chapter ninety-six. a mistake
BY MY SIDE
꒰ ۫₊˚ɞ chapter ninety-six .˚ׅ🗡 ຊ ҂
❝ a mistake ❞
━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━
Este era mi cumpleaños número diez, todo estaba decorado sobre aquella casa de mis abuelos, con globos, confeti y un pastel en medio de la mesa. Lo único diferente aquí es que no había nadie.
Los adultos hablaban afuera de la casa y con adultos me refiero a mis dos abuelos, mi tía Savannah y mi madre.
—¿Y si comemos pastel?— inquirió mi primo Derek por quinta vez.
Lo observé —No podemos, es para después de la comida.
Rodo los ojos —Que aguafiestas.
Éramos los únicos niños aquí, pues no tenía amigos a los cuales invitar a la fiesta de mi cumpleaños, de todas maneras, jamás podría ser tan social como Derek, él si que es social, es amigo hasta de las hormigas.
—Alex, ¿Por qué no tienes papá?
Lo miré boquiabierta —Eres un grosero.
De inmediato cambio su expresión —Quiero decir, ¿Por qué? No quería sonar feo.
Encogí mis hombros —Si tuviera una respuesta te la daría.
Entrecerro los ojos —Buen punto, puedes darme un zape, me lo merezco.
Reí ligeramente, mientras Derek agachaba la cabeza y yo dejaba un zape sobre esta.
NO HABÍA NADA MÁS incómodo que tu familia cantándote frente al pastel, como esté momento, donde esperaba a que todo terminará mientras veía las velas brillar frente a mis ojos.
—¡Pss!— Escuche a centímetros de mi, lo cual me hizo mirar al causante, Derek estaba esperando a que lo mirara y, cuando lo hice, comenzó a hacer muecas raras para distraerme, haciéndome reír y dejando de escuchar por un momento a los demás.
—Pide un deseo, cariño— mi madre acarició mi cabello con delicadeza.
Le sonreí y entonces cerré mis ojos unos segundos, pedí lo que más deseaba y entonces sople al mismo tiempo en el que todos aplaudían con emoción y yo reía por las expresiones de Derek.
—¡Mordida, mordida!— salto el castaño —¡Yo la empujó!
El castaño corrió hasta junto a mi, haciendo sus mangas hacia atrás para alistarse a empujarme.
—No, no, así estoy bien— negué con una sonrisa de nerviosismo.
Pero fue muy tarde, cuando Derek se propone algo lo hace, pues tomó un pedazo de pastel y lo embarro en la mitad de mi cara.
—Feliz cumpleaños, primita— sonrió de lado a lado.
Relamí el pastel que estaba en mis labios —Estás muerto.
Abrió sus ojos tanto como pudo cuando comenzó a correr y lo seguí sin antes tomar un pedazo grande de pastel.
Mi madre y mi tía comenzaron a gritar por nuestros nombres, pero ningún presente logro detenernos ya que literalmente corríamos como dos perros chihuahuas por toda la casa.
—¡Mami, detenla!— exclamó Derek —¡Les dije que se había vuelto loca! ¡Ah, Alex, era mentira!
Reí sin poder evitarlo, saliendo de la casa tras él al patio.
—¡Ya veras! ¡Ven acá antes de que te haga comida para las vacas!— le grité desde la distancia.
—¡Soy muy joven para ser comida de vacas!— lloriqueo.
—¡Hubieras pensado eso antes de llenarme de pastel!
Se detuvo de golpe y casi tropecé con él —¡Verás!
—Espera, espera— pidió o más bien rogó —Me dejaré, me dejaré si esperas.
—¿Unas últimas palabras?— levanté mi brazo.
Asintió —Si, Alex, te lo merecías.
Y sin más, embarre todo el pastel que llevaba sobre mi mano en toda su cara, casi ahogandolo en el proceso.
—¿Qué decías?— sacudí mi mano en el aire.
—Sabe bueno— relamio sus labios.
EL DESPERTADOR SONÓ por tercera y última vez junto a mi, de inmediato lo apagué para que no despertara a los niños.
