cuatro nos giramos a ver al grupo —¿Qué pasa?— preguntó la mencionada.

—Caminantes, ya vámonos— indicó DJ adentrándose agitado y tomando su mochila.

Asentí —Bien, tomen sus cosas, nos vamos.

Tomé la katana colocándola en mis hombros, luego de tomar la mochila y entregársela a Carl, al igual que su hacha.

—Michonne, necesitamos nuestras armas.

Ella ignoró encaminándose hasta dejarnos atrás.

—¡Hey, Michonne!— llamó Carl pero le ignoró.

—Al carajo— murmuré quitándole el maletín a DJ y sacando todas las armas para entregárselas al grupo.

Me acerqué sacando la espada de su funda y arrasando con cada caminante que se cruzaba en mi camino.

Mientras el pecoso se encargaba de unos cuantos, teniéndolo a mis espaldas, lanzaba espadazos al cerebro de cada caminante, esperando a que él hiciera lo mismo con su hacha, pronto terminamos con ellos.

—Es la misma horda que los atacó— murmuró Michonne.

Becca le miró confundida —¿Cómo lo sabes?

Ella señaló, mirando a otro caminante acercarse hasta el que parecía ser su amigo, vistiendo una horrible camisa de colores y con el estómago abierto.

Ella ayudo a terminar de matarlo, dándole la paz que necesitaba, o eso quería creer yo.

SUSPIRE CERRANDO MIS OJOS al cabalgar de nuevo por la carretera, después de ese ajetreo creo que había gastado un poco mis baterías y además moría de hambre.

De reojo pude ver a Becca desanimada, las lágrimas bajaban por sus mejillas lentamente y en silencio, intentando ser lo más discreta posible.

—Se lo que se siente preocuparte por tu familia— sonreí a la pelirroja —Tener que cargar el peso de protegerlos y culparte cuando sufren.

Ella encogió los hombros —Va a estar bien, como todos, como yo.

—Porque así es como debe ser, lo se.

—Solo quiero un hogar para ellos, para mí, uno que sea seguro.

—Lo tendrán— aseguré.

—Bien, hasta acá llegamos— indicó Michonne.

Asentí levemente mirando a Carl, tomando su mano con delicadeza y sonriéndole cuando beso mis nudillos y Siddiq fingió arcadas con mímica a sus espaldas.

—Te veo después.

Él asintió —Después.

Estuve por avanzar cuando Michonne me detuvo, fruncí mi ceño al ver a los hombres que se acercaban en caballos y con armas.

—Llevan lanzas, ¿Son de Hilltop?— preguntó la morena.

Uno de ellos asintió —Así es, ¿Ustedes?

Carl avanzó —De Alexandria.

—Vamos hacia allá, con un mensaje— dijo el otro —Tenemos a uno de los suyos, Rosita Espinosa, está herida.

Fue mi señal para avanzar y mirarle asustada —¿Qué?— exclamé muy alto.

Miré a Michonne y ella a mi, no iría a Alexandria sin saber que Rosita estaba bien o hasta al menos atenderla y asegurarme de eso.

—Avísales que Michonne y el resto se dirigen a Hilltop, y qué estamos bien— indicó.

Respire con pesadez, mirando a Carl de reojo, quien asintió y fue mi acceso para golpear la soga e ir a toda velocidad hasta Hilltop con Michonne siguiéndome por detrás.

Era Rosita, como una mamá para mi, no podía dejarla.

























































+65 votos, 60 comments para poder actualizar 💌

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top