chapter forty-eight. i can't save us
𝐁𝐘 𝐌𝐘 𝐒𝐈𝐃𝐄 ━━ volumen cinco
capítulo cuarenta y ocho
❝ i can't save us ❞
━━━━━━━━━ ⋆ ˚。⋆ 🪐 ⋆ ˚。⋆ ━━━━━━━━━
CERRÉ LA MOCHILA, observando aquella fotografía en la mesita de noche, quería irme, realmente necesitaba salir de aquí y así lo haría.
Sin Glenn, Maggie necesitaría alguien con ella y se que a él le hubiera gustado que ese alguien fuera yo.
Mire a donde estaba las otras habitaciones, saliendo con mucha cautela y sin hacer ruido alguno.
—¿Alex?— cuestionó la voz de Rosita, haciéndome detener mis pasos frente a la puerta.
Me detuve —Hola— salude intentando formar una sonrisa que fue más una mueca.
—¿Por qué la mochila? ¿A dónde vas?— se colocó frente a mi.
—Yo...— suspire, sabiendo que no podría mentirle —Ire con Maggie y Sasha, a Hilltop.
Me quede ahí, esperando un sermón y miles de razones por las cuales no debería ir más, me sorprendí cuando me abrazo.
—Ten cuidado— pidió en un susurro —Y si puedes, envíame una carta cuando llegues y todos los días si es posible, ¿Llevas agua?
Le mire confundida y asentí —Llevo todo— me separé de ella —Gracias pero, ¿Por qué?
—Fue algo que te dolió y esta bien que necesites tiempo para sanar— acaricio mi brazo y beso mi frente con maternidad.
—Volveré en unos días, cuando me sienta mejor.
Ella asintió, dándome la bendición y volviendo a abrazarme, aguantándome las ganas de llorar cuando escuché que ella lo hacía pero intentaba ocultarlo.
—No es mucho, pero es algo— mire a Eugene cuando hablo.
Sus heridas apenas estaban sanando, confundida tomé la pistola de bengala y le sonreí.
—Gracias, Eugene— musité abrazándole al igual —No te comas mis galletas de la alacena.
—No prometo nada— aseguró y reí un poco —Pero en serio, ten cautela y no hables con extraños.
—No lo haré.
—Vete por la sombrita— pidió y asentí sonriendo.
Les di una última mirada antes de abrir la puerta y comenzar a caminar hasta los muros donde coloque los tubos con cuidado y puse un pie encima para empezar a subir
—Alex— llamó Carl haciéndome mirarle.
Maldije en voz baja para seguir haciendo lo mío —Voy a ver a Maggie.
—¿Caminarás hasta Hilltop?— cuestionó incrédulo, asentí —Es lejos.
—Estaré bien— asegure subiendo.
—Tal vez.
—Voy a estar bien, Carl, tengo mejor puntería que tu— hablé con enojo, arrepintiéndome de inmediato de aquello.
Cerré mis ojos recargando mi frente en el frío muro, mirando de nuevo a Carl quien tenía la mirada al suelo con tristeza.
—Lo siento yo no...— sorbí mi nariz —Por eso quiero irme, estoy siendo una mierda de persona, no quiero lastimarte, Carl.
—No podré salvarte— musito.
Sonreí con mis ojos lagrimeando —No necesito que me salves, solo quiero irme.
—Lo se.
—Lamento que tuvieras que ver eso— admití.
—Yo no— aseguró negando.
Titubee un poco siguiendo con mis movimientos, viéndolo irse cuando comencé a caminar.
PEDALEE EN AQUELLA bicicleta con cuidado, frenando de golpe para ver el mapa y asegurarme de que no me desviará.
Era horrible manejando la bicicleta, pero hacía mi mayor esfuerzo para no estamparme contra un árbol.
Los claros gruñidos del caminante se acercaron más a mi, haciéndome mirarle, saque la espada de su funda cuando un auto chocó al caminante y luego fue a estamparse contra algunos postes.
—Demonios— dije cuando de nuevo arranco hacia atrás para así terminar de aplastarlo.
Me acerqué hasta la ventana, donde Carl me miraba con una sonrisa.
—Aplastaste mi bicicleta— me crucé de brazos.
Frunció su lindo ceño —De nada.
—¿Qué estás haciendo aquí?