—Se hace tarde— murmuré a Carl.
Levantó su cabeza de debajo de la almohada —¿Eh?
—Se hace tarde— repetí.
Me mantuve donde estaba, sintiendo como dejaba pequeñas caricias sobre mi espalda.
—No quiero irme de aquí— beso mi hombro.
Me removí, sintiendo un escalofrío por todo mi cuerpo, entonces me giré a él, mientras colocaba ambos brazos sobre sus hombros desnudos.
—Se hace tarde y tengo rondas— le dije.
—Nos desvelamos, dame cinco minutos más— dejo un cálido beso sobre mis labios —Para... disfrutar... el tiempo.
Sonreí —Realmente extrañabas esto, ¿No?
Asintió —Demasiado— suspiró —Te extrañaba.
A decir verdad todo había cambiado un poco.
Ya no vivíamos en Alexandria, ahora vivíamos en la dulce comodidad de la Commonwealth en espera a que Alexandria este recuperada al cien por ciento, lo cual llevaba un mes reconstruyendose aproximadamente.
—Tienes que levantarte— junté mi frente con la suya —Si faltas otra vez Mercer te asesinara con la mirada.
Formó una pequeña mueca —Un beso más.
Sonreí de lado a lado, besando sus labios por más de varios segundos, en los cuales logró tomarme de la cintura para colocarme sobre él, haciéndome reír en el proceso y separándose unos segundos.
Había pasado demasiado tiempo desde la última vez que estuvimos tan juntos de esta manera que por poco lo había olvidado.
—¡Oigan! Sea lo que sea que estén haciendo... y no quiero saber, déjenlo para más noche, se hace tarde— escuché claramente la voz de Becca al otro lado de la puerta.
Entonces nos separamos, mientras él chico frente a mi se sentaba conmigo aún encima.
—No se de qué me hablas— respondí, antes de volver a unir mis labios con los del castaño.
—Uh, yo creo que si, hablo enserió, no seré niñera otra vez si se hace tarde todos los días.
Suspire, tenía razón.
—Se hace tarde— aseguró Carl y asentí con obviedad.
—Hoy en día se hace tarde para todo.
ACOMODÉ EL ESTETOSCOPIO sobre mi cuello mientras terminaba de acomodar el uniforme azul sobre mi.
Todo era tan extraño ahora, todo es tan nuevo.
—Te ves bien— halago Carl, rodeado mi cintura en un abrazo y sin dejar de mirarme al espejo.
Suspiré —Es nuestro día treinta aquí y aún no me acostumbro.
Frunció su ceño —¿Cuentas los días?
—Lo hago desde que Glenny nació para no perder la cuenta de su edad, se supone que tiene un año y medio.
Sonrió, me di media vuelta y forme un puchero.
Peino mi mechón rojizo de cabello hacía atrás —Te amo— beso mi frente.
—También te amo— sonreí besando castamente sus labios.
Tomé la bata blanca —Recuerda llevar a los niños a la fiesta de Halloween de la comunidad, el traje de Judith es el de gatito, el de Rj es el de leon, el de Gracie el de mariposa y...-
—Él de Glenn es el de dinosaurio, lo tengo— completo.
Sonreí —Y no los vayas a perder como la última vez.
—Solo perdí a Gracie.
—Exacto, luego a Judith porque ella salió corriendo a buscarla y entonces Rj la siguió— recordé —De verdad, si me dan mi titulación como doctora no estaré mucho tiempo en casa.
Formó una mueca —Esa es mi parte menos favorita.
Suspiré —Si, pero necesitamos estos trabajos si queremos comprarles un mejor hogar a los niños.
Tomó mi mano —Lo sé, ire a trabajar en la tarde.
—Vale, cuida a los niños ahorita, y por la tarde y noche los cuidaré yo, ¿Si?
—¿Y cuando terminamos lo que iniciamos por la mañana?
Sonreí, sintiendo mis mejillas sonrojarse de inmediato —Quizá cuando llegues, depende.
—¿De...?
—De si cuidas bien a los niños— lo señale.
Él asintió, entonces retrocedí terminando de tomar mi gafete y el resto de mis cosas.
