Capítulo 34: Un mundo de corduras perdidas.


[Antes de leer, algunas aclaraciones] 

—Los dragones basiliscos de este universo, son criaturas sumamente territoriales y posesivas con los de su especie, por lo que las actitudes de Jungkook hacia Jimin podrían salirse de contexto en algunos momentos, más eso está a responsabilidad de la comprensión lectora de cada uno de ustedes. El padre omega, Jungkook, Jimin, y Jaemin por naturaleza son sumamente territoriales, también gracias a que pertenecen a la misma línea de raza familiar, pueden incluso llegar a sentirse (parecido al lazo con una pareja pero mucho más leve y sin marcas). 

—Información que ya he mencionado y repito, Yoongi es un Dragón cola plateada, por lo que son sumamente dominantes con todo a excepción de su pareja, tiene dos voces, una de sub mando que se interpreta en letra ladeada- de esta forma - y otra voz de Mando que se interpreta en negritas - de esta otra forma-. 

—Recordemos que el omega de Jimin esta dormido debido a la desgracia que sucedió con Jaemin hace años, que el omega de Jimin se encuentre en tal estado NO es la razón especifica de que Jimin pueda evitar los comandos, pero SI influye y ayuda en eso, los dragones basiliscos por naturaleza pueden evitar cualquier comando de rango inferior a ellos sin importar si son alfas, betas u omegas. 

—El sub espacio omega es una condición de tiempo fuera de forma psicológica únicamente de los omegas, en donde su parte humana y racional se encuentra en trance, y su parte animal espiritual sube a la superficie tomando total control, normalmente sucede cuando los omegas están bajo altos niveles de estrés y el lado animal envía a su lado humano al sub espacio en un intento de protegerlo de cualquier peligro. Tambien es una condición peligrosa, y no se recomienda que los omegas lo hagan pues corren el riesgo de quedar en trance toda su vida, sólo un alfa poderoso o bastante cercano al omega (digamos que un alfa "destinado" aunque no manejaremos ese concepto en la fic) puede llegar a sacarlo de tal condición. / Los omega también pueden entrar en el sub espacio omega forzado cuando un alfa los muerde o aprieta ese punto especifico en la nuca. 

—¡Muchas gracias de ante mano y disfruta de la lectura! Puede ser un poco pesada, así que lee despacio y atento, que lo disfrutes, no olvides decirme que te pareció ^^


—Y si realmente tienes el jodido nudo de un alfa, arrodíllate si te atreves ante este omega.

Carcajadas inundaron el salón, haciendo eco entre las elegantes paredes, rebotando en el blanco y extravagante mármol.

Entonces los ojos de Yoongi regresaron al rojo, su sonrisa se ensancho y se acercó al omega, tomando su mano sin dejar de mirarlo, una de sus rodillas se dobló contra el piso mientras se arrodillaba en una postura respetuosa.

—Ya tak dolgo zhdal vstrechi s nastoyashchim zachinshchikom zolotoy zmei (esperé tanto para conocer al verdadero cabecilla de serpiente dorada) —murmuró Yoongi después de depositar un cariñoso beso en el dorso de su mano, Jimin no pareció interesado ni sorprendido ante la perfecta fluidez del ruso, sabía que Yoongi lo hablaba perfectamente, después de todo...

Después de todo... ellos ya habían tenido su primer encuentro hace mucho.

—¿Quieres comenzar de nuevo, Min Yoongi? —preguntó Jimin entrecerrando sus ojos, aunque un poco más confuso que intrigado—, no creo que lo ideal sea borrar cualquier paso que hayas hecho en el último mes, dime, Alfa Min, ¿de qué manera voy a perdonar todo lo que has hecho?

Yoongi finalmente se puso de pie, suspiró con una leve sonrisa—De la misma forma en que has intentado indagar sobre mí en la base oficial del escuadrón de investigación, ¿no es así? —acercándose un poco más, Jimin ni se inmutó cuando el alfa tocó suavemente su mejilla—, tengo ojos en todos lados Jimin, tendrás uno de los imperios más grande del continente, pero cariño, estas olvidando algo bastante importante.

