• IV •

Naruto se quitó el accesorio y soltó un poco de aire prestándole atención al "humo" por el ambiente tan frío y así se colocó la bufanda de Sakurai en los hombros

Se subió al coche y las pláticas que había entre los tres fueron bastantes vanales

—¿Qué género eres?— preguntó el mayor

—Eh...— soltó un poco confundido, el oji-azul se acomodó la bufanda de Sakurai y soplo —Heterosexual ¿Creo?— contestó

—Sakurai es bisexual— dijo sin reparó

El oji-jade le tiró una basura en la cabeza enojado —¡Él no necesitaba saber eso!—

—No tiene nada de malo— se excusó el Haruno más grande

—Entonces...¿Ese Sai era tu novio o te rechazó?— preguntó mirando a el que le había dado la prenda

—No, no me metería con él, nunca— negó y su padre lo vió —Antes sí, pero ahora no—

—Ah— soltó con alivió —Siempre he querido saber algo...¿Crees que le pueda gustar a un gay?—

El de piel blanca lo vió con desagradó pero se veía tan emocionado que decidió contestar —Eres un idiota.... Sí— contestó —A mi no pero a otro tal vez— se deslindó

—Mi hijo se ha enamorado de personas equivocadas— comentó siendo atacado por la mirada de su descendiente

—Yo creo que todas las personas son correctas— murmuró

Al mismo tiempo que empezó una pelea vanal entre los dos familiares

[...]

Ya había llegado, Naruto le dió su dirección a su nuevo "padre" y lo dejó en un edificio de departamento

—Gracias— agradeció quitándose la bufanda para regresarla a su dueño

Sakurai se negó —Quedatela, no quiero que se me pegue lo distraído—

—¿Eso se pega?— cuestionó inocente mirando el accesorio

—Espero que tampoco la idiotez— susurró ganandose un golpe de su parte

—Buenas noches, hasta...—

—Hasta dentro de unas cuatro horas, ¡Date prisa y cierra la puerta me estoy congelando!— exclamó temblando de frío

—Sí'ttebayo— contestó haciendo lo que se le había pedido

—¡Llámame en la mañana, hijo!— gritó feliz Kizashi poniendo en marcha su camioneta

El rubio sonrió y lo despidió con un gesto de la mano

—Extraña amabilidad que tiene mi jefe— bufó cubriendo su boca con la bufanda que él le regaló

[...]

Más tarde, o para ser más preciso las siete con treinta minutos, Sakurai tenía ganas de asesinar a alguien

—¿Donde esta Naruto?— preguntó enojado al Nara

—No sé, usted es el último que lo vió— respondió

—Yo creo que ya se murió— dijo el castaño —Que descanse en paz—

Sasuke vió a Kiba un poco enojado

—¿Qué? Si no se murió, el jefe lo mata— contestó ante la mirada

El Uchiha lo pensó y un poco para después con un gesto darle la razón a el Inuzuka

Un estruendo sonó en la puerta, al parecer Naruto siempre tenía que tener una entrada llamativa

El Uzumaki tenía la bufanda que le regalaron ayer, un gorro que ahora le combinaba y un vaso con café

El de cabellos rosas estaba por explotar hasta que el tono de voz de uno de sus empleados lo paró

—¿No es la bufanda de Sakurai?— preguntó el de cabello oscuros y mirada fría

El mencionado se sonrojó un poco dandole la espalda a sus empleados, Naruto tomando en cuenta decidió restarle importancia

—Toma— dijo al entregarle el café

—Estamos en un café ¿Porque lo traes?—

—Tu papá me dijo que te gustaba el café colombiano de una tienda que estaba un poco lejos de mi casa y como me dijo que aquí no tenemos...— explicó el de ojos azules

El Haruno tomó el café y soltó una leve sonrisa que fue contestada

—Aún así te descontare una hora— rápidamente dijo tomando un sorbo al café —Deberia de ponerlo en el menú— terminó y se fue

Naruto se decepciono un poco esperaba un gracias, pero debía ponerse a trabajar antes que le quitará otra hora

Shikamaru sonrió un poco mirando a Naruto

Tal vez el padre de Sakurai tenía un plan

El oji-azul se cambió rápidamente y salió acomodando su ropa

—A empezar— exclamó comenzando a trabajar

El Nara se asomó por la puerta de la oficina del jefe y lo vió mirando el café con el entrecejo fruncido

—¡Shikamaru!— gritó una chica

—Ya voy— respondió

[...]

