chapter ninety-two. just by pure luck

BY MY SIDE
꒰ ۫₊˚ɞ chapter ninety-two .˚ׅ🗡 ຊ ҂
just by pure luck

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Habían pasado demasiadas cosas las últimas semanas, la comida se había terminado, los muros caían cada vez más y el hambre crecía conforme pasaban las horas.

La urgencia sobre conseguir comida ya no era algo que pudiéramos dejar para después así que, era hora de ponernos a trabajar si queríamos sobrevivir.

-¿Funcionará?- inquirió Ron al llegar junto a mi.

Asentí, con Aarón habíamos encontrado este lugar así que esta era nuestra misión, lastima que él no hubiera podido venir debido ya que tenía que cuidar por nosotros en Alexandria.

-Vale, ¿Quién va primero?- Alden llego con la cuerda sobre sus manos.

Al parecer nadie se vio dispuesto así que tomé la cuerda y asentí.

-Yo iré.

Había riesgos y los aceptaba, quizá la cuerda no sería lo suficiente fuerte para sostenerme pero no perdía nada con intentarlo.

Solo mi vida.

Con cierto cuidado y rezando a todo lo existente, pronto puse mis pies sobre aquel refugio abandonado. Maggie, Rosita, Lydia, Carol y un par de más me siguieron.

Cuando caminé con lentitud, sacando la navaja de mi bolsillo mientras tomaba la cerradura de nuestra única entrada. Fue cuestión de segundos para abrirla y hacer un fuerte sonido que me alarmó.

Pero los caminantes sobre el suelo seguían en una clase de sueño de descomposición así que no hubo problema alguno al abrir la puerta. En total silencio y con Kelly y Magna siguiemdome entramos, cruzandonos con dos caminantes más sobre el suelo, de los cuales Kelly y yo nos hicimos cargo.

Tomamos las provisiones, rellenando el bolso y con rapidez, fue cuestión de segundos cuando ya estábamos apunto de regresar y subiendo todo lo que conseguimos hacía los demás.

Miré a Carl cuando el bolso que empaque se encontraba subiendo, dándole un asentimiento y una leve sonrisa cuando lo tomó. Había faltado un último bolso, el cual estuvo por caer de haber sido por Daryl, pero a nuestra mala suerte su brazo le sangraba en una herida, provocando que los caminantes despertarán de inmediato ante la sangre fresca e intentarán atacarnos.

-Ay, no- saqué la espada de su funda.

Y Maggie junto a mi saco su arco y flecha para atacar también, por mi parte esperé unos segundos a que estos estuvieran cerca, mientras Lydia se encargaba de empacar el siguiente bolso.

En constantes movimientos con la katana, logré deshacerme de varios pero sin embargo el cansancio no tardó en llegar debido a la mala alimentación. Con el poco aliento que me quedaba, Maggie me entregó un arma, la cual no dude en tomar y disparar a los caminantes que se acercaban hasta que las balas se terminaron.

El tiempo se nos terminaba como era claro, Kelly fue la primera en subir, luego Magna y de ahí le siguió Rosita juto a Maggie.

-Alex- llamó Lydia, dispuesta a darme la cuerda que la llevaría a ella.

Retrocedí con el arma aún disparando -Ve, yo te sigo.

-¿Estas segura?

Asenti, asegurándome de que ella subiera y cuando lo hizo, una cuerda casi golpea mi cabeza, haciéndome mirar al causante.

Alden abrió los ojos tanto como pudo, susurrando un lo siento y llevándose una mala mirada de Carl.

Casi me matas, susurré de la misma manera y con una pequeña sonrisa en mis labios.

Tomé la cuerda y a los pocos segundos ya me encontraba sobre el techo. Carol había sido quien se había quedado atrás, recogiendo lo último que quedaba en comida, por suerte lo logró y no perdimos a nadie.

Solo por pura suerte.