—¿Qué? —preguntó aburrido.

—Eres el segundo, el segundo sindicato más peligroso, ¿sabes que significa eso? Que hay un primero, y ese... —con lentitud se acercó aún más, su aliento siendo palpable a corta distancia de su oreja—, soy yo.

Jimin lo empujó molesto, aunque no lo suficientemente lejos, Yoongi apenas y se movió un paso hacia atrás, aún bastante cerca del omega como para sujetarlo de ambas muñecas.

—¿Quieres pedir un perdón que de ante mano no te has ganado?

—Si, así es —contestó Jimin firme.

La risa del dragón de fuego hizo eco en la habitación—eres impresionante, omega Park, ¿Quién diría que un par de ojos tan bonitos, tiene una personalidad tan doble?

De inmediato Jimin arqueó una ceja—¿doble? ¿cuándo me he proclamado algo que no soy ante ti, Alfa Min? Hablo por mi beneficio, y actúo de acuerdo a ello, pero si de etiquetas estamos hablando... —lo miró de arriba abajo—, no tienes la mejor de ellas.

Yoongi se acercó nuevamente, solamente una delgada hoja de papel podía pasar entre el espacio que había en ambos rostros—, no me mientas, tus ojos brillan y tus pestañas aletean cuando el detective Woo Jiho entra en tu campo de visión, ¿o acaso me vas a decir que tu voz no se vuelve especialmente dulce con él?, ¿crees que no te he visto hablar con él?, ¿Cómo fueron a comer juntos?, ¿Cómo jodidamente me di cuenta que el aroma a piña pertenece a él?, ¿la familiaridad con la que él te habla? Como si fueran...

—Viejos compañeros de escuela y sólo eso —se burló Jimin rodando los ojos—, Dios mío si no fueras tan guapo definitivamente te pondría una orden de restricción, tremenda red flag tienes pintado en todo tu rostro, que miedo que das, maldito acosador —. El omega soltó una risa antes de continuar—, pero bueno, yo soy peor que tú así que ¿no somos perfectos el uno para el otro? lástima que tengas esa cabeza tuya tan hueca como tu maldito nudo alfa, te hace falta astucia, Alfa, astucia —canturreó Jimin tronando sus dedos frente a Yoongi.

Segundos después, el ambiente tenso había desaparecido por completo y las feromonas curiosas de Yoongi hicieron que Jimin inconscientemente destensara sus hombros y respirara con más tranquilidad.

Esta vez la voz de Yoongi fue totalmente inocente al preguntar—¿A dónde queremos llegar?

Jimin miró los profundos ojos ámbar del shifter dragón, resopló con cansancio antes de rodear al alfa en un sorpresivo abrazo, dejando caer su cabeza sobre el hombro del pelinegro.

—No lo sé, estoy tan malditamente cansado, eres un idiota, me has agotado mentalmente, jodido imbécil, te odio, te odio, porqué tenias que hacerme sentir así, ¿eh?, ¿quién diablos te dio el derecho de hacerme recordar que tengo jodidos sentimientos? —. La voz de Jimin sonó aplanada contra el cuello del alfa.

Este último rodeó a Jimin en un abrazo reconfortante y protector, casi podía escuchar a su Dragón ronronear complacido por tener al bonito omega en sus brazos tan dócil.

—Lo siento.

—¿Por qué tenías que tener a esas bonitas rubias contigo?, ¿eh?

Yoongi dejó escapar una risilla mientras abrazaba más fuerte al omega e inhalaba su adictivo aroma afrodisiaco—Si te sirve de consuelo, estaban enojadas conmigo porqué las hice teñirse de rubio esta mañana, Hoyeon me gruñó cuando les di la orden, apenas acababa de hacerse un corte y teñirse de un rojo que al parecer fue difícil para ella como para venir yo y arruinarlo de un y cito "descolorido y feo rubio".