Como decía, todo esto es tan nuevo.
DURANTE MIS RONDAS, apenas y llegue, es mi primera semana por lo que casi corrí hasta Tomi, el hermano de Yumiko que estaría guiándome por el hospital de la comunidad.
—Esto es para ti— me entregó un aparato en forma de caja con mi nombre.
—¿Qué es esto?— me pregunté mientras me recargaba sobre la estación de enfermeras.
—Tu buscador, te llamaran por ahí en caso de alguna emergencia— explicó y asentí —Debes cargarlo y procura que tenga batería siempre, es difícil conseguirlas aquí.
—Vale, ¿Está bien si lo uso solo para eso?
—Si, nada de otra cosa— suspiró —No es muy difícil, Yumiko me hablo muy bien de ti.
Sonreí —¿De verdad? Que linda.
—Dijo que tienes bastante experiencia en esto.
—Si, bueno, cuando pasas mucho tiempo leyendo libros sobre medicina te aprendes un par de cosas— comencé a caminar junto a él —Aunque no aprendí sola, un hombre muy valiente me enseñó.
Sonrió, —Bueno estoy seguro de que aquí aprenderás más, he hablado con el jefe para que te de un horario flexible por tus hijos y ha aceptado.
Tomé la hoja que me entregó —Creí que los doctores trabajaban mil horas a la semana.
Rió —Así es, pero hizo una excepción por ti, Pamela ha hecho varios movimientos por los nuevos así que aceptó sin dudar, trabajaras por las mañanas y tardes, las noches son libres para ti.
Miré la hoja y en efecto, ahí venían todos los horarios, incluso los de comida dentro y fuera del hospital.
—Es genial, Carl trabaja por las noches.
Se detuvo justo en el pasillo, dejando sus cosas sobre el escritorio a centímetros de nosotros.
—Bueno, me alegro que se ajuste bien, es el único que teníamos— admitió —Debo dejarte, tengo algunos asuntos que atender fuera del hospital, ¿Prometes no matar a nadie?
Lo observé, no es algo que se dijera así como si nada y menos en estos tiempos.
—Es un pequeño chiste— aclaró él.
Asentí —Si, esta bien, lo primero.
Y sin más se marchó, dejándome sola en el pasillo donde comencé a caminar de nuevo.
Sin embargo, cuando intenté avanzar ya me había chicado con alguien.
—Uh, lo siento— se disculpo el adulto.
Me detuve de un momento a otro, frinciendo mi ceño de inmediato.
—¿Derek?— llamé y el chico se detuvo.
En cuanto subió la mirada note lo cambiado que estaba, su barba había crecido, tenía unas pequeñas arrugas debajo de sus ojos y utilizaba lentes para leer, lo supe porque cuando alejó la mirada del periódico se los quito.
—¡Alex!
—¡Derek!— chille de la emoción.
Pasé mis brazos sobre sus hombros mientras él aceptaba mi abrazo con mucho gusto. Me levantó del suelo unos segundos y me sacudió soltando un chillido de felicidad.
—¡No puedo creerlo! ¿Qué haces? ¿Cómo llegaste aquí?
Ambos nos separamos —Tengo la misma pregunta para ti, mírate, te ves más vieja.
Golpee con delicadeza su hombro —¡Oye! Mira quien lo dice, ¿Ahora usas lentes como un anciano?
Escondió dichas gafas sobre su pantalón —Tu no viste nada.
Reí ligeramente —Ya, de verdad, no puedo creer que estés aquí, creí que saldrías a explorar el mundo.
Asintió —Bueno, es lo que se le llama sentar cabeza, Solecito, me gusta estar solo pero admito que esto es mejor de lo que imaginaba.
—Sentar cabeza y Derek en una oración me suena algo tan extraño— bromee.
—En fin, ¿Qué hay de ti? ¿Cómo llegaste hasta acá?— sonrió de lado a lado.
—Bueno, la Commonwealth nos esta ayudando y algunos vinimos aquí a vivir, es mi primer día de trabajo luego de unos cursos de preparación para esto— señalé el hospital.