MI SONRISA SE VOLVIÓ ancha en cuanto noté a Aarón caminar hacia Carl y a mi con el pequeño Glenny sobre su regazo.

-¿Cómo se porto nuestra pulga?- inquirí, tomando al bebé y besando sus mejillas.

Él asintió -Es demasiado tranquilo, pero bien.

-Gracias, Aarón- Carl palmeo la espalda del hombre mientras el asentía se marchaba.

Arrulle a mi pequeño bebe mientras le hacía mimos.

-Ire a llevar la comida ¿Si?

Asentí a Carl, plantando un beso sobre sus labios mientras se encaminaba a Gabriel y Negan.

Los gritos desesperados de la gente me hizo girar, mientras Carl intentaba calmarlos y separarlos pero era casi imposible.

-Tranquilos- pidió el pecoso -Hay comida para todos.

Si, comida para todos.

-Una semana- contestó Gabriel, cuando tuvimos que hacer una junta de emergencia con el consejo.

Suspiré con frustración, colocando mi manos sobre mi rostro.

-¿Es todo? ¿Solo nos alcanzará para una semana?- inquirí sin poder creérmelo.

-Estaremos bien- aseguró Aarón, justo cuando quité las manos sobre mi rostro y miré a los demás.

-¿Cómo? Ahora somos dos comunidades más, no tenemos cultivos, ni provisiones- Sophia recordó.

-Lo estaremos, hay un grupo buscando en casas en busca de materiales.

-Nos está retrasando- murmullo Carl junto a mi.

Asentí -Es difícil levantar un muro con herramientas que están rotas y los estómagos vacíos, no tardará mucho cuando comiencen a enfermar.

-Somos cazadores, podemos llevar a un grupo afuera- propuso Agatha, una chica del grupo de Maggie.

Daryl negó -Por aquí no hay nada, la última horda ahuyento a los animales, tal vez en otro territorio.

-No hay tiempo, necesitamos mucha comida y ahora- Gabriel sentenció mientras nos miraba a Carl y a mi.

Titubee sin saber que contestar, habíamos intentado todo ya , las últimas semanas de eso se había tratado.

-Conozco otro lugar- mencionó Maggie para romper el silencio -Donde vivía antes de venir, donde vivimos, Meridian.

Ella nos miró a ambos, mientras avanzaba de su lugar.

-Hay comida, agua, cultivo y animales.

-Si, pero ya no es nuestro.

Ella suspiró y fruncí el ceño mirándole con curiosidad -¿Qué le pasó?

Nadie contestaba, supongo que ninguno sabía qué decir al respecto y lo entendía.

-Había caminantes, salimos a alejarlos... Duncan, Agatha y Frost iban al frente de la horda- contó la castaña -A varios kilómetros, di la vuelta con Elijah y Kol, en el camino hubo un problema y nos quedamos atascados en la carretera, ahora sé que difícilmente fuese un accidente, de repente escuchamos gritos a lo lejos y volvimos corriendo, pero era tarde, habían matado a la mayoría, nosotros apenas logramos huir con vida, de las personas que nos atacaron solo sabíamos dos cosas, llegan de noche y para cuando los ves ya es tarde, eso fue antes de atrapar a uno.

Miró a Daryl junto a él -Daryl estaba conmigo, vino por nosotros solo porque no son demasiados, están en Meridian donde hay comida de sobra para alimentar a Alexandria hasta que volvamos a poner a este lugar en pie, por eso están ahí, solo hay que recuperarlo.

-¿Entonces.. quieres pelear contra fantasmas? Ese es el plan.

-¿Tienes una mejor?- inquirió a Aarón.

-Bueno, fortalecer a Alexandria para empezar- me miró -Alex, los muros son inestables, van a entrar caminantes tarde o temprano lo harán, Alexandria nos necesita.

-Esto es por Alexandria- interfirio Carl.

