chapter ninety-seven. exile

BY MY SIDE
꒰ ۫₊˚ɞ chapter ninety-seven .˚ׅ🗡 ຊ ҂
exile

━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━

Necesitaba perdonar.

Necesitaba olvidar aquello que Sophia había hecho.

Ella había roto la única fotografía que tenía con mi mamá y la cual había logrado robar de la casa de mis abuelos.

Estaba rota por la mitad, por lo que, en cuanto me di cuenta de lo que ella había hecho salí huyendo de aquella granja y me había ido a llorar durante un día completo por mi mamá.

Obviamente Rick me había buscado como loco junto a su esposa Lori, al igual que Glenn y Daryl. No debí haber huido después de todo, pues desde que Sophia se había perdido es obvio que la preocupación era mayor.

—¿En qué estabas pensando?— regañó Glenn cuando me vio cruzar las puertas de la casa de Hershel.

—Solo quería un momento sola— hable de la misma manera.

—¿Sabes que pudo haberte pasado? ¡Hay caminantes allá afuera, te pudieron haber atacado, pudieron haberte matado!

—Glenn...— intentó intervenir Rick.

—¡Se cuidarme sola!

—¡Pues no parece, mira como vienes llena de tierra y sangre, espero que no sea tuya!

Negué con la cabeza —¡No eres mi papá, no deberías preocuparte por mi!

Ni Rick, ni nadie pudo detenernos en aquella discusión.

—¡No eres mi familia!— le grité una última vez, provocando que su expresión se relajará.

—¡Basta!— esta vez Rick gritó más fuerte.

Pero yo me quedé de pie, mirando a Glenn en total silencio y arrepentimiento. No quería decir eso, no quería decir que no es de mi familia cuando claramente él lo es.

Sin más, salí huyendo otra vez hacia las escaleras, dejando así a los demás en silencio. En el camino me crucé con la rubia, Sophia, a quien solamente pasé de largo.

—Alex, espera...— ella pidió pero no me detuve —¡Alex!

—¡Esto es tu culpa!— le grité al igual.

Solía gritar mucho cuando me enojo.

Terminé por encerrarme en el baño, dejándome caer sobre el suelo tras unos segundos y quedándome de espaldas a la puerta, la cual Sophia intento abrir.

—Lexie, lo siento— Sophia sollozo a través de la puerta —No quería romper la foto, lo siento, no quería lastimarte.

Eso fue suficiente para echarme a llorar, mis ojos se cristalizaron muy rápido y pronto comencé a soltar leves sollozos bajo la oscuridad.

—Alex, por favor, háblame.

No dije nada.

—Por favor, solo di algo, lo que sea, no me importa pero di algo.

—Hiciste que peleará con Glenn— solté —Ahora está molesto conmigo, herí sus sentimientos.

—Lo sé, escuché los gritos— sorbio su nariz —Me arrepiento de lo que hice, perdóname.

Necesito perdonar.

—No quiero perderte, Alex, eres mi mejor amiga— ella añadió.

Me tarde unos segundos, los cuales miré al vacío y entonces abrí la puerta del baño.

Ella se levantó del suelo, mirándome con los ojos llenos de lágrimas mientras soltaba un leve hipo en señal de que debió haber estado llorando desde hace horas.

Creí que te habías ido para siempre— señaló su rostro —No me imagino algo así.

—Rompiste mi única foto con mi mamárecordé.

Ella asintió —La pegué con pegamento, tiene mis lagrimas pero se pego.

Una leve sonrisa se escapo de mis labios, incluso llegue a pensar en lo patéticas que nos veíamos ahora mismo; llorando en el pasillo con el moco colgando y en un momento muy sentimental.

—Te perdono, Soph, porque tampoco quiero perderte— negué con la cabeza.

—Entonces... ¿Me das un abrazo?— ella abrió ambos brazos.

Los cuales acepte, recargando mi mentón sobre su hombro mientras ambas nos aferrabamos una a la otra.

HABÍA OLVIDADO POR completo cómo se armaba un mueble, así me encontraba buscando entre las piezas y sin ningún tutotial en papel para seguirlo, pues está semana habíamos logrado comprar un nuevo departamento y ahora intentábamos arreglarlo.

—Estoy segura de que esa es la pata de la silla— dijo Becca, sentandose sobre el suelo junto a mi.

—Parece un asiento— bromee.

En realidad solo estoy algo cansada, pues el trabajo no era algo a lo que estuviese acostumbrada.