—Quería pasear, ¿Quieres venir conmigo, bella chica?
Sonreí negando —Tendrás que invitarme un trago primero.
—Yo no bebo— señaló.
—Yo tampoco— reí subiendo al asiento de copiloto.
MIRE CADA UNA de las estrellas por encima de nosotros, mientras cerraba mis ojos un momento, la brisa del aire empañaba mi rostro y hacía volar los pocos cabellos que salían de mi coleta.
Estaba sentada sobre el suelo, con el tronco del árbol a mis espaldas, mientras que el auto lograba cubrirnos por así decirlo.
—Mi abuelo tenía la fantasía de que las estrellas eran personas— mencione a Carl, admirando el cielo —Lo creía loco pero, creo que tenía razón.
—Tu abuelo era sabio— agregó.
—No te burles— pedí haciéndole reír —Tal vez algún día nosotros estemos ahí, junto a todas esas estrellas, aseguró que la más brillante de allá es Glenn diciéndome que me duerma y deje de decir tonterías.
Rió un poco junto a mi, sintiendo mi corazón partirse ante la idea de no volver a ver nunca a Glenn.
No quería pero mis ojos lagrimearon otra vez, fruncí mis labios mientras dejaba salir las lágrimas.
—Lo siento, no debería...— solloce cerrando mis ojos.
Carl me miraba con detenimiento, mientras acariciaba mi mano en forma de apoyo.
—Lo extraño demasiado— agregué —Cada minuto, cada hora qué pasa yo... lo extraño muchísimo, yo hice que él muriera.
—No es tu culpa— aseguró rápidamente —Alex, tú no sostenías el bate esa noche.
—Lo se— suspire —Pero si le hubiera hecho caso... si hubiera visto el bate, él seguiría con vida, no estaríamos aquí.
—Estabas asustada y triste, acababas de ver a tu padre morir— se giró a mi —Créeme que se lo que digo cuando te aseguro que no es tu culpa.
—Yo debí haber muerto, no él.
—No digas eso— pidió Carl —Ni por un segundo pienses en eso.
—¿Por qué no?— le mire —Es la verdad, no hago falta aquí, las cosas seguirían su curso incluso si no estoy aquí.
—¿Y qué hay de mi? ¿Crees que será fácil decir adiós?— se preguntó incrédulo.
Sonreí levemente —Vas a extrañarme cuando me vaya, Carl.
—Ese día jamás llegará, me encargaré de que así sea y de salvarnos y no caer.
Sorbí mi nariz —Me duele demasiado, todo esto, quiero que termine de alguna forma u otra, solo quiero volver a verlos.
Forme una mueca, sollozando bajo para no atraer a los caminantes, mientras Carl pasaba su brazo sobre mis hombros para darme un medio abrazo que acepte, dejando cálidos besos sobre mi cabello.
—Quiero que vuelva, quiero tener a Glenn devuelta, no quiero vivir mi vida sin él, Carl.
Los recuerdos venían a mi cabeza una y otra vez, su rostro se impactaba en mi vista cuando cerraba los ojos y soñaba con nuestros recuerdos juntos.
—¿NO LAMENTAS haberlo visto?— inquirí a Carl mientras caminábamos.
—No, lo vi todo, ambas veces, no aparte la vista.
Soporte un sollozo —¿Por qué?
—Porque en ese momento supe que debí recordarlo, así que cuando llegue el día, no dudaré en matarlo.
—Yo también lo haré— encogí mis hombros —Voy a matarlo, lo haré cuando lo tenga frente a mi.
Carl me miró rápidamente, baje la mirada.
—Se que está mal pero... es así, haces cosas por las personas a las que amas, amabas— me corregí a mi misma.
—No es por ellos, perdón por intentar evitar que fueras.
Negué —No quería ver, de haber sabido que eso sucedería no habría ido, hubiera salido a buscar a Sophia o... ayudar a Ron con su ruptura, ni siquiera se si Maggie esta bien.
—Lo sabremos— aseguró él.
—Si, lo sabremos.
Me adelanté mientras soltaba las lágrimas retenidas, dejando todo salir y evitando que Carl me viera.
—Uh, Alex, espera— pidió él.
Le mire confundida, limpiando mi rostro.
—¿Qué es eso?— le pregunte.
—Son patines.
—¿Sabes patinar?— inquirí.