—Eso suena genial, me encanta— aseguró —¿Cuánto llevas aquí?
—Un mes, vine aquí con mis hijos y mi esposo, es genial ¡Uy, deberías conocerlos!
Entrecerro los ojos —¿Hijos dijiste? ¿En plural?— se preguntó y asentí —¿Tuviste un hijo y no me dijiste? ¿Qué soy? ¿Un fantasma?
—¿Cómo querías que te lo dijera? ¿Por paloma mensajera?
Asintió con obviedad —Bueno, al menos un mensaje de texto— bromeo —Me encantaría conocer a tus hijos.
—Te lo advierto, los vas a amar.
Sonrió —Espero que se parezcan a su padre, porque si se parecen a ti entonces ya los perdimos.
Golpee su hombro con delicadeza —Son asombrosos, Gracie, ¿Recuerdas a Gracie? Ya es mucho mayor, es una niña tan dulce.
—No es como tú, Dios escucho mis plegarias— fingió dramatismo.
—Oye, me pongo seria y sales con chistes, así no va a funcionar.
Él rio —Lo siento, prosigue.
—Glenn, le decimos Glenny, él es pelirrojo, tiene pecas en todo su rostro y solo sabe decir mamá y papá, él es el niño más tierno que veras.
—Ese si se parece a su padre— sonrió.
—Debes visitarnos, hoy— lo señale.
—¿Te parece si voy durante la comida? Tengo libre la tarde y además me gusta llegar a las casas a comer.
—Hecho, es por el sector G4, en el 927— me detuve al escuchar el aparato sonar sobre mi cintura —Uy, creo que me llaman.
—Vale, sector G4, lo tengo, ve a salvar vidas.
Sonreí, haciendo un ademán —Siempre lo hago.
POR LA TARDE, salí antes de lo que esperaba, esto debido al concurso de disfraces que habría en la ciudad, la mayoría pidió el día para estar con sus familias y Pamela dio el día a los demás que se supone nos quedaríamos.
Sonaba demasiado bueno para ser verdad, pero simplemente lo tomé, no pregunté y salí a ver a mis hijos.
—¿Cómo te fue en tu primer día?— Carl inquirió besando castamente mis labios.
Asentí —Bastante bien, la verdad— sonreí al mirar a Glenny —Me dejaron las noches libres.
—¿De verdad?— se preguntó y asentí otra vez —¡Dios, so es tan bueno!
Acepté su abrazo de inmediato, tratando de no aplastar a nuestro hijo.
—Si, lo se, lo que si es que debo ir en cuanto me llamen incluso si estoy en mi descanso— señale detrás de mi —Pero no importa, al menos tendré un buen sueldo.
Tomé la pequeña mano de mi bebé, quien me miraba con su traje de dinosaurio.
—¿Dónde están los demás?— miré a mi alrededor.
—Gracie fue con Judith a ver los disfraces de los demás— señaló a centímetros de nosotros.
Gracie junto a Judith hablaban con otra niña.
—Rj esta con Becca, quería un helado así que fueron a comprarlo.
Sonreí —Que bien.
Miré el buscador que volvió a sonar, mirando devuelta a Carl al apagarlo.
—Le diré a Mercer que faltare otra vez y me quedaré a cuidarlos— informó el pecoso.
Negué rápidamente —Está bien, los tendré en mi oficina hasta que este libre, ¿Vale? Es mi turno de cuidarlos.
—¿Segura?
Le asentí —Estaré bien, quizá Becca pueda llevarlos a comer.
—Claro, cuídate.
Besé su mejilla —Tu también.
—¡TRAJE COMIDA!— tiré de la puerta al adentrarme.
Al final me había quedado hasta la hora de la comida, por lo que apenas y alcancé llevar algo.
Judith, Gracie, Rj y el pequeño Glenny se encontraban ahí junto a mi hermana menor.
—Carne y sopa— sonreí frunciendo mi ceño al escuchar la música a todo volumen.
—Gracias— Becca sonrió tomando la caja —¿Te has perdido afuera?
