Capítulo 50: Un mundo de bebidas azucaradas.



Corea del sur | Seúl, distrito de Kyuga.

1 hora y 45 min antes.


Estaba atardeciendo cuando el humo de un cigarrillo inundó sus sentidos, arrugó su nariz y miró a su costado a la persona que había decidido acompañarlo.

—Vy znayete, chto eto ne vasha vina, my vse ravno ikh ne znayem (sabes que no es tu culpa, de todos modos, no los conocíamos).

El niño de cabello negro suspiró y siguió mirando el cielo desde su lugar, se encontraba de pie en una azotea admirando la ciudad, aunque sólo eran tres pisos de altura, el hecho de que esa zona no tuviera construcciones altas hacia que todo fuera visible.

—Vot pochemu ya ne khotel brat' na sebya otvetstvennost' za tebya (es por esto que no quería hacerme responsable de ustedes) —llevó una mano a su pecho confuso, después siseó una maldición en voz baja—I vyklyuchi eto der'mo, ty prituplyayesh' moyu kontsentratsiyu (y apaga eso, mierda, adormeces mis sentidos).

Yakov dejó salir el humo de una bocanada antes de lanzar el cigarrillo al suelo y pisarlo—, [...*] (olvido que sigues siendo un niño, pero joder no lo pareces, te digo, no sientas remordimientos, todos decidimos acompañarte y si no lo hicimos juntos no fue tu problema, siempre hay un riesgo que correr cuando se trata de sobrevivir).

Jaemin esquivó su mirada, al final habían logrado llegar a Seúl, pero les costó compañeros en el camino, y finalmente, incluyéndose a si mismo, no eran más que cinco almas buscando un camino.

—[...] no fumes enfrente de los demás, ¿y de donde lo sacaste? —murmuró el más joven.

Le pedí amablemente la cartera a alguien y lo encontré ahí —Yakov alzó una ceja divertido, después pareció recordar algo y buscó en sus bolsillos, sacó unas llaves y las sacudió en el aire—no creo que el dueño extrañe mucho sus pertenencias, estaba borracho en un callejón.

—No podemos hacernos un perfil, así que sé discreto. No queremos que se alarmen por un robo.

El mayor miró hacia abajo para ver el vecindario, arqueó una ceja y bufó divertido—Lo más legal de este lugar es la bella planta que veo en un macetero desde aquí pero ahora que lo pienso, por su forma, apuesto que es una planta feliz.

Negando con la cabeza, Jaemin se alejó del barandal—¿Qué harás después de esto?, ¿todavía seguirás en mis planes?

—Oh, ¿Qué te hace pensar que no eres tú el que esta en los míos?

Jaemin ladeó su cabeza y cruzó ambos brazos sobre su pecho.

El shifter serpiente bufó y levantó los brazos al aire restándole importancia—Bueno, bueno, no es como que pertenezca aquí de todas formas, tengo muy malos recuerdos de corea y los coreanos en específico.

La atención del menor estuvo en él de inmediato—¿Ya habías estado aquí antes?

—Muy joven para recordar con exactitud, pero si, no es una historia tan larga, una mafia —musitó cerrando los ojos sólo unos segundos—, un sindicato coreano acabó con mi abuelo y toda su familia, mi madre apenas pudo huir, y cuando la desesperación la alcanzó, me terminó vendiendo por unos pesos, intenté regresar sólo para descubrir que al final también la habían matado.

—Eres el único de tu familia... y además si alguien más se entera de eso, mi cabeza también correrá peligro, lo mejor será que cortemos nuestros lazos aquí.

—Oye, romperás mi corazón así —la voz de Yakov resonó con un acento ruso mucho más marcado, aunque se veía tranquilo con ambas manos en sus bolsillos—, pero no voy a juzgarte.

—Para lo que me importa ser juzgado.

Jaemin de pronto se quedó de pie sin moverse, sus ojos entrecerrados miraron a la serpiente rusa.

¿Qué sucede?

¿Hace cuanto tiempo sucedió todo eso?, no, no, ¿Cuándo fue que terminaste en la trata de especies?

El chico de ojos amarillos se mostró pensativo antes de responder con seguridad—Hace seis años.

Maldiciendo de nuevo, Jaemin apretó sus manos en puños, aunque de forma discreta—, muchas coincidencias —Lo poco que recordaba antes de llegar a rusia, eran barrotes de una jaula, mucho miedo y miradas desconocidas de niños con el rostro sucio y ropas andrajosas.

Y muy profundo entre sus memorias, recordaba haber visto el destello de una cabellera rubia entre unos brazos desconocidos, llorando y gritando como si le hubieran acuchillado el corazón.