—Merecen un aumento, les darás un buen bono —murmuró Jimin cansino.

—Lo haré.

—Eres un insensible, idiota, definitivamente un idiota, si, muy idiota...

—Mmm... dime más... —. Si Yoongi un día muriera y tuviera la oportunidad de visitar el paraíso, no sería nada comparado con tener a Park Jimin en sus brazos, cerró los ojos disfrutando de la sensación de pertenencia, de hogar, de... un abrazo tan domestico que dolía el corazón.

—Acosador psicópata que da miedo.

—Tú también das miedo, mi bonito manipulador, mi pequeño diamante.

Casi al instante, el cuerpo de Jimin se tensó por completo y se separó de forma tan brusca que desconcertó a Yoongi.

—¿Qué sucede?

Los ojos de Jimin brillaron de su hermoso azul helado, aunque la plata de su dragón basilisco comenzó a parpadear en la lucha de dominio.

—¿Cómo me has llamado?

—Bonito manipulador.

—No, no, tú...

—¿ah? ¿Pequeño día-...

El alfa no terminó de hablar cuando un fuerte estruendo los interrumpió a ambos, rápidamente los hombres de Yoongi comenzaron a salir de todas partes armados y gritando ordenes, con velocidad el pelinegro tomó a Jimin nuevamente en un fuerte agarre mientras gruñía cuando observó a varias personas acercarse a ellos.

—Señor, están atacando la mansión, por favor permítanos escoltarlo hacía el ala sur de la mansión —. Uno de los uniformados habló, pero al instante su cráneo fue atravesado por una bala desconocida que terminó con su vida.

Yoongi maldijo en voz baja y Jimin jadeó asqueado cuando la sangre salpicó su rostro.

—¡Namjoon! —Rugió Yoongi corriendo con prisa por uno de los pasillos, su agarre fuerte en la muñeca de Jimin sin soltarlo.

—¡No sabemos quienes son todavía! es una pandilla desconocida —exclamó el cambia formas oso llegando de pronto a su costado—lograron derribar la puerta norte y ahora han entrado a la mansión, tengo a Jackson y los demás en la entrada, pero tenemos infiltrados dentro de la mansión.

Jimin miró hacia los lados, su nariz siendo sensible captando un aroma bastante familiar. Abrieron una puerta, pero sólo eran unas escaleras que los llevaba hacía abajo.

—¿Dónde está Hoseok? —murmuró Jimin de la nada, no había visto al shifter lobo siguiéndolos.

Namjoon quien iba al frente, abrió una puerta más, tantos caminos y tanta adrenalina acumulada comenzaba a marear al omega.

El oso habló—Esta en el sector principal con Kim Taehyung, él ya se encontraba aquí cuando el altercado comenzó.

Jimin paró de inmediato—¿Tae está aquí?, ¡tengo que ir con él! —El omega se dio vuelta rápidamente sólo para ser abrazado por la espalda y levantado como si no pesara nada.

—No vas a salir de aquí, ¡están atacando la mansión!, ¿has perdido la cabeza? —Yoongi gritó con indignación, sus ojos brillando de un potente whisky fuego.

El gruñido de Jimin fue aterrador, pero no lo suficiente para desequilibrar ni un poco al enojado alfa.

—¡Mi segundo cabecilla está ahí fuera luchando en un territorio ajeno!, ¿quieres que rompa una ley de sindicato? ¿y lo deje ahí fuera?

De pronto la expresión de Jimin se vio asustada, ojos grandes y redondos brillaron con miedo mirando por arriba del hombro de Yoongi—¿Qué jodidos es eso?

Tanto como el alfa y el beta giraron rápidamente, acción suficiente para que Jimin pudiera correr tan rápido como sus largas piernas se lo permitieran, abrió la puerta, volviendo a subir escaleras y llegando hasta el pasillo principal.

