chapter ninety-one. healing old wounds

BY MY SIDE
꒰ ۫₊˚ɞ chapter ninety-one .˚ׅ🗡 ຊ ҂
healing old wounds

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La sanación, todos la necesitamos, tanto emocional como físicamente, para heridas mínimas y para heridas profundas. En este caso la necesitaba para heridas emocionales, las cuales me han perseguido durante años y que aún intento sanar.

Estar con mis dos hijos parecía que esas ideas que pasaban por mi cabeza se eliminaban, ver a Glenny dormir durante cinco segundos eran suficientes para mi, verlo balbucear una y otra vez mamá es lo mejor que me podía pasar. Ver a Gracie jugar con Judith y Rj por la casa también lo es, las risas me recordaban a los días en la granja.

Se sentía extraño cuando estaba sola, sentía que no sabía absolutamente nada de este mundo.

¿Cómo una persona puede saber todo a los dieciocho pero nada a partir de los veinte?

Es tan raro.

Pero no quería estar sola para siempre, no si eso indicaba que Carl tendría que morir.

-¿Qué fue lo que pasó?- pregunté a Maggie y Daryl.

Las cosas a mi alrededor se movían muy rápido, Aarón iba y venía con gasas y vendas.

-Una explosión, estaba muy cerca- respondió Daryl.

Podía ver una gran herida, como una mancha que en realidad era una quemadura sobre su brazo que se recorría hasta su pecho.

-¿Qué tan cerca estuvo?- me pregunté.

Me encontraba paralizada, respiraba con pesadez y la única idea de salvarlo estaba en mi cabeza.

-Ni tan cerca, ni tan lejos- respondió Daryl.

Hubo silencio, en el cual todos observan lo que estaba frente a mi.

-¿Qué necesitas, Alex?- la voz de Maggie me hizo mirarla.

A este punto mis ojos estaban lagrimear pero intentaba ser fuerte.

-¿Alex?- Aarón intento tomar mi brazo pero me aleje.

-No hay suministros suficientes- señalé -Él no...-

Daryl camino hasta la pequeña bodega, buscando entre los muebles -Debe haber algo.

-No lo hay, lo gastamos con todas las personas que resultaron heridas luego de Hilltop.

-No podemos dejarlo así- exigió Maggie con obviedad.

-¡No hay nada que...!- me quede callada.

-¿Qué?- se apresuró a preguntar -¿Qué hay?

-Creo...- levanté mis dos manos, las cuales se encontraban empapadas de sangre.

Tomé el hacha de la mesa que le pertenecía a Carl, rodeado casi toda la enfermería hasta llegar a una esquina.

La levanté y entonces golpee la madera con ella, una y otra vez hasta que se rompió y me coloque de cuclillas con la mirada atenta de todos.

-¿Eso son...?

-Rick tenía un escondite para todo cuando llegamos- limpié mi frente -Literalmente todo.

Había gasas, anestésicos, vendas y un poco de alcohol, suficiente (o eso creo), para hacer que Carl logrará sobrevivir a esto.

Tenía que hacerlo, no podía dejarme así.

-No va a terminar así- susurré para mi -La historia no terminará así.

NO VA A TERMINAR así.

Lo sabía, Carl se había recuperado, sus heridas era algo profundas y la quemadura dejaría una marca eso era seguro, pero seguía inconsciente.

Seguía inconsciente...

Las lágrimas inundaron otra vez mis mejillas y mis ojos, obligándome a formar una mueca, con mi corazón roto.

Sentía un deja vù al mirarlo quizá morir lentamente así que no podía estar con él, verlo de esa manera me rompía el corazón. Lo intenté, lo intenté y terminé sobre el suelo en una orilla del baño de la enfermería.

Nos habíamos separado, pero seguía importandome.

-Creí que quizá habías salido- la voz de Maggie me hizo mirarla.

Negué -¿A dónde iría? Yo no... no tengo... no tengo a donde ir, él es mi... él es lo único que me queda, Maggie.

-¿Va... a despertar?- inquirió Maggie.

Encogí mis hombros -Yo... eh, no lo se, eso depende de él.

Era verdad.

-Me prometí que no volvería a llorar- admití en un susurro -¿Pero cómo no puedo hacerlo cuando esta así? ¿Cómo se lo diré a Gracie?

Ella se acerco hasta mi, sentándose a mi lado, luego recargo su cabeza sobre mi hombro en forma de apoyo, mientras yo miraba al techo en un intento de no volver a echarme a llorar.

-Va a estar bien- susurró -Aunque aveces no lo creas, Alex.

Asentí -Eso espero, espero que se reponga y poder arreglar todo.

Me miró con el ceño fruncido -¿Arreglar?

Olvide por un segundo que Maggie no sabía nada sobre nuestro "divorcio"

-No estamos juntos.

