Capítulo 43: Un mundo de lealtades ciegas.



2 años y cuatro meses atrás.


Jungkook miró aburrido su celular, se había escapado de las clases nuevamente para poder llegar donde Jimin. Sabía que todavía lo encontraría en la mansión antes de que el mayor pudiera irse a la empresa. Se rió para si mismo pensando en como había dejado al idiota de su amigo, Eunwoo, en su lugar haciendo el examen, la profesora de derecho era una anciana tan vieja como las leyes que gustaba enseñar, una felina que se confundía con facilidad y que no se daría cuenta del cambio de estudiantes.

—¿Qué rayos haces aquí? —preguntó una voz a su espalda.

Dándose media vuelta, Jungkook abrió sus ojos tan inocentemente como pudo—Terminé mis exámenes de forma tan rápida que ya no tenía razones para quedarme.

Jisub revisó el reloj de su muñeca y alzó una ceja—Estoy seguro de que no hace más de la hora el chofer te dejó en la escuela. Sabes que no me gusta que me mientan, Jungkook.

El joven alfa suspiró y asintió—Lo sé, pero quería ver a Jimin antes de que se fuera de viaje, ¿sabe padre donde se encuentra?

Rápidamente los ojos del mayor se endurecieron, el shifter felino se acercó—Sabes, que bueno que estas aquí, porqué necesito hablar contigo de algo de muy importante.

—¿Es acerca de Jimin hyung?, ¿está bien? pero si en el desayuno lo vi bien.

—Si, es sobre Jimin, necesitas dejar a tu hermano solo. No es tu madre, Jungkook, ya eres un alfa grande, lo suficiente para dejar de correr detrás de él. Esta bastante ocupado con la empresa como para darte atención, así que aléjate de Jimin, ¿entiendes?

El dragón de Jungkook sintió su estómago revolver—Yo... yo... no, no puedo, Jimin hyung es mi hermano mayor.

—Sanghyuk es tu hermano también —murmuró Jisub, levantó una de sus manos y la puso sobre uno de los hombros de Jungkook, apretando con levedad mientras sonreía con los labios sellados antes de hablar—. Estoy seguro de que Hyuk estará encantado de comenzar a pasar más tiempo contigo, te hará bien, eso te hará un alfa de verdad.

—Ya soy un alfa de verdad, no soy de plástico, ¿sabes? —bufó Jungkook pero rápidamente se quejó de dolor cuando las garras de Jisub se encajaron en su hombro—, perdón, papá, perdón, duele, ¡duele!

La sangre comenzó a escurrir en pequeños hilos por todo su brazo. Jungkook agachó su mirada cerrando sus ojos, necesitaba respirar, así como le había enseñado Taehyung, inhalar profundo y exhalar despacio, pero era tan difícil cuando podía sentir la piel desgarrarse bajo las garras de su padre.

Sintió el alivió llenar su pecho cuando su papá lo soltó y se alejó unos cuantos pasos.

—Si le dices a Jimin sobre esto, me temó que yo mismo me tendré que encargar de él. Sabes a lo que me refiero, ¿verdad? —Preguntó Jisub mirándolo con seriedad—, deja a mi pequeño diamante solo, Jungkook. Ya no te necesita, hace bastante tiempo que superó la muerte de Jaemin, tú ya no eres nada para él.

Negando con la cabeza, Jungkook llevó una mano a su hombro tratando de parar el sangrado, sus ojos cristalinos enorme y asustados enfrentaron a su padre.

—No, no, no es así, soy su hermano, sigo siendo su hermano.

Jisub se rió en voz baja—Un reemplazo, Jungkook. Abre los ojos, no eres más que un patético reemplazo, tu vida aquí es una bomba de tiempo. ¿No te lo ha dicho Jimin?

—¿Decirme?

Esta vez, Jisub se alejó más y se rió más alto—Se mudará lejos con Wonho, su esposo, su alfa, ¿comprendes? lejos de aquí.