—¡Maldición! ¡Park Jimin!, ¡Park Jimin!

Podía escuchar la voz furiosa y entintada en ira de Yoongi detrás suyo, pero lo único que había en la mente de Jimin era Taehyung, y sorprendentemente, otro aroma bastante familiar.

Fue entonces cuando al girar en un pasillo chocó con un pecho duro y un aroma que ahora podría reconocer en todos lados.

La expresión de Jimin se contorsionó de incredulidad y enojo—¿¡Qué demonios estás haciendo aquí?!


(...)


Siendo la persona sigilosa que era, sus grandes ojos redondos miraron con curiosidad al omega caminar con rapidez hacia la puerta, una pantera lo iba siguiendo refunfuñando en voz baja.

Jungkook rápidamente se dio media vuelta en dirección a la cocina, logró salir por la puerta trasera y lo primero que vio fue a un bonito auto estacionado, un hombre de cabello rojo a quien recordaba haber visto vagamente se encontraba caminando hacia los escalones de la entrada.

—¿se van a ir a jugar sin mí? —susurró el joven dragón, y en cuanto vio la oportunidad de correr hacia el auto y esconderse detrás, lo hizo, siendo aún mucho más rápido en abrir la puerta del asiento trasero y hacerse una pequeña bolita detrás del asiento copiloto, la oscuridad acobijándolo en un perfecto camuflaje, no pasó mucho tiempo antes de que pudiera escuchar voces cercanas.

Como hermano menor, lo protegían mucho, especialmente Jimin, pero también por la misma razón, el mayor no lo inmiscuía en muchos asuntos de la familia y aquello hacía enojar a Jungkook, no importaba cuanto poder tuviera Jimin en sus manos ahora, ¿no eran siempre los pequeños adorables quienes heredaban todo? además, estaba cansado de practicar a escondidas, necesitaba algo de acción real.

Especialmente cuando había escuchado a Jimin decirle a Taehyung que el próximo sucesor sería la pantera, y no él, ¿por qué Taehyung y no Jungkook? bufó molesto, amaba a Taehyung tanto como amaba a Jimin, los consideraba ambos su única familia, pero Jungkook era el joven heredero.

Todo eso era suyo, la familia Park era suya, el imperio JSJ tenía que ser suyo, ¿no era eso lo que su hyung Sanghyuk le había dicho?

—Oh, sería una lástima si la noche se arruinara tan pronto —. Jungkook escuchó a Jimin hablar después de unos minutos de viaje, podía oír el leve golpeteó de una llovizna contra el auto y no consiguió evitar sentirse fastidiado, no le gustaban mucho las tormentas.

—No escuché nada en el canal del clima, pero no creo que sea un impedimento para que usted pueda disfrutar esta noche.

—Esperemos que sea así.

El camino hacia donde sea que estuvieran yendo no fue tan largo como creyó, y pronto se encontró bajándose del auto sigiloso. Jungkook caminó tan discretamente como logró detrás del Abogado Jung y su hermano, ya que de esa forma su presencia pasaría como un invitado más a los ojos de los guardias y para Jung y Jimin probablemente pasaría como un guardaespaldas más de aquellos que venían escoltándolos.

Se quedó en la recepción mirando hacia los costados, levantando una ceja ante lo fácil que fue escabullirse lejos entre los pasillos, sus zapatos resonando en el piso de mármol, no había nadie alrededor, era como si todos estuvieran reunidos en otro lugar.

Si una cosa había aprendido Jungkook de sus hermanos, era que siempre había que revisar el perímetro, así que, con su mente curiosa, caminó por un extenso pasillo alfombrado, la costosa decoración era bastante extravagante, y los detalles de oro en cada retrato lo dejaron asombrado, caras desconocidas con vestimentas cada vez más antiguas al pasar de los años, al parecer había entrado a un pasillo dedicado al árbol genealógico de los Min.

