🦋 4 años de edad.

—¡Kookie!, ¡Kookie!, ¡Kookie! —Jungkook sonrió en grande al escuchar las risitas bonitas de su mejor amigo, dejando a la vista su sonrisa cautivante de conejo, mientras seguía persiguiendo al niñito que corría frente a él.

—¡Tete!, ¡Tete! —soltó emocionado, tratando de alcanzarlo, acelerando su paso y dando con la hermosa manita que pudo detener al instante en que Taehyung tuvo un ataque de risa e hizo que ambos se cayeran entre las flores donde jugaban.

Jungkook también rio, completamente feliz de estarse divirtiendo con su bonito amigo y poder ver su sonrisa cuadrada regocijante. Lo que más le gustaba en el mundo, era eso, pasar su tiempo con el castañito de al lado y abrazarle en todo momento.

Pero ahora solo estaba encima de él, riendo a la altura de la pancita ajena que no dejaba de vibrar por la risa.

Ni siquiera sabía qué cosa era tan divertida, pero amaba, con su corazón entero, jugar así.

—¡Koo, ya! —le pidió Taehyung, sintiendo un leve dolor en el estómago y unas pequeñas lagrimitas inundarle los ojos con alegría.

—¡No hago nada!

—¡Te ríes!

—¡También tú! —trató de defenderse y Kim rio más, pegándole la risa al instante; pero los orbes grises de Jungkook se llenaron de luz cuando una hermosa mariposa amarilla, fue a pararse en el pechito del niño que estaba debajo y que no se dio cuenta, pues tenía los ojitos cerrados por la diversión—... Tae, ssh... mira —le susurró, tomándole una manita, acariciándola suavemente para que éste pudiera dejar de reír y se concentrara en lo que le estaba indicando.

El castaño levantó su cabecita, sorprendiéndose, de inmediato, al ver la mariposa sobre su chaqueta de mezclilla y sonrió en un solo segundo, compartiendo el sentimiento con el ajeno.

Entonces, el arriesgado y travieso azabache, tomó la pequeña palomilla entre los dedos de su mano libre con todo el cuidado del mundo y se sentó, dando oportunidad de que su amigo también lo hiciera: ambos, sin dejar de admirar a la lepidóptera con mucha atención.

—¡Wooow! —soltó el de los ricitos en un murmuro y Jeon llevó la mariposa hasta la mano ajena que seguía sosteniendo, depositándola en su palma pequeñita—... Hace cosquillas —confesó y Jungkook asintió, como si lo hubiese pensado desde el inicio—. Es muy bonita.

—Lo es —admitió, a la brevedad—, se parece a mi mejor amigo.

—¿Namjoon hyung?

—Tonto —regañó, haciendo a Taehyung reír levemente. Aún eran muy pequeños, pero ya les encantaba molestarse—. Tú eres mi mejor amigo, Tete.

—¿Por siempre?

—Por siempre.

—¿Hasta que muramos?

—Sí, toda la vida.

—Te quiero, Jungkookie —confesó el ojimiel en una sonrisa perfecta que el ojigris imitó al instante, entretanto sus ojos no perdían el contacto.

—Te quiero, Taehyungie bonito —y dicho eso, la preciosa mariposa voló con el viento, yendo a posarse en una flor cercana, mientras ambos niñitos volvían a reír y se abrazaban con anhelo: ahí, sobre el campo de flores en una primavera hermosa.

Gracias por estar aquí, espero que esta obra sea de tu agrado.