—No, no, Jimin hyung no lo haría, él no se ha ido porqué no me dejaría aquí solo, no lo haría ahora y no lo hará, estás mintiendo.

Encogiéndose de hombros, Jisub miró hacia el suelo—Dile a alguien de limpieza que se encargue de ese desastre —Señaló la alfombrilla con gotas de sangre. Acto seguido, simplemente se dio media vuelta para irse. Pero entonces, paró de caminar y sin girarse añadió: —Espero que hayas logrado un ruso nativo, porqué en cuanto Jimin se vaya, me encargaré de meterte a un internado en Rusia.


(...)


—Si compramos esta casa, tendrás mas tiempo de dormir y hacer tus rutinas matutinas, queda a exactamente quince minutos de la empresa —Taehyung resopló sobre el hombro de Jimin.

Jimin arrugó su pequeña nariz—No me gustan los complejos en el centro de la ciudad, mi audición es muy sensible, necesito absoluto silencio.

—Como sea, ya estoy emocionado —dijo Taehyung con una sonrisa—, no me da alegría dejar la mansión, pero si estoy feliz porqué no vere el jodido rostro de Jisub otra vez. Insisto en que compres ese complejo, es perfecto para los tres, Jungkook, tú y yo.

Jimin asintió mirando las demás casas—Estoy seguro de que le vendrá bien a Jungkook alejarse de papá, por eso necesito una casa alejada de aquí, ¿tal vez al otro lado de la ciudad?

—Eww pero en esa parte la clase... —Taehyung bufó—, no recuerdo que sindicato lidera ahí, pero estoy seguro de que es uno que nos cae mal, mejor sigamos buscando.

Justo en ese momento, Jungkook apareció en el umbral, tenía el rostro lloroso y quería que Jimin lo mimara y cuidara su herida, pero en el momento en que escuchó como hablaban de los precios de unos departamentos, sintió su corazón caer hasta la boca de su estomago con pesadez.

No dudó en alejarse antes de que pudieran olerlo, a su miedo y sangre. Se sentía... no sabía como describirlo, desolado, decepcionado, pero también confundido, una extraña mezcla de emociones que comenzaban a hervir dentro de su corazón hasta el punto de que podía sentirlo desbocarse de lo fuerte que latía. Corrió con prisa por los pasillos para llegar a su habitación, ahora la tristeza estaba siendo reemplazada por una impotencia, su visión se llenó de ira y furia, su dragón queriendo desmontarse de su piel y gruñir feroz.

—Cuidado, ¿a dónde vas? —. La persona que menos quiso ver lo interceptó de forma precipitada. Los ojos de Wonho se abrieron sorprendidos cuando observaron su brazo y estado—, cachorro, ¿Qué diablos?, tú... —luego, la realización llegó al rostro del cambia formas serpiente—, te encontraste con Jisub, ¿verdad?

—Quítate de mi camino —gruñó con los dientes apretados, realmente no se sentía bien. Sus oídos pulsaban y sentía los caninos de su boca picar con dolor.

—Ja, veo que no te cayó bien la noticia —. Wonho se burló, se inclinó un poco a su altura—, escucha cachorro, llevo bastante tiempo casado con tu hermano, ¿no creíste que estarías con nosotros para siempre, o sí? —Irguiéndose de nuevo, resopló sonriente y acomodo su traje—, pero bueno, estoy seguro que ya te advirtieron lo suficiente así que me iré.

Mientras Wonho caminaba tranquilo dándole la espalda, Jungkook seguía con la mirada en el suelo, su cabello cayendo de forma que cubría su rostro. La sangre seguía goteando de su herida y ahora parecía peor.

De la nada, su infantil risa resonó en el pasillo.

Levantó su rostro, sus ojos ya no eran azules. Habían sido cubiertos por una negrura que había desaparecido por completo su iris zafiro, los ojos de un escorpión feroz.

—Ahora me siento enojado, muy... enojado.


(...)


Actualidad.