No había guardias cerca como al comienzo, y ahora estaba más seguro de que todos estaban reunidos en un cierto lugar, no pudo evitar bufar ante aquello, si esta fuera la mansión Park, no habría ni un centímetro en el cual no hubiera seguridad, especialmente por los ataques más recientes a su casa.

O simplemente Min Yoongi estaba bastante seguro de que nada podía penetrar su grandiosa y bestial seguridad, mirando un poco por uno de los enormes ventanales se dio cuenta de personas vestidas de negro con armas caminando de aquí hacia allá por el jardín en el piso de abajo.

—Encuentro alguna curiosidad, y me voy —murmuró para sí mismo, tal vez y con suerte encontraba la habitación de Yoongi, aunque dudaba de que tuviera tan fácil acceso, tal vez estaba en la tercera planta, o incluso escondida entre pasillos confusos.

De todas las puertas se decidió por la de roble oscuro al final del pasillo, era una habitación normal, bastante simple pero llamativa a la vez, lo que lo dejó helado y con la mano en el pomo de la puerta fue un retrato en grande en la pared, una fotografía enmarcada en oro blanco el cual destellaba tanto como los ojos de la persona.

—Pero que hyung tan enfermo —murmuró Jungkook arrugando el entrecejo con molestia, su lengua golpeó la parte interna de su boca mientras avanzaba hacia el cuadro, un escritorio grande y de madera lo separaba de tocarlo, pero aún era una vista apreciable.

Su hyung, su hermano Jimin se encontraba enmarcado en una foto bastante bonita, parecía ser sacada por alguien de la prensa al ver en el fondo una sala de conferencias y la expresión de Jimin, ojos fijos en algún punto, expresión de total atención, como si estuviera atento a algo, alguna pregunta, tal vez fue una foto sacada en alguna rueda de prensa, el marco de sus lentes negros quedaba perfecto con el traje gris que portaba y el hermoso cabello rubio suyo peinado hacia atrás con elegancia.

Chasqueó nuevamente su lengua celoso, ¿quién se creía ese abuelo para tener una foto de Jimin en su oficina? Su cuerpo se contrajo ante el escalofrío sorpresivo, los adultos eran tan extraños.

—Mejor me la llevo —murmuró Jungkook decidido—, la colgaré en mi habitación, si, en mi habitación se verá mejor —habló el joven alfa para si mismo mientras pasaba sobre el escritorio y tocaba con sus manos el marco buscando alguna manera de bajarlo del muro.

Cuando se dio cuenta que definitivamente el cuadro estaba clavado contra la pared, no le tomó más remedio que rendirse con un pequeño mohín en sus labios.

Pero hablaría con Jimin, estaba seguro que su hyung lo consentiría si ponía un par de ojos bonitos y le hablaba sobre lo raro y extraño que era el Alfa Min y sus pervertidos secretos.

Suspirando, se asomó por la ventana con un sentimiento aburrido acobijando sus hombros, aunque este no duro mucho al reconocer de inmediato el auto de Taehyung estacionándose en la entrada de la mansión, observó a la pantera bajarse del coche mientras parecía jugar con un par de llaves lanzándolas al aire y atrapándolas. Si la pantera ya había llegado era señal de que en realidad Jimin ya tenía que irse y, por lo tanto, señal de que algo malo había pasado, no había otra razón viable para que el omega se marchara tan pronto, o para que este mismo llamara a Taehyung en busca de ayuda.

Sus instintos protectores lo llevaron a buscar a Jimin, saliendo de la habitación con rapidez al mismo tiempo que parecía ignorar lo que pasaba a su alrededor, como de pronto las luces comenzaron a parpadear y el sonido de gritos, maldiciones y disparos rodeó la mansión en un nuevo ambiente de guerra. Su dragón al ser joven, tomaba una prioridad de entre tantas opciones, además de que su raza, según Seokjin, era bastante difícil de controlar, aún más siendo un joven impulsivo, su alfa, aunque chico, gritaba y aclamaba por buscar a su sangre y protegerla, pero parecía que el aroma de Jimin cada vez se alejaba.