Su ceño se aligero -Por eso es que no estaban tan acaramelados como siempre.

Sorbi mi nariz, soltando una leve sonrisa -Si, por eso...-

-Alex, sea lo que sea que haya pasado es un berrinche de ambos- negó en desaprobación -No deberían pelear por cosas que no tienen sentido.

-Créeme, esto tiene sentido- suspiré -Realmente lo jo...- la mire, mientras ella alzaba ambas cejas en espera de que dijera esa grosería -La regué, feo.

-¿Qué hiciste?

-Deja te hago una lista, uno: no ser abierta con mis sentimientos, dos: matar a Alpha y a todo su clan, tres: casi morir en el proceso ¡Ah! Que no se me olvide mencionar que me fui y abandoné a Carl y a nuestra familia solo por eso.

Si lo decía así sonaba peor.

-¿Tu hiciste todo eso?- se preguntó como si no pudiese creerlo.

Asentí -Creí que era lo correcto, me canse de ver morir a las personas que quiero, Maggie.

-Así es el mundo de ahora, debemos acostumbrarnos- dijo ella -No diré que fue o no lo correcto porque bueno, no estuve aquí pero... si tu lo crees entonces lo es.

No dije nada más, solamente me quedé en silencio como antes, como siempre lo había hecho.

-SOLO QUIERO UN momento de paz- pedí acurrucándome en el sillón.

Entre tantas tareas, Carl y yo no podíamos tener descanso ya que teníamos que atender a toda una comunidad, entre problemas que solucionar y decisiones que tomar, el estrés comenzaba a juntarse en mi.

Carl se dejó caer en el sillón junto a mi, dándome la oportunidad de acurrucarme con el como una niña pequeña mientras colocaba su mano con delicadeza en mi vientre poco crecido.

-Esto es a lo que me refería- suspiré cerrando mis ojos.

-Yo también necesitaba esto- admitió apuntó de dormirse.

Sin embargo, la puerta fue levemente llamada, haciéndome abrir los ojos otra vez pero al mismo tiempo formando una mueca.

El pecoso me miró confundido, -¿Estas llorando?

Asentí -Sí.

-¿Es por las hormonas?

-Sí.

Solloce un poco más mientras le abrazaba.

Todo era un recuerdo.

-¿Le escuche decir mamá?- Aarón frunció su ceño.

Me giré a él, confusa y mirando al bebé en mis brazos. En cuanto pude lo miré, soltando un leve quejido mientras sostenía al bebé en brazos y al mismo tiempo de mi pierna.

Aún sanaba después de la guerra, tenía heridas por todos lados pero lo que más me dolía era la pierna, la cual me hacía caminar raro.

-¿Estas bien, Alex?- se apresuró a tomar el bebé cuando vio que estuve apunto de caer.

Asentí, agarrándome de la mesa y soltando un quejido -Si, si, es... estoy bien.

-No te veías muy bien.

-El dolor es mental- me límite a decir -¿Cómo estas tú? ¿Mejor?

Asintió -Si, estoy bien- miro al bebé en su brazo -¿No quieres descansar? Puedo encargarme un rato.

Tomé aire y me volví a poner de pie -Estoy bien, de verdad, cada vez duele menos.

Cargué de nuevo a mi hijo -Bueno, voy a creerte.

-Gracias, aunque me haría bien practicar un rato, ya sabes, tu y Jesús solían salir a escondidas para practicar sus golpes de defensa personal.

Sonrió al escuchar el nombre del mencionado -Si, puedo ayudarte aunque sea en eso.

Necesitaba tener mi cabeza en otras cosas porque tenía miedo, tenía miedo de lo que pudiera pasar.

Más tarde, ambos estábamos en el campo de la comunidad, mientras recordaba todas las lecciones que Rick algun día me dio. No fue hasta que tiré un puñetazo tan fuerte que hizo retroceder a Aarón.

-¡Uy, lo siento!- dije con rapidez -No medí mi fuerza, lo siento, me deje llevar.

Él asintió, sosteniendose la nariz -Estoy bien.

-¡Veo sangre!- me alarme.

Negó -No es nada, mira- se giró a mi con una sonrisa.

Me quede frente a él de pie, la sangre brotaba de su nariz pero su sonrisa dolorosa lo hacia verse chistoso.

-Te vas a desangrar- dije -Tienes sangre en la barba.

Tomo de su nariz al mismo tiempo en el que lo tomé del brazo para llevarlo a la mi casa, donde saque algunas servilletas o lo que pudiese servirme para que parará la sangre.

-Bueno, eso salio bien, supongo, al menos te desahogaste- opinó él cuando limpiaba la sangre.

Negué -No es justo para ti.

-Estamos a mano, ¿No?

Fruncí mi ceño -¿Por qué?