—Creo que lo dejaré para más tarde— admití —Necesito conseguir más cosas si queremos llamar esto un hogar.

—¿Carl y tú ya decidieron si se van a quedar?— se preguntó con curiosidad.

Encogí mis hombros aún en el suelo —Probablemente, no se, quisiera saberlo.

—Esto es... un hogar— aseguró, mirando a su alrededor —Puede ser un hogar.

—¿Lo crees?

Asintió sin dudar, ocasionando que sus cabellos pelirrojos se movieran de un lado a otro.

—Claro que si, el... un hogar no necesita cuatro pareces y un techo para llamarse así.

Su sinceridad me hizo sonreír.

—¿De dónde has sacado eso?

—Mi mamá solía decirlo cuando todo esto empezó, ella decía que mi hermano, yo... y nuestro padre éramos su hogar— sonrió —Aunque supongo que eso era mentira ya que rompió ese hogar al abandonar a papá.

—Parece que nuestro padre no tenía mucha suerte en eso, todas las mujeres lo abandonaron— reí ligeramente, intentando ocultarlo.

—Tenían sus razones, las cuales ninguna podrá saberlas.

Asentí de acuerdo —Si, bueno, lo importante es vivir en el ahora.

Siempre había tenido una enorme duda del por qué mi madre había abandonado a mi padre, a como él describía su relación, no tenía razón para hacerlo. Quizá solo estaba asustada, pero, ¿De qué?

—Te ayudaré a armar eso, si prometes llevarme a Hilltop.

Fruncí mi ceño —¿Qué hay en Hilltop?

Ella se mantuvo en silencio, lo que me hizo analizarla con la mirada.

—Becca, ¿Es lo que creo que es?— añadí y ella encogió sus hombros —¿Quién es el chico o chica?

Su sonrisa se volvió ancha, lo cual se me contagio de inemdiato.

—¿Quién es? ¡Dime el chisme!— pedí.

—Es un chico que conocí, quizá lo conozcas, es amigo de Lydia y Elijah.

Mi mente no proceso, así que me quede viéndola por un buen rato con los ojos entrecerrados y la boca un poco abierta.

—Marco.

—¿Polo?— sacudí mi cabeza —Perdón, así no iba, ¿O si?

Becca sacudió mis hombros —Se llama Marco.

—¡Ah! No tengo idea de qu... espera, espera...— interrumpí —Tengo memoria de un anciano de ochenta, déjame.

—Cuando vayamos a Hilltop lo conocerás y quizá te acuerdes.

—Buena idea, Sophia— hable sin más.

Ella me miro confusa y, luego de procesar unos tres segundos lo que le había dicho caí en cuenta.

—Becca, quería decir Becca— negué —Buena idea, Becca, sí, eso.

Esto había sido demandado vergonzoso, mi rostro de tiño a rojo como mi cabello mientras bajaba la mirada al suelo.

—Iré a... pedir el permiso para salir hasta Hilltop.

Ella asintió, mientras me levantaba y ella hablaba de nuevo: —¿La extrañas?

Sí.

No dije eso, me mantuve callada —Podremos construir la silla cuando volvamos, creo que necesito algo de aire.

—Claro, entiendo.

—Gracias, Becca.

Todos necesitamos a alguien que se quede.


HABÍA USADO MIS RECURSOS para convencer a Pamela de que nos dejara salir, Hornsby insistió en que sería peligroso pero no es como si no tuviera experiencia estando ya afuera.

Además, Maggie y Hilltop después de todo son nuestros vecinos en Alexandria así que eso me dio puntos a favor.

—¿Qué ha pasado?— Maggie salió de la comunidad cuando me baje de aquel caballo.

—Me he escapado— respondí.

En realidad sí había escapado, quería hacer ese viaje sola con mi hermana y funcionó, según los guardias que nos llevaron hasta Alexandria nosotras estamos buscando la cena.

De inmediato me acerqué a abrazarla, quedándome unos segundos así mientras me apachurraba con delicadeza.

—¿Hay problemas o algo así?— me preguntó, luego de saludar a Becca con un ademán.

Negué —Becca quería ver a su enamorado.

La mencionada abrió los ojos tanto como pudo, mientras Maggie le sonreía de lado a lado.

—Uh, ¿Quién es ese enamorado?— le inquirió ella.

—Un tal Marco— respondí —¿Lo conoces? ¿Sabes sí es un buen chico o tengo que amenazarlo?