Recargado en la ventana del auto, Jungkook siguió mirando los edificios, aunque todo parecía borroso, las persona que caminaban por la vereda se veían como rayones de luces. No supo que estaba llorando hasta que sorbió su nariz y las cabezas de Seokjin y Taehyung se asomaron hacia atrás con expresiones confusas.

La luz del semáforo estaba en rojo, por lo que Taehyung se inclinó aún más para verlo.

—¿Pero que tienes, cachorro?, ¿te sientas mal?, pronto llegaremos a casa, ¿quieres que paremos en un hospital?

Seokjin asintió—Tal vez un chequeo no vendría mal.

—No, no, sólo... quiero ir a casa y dormir, estoy cansado, sólo es eso.

Taehyung asintió y no preguntó más, tan pronto como la luz cambió siguió conduciendo a casa. En cambio, Seokjin lo miró intrigado, para finalmente acomodarse en su asiento con un resoplido, a veces olvidaba que el alma de Jungkook no dejaba de ser la de un niño.


(...)


No sabía si pasaban de las doce del medía o era mucho más tarde, pero Jimin sólo resopló cuando llevó una mano a su frente y pensó en todo el maldito trabajo que pudo haberse acumulado.

—Deja de pensar en tantas cosas.

Yoongi detuvo el auto en un alto y aprovechó el momento para buscar la mano del omega y enlazarla con la suya.

—Yo me pregunto, ¿es que acaso tú no trabajas? te recuerdo que eres dueño de un imperio farmacéutico.

El dragón bufó divertido—De lunes a jueves, sólo las mañanas.

Jimin parpadeó estupefacto—¿Qué?, ¿y que diablos haces en ese poco tiempo? sabes, no me respondas, estoy seguro de que todo lo hace el secretario Kim, pobre oso Yogui, dale vacaciones al desamparado.

Yoongi se rió—¿Vamos a llevarnos así? bueno, que me dices de tu bagheera, no lo veo hacer nada, sólo te sigue a todos lados.

Rodando los ojos, el omega respondió—porqué eso es en parte su trabajo, nos enfocamos más en los negocios.

El auto avanzó.

—Bueno, yo también atiendo mis negocios, rojo ginebra no es algo fácil.

—Necesitas a alguien que te ayude con la empresa, Alfa Min. Muy bueno en su mafia, ¿pero su empresa?

—Y usted necesita alguien que se haga cargo de su sindicato, Omega Park. Muy bueno en tus negocios, ¿pero tu sindicato? Además, con- ¡hey! —. Jimin interrumpió su dialogo con un pequeño golpe en el hombro.

—Tonto, te pasaste la entrada de autoservicio de McDonald's, regrésate.

—Hay otro más adelante, no puedo dar vuelta, tengo autos detrás —. Yoongi murmuró observando por el espejo retrovisor.

—Voy a vomitar en los próximos cinco minutos si no meto algo a mi estomago —se quejó el rubio.

Yoongi iba a hacer un comentario divertido hasta que las palabras del omega tuvieron otro sentido. Carraspeó y aceleró un poco para doblar en una avenida solitaria fuera de la calle transitada.

—¿A dónde vamos? —Jimin preguntó cuando observó que se desviaban.

—Sólo dame cinco minutos.

El auto siguió avanzando hasta que estacionaron frente a una tienda convivencia, Yoongi fue tan rápido que Jimin ni siquiera tuvo tiempo de quejarse, tan pronto como entró salió en pocos minutos con un par de paquetes de en su mano. Cuando se subió al auto, los ojos de Jimin brillaron al ver las golosinas, esponjosos panqueques rellenos de chocolate.

—Gracias, pensé que íbamos al autoservicio —. El menor abrió uno de los paquetes y calmó a su dragón hambriento, aunque sabía que sería por unos momentos.

—E iremos a comer, tengo otro lugar en mente. Pero primero, necesito otros minutos, confía en mí.

Jimin levantó una mano quitándole interés, parecía mas ocupado en separar las chispas de chocolate oscuro y las de chocolate blanco, no era muy fan del chocolate blanco.