-Si ya mataron a todos una vez, ¿Por qué piensan que ahora será diferente?- cuestionó Rosita con incredulidad.

-Ellos tres eran mis mejores guerreros y ahora los temgo y espero que también a ustedes- Maggie contestó.

-Maggie, es una misión suicida- afirmé, dejando a todos en la sala callados.

A excepción de Carl, quien, se levantó de su asiento y asintió a los demás -Bueno, si no vamos por comida moriremos de todas formas, iremos ¿Alguien más se apunta?

Le mire rápidamente mientras que Gabriel, Sophia y todos los del grupo de Maggie levantaban sus manos.

Carl me miró como si esperase que también me levantará pero al contrario de eso, le negué dándole a entender mi respuesta.

LAS PERSONAS AFUERA trabajaban demasiado duro, de verdad me gustaría estar ayudnado en estos momentos pero con Glenny llorando toda la noche era imposible para mi dejarlo solo ahora.

Tenía una debilidad, él.

-Hey, Alex- la voz de Negan me hizo girarme con el bebé en brazos.

-¿Qué pasa?- pregunté.

Él avanzó un poco más sobre la sala, pues hace tan solo unos segundos estaba viendo por la ventana mientras le hablaba al bebé y así lograr tranquilizarlo.

-Supongo que... ya oíste que iré a Meridian en contra de mi voluntad- señaló.

Fruncí mi ceño, -¿Quién dijo?- me miró obvio y entonces entendí -Maggie.

Asintió -Si pudieras... hacer algo para que me quedara aquí, realmente considero que necesitan más ayuda aquí que allá afuera.

Tenía razón, la ayuda aquí era escasa y entre más manos mejor.

Miré a Glenny sobre mis brazos, el pequeño pelirrojo había tomado la mano de Negan con curiosidad, mientras lo miraba a él y luego a su mano con asombro.

Le sonreí a mi bebe con delicadeza, llamando mi atención cuando me empujó con delicadeza y le extendió los brazos al hombre.

-Uh, vale, ya entendí, ya entendí- le dije cuando comenzó a dar patadas hacía mi con tal de irse con Negan.

Con suerte lo sostuvo en brazos, jugando al mismo tiempo con su barba.

-Bueno, no creo poder hacer algo, Negan, lo siento- acomode el cabello pelirrojo a Glenny -Si Carl esta de acuerdo en que vayas no esta en mis manos, ya no soy la líder aquí, además él y Maggie son los líderes de ese grupo.

Asintió -Si, pero Carl te hace más caso a ti que a nadie, prefiero quedarme aquí y limpiar su basura que ir de excursión con el club de todos odiamos a negan.

-Esto es por Alexandria- coloqué ambas manos sobre mi cintura -Si quieres que vean que has cambiado, hazlo.

Suspiró -¿Incluso si tengo que estar rodeado de miradas fisgonas que esperan a que cometa cualquier error para juzgarme?

Pensé, arqueado ambas cejas y luego asentí -Si.

Extendí ambos brazos para que así me entregará al bebé y se fuera.

-Lo siento- murmuré como último.

Él asintió -Lo entiendo.


LOS SOLLOZOS DEL bebé sobre la mesa y mi intento por alcanzar la bolsa de pañales no me ayudaba mucho, pues Gracie estaba durmiendo así que no podía ayudarme.

-Traquilo, bebé, lo intento- estiré mi brazo aún más.

-¿Tia Alex?- Hershel se asomó, asustandome en el proceso.

-Hershel, ¿Me alcanzarías la bolsa de allá?- señalé el otro lado de la habitación.

Él asintió encaminandose hacia mi con la bolsa, le agradecí en voz baja y con una sonrisa.

-Mamá me hablo mucho de ti- mencionó de pronto.

Sonreí -¿De verdad?

Bajo la miraba titubeando, tomé al pequeño una vez que se tranquilizo y salí con él siguiéndome.

