chapter ninety-five. nothing's new
BY MY SIDE
꒰ ۫₊˚ɞ chapter ninety-five .˚ׅ🗡 ຊ ҂
❝ nothing's new ❞
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La tormenta no cesaba en ningún momento y estaba segura de que se había vuelto más fuerte desde que Kelly, Magna y Carol fueron en busca de Connie.
La cual, después de todo seguía viva y era un alivio tenerla devuelta junto a Virgil, quien parecía conocer a Michonne y fue el último en verla.
—¿Qué pasa con la puerta?— forme una mueca mientras arrullaba a Glenny.
—Está podrida— contestó Magna —Si sigue la tormenta se va a romper.
Un fuerte estruendo me hizo saltar del miedo, besé la cabecita de mi bebé mientras esté me tomaba con fuerza.
—Ire a ver a los bebes— informó Nabila, la esposa de Jerry.
Asentí entregándole a Glenny en cuanto se acercó a mi, le di un último beso en la mejilla a mi bebé antes de que Nabila se lo llevase lejos de mi.
La puerta se abrió y la ventana se rompió debido a una rama que la atravesó, los niños gritaron del miedo por lo que corrí hasta la puerta para cerrarla bien.
—¡Cuidado!
—Mantenganla cerrada— pidió Rosita en lo que colocaba una silla.
Miré por la ventana al notar un pedazo de muro volar por la carretera —Esto es malo, esto es muy, muy malo.
—Eso es aun peor— Rosita señaló el molino de viento, el cual se incendiaba.
No solo eso, sino en el camino frente a la casa paso un pedazo metálico del muro volando debido al aire.
—¿Qué era eso?— Judith preguntó hacia mi.
—Un pedazo del muro, vamos, para atrás— la tomé del brazo mientras la alejaba de la ventana.
LOS MUROS SE ESTABAN cayendo, todo se estaba cayendo más bien.
—La tormenta ha arrancado un panel y el muro de los huertos— informó Aarón —Espero que sea el único pero, lo peor es que hay un incendio en el molino que atrae a los caminantes de los alrededores
—Hay que volver a levantar el muro de ese panel y apagar el fuego— indiqué —Vamos a necesitar tres equipos.
—Yo voy con uno para combatir el fuego.
Asentí a Aarón —Y yo iré con otro a reparar el muro— Carol dijo.
—Y yo me quedaré para proteger a todos aquí— anuncié y todos estuvieron de acuerdo.
—Yo me quedo contigo— informó Rosita y asentí.
—Bien, ¿Algún otro voluntario?
—Yo iré a apagar el fuego— el chico de cabellera y barba rubia levantó su mano junto a Aarón.
Asentí con la cabeza a Kian, quien de inmediato tomó el arma que utilizaría.
Connie levantó la mano tambien y Magna negó —Acabas de regresar.
—Nos vendría bien si esta dispuesta— admití.
Ella asintió mirando a Carol, —Ella quiere ir con Carol— dijo Magna, con tono de desagrado.
—Entonces... yo también voy— dijo Kelly y le asentí.
—Ire contigo— informó Magna a Aarón.
—Yo tambien— Virgil se levantó a duras penas.
—Deberías descansar— indiqué.
Negó —Me gustaría ayudar.
—Necesitamos toda la ayuda posible aquí para que no entré nada.
Asintió —Si, bien, les ayudare.
Me giré a los demas —En marcha.
Tan pronto como todos se alistaron para salir, me giré a Jud, quien mantenía su espada sobre su funda, con su sombrero puesto lista para salir.
—¿Puedo acompañarlos?— me preguntó en un tono dulce, por lo que tuve que negarme.
—Jud, preferiría que te quedaras aquí— asegure.
—No me asusta.
—Se que no, pero necesito a alguien que me ayude a calmar a los niños, en especial a Gracie porque le tiene miedo a los truenos— tomé su brazo con delicadeza y ella asintió levemente.
—Está bien, me quedaré, pero te voy a ayudar, ¿Puedo?
Sonreí —Entre más ayuda mejor.