Volviendo a su improvisado viaje por las estrechas calles de la ciudad, Yoongi miró de reojo al omega, parcia tranquilo, comiendo como un gatito adorable, concentrado en devorar su alimento.

—Jimin...

—Mmm...

—¿Sería muy imprudente de mi parte preguntar algo personal?

Jimin dejó de masticar para mirarlo con una expresión de seriedad, comió antes de hablar—Literalmente eres un psicópata acosador ¿y me estás pidiendo permiso para preguntar algo?

Encogiéndose de hombros, Yoongi mantuvo su vista al frente—¿no habíamos quedado en que comenzaríamos a hacer las cosas bien?

—¿Qué quieres saber?

—Háblame... háblame sobre Jaemin.

Al contrario de lo que esperaba Yoongi, Jimin se mantuvo sereno, mirando por la ventana sin siquiera dirigirle una mirada. No obtuvo respuesta por al menos veinte minutos, el silencio había sucumbido con la atmosfera, pero no era incomodo. El dragón alfa estaba atento, pero Jimin no parecía quitar la vista del paisaje.

La voz de Jimin al escucharse fue un tono que el alfa difícilmente había oído antes, creía entonces que incluso podía decirse que estaba siendo sólo Jimin, no el cabecilla de su sindicato, no el CEO de J.S.J. sólo Jimin. La ternura y la melancolía le hacia recordar cuando su padre hablaba de su difunta madre en algunas ocasiones.

Habló:—Era mi bebé, de mi único matrimonio, como sabrás... su nombre completo era Park Jaemin pero le gustaba que le dijeran Jae, inflaba sus mejillas y arrugaba las cejas, y entonces yo me reía de su divertida expresión y él soltaría el mas adorable chillido que alguna vez había escuchado.

—Estoy seguro de que fue un niño hermoso.

—Oh... por supuesto que sí —Jimin sonrió con los ojos cerrados—, tan bonito, mi niño. Tenía mis ojos, y mi nariz, unas pestañas tan largas que me hacían envidiarlas, y su bonito cabello caía en ondulaciones, era una gran tarea peinarlo siempre —Abrió sus ojos y suspiró acomodándose mejor en el asiento, esta vez, se giró aún con el cinturón puesto en una posición de costado en la que pudiera observar a Yoongi—. De color negro, tan oscuro como el del idiota de Wonho, creo que fue su única herencia. Mis genes son muy fuertes, tanto que Jaemin tenía pequeñas luces rubias escondidas por ahí.

—¿Jaemin también era un dragón?

—Eso creí —la voz de Jimin se apagó—, pero, probablemente sólo compartíamos algunas características. ¿Sabías que mi ácido no puede dañar a Jungkook ni el suyo a mí?

Yoongi lo miró unos segundos antes de regresar su vista a la carretera—Creo que me di cuenta cuando estuviste en tu sub espacio.

—Eso es porqué nuestra genética reconoce los lazos familiares y no nos deja hacernos daño. Pero... supongo que no reconoció a Jaemin, porqué... de ser así, el ácido no le hubiera hecho daño, mi ácido hubiera sido agua para su piel.

—Jimin... acaso...

—Fue hace seis años. Realmente nunca supimos a quienes pertenecían los hombres que atacaron esa noche hasta ahora... recuerdo que me encontraba durmiendo, y apenas ese día, el viejo de Jisub me había convencido de tenerle una habitación al bebé, Jaemin dormía conmigo porqué no me gustaba separarme de él. Sabes lo importante que son los primeros años para una cría, necesita a sus padres en todo momento.

—Lo sé —suspiró Yoongi—, ¿y esa misma noche que lo pusiste en su nueva habitación, sucedió?

—Sí, atacaron. Mi primer instinto fue buscar a Jungkook cuando lo escuché gritar, lo tenían acorralado en su habitación varios hombres, me encargué de ellos y lo puse en un lugar seguro. Cuando corrí a la habitación de Jaemin, se encontraba destrozada y había una persona ahí, intentó herir a mi bebé y yo use mi ácido, con la creencia de que no le haría daño a mi hijo.