Negó —No, pero hay una primera vez para todo ¿No?
Suspire sonriendo —Bien, pero si me mato te arrastrare conmigo.
Rió entregándome el par de patines.
—¡AHORA SI VOY a caer!— me carcajeé tomando la mano de Carl.
—¡Espera, no te vayas al pasto o caerás de boca!
—¡Es imposible no hacerlo!— grite antes de desviarme y caer al pasto.
Carl se reía de mi mientras le miraba ofendida, tomé de su mano para jalarlo y hacerlo caer junto a mi.
—Te dije que te arrastraría conmigo— le recordé respirando con pesadez.
—Eso fue divertido, ¿No?— me miró y asentí.
Suspire —De haber sabido que el viaje sería así entonces hubiera aceptado que vinieras.
—De lo que se pierde Ron estando encerrado en los muros.
—Déjalo en paz— reí —Sophia le dejó, merece un momento a solas para pensar en cómo buscarla.
—¿Y si sale solo por el bosque?
—Uno hace cosas estúpidas por amor, pero ellos demasiado lindos cuando están juntos.
—No más que nosotros— sonrió orgulloso.
Rodé mis ojos sonriéndole, mientras me ponía de pie y le ayudaba a él.
—Si caemos, nos levantaremos juntos— asegure cuando tomó mi mano.
Volviendo al camino, comenzamos a patinar mientras por poco caía.
—Espera, hay que buscar coordinación— pedí acomodando mis pies.
Él asintió imitando mi acción, dándome cuenta que me miraba con una sonrisa, no pude evitar sonreír también, entrelazando nuestros dedos mientras ambos patinábamos por la carretera.
Dios, me sentía tan bien estando con él.
ME ADELANTÉ MIENTRAS miraba todas esas camionetas en la entrada de Hilltop.
—No creo que Negan esté aquí— mencionó Carl —Su camioneta es negra.
Observe aquellas camionetas empacando todo desde afuera de los muros de Hilltop.
—Lastima, será para la otra— encogí mis hombros.
Como si algo hiciera click en mi cabeza, sonreí incrédula mientras relamía mis labios, cruzándome de brazos, me giré al pecoso.
—No viniste de paseo, tampoco lo hiciste por mi.
Me miró rápidamente —No dejare que se salga con la suya, sabes que no.
—Lo se.
—Ven conmigo— pidió —Podemos matarlo, tú también quieres.
Titubee —Tú lo dijiste, sería por nosotros, no por mi papá o por Glenn, no por Maggie, solo lo haces por ti.
Se acercó más a mi, tomando de mis manos para entrelazar nuestros dedos.
—Si.
—Supongamos que lo logras y matas a Negan ¿Cómo piensas escapar?
Titubeó un poco —Por eso quiero que vengas conmigo, puedes crear una distracción para poder salir y huir juntos.
—¿Y qué quieres que me ponga una falda y baile?
Soltó una risilla negando con la cabeza —No podré hacerlo sin ti.
—No puedo verle ni el rostro, cada vez que lo hago me acuerdo de... todo.
—No te quiero obligar a venir, entonces lo haré solo además, tienes razón, si nos atrapa podría matarte.
Negué mirando las camionetas —No, no puede matarme.
Frunció su lindo ceño —¿Por qué?
—Está en deuda conmigo— mire nuevamente a Carl, notando su ceño fruncido —Antes de conocer al grupo, le ayude, le di comida y medicamentos a su esposa, me ofreció un hogar con ellos pero tenía que buscar a mi mamá.
—¿Por qué nunca me lo dijiste?— se pregunto.
—Porque no lo reconocí hasta esa noche, no creí que fueran el mismo hombre, Negan era muy diferente cuando lo conocí, por eso no quiero que vayas y te suceda algo malo, no se de lo que podría ser más capaz.
—No me importa— negó.
—Pero a mi si— le interrumpí —Me importa lo que te pase a ti, no a mi.
Beso mi frente con delicadeza, acariciando mis manos, coloque las mías rodeándolo en forma de abrazo mientras él las colocaba en mi cintura.
Le mire a los ojos, tragando en seco y poniéndome nerviosa cuando junto nuestros labios en un lento y dulce beso, mientras hacía movimientos con delicadeza, fue como si por un momento todo se hubiera desvanecido.
