chapter hundred-nine. by my side
BY MY SIDE
꒰ ۫₊˚ɞ chapter hundred-nine .˚ׅ🗡 ຊ ҂
❝ by my side ❞
━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━
Me senté junto a Negan, sonriéndole levemente —Cuando... nos volvimos a encontrar dijiste que Lucille y tú habían querido criarme como su hija.
Él asintió bajando la mirada, suspire comenzando mi discurso.
—Tienes una oportunidad de hacerlo con tu hijo, Negan, aprovéchalo lo más que puedas porque el tiempo se va cuando menos lo esperas, haz que su crianza sea feliz y llena de amor— él me observo —Sé que es fácil decir muchas veces lo siento y lo entiendo, sé que lamentas todo lo qué pasó y... te perdono, Negan porque ahora se que... quizá pueda.
—Lo digo de verdad— admitio provocando que todos mis movimientos se detuvieran —Se que estuve mal y créeme que me arrepiento demasiado y me hubiera encantado tener una buena relación contigo pero... se que hice mal, pero quiero que sepas cuan arrepentido estoy...
Eso me dejó mirándolo un buen rato, en el cual guarde simple silencio.
—Glenn era mi mejor amigo y era el mejor hermano mayor que pude haber tenido en toda mi vida, recuerdo su bondad... sus bromas y como me hacía reír, pero cada vez que te miro oigo gritar a Glenn y a ti burlándote por eso— respondí —No pude perdonarte pero lo hago ahora, porque no puedo irme sintiendo odio, lo digo de verdad, quiero que mi tiempo sea sin odio y sin remordimientos porque, ¿Sabes? Realmente odio los remordimientos, así que sí, te perdono por lo que hiciste.
Tomó mis manos —Gracias, Alex, de verdad.
Asentí —No tienes que agradecerme nada ahora.
—¿Por qué?
Encogí mis hombros —No me queda mucho tiempo así que, debo ir adentro y avisarle al resto de que sucederá pronto.
Me levante con el imitando mi acción —Alex, ¿De qué estás...?
—Disfruta la vida— retrocedí —Es lo único bueno que te queda
EL MISMO VIEJO SENTIMIENTO de vacío en mi corazón. Porque... el amor viene lento, y va tan rápido.
Estaba admirando las fotografías de la caja que Carl trajo para mi.
—¿Ese es...?— Becca se acercó hasta mi.
Asentí con la cabeza, admirando la fotografía de mi padre junto a mi mamá, la fotografía en la que yo apenas había nacido y la cual mi padre; abraham Ford había guardado hasta recuperarme otra vez.
Realmente lo extrañaba.
—Si, él es— sonreí con delicadeza —Se ven muy felices, ¿No lo crees?
Ella asintió —Si, demasiado.
Me abracé a mi misma, Tal vez un día entenderé por qué todo lo que toco seguro que muere.
—Alex, nunca me dijiste como fue vivir con él— recordó —¿El era...?
—¿Paternal? Si, una vez me enseño a manejar con Ron, fue un desastre pero... sabía que en el fondo lo disfrutaba— sonreí sin despegar la mirada de la fotografía —Realmente lo ame demasiado, mi papá, él... merecía en universo entero— me giré a ella —Veo mucho de él en ti, Becca.
Sus ojos se abrieron con un pequeño brillo —¿Tu crees?
—Si, lo creo— asentí —Él realmente nos quería, Becca, creo que si te lo propones podrías algún día ser como el, ayudar a los demás, valiente y fuerte, estoy segura.
Una sonrisa se formó en su rostro con un brillo en sus ojos —Gracias, de verdad... es lo más lindo que me han dicho.
Suspire, mientras ella pasaba su brazo sobre sus hombros, acepte su abrazo con delicadeza al tratar de no lastimarme. Sentí su mano sobre la poca sangre que había en mi ropa, lo cual la hizo separase de mi de inmediato, alejándome lentamente.
Mi expresión se volvió ligera cuando ella se dio cuenta de lo que había, cuando se dio cuenta de lo que pasaba. Sus ojos apachurrados me observaron unos segundos, como si estuviese en shock aún.
—¿A-Alex? ¿Estas...?