—¡Sector sur!, ¡vayan al sector sur!

Las voces de los guardias pasaron desapercibidas para Jungkook, giró en un pasillo y chocó bruscamente contra otra persona.

—¿¡Qué demonios estás haciendo aquí?! —Jimin lo enfrentó con una expresión molesta e incrédula—, ¡Responde, Jungkook!

—Hyung, te estaba buscando, ¡están atacando este lugar! —comentó apresurado el menor.

Jimin chilló frustrado mientras se sujetaba la cabeza, ¿en que momento Jungkook había llegado a ese lugar? Y, sobre todo, ¿Cómo?, ¿había venido por su cuenta?, ¿había sido traído por alguien?, ¿Taehyung tal vez?

—¡Omega Park! —gruñó Yoongi llegando hasta él, se encontraba bastante agitado y sus ojos rojos enfundados en furia brillaron al reconocer la presencia de Jungkook—¿Qué rayos hace el bebé Park aquí?

Frunciendo el ceño, Jungkook lo señaló con el dedo—¡Oye! ¡tú no tienes el derecho de criticarme cuando eres un abuelo pervertido!

—¡Cállense por un momento, joder! ¡estoy pensando! —Jimin respiraba agitado, por alguna razón, no podía evitar sentirse molesto y frustrado con la situación, pero lo más raro, es que sus manos insistían en tocar su vientre y protegerlo—, ¡seguridad!, ¡cuarto de seguridad!, debes de tener uno, ¿no?

Yoongi asintió con rapidez e hizo señas a Namjoon de que lo siguiera, los cuatro caminaron con prisa, Yoongi liderando el camino hasta un pasillo más oscuro y angosto. El alfa presionó unos números en la puerta la cual hizo un clic automático, Namjoon tenía su arma en alto y al ver que estaba despejado, todos entraron al instante.

Jimin tomó a Jungkook de una oreja haciéndolo chillar, lo sentó en un sofá rojo y lo miró con la furia reverberando por cada poro de su piel, estaba viendo color en su enojo.

—¡¿Es que estás demente?!, ¡¿En que diablos pensabas al colarte a un lugar así?!, ¿¡Qué rayos haces aquí, Jungkook?!

Bufando mientras cruzaba sus brazos, el joven alfa murmuró—sólo quería salir a jugar...

—¿Jugar?... dios mío, me vas a dar un jodido ataque al corazón, ¡jugar!, ¡el bebé quería jugar! ¡cuando lleguemos a casa te encerraré por un mes entero que no podrás salir ni para ver la luz del sol, Park Jungkook!

—Lo siento... —Jungkook se achicó en su lugar mientras apretujaba un cojín.

Yoongi miró a Namjoon después de haber agarrado un par de armas de una gaveta—Quédate con ellos aquí, absolutamente nadie entra ni sale sin mi permiso, ¿de acuerdo?

Jimin caminó hacia la puerta—Yo no me quedaré aquí.

—¡No quiero que salgas herido!

—Suéltame o te arrancaré esa garganta tuya de un mordisco —gruñó el rubio omega cuando el dragón lo sujeto fuertemente de un brazo—, jodidamente dejaré que Taehyung este sólo ahí fuera en un altercado de pandillas.

Para Yoongi fue bastante difícil no caer ante la fuerte mirada de Jimin, pero su dragón estaba más encaprichado en resguardar al omega y protegerlo, no sabía que pasaría con su cordura si tan sólo el omega logrará obtener el más mínimo de los rapones, y aquello confundió a Yoongi. Se había preocupado por Jimin en su mansión, incluso cuando los atacaron en su burdel, pero el instinto protector que sentía justamente en esos momentos rayaba lo bestial, y no podía entender de donde venía esa iniciativa tan abrumadora.