Ella negó, mientras mi hermana se moría de la vergüenza detrás mío.

—Es un buen chico, es amigo de Elijah, tu lo conoces, Alex, ¿Ya te has olvidado?

Asentí —Completamente, tendré que amenazarlo, supongo.

La castaña rió, señalando detrás suyo hacía la comunidad —¿Quieren pasar? Mi casa es su casa.

Asentí, mientras un par de chicos se llevaban al caballo dentro.

—¿Cómo están todos? ¿Cómo la están pasando?— inquirí a Maggie, caminando a su lado.

—Es difícil, pero estamos renaciendo, poco a poco— ella sonrió, pude notar la esperanza en sus ojos —Tratamos de recuperar todo lo que se perdió antes.

—Y lo harán, en especial porque te tienen a ti— aseguré.

Justo en ese momento, Lydia apareció frente a mi, sonriéndome de lado a lado.

—Creí que ya nos habías olvidado— mencionó ella, abrazándome de inmediato.

—¿Cómo puedo hacer eso? Ustedes siguen siendo mi familia.

—Es bueno saberlo— asintió —¿Quieres comer? Acabamos de cazar un par de ardillas y las hicimos estofado.

Negué, —Estoy bien, gracias, solo vine de...— miré a mi alrededor, notando que mi hermana ya se había desaparecido de mi lado —¿Y becca?

Mi hermana había desaparecido por arte de magia, a mi suerte logré encontrarla a los cinco minutos por lo que Maggie se ocupo y decidí hacer a lo que vine.

Encontré a Hershel frente a la tumba de su padre, sentado sobre la tierra mientras dejaba un par de rocas en el perímetro de la pequeña montaña de tierra.

Lo observé desde la distancia unos segundos, sosteniendo el frasco con fuerza sobre mi y, luego de tomar toda la valentía me dirigí hasta el chico.

—Son unas... bonitas rocas— mencioné de pronto, no sabía qué decir —Le hubieran gustado, quiero decir, sé que le gustan.

Él subió la mirada, sonriéndome de lado a lado —Hola, tía Alex.

Sonreí al escuchar su apodo —Hola, pequeño pulgosin.

Se levantó y me dio un leve abrazo que recibí con mucho gusto. Luego de eso, ambos nos sentamos sobre la tierra.

—Te traje unos dulces de la Commonwealth— le entregué el frasco —Se que no los has probado pero a todos nos gustan los dulces.

Tomó el frasco que le entregué, admirando los colores y decidiendo mentalmente cuál se comería primero.

—Gracias, tía Alex.

Asentí —¿Vienes muy seguido a verlo?— me pregunté, señalando la tumba con la cabeza.

Hershel asintió al igual con la cabeza, dejando el frasco sobre su regazo.

—Dices que le gustan las rocas que le puse, ¿Crees que son bonitas? Trataba de hacer que se vea porque el otro día vi a unos chicos pisarla— me miró.

Había cierto tono de disgusto en su voz y lo entiendo completamente.

—Sí, le gustan, tu padre no era muy exigente con esas cosas— sonreí —Estoy segura de que te agradece que lo hicieras.

Asintió, —¿Le gustaban los dulces?

Pensé, creo que solo en una ocasión le había visto comer dulce alguno.

—Sí, una vez lo vi atascarse de chocolates cuando vivíamos en la granja de tu abuelo— recordé.

Abrió el frasco de dulces, rebuscando entre ellos un chocolate para colocarlo sobre la tierra, tomó uno más y me lo entregó, haciéndome sonreir.

El rostro de Hershel se iluminó de inmediato al probar el chocolate, mirándome con una sonrisa de lado a lado que me hizo reír.

—¡Ahora entiendo!— exclamó —Ahora entiendo por qué le gustaban tanto.

—Te lo dije— encogí mis hombros.

Creo que ya había visto esto... y realmente no me gusta el final.

FUE CUESTIÓN DE HORAS y por horas me refiero a casi un día entero cuando estuvimos de vuelta en la Commonwealth, había agradecido estar de vuelta, pues así pude quitarme de encima un extraño presentimiento y preocupación por Maggie y mi sobrino.

Fue asi como me adentré a mi nueva casa, había tenido demasiadas de esas. Dejé el sueter sobre la silla del comedor al darme cuenta que no había nadie. Había un extraño silencio y, a pesar de estar sola, tenía una extraña sensación de que algo no andaba bien. 

