Silencio.

Guarda silencio, por favor.

¿Escuchas eso?

Así es, se trata del corazón de Jeon Jungkook palpitando con regularidad, mientras realiza sus deberes de la clase de matemáticas.

Todo está bien, es un viernes por la tarde así que la semana está casi concluida y no hay nada que le preocupe realmente.

¡Oh, oh!, Error. Dio por hecho el día demasiado rápido, porque ahora sus latidos asemejan la batería de toda la discografía de Queen.

Y lo entiende perfectamente cuando rebota en el piso el lapicero que una vez sostuvo en su mano, rompiendo el calmoso ambiente que también se confunde con la carcajada del que reconoce como su mejor amigo.

Kim Taehyung acaba de aparecer en su radar con su hermosura inmensa y su cuadrada sonrisa característica, pinchándole una mejilla con su dedo índice y acelerándole todos los sentidos a más no poder.

De inmediato, los sentimientos románticos que sabe que mantiene se disparan hasta la luna, provocándole querer tomar entre sus brazos el pequeño y fino cuerpo del recién llegado, para llenarle de besos las mejillas.

Lo haría... lo haría con todo el tacto y gozo del mundo, si no fuera porque sabe lo mucho que dolerá cuando el castañito se saque y se aleje de su afecto.

Jungkook lo ama y Taehyung disfruta de su amor desde su nacimiento; no obstante, no tiene ni la menor idea de que, el mismo, dejó de ser fraternal desde hace mucho tiempo.

—Spidey, ¿Cómo luzco?

Exactamente, como el amor de mi vida.

—Te ves bien.

—¡Vamos!, ¿Eso es lo que dirás?, Sabes lo que me costó este conjunto, estabas ahí.

—Es que... todo te queda bien.

—Ajá, pero...

—Como una mariposa.

La expresión exigente de Taehyung no hace más que disiparse y Jungkook comprende que ha dado una extraña respuesta.

—¿Cómo una... mariposa?

—La más bella que existe.

Sin embargo, solo confirma su pensar y los segundos más largos de su existencia transcurren en tensión y arrepentimiento. Más la preciosa sonrisa del ajeno, termina dibujándose ante la inesperada descripción que ha dado su compañero de vida y eso hace a Jungkook sonrojarse sobremanera.

¡Por los cielos que quisiera decirle cuánto disfruta verlo sonreír!, cuánto admira su belleza, cuánto goza su talento, ¡Cuánto lo ama entera y eternamente!

Pero no, una vez más, decide callarse y baja la mirada, esperando que Taehyung no note el rubor en sus mejillas blanquecinas.

Entiéndelo, por favor. No puede decir nada, no está dispuesto a perderlo.

No obstante, el estómago del otro se ha convertido en un santuario de mariposas divinas revoloteando felices y entusiasmadas, haciéndolo confundirse sutilmente ante la reacción incorrecta que ha tenido su propio cuerpo, por un simple comentario de su alma gemela de toda la vida.

¿Qué significa eso?, ¿Por qué no puede encontrarle una justificación?, lleva días sintiéndose así ante cualquier cosa habitual que sale de los labios del azabache.

Ha estado muy hormonal últimamente, no cabe duda.

Debe buscar el amor... y debe hacerlo ya para no meter en aprietos a su querido, mejor amigo, Jeon Jungkook.

...

La primavera llegará pronto y la mariposa saldrá de su capullo... ¿Hacia dónde elegirá volar, si Jeon Jungkook no tiene el valor de decir lo que siente?

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↣ Si no deseas leer, no lo hagas.

↣ Recuerda que todo es ficción. Los personajes planteados no hacen alusión a las actitudes y personalidades de los artistas mencionados.

↣ Alteración de edades: Jungkook y Taehyung tienen la misma edad.

↣ Historia corta.

↣ Mención de otros ships.

↣ Se prohíben adaptaciones, plagios y PDF's de esta historia.

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