—Estoy bien— le interrumpi —No es el final, aun no.
—Pero...— formó una pequeña mueca —A-Alex tu... vas a... estas...-
Tome sus hombros —Escucha, Becca...— ella me miró con atención, sus ojos comenzaban a llenarse de lágrimas —Voy a estar bien, sigo aquí, ¿Si? Nadie debe saberlo, no aún, al menos hasta que...— mis ojos comenzaban a lagrimear —Hasta que pueda decírselos, ¿Si? Tienes... tienes que prometer que nadie sabrá... tienes que prometer que nadie sabrá que voy a morir hasta que pueda asimilarlo y decirselos.
Ella asintió con la cabeza, dándome la oportunidad de soltar un leve sollozo.
—Vas a vencer el mundo, Becca, vas a ser la persona mas fuerte que el mundo haya conocido, vas a crecer y te volveras alguien responsable, eres inteligente, fuerte y muy, muy valiente... y te amo, eres mi hermanita, te amo muchísimo.
Eso fue suficiente para ella, le fue suficiente para echarse a llorar sobre mi hombro.
Las personas vienen lento, y se van tan rápido. . .
—¿ME VEO BONITA?— Gracie se giró a mi, mientras limpiaba su vestido para la cena.
Le sonreí mientras asentía —Déjame te peino, ¿Vale?
—Mamá, ya puedo peinarme sola— aseguró —La tía sophia me enseñó así qje no te preocupes.
Suspire —Vale, te dejo entonces.
Ella frunció su ceño un momento, en el cual intentaba peinarme pero me era imposible puesto a que mis articulaciones dolían a cada segundo.
—¿Estas bien, mamá?— se preguntó.
Le mire, asintiendo una y otra vez. Tomé sus manos y las uní con las mías mientras me colocaba de rodillas para estar a su altura y mirarla directamente a los ojos, mientras peinaba havia atrás su cabello.
—Voy a estar bien... y tu también.
Asintió —Lo sé...-
—Gracie tienes que prometerme que, pase lo que pase le harás caso a tu padre— pedí.
Ella frunció su ceño, entonces supe que ella lo sabía —Esto es un adiós, ¿Verdad? por favor, mamá, dime que no es un adiós
Negué —No... no, no lo es...— sorbi mi nariz —Es un te veo después, ¿Si?
Asintió —Si.
—También tienes que prometer que vas a crecer y te vas a convertir en alguien amable, en una mujer bondadosa y en una mujer fuerte e independiente.
—Sere como tu, mamá, no importa qué pase— aseguró —De grande quiero ser como tú, nunca lo dije pero asi es, salvaste a mi hermano, yo también quiero salvar a las personas.
—Lo harás— una lagrima bajo hasta mi mejilla —Y serás la mejor líder.
—Como tu— repitió.
Pase mi brazo sobre sus hombros y la acerque hasta mi, no podía decirle que muy pronto ya no estaría aquí o se pondría demasiado triste y verla llorar era lo último que quería.
EL RESTO REÍA Y DISFRUTABA y yo solo podía mirarlos, reír con ellos y bromear un poco.
—¡Mamá, mamá!— Gracie reía mientras le provocaba cosquillas.
Finalmente bese su cabello mientras la abrazaba completamente.
—¿Hacemos un brindis?— Yumiko llamó la atención de todos, incluyendo la mía —Un brindis por Luke...— me miró —Y por Derek.
Levante mi copa con una pequeña sonrisa—Por Luke y Derek.
—Solo mira esto— Ron chocó su copa contra la mía muy fuerte, haciendo que casi se rompiera.
—¡Ron, eres un baboso!— acusé mientras limpiaba el vino que se había caído.
—¡Pero fue épico!— miró a su esposa, quien asintió encogiendo sus hombros.
Entrecerré mis ojos, levantándome hacia la cocina para tirar todas las servilletas, cerrando mis ojos al mismo tiempo que sentí un mareo.
—¿Estas bien, cariño?— Carl tomó mi mano al verme titubear.
Asentí —Totalmente.
Tomé su mano y me senté sobre la mesa nuevamente, recargando mi mejilla sobre su mano y asi riéndome al mismo tiempo.