TERMINÉ DE CLAVAR EL clavo sobre la madera y la ventana, jalandola un poco al terminar para asegurarme de que estuviera bien puesta.
—No hay más tablones— informó Lydia.
La mire de reojo, tomando más clavos —Usa los muebles.
Ella asintió marchándose, miré la puerta y coloqué bien la silla al retroceder un poco.
Finalmente y con algo de cansancio, subí las escaleras hasta la habitación donde estaban todos los bebes. Le saludé a Nabila con un leve ademán mientras colocaba la mirada en Glenny.
—Creo que a alguien esta buscando a su mamá— mencionó la adulta junto a mi, pues Glenny no paraba de llorar, buscando en todos lados.
Tomé al pequeño en brazos —Aw, tranquilo bebito, todo está bien.
Acaricié su espalda con delicadeza, pues de inmediato el bebé se quedó en total silencio, murmurando una y otra vez:
—Mamá, mamá...
—Está bien, bebé— sonreí —Ya estoy aquí, nada malo va a pasar, los monstruos se han ido.
Con monstruos me refería a los truenos, los ruidos fuertes solían alterarlo.
De un momento a otro los gritos del piso de abajo me alarmaron, dejado al pequeño sobre la cuna mientras corría despavorida con la katana en mis manos.
—¡Gracie!— grité.
Pues se encontraba con un caminante tomándola por la blusa a través de la ventana.
Ella me miró asustada —¡Mamá, ayúdame, ayúdame!
Judith al estar más cerca corto la mano del caminante, mientras mi hija corría hasta mi para abrazarme de la cintura.
—Están en todas partes— Lydia dijo junto a Rosita.
Ambas intentaban cubrir la ventana.
—Llama a Carol por la radio y dile que debe haber otra brecha por ahí— ella asintió ante mi indicación.
—Judith, las velas— indicó Rosita y la castaña obedeció.
Apago las velas tan rápido como pudo, hasta que los gruñidos de caminante se transmitían desde las ventanas hasta la puerta.
Judith abrazo a Gracie en mi lugar y corrí hasta la puerta para evitar que el caminante la abriera. Pues, no era el unico, muchos más caminantes se unieron para empujar.
¿Acaso estaba teniendo un Dejà vu?
—¡Se están saliendo las bisagras!— exclamó Lydia, corriendo hasta mi para empujar la puerta.
Todo se estaba cayendo poco a poco, el peligro venía cada vez más, lo cual me obligó a buscar mil soluciones en mi cabeza pero ninguna concreta.
Empujé aún más la puerta —Y el marco también... ¡Mierda! Bien...-
Me aleje para tomar la katana mientras Rosita y el resto observaban mis movimientos.
—¿Qué demonios haces?— inquirió Ros.
Tomé aire —Voy a ganar tiempo.
—¿Qué?— Lydia cuestionó —¿Qué hacemos?
Respiré con pesadez —Cierren la puerta después de que salga, ¿Si? Uno...-
—¡Mamá, no lo hagas!— pidió Gracie pero la ignoré.
—Dos... ¡Tres!— abrieron la puerta, haciéndome correr.
Empujé a todos los muertos que empujaban de la puerta con todas mis fuerzas, clavando mi espada en sus cráneos conforme se acercaban a mi. Mataba a uno por uno, empujando a otros para así poder terminar con el resto y mojandome por la lluvia.
Esta entraba a mis ojos cuando menos me daba cuenta, tuve que limpiar mi rostro un par de veces.
Una vez que terminé, baje las escaleras para seguir con los otros que venían hacia mi, siendo aproximadamente cinco más de ellos.
Creía que podría volver, pero había predicho mal mi siguiente paso. Pues aquel caminante se me abalanzó con demasiada fuerza que me fue imposible sostenerme de pie.
Caí de espaldas sobre el charco de agua, sofocandome al inicio pero sin dejar de tomar al muerto que intentaba con todo morder parte de mi piel.
Mientras lo tomaba de los hombros y este gritaba demasiado, lo cual me asusto pues, había caminantes que te gruñian en la cara pero a diferencia de este, lo hacia con mucha más desesperación y coraje al no poder tomar una parte de mi carne.