Asentí —No me acostumbro, además la fila de la cafetería está a muy larga.
Ella rió cuando tomé a mi pequeño bebe en brazos, —Gracie, ¿Me ayudas a servir, cariño?
Ella asintió levantándose del suelo para empezar a servir sobre los platos.
—¿Qué tal su día?— me pregunté sentándome junto a judth.
—¿Qué?— exclamó ella debido al ruido.
—¿Qué tal su día?
Ella asintió —Ha sido genial, hice una amiga nueva.
Sonreí —¿Ah, si?
—Me ha regalado un disco, ¿Conoces a Motörhead?
Negué frunciendo el ceño —Debe ser buena música.
—Lo es— señaló Becca —Tenía un tío que escuchaba eso todos los días a todo volumen.
Le miré —¿Segura que tu tío no es el tipo que esta con la música ahora mismo?
Ella rió ligeramente.
—Lexie— llamó Judith.
—¿Si?
—¿Puedo tener mesada?
—¡Yo también quiero!— Gracie salto mientras sonreía.
Relamí mis labios —¿Podemos esperar hasta que nos den nuestro primer sueldo a Carl y a mi? Entonces hablamos sobre eso.
Judith asintió —De acuerdo.
—Estonces, ¿Nos quedaremos?— Becca interfirio.
—¿Quieres quedarte?
—¡Yo si!— Rj dijo con emoción.
—¿Si?— él asintió y mire a las demás, quienes tambien asintieron, entonces mire a Glenny —¿Tu qué dices bebé?
Balbuceo diciendo un claro si y comiendo del puré de manzana.
—Dice que si— Becca dijo.
—Me gusta aquí— Judith admitió —Creo que... mientras mi mamá sepa dónde encontrarnos, quiero quedarme.
Asentí —Lo hablaremos y luego les diré, ¿Vale?
Todos en la sala asintieron, entonces el timbre de la puerta sonó desesperadamente por ser escuchado luego de que el ruido se detuviera, me levanté y abrí la puerta con Glenny aún en brazos.
—Der— sonreí al ver al castaño —Pasa.
—Traje pizza— señaló la caja.
Los tres niños corrieron a saludarlo para después tomar la caja e ir corriendo a servirse.
—¿Cómo la has pagado?— me pregunté.
Encogió sus hombros —Tengo un buen trabajo.
—Es todo raro preocuparse por eso— admití.
Asintió —Escuche que Pamela te invito a su fiesta de esta noche.
—Si, me llego la carta, dice que era por mi nuevo ingreso a titular en el hospital— reí con sarcasmo —Pero creo que es una excusa, no sé qué es lo que quiere de mi esa mujer, ha hecho mucho por mi y apenas llegue.
—Velo por el lado positivo, quizá te deje crecer en la Commonwealth.
Negué —Las personas que irán serán de su círculo íntimo, Carl estará trabajando de guardia así que no tengo con quién ir.
—¿Soy una pintura?— se preguntó —Yo voy.
—¿Y los niños?
—Yo los cuido— Becca se apunto —No tengo nada más que hacer.
Forme una pequeña mueca —No lo se, no me gusta dejarlos mucho tiempo, no es muy maternal de mi parte.
—Alex, estarán bien— aseguró la pelirroja —Están conmigo, además solo serán unas horas.
Suspiré mirándola, luego a Derek y después a ella también.
—Ya qué.
NO SABÍA DE DÓNDE Becca había sacado un hermoso vestido color negro, pero curiosamente me había quedado bien luego de haber peinado mi cabello y añadido labial rojo a mis labios.
Ahora me encontraba caminando junto a Derek por los pasillos de la Commonwealth. Cuando llegamos hasta las escaleras con una alfombra color rojo me detuve, los nervios se apoderaron de mi pero a mi salvación, Carl estaba ahí.
Estaba de pie, vigilando la puerta pero no me había visto aún, si no que retrocedió desviando la mirada al no darse cuenta de mí presencia y, cuando lo hizo, me miró confuso.
Le sonreí ligeramente, manteniendo el contacto varios segundos, afortunadamente los nervios se habían ido y todo el mundo se había desaparecido.