-¿Dije algo malo?- me pregunté al verlo desanimado.

Negó mientras bajamos las escaleras -Es que... ¿Puedo hacerte una pregunta y no le dices a mi mamá que pregunté?

-Claro, puedes preguntarme lo que quieras- sonreí lo más que pude.

Se sentó sobre la mesa del comedor cuando llegamos, se giró a mi y asintió, aunque tardó unos segundos en soltar su pregunta.

-¿Puedes contarme más de mi papá? Mi mamá solo me cuenta de una perspectiva llena de algodón de dulce y esas cosas pero, quiero saber cómo era él realmente.

Me senté frente a él con Glenny en brazos -Era... bondadoso con las personas, uh, le gustaba mucho la pizza y es curioso porque antes de que esto pasara era repartidor de pizzas.

Hershel rió ligeramente -¿Es verdad?

-¡Claro que lo es! Le espantaban las arañas y... le gustaba llamarme con apodos que me molestaba hasta que se quedó con Pulga así que decidí llamarlo Pulgoso y, esos eran nuestros apodos, al principio tu mamá lo regañaba y yo me reía pero le dije que no me molestaba y que solo fingía- reí.

-Mi mamá me contó de una vez que se arriesgo por el grupo para bajar hacia un pozo.

Asentí -Lo hizo, casi se nos va y lo regañe muchas veces ese día, hasta que lo encontró adorable para molestarme y deje de hacerlo.

-¿Él... quería tener un hijo?

Sonreí -Más que nada en el mundo, Hershel, ni siquiera sabía abrir una lata de fruta y sería padre, ya te imaginarás lo demás.

-Me hubiera gustado conocerlo- admitió -Realmente era chistoso, ¿No?

-Lo era, él... es difícil de explicarlo, pero realmente merecía lo mejor en el mundo- suspiré -Si hubiera hecho algo él estaría aquí y no yo.

Frunció su ceño ligeramente -¿A qué se refiere?

-No es nada- encogí mis hombros -Y llámame de tu, me haces sentir vieja, sigo siendo joven.

-Una joven de treinta años- murmuró pero alcance a escucharlo.

-¡Oye! Tenía la misma edad que tu papá, así que más respeto.

Él encogió sus hombros -Nunca lo conocí, así que no lo se.

-¿Ahora bromeamos sobre eso? Hace un segundo eras un cachorro con patitas apachurrada- formé un puchero exagerado.

Hershel negó -Mi momento paso.

-NO TE PREOCUPES, lo tranquilizó Sirius. Harry miro hacia arriba y comprendió que Sirius había estado observándolo- leí en voz alta, mientras mi bebé me observaba con atención -Estoy seguro de que lo aclararán, efectivamente hay algo en el Estatuto de Secretismo Internacional que permite utilizar la magia para salvar tu propia vida. Pero si ellos me expulsan, dijo Harry pausadamente. ¿puedo regresar y vivir aquí contigo?

Sonreí al ver la forma en la que su rostro se mantenía sereno, escuchando cada palabra que salía de mi boca.

-Sirius sonrió tristemente. Veremos. Yo me sentiría mucho mejor...- me quedé callada cuando la puerta se abrió y Aarón apareció.

Esté se dejó caer sobre el sofá frente a mi, bajé el libro de mis ojos mientras lo observaba al mismo tiempo que mi pequeño bebe.

-¿Le lees Harry Potter?- me preguntó.

Asentí -Si, pero omitiendo las partes feas.

Se mantuvo callado, haciéndome fruncir ligeramente mi ceño.

-¿Qué pasó?- me pregunté.

Él negó -Nada, es... necesito contarte algo.

Miré a Glenny, quien lo observaba con atención y confusión al mismo tiempo, como diciéndole: ¿por qué interrumpes mi hora de lectura, anciano?

-¿Es algo que pueda escuchar mi bebe?- inquirí.