Formé una pequeña mueca, buscando una salida fácil al tener mi katana lejos de mi alcance.
Tomé aire, espere tres segundos y... logre clavarle la piedra junto a mi, golpeándolo varias veces hasta que termino de morir, me levanté a duras penas y regresando.
Tome entonces la espada, siendo iluminada por un relámpago. No deje de luchar y una vez que todos los caminantes cerca fueron re-matados por mi, volví a casa, entrando cuando Lydia abrió la puerta.
—Aléjense de las ventanas— pedí tomando aire con poca fuerza.
—¿Estas bien?— la castaña se acercó, entregandome una cobija para secarme.
Asentí —Si... solo... aléjense de las ventanas.
LOS CAMINANTES EMPUJABAN con mucha más fuerza, tanta que ahora éramos más personas empujando para que no pudesen entrar.
—¡Esto no los detendrá mucho tiempo!— informó Rosita —Hay demasiados.
—¿Llamó a Aarón y a Carol?
Negué —No, tienen que apagar ese fuego y arreglar el muro.
—Si llevamos a todos arriba podemos dejarlos en la planta baja— ideó Lydia.
Asentí de acuerdo —Si, si, bien— me giré —Escuchen, todos arriba, ahora.
Judth asintió tomando a Hershel y RJ, Nabila se llevó a Glenny pero me giré cuando titubee.
Rosita se giro a mi, la mire y ella a mi —Ve con Coco.
Ella negó —Tu ve con ellos.
—Podemos con esto, nadie morirá, no en mi turno como líder.
—Alex...-
—Ve con Coco— insistí —Tu hija necesita a su mamá.
Formó una línea en sus labios, creí que no se iría cuando note lo aferrada que estaba a la puerta, pero me hizo caso.
Tomo la puerta con delicadeza, separándose lentamente y luego corriendo por las escaleras.
Ahora solo eramos Lydia y yo.
—Yo la sostengo, ve con tus hijos— miré a Lydia confundida.
—¡Gracioso, yo iba a decir que fueras con Rosita y los demás!— grité debido a los truenos.
—Estaré bien— respiro con pesadez —Tu lo dijiste, nadie morirá en tu... en tu turno.
—Si, pero me refería a ustedes, no a mi.
—¡Corre!
Asentí rápidamente, huyendo tan rápido como podía hasta subir las escaleras una vez que los demás subieron. En cuestión de segundos cuando Lydia dejó la puerta, los muertos comenzaron a entrar, con ello una masacre de sangre.
Con ayuda de Lydia y Rosita nos hicimos cargo de los caminantes que se adentraba a la casa, fue así por toda la noche hasta que el sol comenzó a salir.
No había podido subir, pues me había quedado aquí toda la noche a lo cual no sabía lo que sucedía allá arriba.
—¡Agh, Dios!— solté un quejido al levantarme luego de casi caer de espaldas por el esfuerzo.
—¡Hey! No encontramos a Judith y Gracie, no han salido— informó Diana.
Me giré rápidamente al escuchar sus nombres—¿Qué? ¿Y apenas me lo dices?
—No queríamos preocuparte.
Clave con más fuerza la espada —Bien ¡Vale, estás con nosotras ahora!
Lydia me tomo del brazo antes de que retrocederá —¡Arreglemos esto y las buscamos!
Diana se me adelanto así que no pude negarme, luego recordé, el silbido, si Gracie está en problemas sonará y por ahora no podía alejarme debido a los caminantes constantes que se acercaban, no podría aunque lo intentara.
Titubee antes de clavar otra vez la espada, —Hay que...-
Me detuve al escuchar el silbido.
—¿Qué demonios es eso?— Rosita se preguntó en voz alta, no nos había puesto atención en la conversación.
La preocupación me atravesó como una bala sobre todo mi cuerpo.
—Es Gracie, es su señal de emergencia— miré la ventana —Encaguense de esto, iré a buscarla.