—¿Carl?— llamé pero no hubo respuesta.

Supuse que debía estar trabajando y si los niños no estaban en la escuela y Becca estaba conmigo hace tan solo unos minutos, Glenny debía estar con alguien que conocemos. A pocas personas les encargamos los niños, solo Carol... si no es Carol es Daryl, pero Daryl trabaja con Carl y Carol se queda hasta tarde en su trabajo en la repostería así que sólo quedaba una persona.

—¿Derek?— asomé mi cabeza a la habitación de mi bebé —¿Derek, estás ahí?

Pero no había nadie ahí, comencé a alarmarme cuando escuché el timbre de la puerta y corrí a abrirla, con la esperanza de que solo fuera Derek diciendome que había salido a pasear con mi hijo pero, en lugar de eso, era Sophia a quien le abrí la puerta.

—Alex, has vuelto, necesito...—

—¿Has visto a Glenny?— interrumpí, pues no tenía tiempo para hablar de otra cosa.

—A eso venía— aseguró —Derek lo ha llevado al hospital.

Bueno, tan equivocada no estaba.

Corrí tras ella, olvidándome por completo de todo y siguiéndola hasta el hospital con ella guiandome. Mi corazón se me iba a la garganta de preocupacion e iba tan deprisa que ni siquiera me había dado cuenta de ello, ni de todo lo que la rubia me decía.

—¿Entiendes?— finalizó ella y la miré confusa.

—Perdón, ¿Qué has dicho?

Ella suspiró cuando íbamos por el pasillo. —Decía que, Glenn se ha puesto grave pero es una infección o algo así, no pude oír el demás diagnóstico porque salí a buscarte pero Derek y Ron están con él ahora.

—¿Dónde está Carl?

Titubeo unos segundos —Estaba por ir a buscarlo, Derek nos dijo que estabas en Hilltop y...-

—Pues buscalo— interrumpí, no sabía que sucedia conmigo, sólo que quería ver a mi bebé.

Por lo que, me di media vuelta y abrí la puerta de inmediato, sorprendiéndome por lo que tenía frente a mis ojos.

Mi bebé jugueteaba con los legos sobre la camilla, mientras Derek intentaba leer su expediente apesar de la fastidiosa letra de doctor y Ron jugaba con él.

Los tres se giraron a mi, mi bebe sonrió de lado a lado dándome tranquilidad.

—¿Qué ha sucedido?— hablé con más tranquilidad.

—Él está bien— informó Derek, levantándose de su lugar —Eso creo, sólo fue una leve infección pero los medicamentos que le están dando le ayudarán.

Sonreí, tomando a mi bebé en brazos mientras dejaba un beso sobre su mejilla.

—Vas a estar bien— lo arrulle —¿Escuchaste eso? Te vas a reponer y volverás a casa.

—Alex, creo que tú voz de bebé no le gusta— se burló Ron, haciendo reír ligeramente a Derek.

A quien por cierto agradecí en un abrazo, a ambos, no sabía lo que haría si mi pequeño bebé pasara por algo peor.

—¿Y Gracie, Judith y Rj?— miré a ambos adultos.

—En la escuela aún, salen en media hora así que iré por ellos de una vez y los llevaré a casa— informó Ron.

Le agradecí en voz baja, justo cuando la puerta se abrió otra vez y está vez entró Becca, tan asustada y alterada como yo.

—¿Está bien? ¿Mi sobrino esta bien?— inquirió con rapidez.

Ella al ver al bebe se tranquilizo, tomando de su pecho mientras respiraba con pesadez.

Pasaron algunos minutos cuando Carl llegó y solo así pudimos estar ambos con nuestro bebé el resto de la tarde y noche, toda la adrenalina se fue y con ello las lágrimas llegaron.

Me quedé quieta en mi lugar, tomando la mano de mi pequeño bebe, quien dormía muy tranquilo luego de su medicamento para la fiebre. Me puse a pensar en qué hubiera pasado si yo no hubiera estado aquí para cuidarlo, en sí me hubiera quedado más tiempo en Hilltop de lo necesario y en mi loca idea de irme y dejarlo aquí en lugar de llevarlo conmigo.

Debo ser la peor madre del mundo.

—Alex...— sentí la mano de Carl sobre la mía cuando lloriqueaba.

Negué con la cabeza, las palabras no me salían de la boca, pues no podía, no podía hacerlo.

—Alex, él está bien— añadió él —Está a salvo ahora.