—Bienvenidos— dijo él con tono cordial.
Hice una exagerada reverencia —Gracias.
Derek corrió hasta mi por las escaleras, extendiendo su brazo frente a mi, el cual no tuve otra más que tomarlo y adentrarme al lugar.
Una vez dentro, sostuve la copa mientras miraba a mi alrededor, todos vestidos de gala, de pronto Magna vino hacia nosotros para ofrecer unas copas que Derek tomó sin pensarlo.
—¿Entonces...?— comenzó Derek.
Le miré confusa —¿Qué cosa?
—¿Qué es Becca tuyo? La he visto bastante amable contigo y dudo que sea una niñera a tus experiencias de la infancia con las niñeras.
Negué —No es una niñera, es mi hermana.
Casi se atragantó con el vino.
—¿Cómo pasó? ¿No se suponía que tu papá estaba... ya sabes?
Alcé una ceja —Es mi media hermana, mi padre tuvo otra familia cuando mi madre lo abandono.
Asintió, entendiendo todo —Vaya, esperaba todo menos eso.
—Si, bueno, también reaccioné así— admití —Pero ella es linda, me ayuda con los niños y nos trajo aquí así que le debo mucho.
—Me alegro que encontraras más familia, Lex— sonrió ligeramente —Pero sigo siendo el número uno, ¿Verdad?
Rodé los ojos con una pequeña sonrisa en mis labios —Ya quisieras.
Rió, bebiendo aún más copas de vino sin dudar, lo que me hizo fruncir el ceño.
—¿Seguro que estás bien?— le inquirí al verlo beber como desquiciado.
Asintió —Necesito tener la mente concentrada en otra cosa.
—Solo tómalo con calma— pedí —No quiero tener que llevarte arrastrando hasta tu departamento.
El rió asintiendo —Lo intentare.
Bebi un poco de mi copa —Seguro.
—Es...— titubeo.
Entonces fruncí mi ceño con clara preocupación —¿Qué? ¿Qué pasa?
—Ellos me respetan, Alex— respondió —Soy... parte del círculo de Pamela, le hago favores.
Formé una mueca —Dime que no es lo que estoy pensando.
—No le hago esa clase de favores— aclaró y asentí aliviada —Es más bien con las personas, le ayudo a que obedezcan, a que se comporten como debe ser.
—Entonces... ¿Eres su verdugo o algo así?
Encogió sus hombros —Algo así.
Antes de que pudiese hacer más preguntas, el silencio inundó el lugar.
—Damas y caballos, les ruego un momento de atención, por favor— Hornsby al micrófono nos hizo girar a ambos —Es un honor presentar a alguien que no necesita presentación, nuestra estimada líder, la gobernadora de la Commonwealth. Pamela Milton.
Todos aplaudieron, incluyéndome, mientras miraba de reojo a Carl colocarse sobre la esquina para vigilar.
Pamela tomo el lugar de Hornsby, dándonos una gran sonrisa a todos.
—Gracias a todos por venir a esta velada— dijo la mujer —Esta noche tengo el gran placer de darles un adelanto de algo en verdad especial.
Señaló el cuadro cubierto por una sabana roja, la cual una chica de gafas quitó ante su indicación, mostrándonos así a un hombre completamente desconocido pero que todos admiraban por haber construido la Commonwealth.
—Este es el trabajo de Alexa Park que ha venido esta noche— la mencionada avanzó algunos pasos.
Una mujer adulta y de vestido de gala saludo con un ademán al público.
—Le tomo nueve meses a la señorita Park crear esta amorosa pintura, como muchos ciudadanos, ella sufrió serías heridas en el mundo antes de llegar a la Commonwealth así, gracias a los sacrificios de mi padre todos estamos aquí, ladrillo a ladrillo, casa a casa, estamos reconstruyendo el mundo tal y como lo conocíamos, mi padre estaría muy orgulloso de ver lo que es la Commonwealth hoy, el modo en el que este lugar protege y refugia a todos su ciudadanos.
—¡Mentira!— un chico exclamó desde el otro extremo de la habitación, llamando mi atención —¡Eso es mentira!