-¿No lo recuerdas? La vez que te dispararon, cuando intentaste escaparte te hice lo mismo solo que con una puerta.

Me quede pensando unos segundos, entonces recordando ese momento.

-¡Ah! Es verdad, me olvidé por completo de eso y de que Rosita se pasó una hora regañandote en otro idioma que no entendía.

Asintió -No debí haber dicho que no entendí lo que me decía.

-Interferi y entonces nos grito a ambos- sonreí -No debí haber intentado huir.

-Estabas cansada.

Tenía razón, después de todo me había pasado un largo tiempo en la enfermería sin nadie con quien hablar y apunto de arrancarme la cabeza.


HABÍAN PASADO TAN SOLO unos días que se sentían eternos conforme pasaba mi tiempo sentada sobre aquella silla frente al Carl inconsciente.

Realmente lo sentía como si se tratara de años, tomaba de su mano cada segundo y revisaba su pulso al mismo tiempo que todo lo demás.

No había dejado que ni Gracie, Glenn, Judith o RJ se acercaran hasta acá, creo que ni siquiera sabían que Carl estaba de este modo, pues no tenía cara para decírselos.

Fue una mañana del martes cuando noté como este se removió sobre su lugar, como parpadeaba en un intento de abrir su ojo apesar de llevar encima la luz del sol.

-¿Carl?- llamé, dejando de lado el reloj con el que calculaba su pulso.

-A-Alex... lo s...-

Tomé su mano -Está bien, lo hablaremos cuando estés mejor- intente sonreír -Vas a estar bien.

Abrió por fin su ojo luego de uno segundos en los cuales aclaro su garganta y me observo mejor.

-Incluso después de la muerte, ¿Verdad?- se preguntó.

-Incluso después.

Volvió a dormir, dejándome en aquel silencio y con el corazón acelerado. Suspiré con alivio, luego de contarle a los demás sobre lo sucedido, quizá esta era una señal de que viviría y que tarde o temprano despertaría.

Como era de esperarse, mis teorías fueron ciertas y él despertó unos días después, en los cuales lo atendí apesar de apenas cruzar palabras.

-... y Judith no ha parado de preguntar por ti- coloqué la bandeja con un poco de comida frente a él -Dice que quiere venir a verte pero siempre le digo que necesitas descansar y que podrá verte cuando te sientas mejor, espero no te moleste.

Él negó, acomodándose para comer -No me molesta, gracias, Alex.

Asentí -Te traere agua, eh, luego tengo que ir a ayudar a Gracie con sus tareas, parece que se le dificulta un poco las matemáticas.

-Supongo que se parece más a ti que a mi- observé como sonrió.

-Bueno, las matemáticas no me agradan- formé una leve mueca.

Deje el vaso de agua sobre la mesa, pues ni siquiera podía ponerse de pie sin marearse.

-Alex, ¿Podemos...?

-Lo hablaremos cuando te recuperes- interrumpí -Primero necesito verte sano.

Rendido, asintió -Vale.


LA CALMA DEL después.

Soy fan esa calma, el sentimiento de saber que lo peor ya ha pasado y que solo falta pasar por las verdaderas responsabilidades a las que ya estamos acostumbrados.

Si me preguntan por qué considero que la calma debería ser algo eterno bueno, no necesito que responder a esa pregunta, supongo.

-¿Cómo está?- Maggie se colocó junto a mi.

Ambas observando a Carl recibir a Gracie con un abrazo luego de su recuperación, Glenny estaba siendo cargado por él, los tres demasiado felices como para que yo pudiera ser capaz de intervenir.

-Mejor- sonreí.

-Bueno, ahora que esta mejor y que ustedes podrán hablar puedo presentarte a alguien.

Tomo mi brazo, entrelazando con el suyo mientras me encaminaba lejos de la enfermería.

-¿A dónde, exactamente?- alce ambas cejas con sospecha.

-Solo sígueme- pidió.

No proteste, nos dirigimos o más bien, ella me dirigió hasta mi casa, donde había un par de personas quedándose ahí, pero específicamente a los niños, Judith estaba junto a su hermano Rj, hablando cómodamente con otro niño con rasgos muy conocidos para mi.

-Es...- mi frase quedo sobre el aire.

Ella asintió -Su nombre es Hershel, no había podido presentartelo porque estabas ocupada.

-Es idéntico a su padre- negué, mirando a Maggie -Pobrecito.

Ella rió, al igual que yo.

Verlo no me daba un sentimiento de tristeza, si no de felicidad, lo que hizo que en mi rostro se formara una sonrisa ancha al verlo.

-Ahora cada vez que se vea al espejo dirá ¡Ah, un Pulgoso! Pero va a ser él, no Glenn asi que no tiene de que preocuparse.

-¿Quieres entrar?- señaló la casa.