La mañana pasó, hasta que llegó la hora que había más gente, que era cuando más personas salían de la Universidad

En esa hora los cuatro solían ponerse en la puerta y como era normal el grupo de Hinata, Ten ten y Temari

Kiba supo desde ese instante que iba a tener que trabajar más, pues los tres eran ampliamente solicitados y a él le quedaba atender a los demás

—Ho-hola— tartamudeo la de ojos color perla

—Hola Hinata— saludó el castaño tomando su abrigo

—...Hola Naruto-kun— dijo acompletando lo que iba a decir

El de ojos afilados y cabello café se asombró, ella nunca se había esforzado por hablarle a un hombre al menos que fuera estrictamente necesario

—Hola— saludó con amabilidad, después de todo esa era una regla del café y tenía miedo que Sakurai lo regañara

La Hyūga sonrió levemente con ese pequeño detalle

—¿Nos van a llevar a la mesa?— preguntó la de ojos verdes

—Claro— respondió Shikamaru y las dirigió a su mesa favorita

Sakurai tuvo que salir a revisar y vió a sus trabajadores en esa mesa

—¿Tratan de monopolizar a mis empleados?— preguntó el de cabellos rosas

—Estan haciendo su trabajo Sakurai— alegó la castaña

—Sí, sí, pero necesitan ayudar a Kiba ¿Verdad? Hinata— le preguntó a sabiendas que le daría la razón

—Kiba-kun tiene mucho trabajo— comentó con una voz tierna

El oji-azul lo sabía y antes de que le dijeran se fue a ayudar a su molesto compañero

El oji-jade pudo notar la tristeza de la de cabellos azul eléctrico al verlo irse, tal vez ella se estaba enamorando de Naruto

El Uzumaki trabajaba duró, en solo unos días se había dado cuenta, ahora el Haruno se arrepentía de haberlo subestimado

La gente siguió y siguió entrando ya que invierno era gran época para tomar cafeína y más si estaba caliente

El Haruno había olvidado todo lo que le aquejaba en un momento, hasta que una llamada lo trajo a su realidad

El contacto decía "Ino", él se escondió y contestó

—Ino...— soltó un poco ilusionado

La cara de Sakurai cambio de una leve felicidad a una tristeza enorme y después a un estado de cólera

—¡¿Cómo te atreves a perdirmelo?!— gritó con sus ojos brillosos

Todos los presentes posaron la mirada en donde provenía el gritó y los empleados fueron los primeros en correr hacia el lugar

—¡Puedes meterte tu mendiga invitación por el trasero, Ino!— exclamó y colgó la llamada

El Haruno se sentó con fuerza en su silla moviendo sus cienes con fuerza

Naruto estaba preocupado al igual que Shikamaru y Sasuke veía atentamente a el rubio

—¿Quién es Ino?— preguntó el oji-azul

—No es algo que hablemos por aquí— contestó Sasuke

—No le preguntes eso a Sakurai, ¿Entendido?— preguntó tomando un pica dientes para masticarlo

Kiba miró al Nara con desaprobación

Shikamaru empezó a fumar después de la muerte de un ser querido y le había creado un hábito o un vicio que ha tratado de erradicar, así que cada vez que tenía ganas de un cigarrillo tomaba un palillo de madera para masticarlo y controlar su ansiedad

—¿Qué hacemos?— preguntó el rubio

—Trabajar, Sakurai nunca nos deja intervenir en sus cosas, además no quiero— el Uchiha dió media vuelta y regreso a lo suyo

Lo que fue seguido por los otros dos trabajadores más viejos

Naruto se le quedó mirando, sus ojos parecían hacerse agua, esos ojos que resultaron bonito al parecer estaban a punto de llorar

Recordó la sonrisa que le había regalado esa mañana y no le pudo ser indiferente

Y no es que los demás lo sean, pero Naruto tenía como defecto tratar de proteger a todas las personas

El teléfono de Naruto sonó, era Kizashi, su autonombrado padre

—¿Cómo te fue con el café?— preguntó con alegría

El rubio se acomodó su corbata de moño naranja y soltó un suspiro

—¿Algo le pasó a mi hijo?...bueno mi otro hijo— cuestionó preocupado

—¿Quién es Ino?— interrogó de pronto

Kizashi solo se quedó callado

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