Aarón asintió -No es sobre algo, es sobre alguien.

Guarde entonces el libro -Me interesa, puedes contarme.

Titubeó con nerviosismo, mirando a todos lados menos a mi. Tardó unos segundos hasta que finalmente suspiró y pareció armarse de valor.

-Sabes que... desde Eric jamás he tenido otra pareja y, en realidad jamás me intereso tenerla porque creí que él sería el único hombre al que podría amar pero ahora...- formó una línea en sus labios.

Mi ceño se aligero y entonces entendí todo -Ay, Aarón...-

-Me siento culpable- admitió -No debería estar pasando así.

-Pero enamorarse es normal- formé una pequeña mueca -Es algo que debes sentir en algún punto de tu vida, no importan las veces que sean.

-Si, pero sabes cómo estamos, sabes las circunstancias y yo no... no se si podría soportar otra perdida- soltó un leve sollozo.

El cual me obligo a levantarme del sofá, tomar su mano y abrazarlo con fuerza, dándole una leve palmada en el hombro por unos segundos.

-Se que lo necesitabas- aseguré -Yo lo haría, pero, ese no es el tema, el tema es que no deberías sentirte culpable por amar a alguien más, Eric estaría feliz de que después de mucho tiempo fueras feliz otra vez.

Me separé de él, mientras sorbia su nariz y volvía a sentarse. Imite su acción junto a mi bebé.

-¿Tú crees?- me preguntó.

Asentí -Claro que si, déjate ser feliz, al menos esta vez, no sabemos si estaremos para mañana.

Bajó la mirada -Tienes razón.

Encogí mis hombros -Siempre la tengo.

Sonrió -Gracias, Alex, y sobre el abrazo, si lo necesitaba.

Sonreí al igual, recargando mi brazo sobre el sofá y mi cabeza sobre la palma de mi mano.

-¿Y bien? ¿Quién es ese chico misterioso que le robo el corazón a mi casi mejor amigo?- me pregunté en un tono divertido.

Él río, lo cual me hizo sonreír aun más. -No lo conoces, es nuevo.

-¡Oh! ¿Es de las otras comunidades?- él asintió -¡No me digas! Es... ¿De Hilltop?

Negó -Muy cerca.

-¡El Reino!

Volvió a negar -Más nuevo que eso.

-¿Le dijiste vieja a la comunidad de Ezekiel? Le diré cuando lo vea- bromee -Espera, si no es de Hilltop... ni del Reino entonces... ¿Del grupo de Maggie?

Se mantuvo callado, lo cual me hizo abrir los ojos más de lo que ya.

-¡Ay!- chille -¡No me lo creo! A partir de ahora seré cupido, me pondré alas y un pañal, con tu permiso...-

Él negó antes de que me levantará -No, no, ni siquiera sabe y me gustaría que eso se mantuviera así.

-¡No puedes venir a confesarme tu crush y luego decirme que es secreto, al menos dime quién es!

-Solo diré que su nombre inicia con una K y es obvio que no lo conoc...-

-Es Kian el de los suministros- interrumpí -Lo se porque en la mañana ayudo a Carl y Gabriel a acomodar los suministros que trajimos.

Se quedó perplejo frente a mi -Ese es.

Sonreí -No te juzgo, es lindo, soltero y se nota que esta dispuesto a formar una familia con cualquier rama que se le crucé- le guiñe un ojo.

Él se levantó de inmediato -Bueno, Alex, la culpa se fue, te agradezco los consejos y no hagas nada, por favor.

Se levantó y revolvió mi cabello, obligándome manotear su mano lejos de mi.

Él se encamino hasta la puerta dispuesto a salir cuando le grite: -¡Usen protección!- y él negó sonrojado, haciéndome reír.


Luego de terminar la lectura de Glenny, este de inmediato se quedó dormido cuando termine de leer el capítulo, o más bien los capítulos ya que le leí dos en recompensa por la leve interrupción de Aarón.