—Siempre fuiste tan hermoso— halague, peinando su cabello hacia un lado —Siempre ame tus pecas.
Tomó mi mano y beso mis nudillos —Y yo siempre te ame completa.
Asentí —Lo se, siempre me lo dices— mire al resto —Quiero recordar esto.
—Para toda la vida, ¿Verdad?
Eso me hizo bajar la mirada rápidamente, hasta finalmente ponerla en él. Su ceño se frunció y sus ojos cambiaron de un alegre a... un confuso y asustado.
Pero yo intentaba transmitirle todo con la mirada.
Me despegue —lo siento, Carl.
Mire cada una de sus reacciones, como fruncia y desfruncia su ceño tratando de recordar en qué momento, como su corazón de rompía a cada segundo.
—¿Q-Qué...?-
Sonreí levemente, limpiando la lágrimas que se escapaba por mi mejilla mientras apretaba más su mano.
—¿Cuando, como es que...?
—Cuando íbamos al hospital con los niños— conté —Nos quedamos atascados en una ambulancia, le dije a eugjne que saliéramos y así lo hicimos, deje que rosita pasara primero y... al intentar subir al edificio yo... caí, entonces uno de ellos me tomo y... arranco mi piel con tanto coraje que... sentí como si supiera algo que yo no.
Se quedó quieto en su lugar, no sabiendo qué decir al respecto más que solo quedarse ahí, viéndome y tratando de procesar todo.
—Lo siento, carl— repetí nuevamente.
—No es nada, no es nada— repitió apretando mi mano.
Sonreí levemente, levantándome de mi lugar y dejándolo ahí —Tengo que tomar aire.
¿Cuánto tiempo podríamos ser una canción triste?
La silla se balanceaba conforme empujaba mis pies sobre la tierra, mirando el cielo y con la esperanza de que esto aún pudiese ser un mal sueño.
Toda mi vida, toda mi niñez había esperado este momento y cuando no llego supe que jamás sucedería, al menos no en un futuro cercano pero, ahora que lo estoy viviendo me doy cuenta que esto que desee tanto es lo peor que me puede estar pasando.
No quería morir, el sentimiento de quedarme aquí me estaba gritando en mi cabeza que me hacía querer llorar.
Las nubes era lo único que me reconfortaban, pues el sentimiento de querer morir es peor que el de querer vivir.
—Yo podía morir— comencé a hablar hacia Ron, quien se sentó junto a mí. —Y... sabes hay un punto en el que comienzas a preocuparte más si estarás el día siguiente, siempre está ahí pero se intensifica cuando comienzas a amar a las personas.
Formé una mueca, mientras el pánico me inunfaba una vez más.
—No puedo morir— negué —No puedo, no puedo hacer esto... no puedo.
—Lex, debes dejarlo ir.
Negué —No quiero que mi bebé crezca como yo, no quiero que gracie crea que su mamá la abandono o... que glenny crea que morí sin amarlo— solloce —Y, se que esta mal pensar en eso pero no quiero que ellos crezcan como yo lo hice.
—No lo haran— aseguró acariciando mi espalda —Gracie te ama a locura, le salvaste la vida y... Glenn vera las fotos, sabrá muestras anécdotas de ti y de todo lo que Carl y tu vivieron, todos los que perdiste y todas las risas.
Intente sonreír, pero no podía, simplemente no podía sonreír, no ahora.
—Espero que si exista un más alla— admiti —Realmente lo espero.
—Estoy seguro de que lo hay— suspiro —Y si no, entonces te veré veré el infierno.
Le empuje —¡No digas eso!— regañe tomando aire —Oh, dios.
Sonrió —Voy a extrañarte, alex.
Asentí —Lo se, no podrías vivir sin mi.
—No bromees, estoy abriendo mi corazón para ti.
Forme una línea con mis labios —Está bien, esta bien, prosigue.
Suspiro —Eres la mejor amiga que he tenido toda mi vida, eres más para mi que yo para ti, Alex, que te vayas me duele y no mentiré, me duele demasiado pero... se que debes seguir y pasar a la otra vida, esperándome para volver a escuchar Taylor Swift en mi habitación mientras comemos fresas robadas de la alacena.
Reí ligeramente, bajando la mirada apara ocultar mis ojos lagrimear.