Las tres asintieron, abrí la ventana tan rápido como pude y salí a duras penas debido a la altura.
Corrí hasta el sonido, dándome cuenta que se encontraban en el mismo lugar solo que en él sótano.
—¿Gracie?— agaché mi cabeza hasta la pequeña ventana.
—¡Mami!— gritó la mencionada junto a Judith —¡Ayúdanos!
Asentí, —Quédense ahí, ¿Vale?— miré a los caminantes —¡Hey, por aquí, vengan por aquí!
Ellos obedecieron, dándome la oportunidad de saltar al agua y clavar el cuchillo en el primero que se me cruzo al salir del agua.
—¡A las ventanas! Rápido...— masculle mientras sostenía al caminante.
Este se me echo encima hasta el fondo del agua, sin siquiera darme la oportunidad de tomar aire, me atragante en el fondo, aplastando el craneo del mismo y así salir del agua otra vez para tomar aire.
—¡Mami! ¿Estas bien?— inquirió Gracie y asentí tosiendo un poco.
—¿Y ustedes?
Judith asintió —Estamos bien, Lexie, hay más.
Miré a donde señalaba, era verdad, más caminantes venían hacia aquí.
—Vamos— cargué a Gracie y la sostuve sobre mis hombros —Suban.
Solté un quejido debido al peso, una vez que subió, ayude a Judith a subir también.
—¡Adelantense!
Judith se giro —¿Y qué hay de ti?
—Vayan.
—¡Buscaré ayuda!
—Primero pon a Gracie a salvo, Jud, yo puedo.
Ella asintió tomando a Gracie, me giré a los caminantes que venían, repitiéndome a mi misma que podía.
TAL VEZ NO PODÍA, no, en definitiva no podía, tuve que colgarme de la tubería como un animalito desesperado por vivir mientras los caminantes intentaban comerse una parte de mi.
—¡Alex!— escuché a Lydia gritarme desde la ventana.
Le miré a duras penas —Ah, hola, Lydia.
—¿Qué estás...?
—¿Haciendo? Nada, solo pasando el rato con mis amigos los... muertos vivientes, ¿Y tú?
Ella entró en completo pánico —No te muevas, iré a buscar ayuda.
Asentí —No tengo a donde más ir así que...-
Escuché como corría lejos de aquí, teniendome que mantener atada a la tubería con más fuerza cuando esta tembló por mi peso.
Solté un leve chillido, aferrandome más a la tubería.
—Mierda, no me hagas esto— pedí mirando hacia abajo.
Solté un gritó cuando uno de los caminantes estuvo por rasguñar mi espalda.
—¡Aléjate, aléjate!— manotee para que no me tomara —¡Lydia!
La mencionada corrió devuelta con... —¡Ron!
Esté sonrió mientras buscaba la manera de ayudarme a salir —Alex, ni se te ocurra moverte de ahí.
Respiré con pesadez —Lo se, es malo.
Lanzó la cuerda hacia adentro, teniendo que tomarla para subir una vez más cerca de la ventana, entonces Ron me tomo de la cintura con ayuda de Lydia y sólo así pude salir de ese agujero intacta.
Respiré con pesadez —¿Estas bien?— Lydia inquirió y asentí.
—Gracias.
Ella asintió —Bueno, hubieras hecho lo mismo por mi.
Le miré y asentí —Por supuesto— me giré a Ron —¿Y Gracie? ¿Judith?
—Están a salvo— aseguró él —Vuelvo y todo es un desastre.
Me levanté —Rosita y los demás se están encargando de los caminantes, hay que... ayudar con el molino.
Ron asintió, siguiendome hasta el molino.
HABÍAMOS LOGRADO APAGAR el fuego del molino pero tristemente había quedado en ruinas, mi casa estaba destruida y llena de sangre de los caminantes en todas las paredes así que, no funcionaría hasta al menos limpiarla.
Eso tomaría semanas.
Cargué a Glenny con fuerza mientras el balbuceaba cuando sorbí mi nariz mirando las puertas abrirse.
Se trataba de ellos, habían vuelto.
Ron sonrió —¿Y los otros?