Todos lo observamos, nadie decía nada y estaba segura que no sabían como reaccionar.
—¿Alguien de aquí realmente cree que la Commonwealth se preocupa por todos su ciudadanos?— se encaminó al frente.
Miré a Carl y el a mi, mi expresión de preocupación y la suya de confusión se cruzaron.
—¿Usted sabe quién soy?— siguio él.
—Señor, no es el momento, por favor, deténgase— la castaña de gafas avanzó para evitar que pasara hasta Pamela.
Sin embargo, su gritó me hizo sobresaltarme cuando aquel chico le tomo del cuello y la amenazo con un cuchillo.
Retrocedí, mientras Derek avanzaba y el pobre chico seguía exigiendo que se alejaran.
—¡Soy Tyler Davis! Solo quería que habláramos, un error y lo he perdido todo.
Mi ceño se frunció —Un error...— susurré.
Cuando menos lo espere, Daryl y Carl ya habían corrido tras el chico, luego de que Rosita les siguiera a toda prisa.
—Un error— repetí en voz baja.
—¿Qué?— Derek se giró a mi con el ceño fruncido y negué.
—Nada.
—Debo irme— informó él —¿Estarás bien?
Asentí, mientras él avanzaba hasta donde se habían ido los demás.
TERMINÉ DE CORTAR LOS últimos mechones de cabello que quedaban y que caían hasta debajo de mis hombros, mirándome un segundo al espejo.
Diría que me reconocía pero no solía verme mucho al espejo. Había cambiado demasiado, todo había cambiado, pero yo seguía siendo la misma persona.
Cuando la puerta del baño fue abierta luego de que la tocaran un par de veces, Carl asomó su cabeza y formó una sonrisa al verme.
—¿Estás bien?— se preguntó.
Asentí levemente —Los niños están dormidos, cenaron bien y Becca les leyó algo antes de acostarse a dormir.
Se adentró, mientras me sentaba sobre la bañera para descansar.
—Lo se, los he visto antes de venir— admitió —Yo hablaba de...— señaló su cabello.
—Entre en crisis.
Rió ligeramente —Entiendo, me gusta.
Sonreí, mientras él se sentaba junto a mi y yo recargaba mi mejilla sobre su hombro, quedándome así.
—Derek se ha llevado al chico que armo un show en la fiesta de hoy— informó.
—Con razón no lo vi después de la fiesta— acepté su mano cuando la colocó sobre mi pierna.
—¿Qué crees que vaya a pasar con él?
Si sabía, pero no quería aceptarlo, ni acordarme de eso.
—No lo se, Derek dijo que él es... una clase de verdugo o algo así— formé una pequeña mueca —No quiero ni imaginar lo que le pasara, él dijo que cometió un error... y que todo esto paso.
—Significa que...-
—No podemos equivocarnos o seguiremos su camino.
Asintió —Podemos pelear, siempre lo hemos hecho y siempre ganamos.
—Si, pero perdemos más que ganar— negué en desaprobación —No podemos, no podemos pelear una vez más o entonces moriremos.
—Nosotros no moriremos— besó castamente mi frente —No te preocupes por eso.
—Harás que vuelva a entrar en crisis— me quejé —No podemos pelear, Carl, de verdad, tengo miedo.
Al notar mi tono, Carl de inmediato paso su brazo sobre mis hombros y me abrazo por completo sin antes dejar un cálido beso sobre mi mejilla.
—Todo va a estar bien— susurró —No pelearemos entonces, seguiremos trabajando aquí, ¿Si?
Asentí —Solo prometelo.
—Lo prometo.
━━━━ ⋆ AUTHOR'S NOTE: muchos spoilers escondidos... pero no diré nada pq luego me funan.
En fin, estoy actualizando más seguido aunque me han dejado flop en tiktok y eso si que no >:(
Siganme pls, mi cuenta es: shycedrc y la de instagram es: izzieloverr, tmb subo cosas ahí del fic u otras cosas
Díganme, ¿Qué opinan de Derek? ¿O de Becca? I need opinions.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top