—Y lo digo en serio, eres la mejor persona que he conocido, me enseñaste tantas cosas que nadie más lo hubiera hecho, me diste la oportunidad de ser una mejor persona incluso cuando muchos no, incluso cuando nadie confío en mi, tu lo hiciste, siempre peleaste por mi y me hubiera gustado pelear por ti.
Mis ojos se abrieron demasiado —Wow, ¿De donde sacaste eso?
Negó —Tampoco se.
Me recargue sobre su hombro mientras mirábamos hacia el cielo nuevamente.
—Lamento hacer esto en tu cumpleaños— murmuré y el frunció su ceño —Lo se, lo he visto en el calendario veintitrés de Mayo.
Negó —Está bien, contigo todos los días habían sido un cumpleaños.
Sonreí respirando con más dificultad, me separé haciendo que me mirara.
—Hay que volver adentro— pedí sintiéndome mareada y debil.
Se levantó tomando mis brazos para ayudarme a ponerme de pie —Déjame llevarte.
Negué —Puedo caminar.
Tropecé gracias a mi tobillo, obligándome a tomar su brazo hasta adentrarnos, donde, sophia y Maggie me ayudaron de inmediato al verme entrar.
Tenia que respirar por la boca, pues me era imposible hacerlo por la nariz más.
—Llama a Carl— pedí, sabía que pasaría —Por favor.
—No te dejare aquí sola— afirmó —No dejaré que mueras aquí.
—No lo haré, llama a Carl, dile que me lleve al patio, no quiero entrar ahí— mire a la casa de reojo.
Ron titubeo en su lugar, sin embargo, le tuve que insistir unas tres veces antes de que me dejara volver a caminar sola hasta dicho patio.
Ahí, ahí moriría. Sobre el suave pasto, con la hermosa vista de esta casa junto a Carl, no adentro de cuatro paredes y un techo, rodeada de personas que esperan a que cierre los ojos para echarse a llorar.
Cuando Ron llego de regreso no esperaba que llegara con Maggie, Carol, Sophia y Rosita junto a Carl.
Maggie me tomo de los hombros cuando estaba por caer y cuando les conté lo que quería hacer ellos aceptaron, había lágrimas por todos lados pero intente ignorarlas.
Le sonreí a Maggie aceptando su abrazo, ella beso mi frente con tanto amor y lágrimas que me fue imposible no sollozar.
—Lo se— murmure al verla querer decirme algo, pero las palabras simplemente no le salían —También yo.
Sorbio su nariz y se alejo de mi, haciéndome mirarle hasta que desapareció dentro de la casa, en la cual Ron se encontraba recargado sobre la puerta, observándome desde lejos.
Com Rosita fue diferente, la adulta no dejaba de mirarme con una mueca de tristeza y enojo, sin embargo, tuve la oportunidad de abrazarla una última vez y hablar con ella.
—Todos estamos orgullosos de ti— dijo —Incluso yo, Alex.
Lo único que puedo hacer es abrazarla, porque quiero sentir esto una última vez, quiero sentir su cariño.
—Vencí al mundo— le susurró, aunque estoy casi segura de que no lo entiende —Vencí al mundo de mi manera.
Siento como acaricia mi cabello en aquel abrazo y, por una última vez la escucho decir: —Sí, lo hiciste.
Cuando me deja un cálido beso en la frente y se va se que es tiempo de las últimas despedidas. He dejado un par de cartas a algunos, pero no tan largas como quisiera, de todas manera me siento segura de que he dicho todo lo que necesitaba decir.
—Hey, el pasto es comodo— sonreí dejándome caer sobre el suelo.
Pero sophia no sonrió, se mantuvo neutra al mirarme. Mi sonrisa se borro cuando note que Carol llevaba mi bebé, Glenny, dormido sobre sus brazos.
Ahora sabía que si lloraría al verlo y así fue, sentí una presión en el pecho al verlo tan tranquilo. Mis ojos echaron lágrimas como locas, ya no tendría a nadie, solo a Carl.
Carol lo acerco hacia mi, bese la mejilla de mi pelirrojo bebé y cerré los ojos frente a él, tratando de olvidarme de todo unos segundos.