Lo tengo muy mimado, lo se, pero es difícil no hacerlo.

Cuando salí de la habitación donde dormía, me detuve casi de inmediato al terminar de cerrar la puerta y casi chocar con Judith.

-¡Eh, eh! Judith, ten cuidado con eso- tomé la caja que llevaba en brazos.

Ella apenas y salía de su habitación.

Se giro a mi cuando le quite la caja de los brazos-¿Por qué?

-Hay cosas muy preciadas aquí, cariño.

-Es que quería tomar un juego de mesa, para jugar con los demás, ya sabes porque están aburridos y tienen hambre- formó una pequeña mueca -Intento distraerlos para que no piensen en eso.

Mi ceño se aligero, -No deberías encargarte de eso, si no yo.

Ella negó -No importa, puedo con eso, tienes cosas más importantes que hacer como cuidar a Glenn, o a todos aquí.

No es justo para ella, apenas es una niña.

La castaña extendió sus brazos nuevamente a mi para que le entregará la caja, esta vez con más seguridad a lo que le negué.

-¿Qué tal si me dejas ayudarte a buscar uno, eh?- me encaminé hasta la habitación.

Jud acepto, siguiendome por el lugar mientras se subía sobre la silla y se recargaba para mirar todo lo que colocaba sobre la mesa.

-¿Qué hay de este?- señaló, tomando un cuadro gigante de monopoli.

-Si quieres terminar sin amigos, lleva ese- bromee y ella sonrió.

-¿Y este?- tomó el uno con cartas casi despintadas, algo dobladas e incompletas -¿Lexie?

Sacudí mi cabeza y asentí -Si, es mejor que lleves ese, se van a divertir.

-Gracias- sonrió, bajándose de la silla y corriendo hasta el pasillo.

Donde se regreso, frenando como un auto y regresandose hacía mi para dejar un leve abrazo sobre mi cintura.

-Gracias, Lexie, te quiero, jamás lo digo pero es así- y después de eso salió corriendo otra vez.

Acepté su leve abrazo tan pronto como pude reaccionar, dándole una leve sonrisa.

Entonces la seguí luego de guardar lo demás, baje los escalones con delicadeza hasta llegar al pasillo y evitando chocar con las demás personas, en este mismo me recibieron las risas de los niños.

Ellos se encontraban en círculo, riendo y jugando con las cartas que algún día fueron parte de mi vida. Judith, Rj, Hershel y Gracie.

Tantos recuerdos.

Muchos de esas personas que pertenecían a ese recuerdo ya no estaban, pero si su futuro, aquel pequeño pedazo que dejaron sobre el mundo.

Uno!- exclamó la castaña, Judith.

-No tan rápido- señaló Gracie, dejando otra carta sobre la mesa.

-Pero...-

-Comes cuatro, vamos, vamos- exigió Hershel.

Reí Judith, con indignación, tomaba las siguientes cuatro cartas.

-Eso no fue justo- se quejó Rj mirando a ambos -Ustedes se aliaron y ahora van contra ella.

-Por fin, al menos Rj me da la razón- señaló Jud.

-No somos un equipo- se defendió Gracie -En el uno nadie, en serio, nadie tiene equipo.

-Ajá, pero ustedes son buenos fingiendo- ella entrecerró los ojos.

-Tonterías, solo eres una mala perdedora- se burló Hershel, formando una sonrisa burlona mientras miraba de reojo a Gracie.

-No me iré sin ganarles a los dos y entonces, me burlaré en sus caras.

Como dije, muchos recuerdos.



































━━━ ⋆ AUTHOR'S NOTE: se dan cuenta que cada vez faltan menos capítulos para que yo termine con su estabilidad emocional? 🙂

Yo si jeje, en fin, siganme en ig q aveces hago lives respondiendo preguntas o hablando del fic: izzieloverr

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