—¿Y si no hubiera sido así?— me atreví a hablar —¿Qué hubiera pasado entonces? Si él tan solo... sí él tan solo muere no me lo perdonaré jamás.

—No va a morir, se está reponiendo, amor— colocó su brazo sobre mis hombros.

—Todo lo que toco muere, todo.

Sentí como beso mi frente, mientras me aferraba a sus brazos y sin despegar la mirada de nuestro bebé.

—No podemos dejar que le pase algo, Carl— tomé aire, mirándolo con valentía —Tenemos que protegerlo, pase lo que pase.

Asintió, estaba apunto de echarse a llorar también. —Lo haremos, lo hacemos, lo estamos cuidado, esto es algo de lo que no podemos protegerlo.

—Lo sé, pero quiero intentarlo al menos, quiero que él esté bien sin importar lo que pase— sorbi mi nariz —Es nuestro bebé.

Accidentalmente lo despertamos, por lo que llamo mi atención cuando comenzó a removerse sobre la camilla en forma de cuna.

—Hola, pequeño— saludé con una sonrisa ancha.

No quería despegarme ni un segundo de él a partir de ahora, sentía que si lo hacía volvería a pasar algo peor.


CREO QUE NECESITO PERDONAR, después de todo, absolutamente todo, Sophia estaba dispuesta a ayudarme sin importar lo que pase y ahora me sentía como la peor persona del mundo por haberla tratado tan mal.

La irá me cegó por completo, no lo entendía hasta ahora.

Así fue como la interrumpí en su camino al pasillo, en el cual limpié mi rostro hinchado y la enfrenté.

—Gracias— hablé antes que nada —Por avisarme y cuidar de Glenn.

La rubia se asombro de mis palabras pero sólo asintió con la cabeza.

—No es nada.

Creo que ahora comenzaba sentirme mejor.

Estuvo apunto de avanzar, sin embargo, volví a hablar: —Quiero hablar, sobre... lo que sea que querías decirme todo... eh, todo este... tiempo.

—Bueno...— empezó ella cuando me crucé de brazos —Necesitamos hablar, aunque se que estoy muerta para ti, Alex.

Miré hacia el suelo, mientras ella comenzaba a lagrimear frente a mi, miré a mi alrededor y ambas entramos a una pequeña sala vacía en el hospital.

—Se que me odias por todo, se que hice mal, me arrepiento...-

Este lugar es el mismo de siempre.

—Ya he gritado— suspiró —Así que por favor, solo gritame y di que no me quieres volver a ver en tu vida porque aún sigo aferrada a nuestra amistad.

Nunca es demasiado tarde para volver a mi lado.

—Yo también sigo aferrada— admití —No quiero dejarte ir.

Todo aquello es verdad, me dolía demasiado tener que decirle adiós, no poder vivir la vida que planeamos cuando eramos jóvenes y hacíamos bromas con la miseria.

Dolía.

—Lo que he aprendido los últimos años... es a perdonar, lo he hecho otras veces y lo hice, con Negan, incluso después de todo lo que hizo así que... no...— cerré mis ojos unos segundos —No veo razón por la cual no superar toda esa... esa mierda que pasó.

Ella formó una leve sonrisa, mientras seguía hablando.

—Te perdono, Soph, porque tampoco quiero perderte.

Ella sorbio su nariz, mientras sonreía aún más —Entonces... ¿Ahora dices groserías?

Reí ligeramente —Bueno, creo que viene de familia.

Asintió con obviedad —Te daría un abrazo ahora pero... no sé si te siguen gustando los abrazos.

Negué, rodando mis ojos mientras pasaba mis brazos sobre sus hombros y la apachurraba con fuerza.

—Gracias, lo necesitaba— susurré bajito —Y también lo siento.

Ella recargo su mentón sobre mi hombro —Oye, no creíste que estaríamos enojadas toda la vida, ¿O si?

Reí ligeramente —También te extrañe, Soph.
























━━━━ ⋆ AUTHOR'S NOTE: *aparece luego de mil años* HOLAAA

Espero que les guste el capitulo y si no... pues ni modo 🕴

Yo se que todos querían que Sophia y Alex fueran besties otra vez y acá lo tienen, tmb les dejare el gráfico con el que ya les había dado spoiler en mi ig

Nadie se dio cuenta pero bue, chau, recuerden votar y comentar, mañana les subire otro cap (si es que lo termino)

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top