🦋 Epílogo: Butterfly 🦋

A la caída de las hojas, en otoño, dos jóvenes paseaban por un parque cualquiera al atardecer. Uno de ellos, de cabello dorado como los rayos del sol, se arebujaba en el pecho del otro, que le había pasado el brazo por el hombro le contaba su frenético día en el hospital con el doctor Choi, su tutor en la especialidad de Psquiatría. Los ojos de ambos reflejaban tranquilidad, bienestar. Su conexión destilaba armonía. Sus expresiones dibujaban felicidad.

Tanto era así que cualquier persona ajena que los observara hubiera asegurado sin miedo a equivocarse que conformaban una pareja de enamorados de esas que solían darse en los cuentos.

Nam Joon, apoyado en el tronco de un árbol, a una distancia prudencial de la escena, protegido con un abrigo cuya capucha preservaba su identidad, también lo creía. De hecho, a lo largo de su milenaria trayectoria como acompañante de los seres humanos en los intrincados caminos de Butterfly, un bucle temporal diseñado para aprender a reconocer y paliar errores, jamás había visto una abnegación mutua tan grande. Era por ello precisamente que se había saltado las pautas asignadas a su trabajo.

—Interveniste de forma directa —le confrontó Seok Jin, el supervisor, desde la silla de un despacho vacío, en donde solo lucía un enorme dominó montado en el suelo—. Tu función es dar a elegir opciones, no guiar. Sin embargo, asesoraste a Jimin cuando compró su billete a Seúl para que se reencontrara con Yoon Gi.

—Su situación me pareció injusta. —El aludido se encogió de hombros.

—A lo largo de los siglos hemos visto muchas situaciones injustas pero nunca te has salido de la misión. —El jefe se recostó en el respaldo, con el fulgor de la molestia relampagueando en sus ojos canela—. No te corresponde juzgar el rumbo que toma Destino.

—Coincido en lo que comentas sobre los escenarios pero, dime, ¿a lo largo de tu experiencia has visto a alguien alguna vez que haya logrado saltarse el Butterfly? —El cuestionamiento de Nam Joon resonó en eco en medio del vacío—. Porque yo no.

Seok Jin se limitó a parpadear, pensativo.

—El destino de Yoon Gi era morir. —El empleado de las taquillas continuó—. Jimin le había abandonado, ciego de celos, y no llegó a saber nada de ello. A pesar de eso entró en el bucle porque estaba equivocado en sus ideas y el Caos consideró que tenía que aprender.

—Ya sé por dónde vas —dedujo su interlocutor—. Vas a decirme que te tocó el corazón que lo sacrificara todo para que Yoon Gi viviera, a pesar del desastre que generó en la realidad después.

—En parte. —Nam Joon asintió con la cabeza—. También me sorprendió la valentía de Yoon Gi al aceptar renunciar a estar con él para que pudiera trazarse un camino nuevo que le permitiera mejorar y ser feliz.

Seok Jin se removió en el asiento.

—Los dos cambiaron de forma radical el hilo asignado en beneficio del otro. Creo que cualquiera con un mínimo de sentimientos les hubiera dado una oportunidad.

—Ay, Nam, pero qué sentimiental me saliste. —El supervisor se levantó, se dirijo al dominó y se arrodilló frente a las piezas, analizándolas con cuidado—. Que hayan sido constantes en su amor no significa que podamos a ayudarles.

El aludido no contestó. Un fuerte nudo de indignación se le había formado en la garganta. No estaba de acuerdo.

—Así y todo, eres el mejor acompañante de Butterfly así que lo dejaré estar. —Seok Jin se inclinó sobre una de las fichas, situada en la esquina derecha—. Veamos qué dibujo has generado.

La empujó. El diminuto rectángulo blanquinegro cayó hacia atrás, empujando consigo los demás, en una cadena en cascada que a Nam Joon se le hizo infinita hasta, muy lejos de su vista, sus oídos dejaron de escuchar el sonido plásticoso del desplome y regresó a su puesto de trabajo. Sin embargo, no duró mucho allí. La curiosidad por el nuevo escenario le pudo tanto que decidió fisgar. Y se alegraba. Se alegraba mucho de lo que veían sus ojos.

—Sed felices —murmuró, en el momento en el Jimin y Yoon Gi, enfrascados en lo suyo, le pasaron por delante—. El vuelo de una mariposa puede provocar cosas buenas si lo hace en la dirección indicada.

N/A: Ahora sí, con esto termina Butterfly. Siempre que le doy cierre a una historia me pongo sentimental y pienso que disfruté mucho durante su escritura. En este caso me siento más satisfecha incluso que de costumbre por decidir completar la idea de la trama, aunque en mi cabeza era un capítulo doble y en la práctica terminó siendo bastante más.🤣

Espero que hayan disfrutado de la mariposa del tiempo tanto como yo.
Recuerden que su vuelo provoca cosas buenas en la dirección indicada.

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