—No lo hagas— susurre —Solo quédate conmigo, ¿De acuerdo?
—Me iré a casa.
—Estas mintiendo— señale incrédula.
—No, no miento.
—Es un error, pero es tu decisión— bese su mejilla para comenzar a avanzar hasta los muros.
—Van a verte— aseguró Carl y negué.
—No, no lo harán— seguí caminando hasta llegar.
Como pude logre brincar el muro dejándome caer al suelo y maldecir en voz baja cuando golpee mi espalda contra el piso.
Me coloqué de pie y me giré saltando del susto cuando vi a la chica sentada frente a dos tumbas.
—Enid— llame más tranquila.
Enid me miró sonriendo —Hey, Lex.
—¿Cuándo llegaste?
—Hace unos veinte minutos, no tiene mucho— comentó Enid viéndome sentarme junto a ella.
Suspire rendida observando ambas tumbas y recordando todo lo que había sucedido esa noche.
—Lamento lo de tu padre— comentó Enid de repente —Y lo de Glenn.
Sonreí levemente —Gracias.
Enid sonrió recargando su cabeza sobre mi hombro, imitando su acción, coloque la mía sonreí la suya.
Nos mantuvimos en silencio hasta que escuché unos pasos, Maggie nos sonrió a ambas y me levante del pasto junto a Enid.
—¿Estás bien?— inquirí abrazándola delicadamente como si se fuese a romper.
—La verdad no, pero lo voy a estar ¿Vinieron juntas?
Ambas asentimos —Algo así— agregó Enid.
TERMINE DE SERVIR la comida junto a Enid en la mesa.
—Me comentaron que ayudaste a aplastar caminantes y un auto, con un tractor— mencionó la castaña.
Maggie sonrió —No iba a quedarme mirando, no otra vez, así que hice lo que pude.
Suspire sentándome frente a ella —No debes esforzarte— regañe.
—No fue difícil, ni la primera vez.
—¿Cómo?— se cuestionó Enid.
—Había un muchacho en la secundaria.
Fruncí mi ceño —¿Aplastaste a una persona?
—Su auto— Maggie rió.
Reí un poco —Ya decía yo.
—Lo hice chatarra— Maggie sonrió victoriosa.
La puerta fue abierta y mire a Sasha entrar, ella nos miró sorprendida a ambas.
—Enid, Alex— saludó.
—Hola, Sasha— intente sonreírle.
—Nosotras... vinimos a ayudar— asentí de acuerdo con Enid.
—¿Y vinieron solas?
Titubee asintiendo —Si, solo nosotras, ven a cenar— pedí.
Ella obedeció sentándose junto a mi y mirándome —¿Por qué hay globos en la tumba de tu papá?
Mire a Enid con una sonrisa burlona, mientras ella me miraba confundida.
—No tuve el valor de decírtelo— me justifique.
Reí cubriendo mi boca mientras Enid reía conmigo.
—¡No es gracioso!— grito ella.
—Lo siento, es que, Glenn no lo habría dicho, es horrible mintiendo— me detuve a mi misma, tomando aire —Era.
Dolía demasiado.
—Lo siento— se disculpó la castaña conmigo.
—No tienes por qué, a mi papá le habrían gustado— encogí mis hombros.
—No había nada marcando la tumbas, ¿Cómo lo supiste?
—Un mago nunca revela sus secretos, Enid.
—Iba a usar esto para la de Glenn— mencionó Maggie —Era de mi padre, él se lo heredó.
Explicó Maggie a Enid, mientras mostraba el reloj de bolsillo.
—Pero te lo daré a ti— Maggie me sonrió sorprendiéndome por completo.
Mirando aquel reloj que aún funcionaba frente a mi, creyendo que se lo daría a Enid o algo así.
Sonreí bajando la mirada y tomando aquel reloj —Ya tenemos algo para recordarlos— señale.
—Si, a nosotras— apoyo la castaña, tomando de nuestras manos para dar gracias —Por esta nueva mañana y por su luz, por el descanso y el refugio de la noche, por la salud y el alimento, por el amor y los amigos, por todo lo que nos da la bondad, amén.
—Amén— repetí en un susurro.
Bueno, bueno, muchos quieren leer el pasado de Alex y Negan así que en el próximo ahora si será sobre eso 🤞
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top