—Se fuerte, mamá te ama, Glenn— susurre solo para el.
Sus hermosos ojos avellana que me miraban con delicadeza, inocencia y cariño, este mismo se encogió en los brazos de Carol mientras intentaba volver a dormir. La adulta se alejo con lentitud de mi cuando me separé y me dio una leve sonrisa que devolví hecha lagrimas.
—Les daremos unos minutos— anuncio Carol y asentí.
Carl se coloco junto a Ron y entonces me giré a Sophia, quien se sentó junto a mí en el pasto.
—Que linda vista, esta para morirse— bromee.
—No juegues ni bromees— pidió sophia y le mire —Esto no es un juego, alex, no quiero oírte más decir que estás feliz y que te iras a la luz o que me cuidarás, no quiero oír más de esas estupideces porque sino te mataré antes de que tu... ¿Entiendes?
Asentí levemente —Lo siento.
Negó echándose a llorar, haciéndome sentir culpable mientras ella apretaba mi mano.
—Lo siento, Sophia.
Asintió limpiando su rostro —Yo tambien, lamento haber sido grosera contigo cuando Henry murió, solo tratabas de ayudarme y... por desaparecer y por estar enojada contigo todos estos años.
—Está bien, no tienes que disculparte, Soph.
Sorbio su nariz —Había tantas cosas que pudimos haber hecho esos años y, me arrepiento no haberlos pasado contigo.
Entrecerre los ojos respirando con más pesadez. Tomé la mano de mi mejor amiga, mientras Gabriel se acercaba con lentitud y una biblia en mano.
—¿Nos permites?— se preguntó.
Sophia lo supo y yo también, esta sería la última vez que nos veríamos.
—Te veo en el otro lado— le dije, cuando ella se levantó y beso mi mejilla antes de retirarse.
Me giré a Gabriel mientras tomaba mi mano y la juntaba con las suyas, inclinándose para cerrar sus ojos y comenzar su oración.
Entonces cerré mis ojos y tomé todo el aire que pude.
—Recibela en tus brazos bondadosos, en el descanso bendito de la paz eterna— sonreí con delicadeza —Y en la gloriosa compañía de los santos y la luz, que su alma y el alma de todos los difuntos, por la misericordia de dios, descansen en paz. Amén.
Soltó mi mano y la coloco con delicadeza sobre mi regazo, levantándose de mi lado para mirarme a los ojos.
—Nos volveremos a encontrar— le escuché susurrar y asentí.
—Gracias, Gabriel— susurro Carl y entonces se sentó junto a mí.
El asintió —Los dejaré unos minutos solos.
Carl acepto, entonces no pude controlarlo y me deje caer sobre su pecho, cerrando los ojos unos segundos. De inmediato volví a abrirlos, dándole a entender que seguía aquí.
—Incluso después de la muerte, ¿Verdad?— se preguntó.
—Tienes que encontrarlo, Carl...— susurré bajito, uniendo sus manos con las mias —A Rick... él está vivo... Michonne se ha ido a buscarlo.
Note la lágrima que bajaba de su rostro, mientras asentía acariciando mi mano.
—Tienes que buscarlo y... traerlo devuelta a casa... promete que lo haras— pedí.
Pero a este punto ya ni siquiera podía moverme para sonreirle, mi cuerpo dolía tanto que no se me permitia moverme un solo centimetro, más que mirarlo con delicadeza.
—Lo prometo— sorbio su nariz —Lo prometo.
—Dime... que todo va a estar bien— pedí en un ligero susurró, su rostro era lo único que veía.
—Todo va a estar bien.
Entrecerre mis ojos —Lamento... haber arruinado... esto— susurre sin aire.
Negó —No lo hiciste, Alex, fuiste lo mejor que me ha pasado en toda mi vida, te ame siempre y para siempre, te amo.
También te amo.
Estaba intentando quedarme un solo segundo más para sonreirle y así fue.
—Sabes... me alegro que no estés en mi lugar.
Su cabeza asintió, aferrándose a mi mano mientras mi vista se iba borrando.
—Está bien, Alex, puedes irte, estaremos a salvo ahora.
Eso fue lo último que escuché de Carl Grimes.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top