Le miré, ambos sabíamos entonces lo que les había pasado.
Al bajar, Carl se apresuró a correr hasta mi y al bebé, abrazandonos a ambos con fuerza.
Cerré mis ojos juntando mi frente con la suya —¿Estas bien?— inquirí en un sollozo.
Él asintió descartando la herida sobre su brazo —Estoy bien, cariño, estoy bien.
Gracie corrió hasta él y lo abrazo al igual, sonreí mientras la cargaba para abrazarla aún mejor.
—Que bueno que volviste, papá— Gracie dijo.
—¿Y Negan?— me pregunté al mirar a los demás.
—Se fue, no volverá— contestó.
Asentí a ambos, —Bien.
—Alex...— Carl me tomo de los brazos, su mirada de preocupación me hizo asentir —Alden no... no lo logró.
—Lo sé...— sonreí tragándome las lágrimas —No todos lo harían, ¿Verdad?
Asintió tomándome en un abrazo mientras cerraba los ojos en un intento de no echarme a llorar.
Nos separamos al escuchar los gritos de Jerry llamándonos, lo cual nos alarmó.
Le entregué a Aarón a Glenny en la primera alerta, corriendo a tomar mi katana y correr hasta el puesto de vigilancia en la puerta.
—¿Vienen con ustedes?— les pregunté a Daryl, Maggie y Carl.
Tanto Jerry como yo los observamos en busca de una respuesta. —No— respondió Maggie con firmeza.
Daryl me entregó un arma, así que la cargué y apunté a aquellos hombres que se acercaban hasta aquí armados y con trajes raros.
—¡Todos listos!— exclamó Daryl en medio de Carl y de mi.
—¡No, no, no, esperen, esperen!— Eugene gritó eufórico mientras salía de todos ellos.
Mi expresión se aligero rápidamente al mirarlo ahí.
—¡Somos amigos, somos todos amigos!— sonrió —Han venido a ayudar.
Baje el arma con delicadeza.
—Ezekiel, Yumiko, Becca y yo nos embarcamos en un viaje— dijo Eugene frente a todos, una vez que los dejamos pasar —Nos cargamos con la esperanza en nuestros días más oscuros, esta de más decir que nos ganamos la lotería. Será mejor que me haga a un lado para que lo escuchen de la persona misma, les presento al señor Lance Hornsby, representante diplomático de la Commonwealth.
Me crucé de brazos sobre la pared, mientras Carl me miraba junto a mi con nuestro bebé en brazos.
Había personas con esos trajes raros alrededor, desempacaban un montón de cosas y comida, lo cual nos confundió a todos pero Eugene se veía muy confiado.
Aquel hombre de mediana estatura, traje con corbata y una gran sonrisa se colocó frente a todos.
—Hola— saludó por principio —Soy Lance, gracias por dejarnos entrar a su hogar. Debo decir que estoy impresionado por todo lo que construyeron y por sus otras comunidades...— miró a su alrededor —Pero es claro que atraviesan tiempos difíciles, ahí es donde la Commonwealth está más que dispuesta a ayudar, si se unen podemos proveer materiales y mano de obra para reconstruir todo lo perdido.
¿A cambio de? Todo lo bueno tiene un lado oscuro y no puedo ni imaginar lo que está apunto de decir.
—Sin embargo, si están interesados, tengo para ofrecerles una opción que creo será más interesante...-
Nuevamente, mi mirada se posó en Carl luego de que terminara su oración, Glenn balbuceo en sus brazos y entonces, como dije, no podía ni imaginarlo.
━━━━ ⋆ AUTHOR'S NOTE: denle la bienvenida a la Commonwealth en BMS ;)
acá voy a alargar bastante la historia ya que quiero contar más detalles y tener más escenas de Alex con diferentes personajes so, entre más caps mejor pq así no llegamos al final tan rápido y así no me funan 🤺
Btw y por si no sabían, tengo otro fic de Carl en mi perfil, se llama Stargirl por si quieren pasarse a leerlo ;)
that's all, recuerden votar y comentar <3
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