Yoongi no respondió, se mantuvo en silencio esperando a que Jimin continuara.

—Es horrible —Jimin miró sus manos, las abría y cerraba en puños de forma repetitiva—, saber que tienes tanto poder como para liderar más de trecientos hombres, pero no eres capaz de cuidar a los que verdaderamente te importan. Taehyung y Jungkook se la pasan diciéndome que lo supere, que deje el sindicato, que me consiga una vida mejor, que me merezco ser feliz, pero Yoongi, me di la oportunidad de conocer la felicidad a tal punto que me acostumbré a ella ¿y sabes que sucedió? —apretó su puño con fuerza—, me la arrebataron.

El auto se estacionó finalmente frente a un enorme lugar, pero Jimin no lo reconoció, siguió mirando el color whisky de los ojos de Yoongi, y el alfa el zafiro de los suyos.

—Nunca más, ¿entiendes, omega? Nunca más te harán daño. Nada de lo que sucedió fue tu culpa, espero puedas creerme.

—¿Qué tan seguro estas de que podré confiar en tu palabra?

Yoongi se quitó el cinturón de seguridad, también el del omega y lo tomó de la muñeca para moverlo hacia su asiento. Con ayuda, Jimin se motivó a moverse y cambiarse de lugar para sentarse sobre las piernas de Yoongi, mirándolo de frente un poco incomodo por el volante detrás, pero nada que pudiera molestarlo.

—Joder, quemaré toda la ciudad si un día te sucede algo, Jimin —murmuró Yoongi juntando sus frentes—, mataré por ti, me encargaré de quien tu quieras, omega, te mantendré a mi lado feliz y seguro y nunca en la vida volverás a preocuparte por estas cosas, por nada, quédate conmigo y no conocerás el estrés.

—Quisiera creerte, pero nos dedicamos al mundo negro, Yoongi. Nuestro estilo de vida no tiene nada de tranquilidad, y yo, no lo voy a dejar simplemente por el poder del amor, pertenecer a un sindicato ha sido mi vida entera.

Besando sus labios con suavidad, Yoongi se separó para tomarlo de las mejillas y hacer que se miraran directamente a los ojos de nuevo.

—¿Qué necesito hacer para tenerte, omega? Dime cualquier cosa, te daré lo que me pidas con tal de que te quedes conmigo.

Jimin se inclinó y besó su nariz, después quitó con suavidad las manos del alfa de su rostro y decidió acurrucarse en su cuello, inhalando el aroma del alfa.

—Sanghyuk y Lee Dong Gun...

—¿Dong Gun? Ya me han dicho ese nombre y tu hermano, ¿Quieres a Sanghyuk?

—Sus cabezas, mi alfa, tráeme sus cabezas. 



Ay mis tamalitos con carne de mi corazón, este capítulo venía más cargado porqué Jimin también explicaba que sucedió en su infancia con Dong Gun, o sea que finalmente sabremos que sucedió en ese secuestro "express" hace años, pero como buena autora critiqué mi propio capitulo y me dije que ya tenía su dosis estable de drama, así que en el proximo les vengo dando advertencia que se vendrá más drama, no como tal angustia, si no más bien un desarrollo mucho más maduro de Jimin abriéndose a Yoongi y vemos la reacción de Yoongi ante todo lo que le dirá Jimin. 

Y bueno, ¡Me estoy muriendo, son las cinco de la mañana y yo aquí sin dormir! Como siempre, ya será una marca de susy, ¿verdad? en fin, su querida y moribunda princesa de las madrugadas se despide para poder echarse una larga siesta, ¡muchas gracias por leerme y espero les haya gustado! 

Los quiero, por favor cuidense, descansen mucho y duerman sus horas! no sean como yo, ¡Que tengan un bonito Jueves! 

Pd. ¿vieron que fueron 4 capítulos en un mes? wow, es como, wow, me siento muy orgullosa de mi, a los nuevos lectores, no se acostumbren JAJAJAJA a los viejos lectores, ¡Celebremos! JAJAJA 

-Susy.


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