Negó para despabilar los pensamientos intrusivos y se dirigió a la puerta que lo conduciría escaleras abajo—Te espero abajo, iré a buscar a Cillian.


(...)


—Esta ropa me da comezón —el cambia formas cocodrilo rascó su cuello con frustración al caminar—, y creo que los zapatos me quedan ajustados.

Cillian chasqueó la lengua golpeando al más alto en el brazo—, ¡silenciar!

—Es silencio —corrigió el cocodrilo en un coreano nativo—, ¿y a donde vamos? Quiero regresar con nuestro líder, caminar tan libre por estas calles me da mala espina.

—Op... —el menor de los tres, casi tropieza con sus cortos pasos, pero gracias a que los otros dos lo llevaban de cada mano, el tierno oso no cayó al suelo.

—Cuidado, niño —Cillian terminó de acomodar el pequeño gorro que se desacomodó del infante—, y tú, puedes soportar un poco más, las ropas al menos están limpias y se ven de buen uso.

—Eso no responde mi pregunta —se quejó el chico de cabello oscuro.

—Beomkum, no seas pesadez.

—Es pesado, y mi nombre es Beomgyu, ¿no lo habíamos practicado ya?, ¡Oh!, mira, una cafetería —exclamó el chico alegre, se apresuró jalando a los dos niños con él, sus ojos y manos pegadas al vidrio mientras observaba la gran variedad de pastelillos y panes recién horneados.

Pronto los tres se encontraban embobados contra la ventana mirando los dulces glaseados y las rebanadas achocolatadas. El estómago del bebé rugió tan fuerte que ambos mayores se quedaron mirando.

—¿Cuánto nos dio, Jaemin? —preguntó Cillian.

Beomgyu se apresuró a buscar en su bolsillo, emocionado, pero su sonrisa se borró cuando observó las monedas—Esto no nos alcanzará ni para la servilleta.

Cillian suspiró—Vamos, busquemos un puesto de calle, esto es una cafetería, tonto, las cosas son más extensivas.

—Expensivas —volvió a corregir solemne—, pero tienes razón.

—El termino correcto es caro o costoso, confundes expensivas con expensive en inglés —Una voz educada los interrumpió haciendo que saltaran de su lugar—Aunque dudo de la formulación expensivo.

Los tres se achicaron con miedo y se agruparon, Beomgyu se posicionó adelante temeroso. Había un hombre joven de cabello oscuro mirándolos con desinterés.

—Lo sentimos señor, estábamos bloqueando la entrada, ¿verdad?, ya nos íbamos, vamos bola de mocos, vámonos —Beomgyu trató de quitar al bebé oso de la puerta, pero este chilló y lloriqueó cuando se dio cuenta que los panecillos se perdían de vista.

—¡No!, ¡Wung, no!

El adulto se sobresaltó cuando el niño más pequeño en un intento de sujetarse de algo, agarró la manga de su saco en su regordeta manita.

Cillian se apresuró a quitar el furioso agarre del berrinchudo bebé, el chico por poco se queda petrificado, Jaemin les había dicho con un tono autoritario que no hicieran contacto con ninguna persona hasta que pudieran revisar el área. Sin embargo, después de distraerse caminando habían salido de ese vecindario y ahora la plaza era distinta, ¿debería preocuparse por las personas que podían verlos y toparse en su camino?

—¡Lo lamentos!, ¡Lo lamentos! —la voz de Cillian fue tambaleante y miedosa, si una cosa salía mal ellos-

—Tranquilo, no pasa nada —El alto alfa de ojos verdes tocó la nariz del bebé con una sonrisa cansina, el pequeño oso rápidamente soltó un gorjeó alegre—, ¿Dónde están sus padres?

Beomgyu miró a Cillian y posteriormente Cillian miró a Beomgyu, ambos miraron al bebé oso y después al adulto.

—Ehmm en un circo.

—Murieron.

Cillian le refutó a Beomgyu—¿Murieron?

Beomgyu parecía más ofendido—¿En un circo?

—Entiendo, entiendo, aguarden aquí —el hombre llevó ambas manos a las cabelleras de los chicos, despeinando sus cabellos—, les compraré algo, no tardaré mucho.

Los ojos de Cillian se abrieron sorprendidos, haciéndose más claros—¡Oh no!

—¡Yo!, ¡Panes con glaseados por favor!, y donas, donas con chocolate, con azúcar, y panecillos calientes, y unas rebanadas de ese pastel con chispa, y galletas, galletas con-

—No señor, no es necesario, nosotros-

Pero Cillian fue cortado porqué el alfa entró a la cafetería, rápidamente gimió molesto y miró a Beomgyu con preocupación.