Asentí, sin dudar y así ambas entramos a aquel lugar, en cuanto Hershel observo a Maggie le sonrió, corriendo a abrazarla.

-Hershel, ¿Recuerdas que te hable de tu tía Alex?- le inquirió ella luego de separarse.

El asintió con una sonrisa, debía tener unos ocho años. Cuando Maggie me señaló, el niño sonrió.

-¡Mi mamá me habló mucho de ti!- se apresuró a decir -Eras la mejor amiga de mi papá.

Asentí -Y él era el mio.

La puerta fue abierta y entonces Ron se adentró casi corriendo en busca de mi.

-Alex, necesitamos ayuda con... algo- señaló de inmediato afuera.

-¿Hay más?- me pregunté.

Él asintió, los últimos días había caminantes juntándose sobre los muros, eran pocos así que no había mucho de que alarmarse.

Eso creo.

-Bueno, tengo que irme, labores de no-líder- le dije a ambos.

Maggie asintió -Ire a ayudarlos.

HABÍAN PASADO UN PAR de semanas desde que Carl había despertado al fin, después de que lo hizo y en su recuperación me encargue de la comunidad y del orden aquí, volviendo ser líder solo por este tiempo y porque cada vez más veía a Ron pelón.

No quería verlo pelón de tanto estrés así que decidí ayudarlo.

Esta mañana, cuando el pecoso finalmente se levantó del camastro y caminó un poco, me sentí muy aliviada, pues se recuperaría y quizá todo se arreglaría.

-Necesitamos hablar- menciono luego de un silencio, en el cual ninguno supo qué decir.

Lo miré tan pronto que mi cuello dolió un poco -No, Carl, te acabas de levantar después de semanas.

-No me importa- negó.

Se mantuvo en silencio, dispuesto a hablar si o si en ese momento. No me quedo de otra más que cruzarme de brazos y recargarme en la mesa.

-De acuerdo- suspiré.

Se acomodó en su propio lugar -Cuando estaba en la explosión- señaló su brazo aún vendado un segundo -Sin poder hablar del impacto, sin saber si moriría en ese momento... lo único en lo que pensé era en ti.

Mi ceño se frunció un poco, pero no quise demostrarlo.

-En nuestra discusión, en el anillo que me diste- trago en seco -Y lo único a lo que me aferre es a ti, Alex, no en los demás, solo en ti y en nuestra familia pero entonces me di cuenta del por qué, cometí un error, no debí haber descargado mi ira en ti, no debí haberte gritado de esa manera ni haberte dicho que este no era un matrimonio porque queramos o no, lo es. Mi papá una vez hablo conmigo sobre esto, me dijo que ni los matrimonios, ni las parejas son perfectas, discuten, se aman, se gritan e incluso se dicen odiarse. Pero no es así.

-No es así- asentí -También me equivoque al no ser más abierta sobre como me siento contigo, no es justo para ti porque no lees mi mente para saberlo. Pero te estoy dando la mejor versión de mi, yo no tengo nada en que creer, Carl, ya no me queda nada ni nadie, solo tu y nuestros hijos... ya se que quizá sea una molestia al no lograr decirte lo que siento pero quiero ser fuerte para ti, quiero que tengas esa versión de mi y no la otra porque te muestro la otra versión nos derrumbaremos, y... es lo que menos quiero.

Hablar siempre es la mejor manera.

-No quiero separarme de ti, Carl, nunca- formé una pequeña mueca -Tu eres todo lo que tengo.

¿Cuánto tiempo podríamos ser una canción triste?

-Si, exacto, somos todo lo que tenemos y discutir no nos llevará a ningún lado- sonrió un poco -Así que, lo siento, Alex, no debí haberte tratado así.

-Ni yo, también lo siento.

Tomé de mi bolsillo aquellos anillos y los coloque sobre la mesa de noche junto a él, con su mirada atenta en mi y en ella un brillo.

Cuando se levantó di un paso hacia atrás debido a lo alto que era a comparación mía.

-Si quieres volverlos a usar estoy dispuesto a seguir adelante- mencionó él.

Asentí -Siempre y para siempre.

Sonrió aún más -Incluso después de la muerte, aunque, esta vez no morí.

-Gracias a todo lo bueno- suspiré -Realmente me asustaste, Carl.

-No volverá a pasar- negó.

-Espero que sea así.

Tomo con delicadeza mis brazos, uniendo su frente contra la mía en ese silencio. Solo éramos Carl y yo, en este mundo apocalíptico del cual los dos saldríamos con vida.

¿Verdad?


























━━━━ ⋆ AUTHOR'S NOTE: último capítulo del penúltimo volumen aaaaaa ¿están listos para el final? Yo se que si ;)

Díganme a q canción les recuerda Alex y les regalo una galleta.

Btw, doy spoilers gratis en mi instagram por si gustan seguirme. Todo lector que me siga es zona VIP.

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