—¡Vámonos!, ¡Vamos!, esto puede ser tramposo.

—Una trampa —Beomgyu asintió—, que valdrá la pena si realmente nos dan todos esos panes.

La frustración hizo que el rostro pálido de Cillian se volviera rosado—¿Tu vida vale unos cuantos panes de chocolate?

—¿En estos momentos? Sí.

—¡Beomgyu!


(...)


Taehyung ladeó su cabeza a la derecha y luego a la izquierda, sentía un tirón doloroso en su cuello del estrés causado por los últimos días. Y ahora con lo de Jungkook, sólo se había disparado a niveles anormales. La preocupación que sintió cuando se dio cuenta que algo andaba mal y que Jungkook no había salido del despacho de Sanghyuk casi le provocó un ataque al corazón, y cuando sus hombres tumbaron la puerta abajo y no había más que desorden en la oficina, sin señales del joven heredero, sintió que su alma abandonaba su cuerpo. En su mente sólo había espacio para los escenarios más extremistas como el secuestro que acababa con muerte, y la profunda reacción histérica de Jimin al enterarse de todo.

Sin embargo, el llamar a Hoseok, y que el sindicato de Min metiera sus manos encargándose de todo, acabó con el peligro eminente, ahora sólo quedaba el estrés pesado y de hierro en los hombros de Taehyung al sentir que había hecho mal su trabajo y que Jimin estaba enojado con él.

—¡Orden número trece!

—Gracias —Taehyung se apresuró a recoger la gran bolsa de bocadillos y el contenedor de bebidas. Cuando salió del lugar frunció el ceño al no poder encontrar a los niños que había visto en la entrada minutos antes, suspiró bajando los hombros—Vaya día para mí...

—Wung, ¡Pan!, ¡Pan!

—Shhh, no hagas ruido niño, nos van a descubrir.

La mirada de la pantera buscó la fuente del ruido, sonriendo para si mismo cuando las orejas de oso de un gorro tejido sobresalían de un arbusto.

Se acercó con pasos rápidos y carraspeó para llamar su atención—Con que aquí se escondían.

Beomgyu sacó su cabeza primero, hojas de árbol sobre su cabeza y rostro—¿Qué?, ¿así de fácil? Pensé que era un buen escondite.

Taehyung alzó una ceja cuando miró hacia abajo y se dio cuenta que se veían sus zapatos—Instintos —terminó por decir.

—¡Apa! —gritó el bebé oso cuando reconoció al desconocido, aunque salió de su escondite por el fuerte aroma a pan recién horneado.

Cillian jadeó nervioso—¡discúlpelo!, es pequeño y se dirige a todos de esa forma.

—Sin problemas, aquí, esto es para ustedes —Taehyung levantó la bolsa marrón y con la otra mano la caja con las bebidas—, aunque, esto... —una vez que los chicos se apresuraron ayudarle, sacó la bebida de Jimin—, esto es para mí, ahora sí, disfruten de sus cosas.

—¡Gracias, hyung! —exclamó el niño de rasgos coreanos.

Taehyung asintió y se dio media vuelta no sin antes echar un vistazo a Cillian quien miraba con las mejillas sonrosadas la bebida en sus manos.

—Hasta pronto.

Una vez que el alfa se alejó, Cillian se quedó temblando en su lugar, sintió como sus ojos comenzaban a picar y sorbió su nariz. Sus manos apretujaban la bebida, aunque no aplicaba suficiente fuerza para romper el vaso.

El cambia formas cocodrilo miró preocupado al irlandés—¿Qué sucede?

—Es... —finalmente Cillian dejó que sus lagrimas fluyeran y sollozó en un llanto—azucarado, sabe tan dulce.

Beomgyu sonrió de forma suave sabiendo a que se refería el chico, acaricio su espalda en consuelo—Ya, ya... no pasa nada, tranquilo.

Por un segundo de sus vidas, para tres almas sobrevivientes de la crueldad humana, el vivir tenía un sabor tremendamente dulce.  


Ha sido corto pero espero (CREO) que este fin de semana (sábado o domingo) tengamos otro capitulo. 

Lloro porqué sin querer hice el spoiler más grande en la ultima actualización pero hagamos como que estamos llorando de felicidad JAJAJAJ, en fin, olvidemos eso, y veamos que tenemos hoy, ¡Aparecieron nuestros niños perdidos! y han hecho contacto con nuestro protagonistas, al menos con uno, ¿creen que el reencuentro entre Jaemin y Jimin está mas cerca ? y si es que sucede... ¡Pero aún así!, muchas gracias por leerme y por sus comentarios, ¡Los quiero mucho! cuidense. Nos leemos pronto. 

-Susy

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