Salió de sus pensamientos cuando escuchó el sonido de la puerta sellarse, y gruñó molesto. Le entregó un arma a Jimin y silbó disgustado.

—No te separes de mí en ningún momento, ¿de acuerdo? ayer mi equipo de seguridad estaba instalando un nuevo detector tecnológico, se supone que había quedado esta mañana... —murmuró el alfa más para sí mismo que para el rubio.

Jimin caminó a su costado, mirando por la ventana, era casi sospechoso como casi todo se había vuelto silencioso, podía escuchar el eco de disparos a la lejanía, pero especialmente esa zona era bastante...

—Supongo que comenzaron a instalar el nuevo equipo de seguridad por zonas, ¿cuál era la última?

Yoongi se quedó quieto—Este pasillo.

El silencio tan incitador no duró mucho porque al instante Jimin se giró rápido y disparó a dos hombres que habían saltado hacía su espalda de sorpresa, Yoongi disparó, pero volvió a darse media vuelta al ver que de su lado habían aparecido más hombres.

De pronto la adrenalina y la acción pintó los muros de aquel pasillo entre maldiciones y golpes rápidos.

—No son coreanos... —susurró Jimin pegando su espalda contra la de Yoongi—, ¿los tuyos?

Yoongi pateó a uno de los hombres que se lanzó contra el y sin dudar, disparó a su atacante en el suelo.

—Tampoco.

Jimin pateó a uno de los hombres en el suelo quien respiraba entrecortadamente mientras tres agujeros en su pecho acababan con su vida, apuntó con el arma a su frente antes de preguntar—¿Quién es tu familia?

El hombre de negro bajó el cuello alto de su vestimenta que tapaba su rostro y escupió sangre al suelo, dientes manchados de rojo aparecieron en una distorsionada sonrisa.

—Tot samyy, kotoryy postavil vas komandovat' (la misma que te ha puesto al mando).

Desde su lado, Yoongi verificó que todos estuvieran inconscientes o inactivos de vida, se peinó el cabello hacia atrás y miró a Jimin quien parecía haber recibido la peor noticia de su vida.

—¿Qué fue lo que dijo? fue ruso, ¿no?

Pero Jimin no contestó, en cambio, jaló del gatillo una vez, dos veces, tres veces, hasta que la sangre salpicó como una lluvia torrencial las paredes, manchó la alfombrilla y el alma del omega quien descargaba una incertidumbre y creciente dolor por traición en su corazón.

—Omega, esta muerto, omega, ¡detente! —exclamó Yoongi llegando donde Jimin, intentó tocarlo, pero rápidamente el menor se giró, ojos brillando del más perlado blanco, mirándolo con el fuego más puro y plateado posible.

—¿Jimin? Jimin baja el arma... —susurró el alfa tranquilo, dejó lentamente su arma en el suelo mientras mantenía ambas manos en alto, Jimin le apuntaba con una mano fuerte y decidida pero sus hombros encorvados demostraban que estaba aterrado, asustado y afligido, su delicioso aroma afrodisiaco no era más que ácido potente y venenoso que comenzaba a marearlo.

Respirando con dificultad, Jimin jaló del gatillo.

Fueron segundos en los que Yoongi sintió su corazón detenerse, pero entonces escuchó un quejido detrás suyo y un cuerpo más cayó sin vida al suelo junto al resto.

Sólo así Jimin bajó el arma, mientras usaba la manga de su camisa para limpiar su rostro, inhalo bruscamente tratando de calmarse así mismo. Había perdido la compostura por un simple hombre desconocido, pudo haber sido una broma, así como pudo haber sido una verdad.

Si el sindicato de serpiente dorada estaba involucrado en el presente altercado, Jimin entonces estaba enfrentándose a una guerra interna y no pudo evitar maldecir para si mismo al pensar en que probablemente había ratas traicioneras escabulléndose entre sus hombres más leales, envenenando el vino de cada día entre sus trabajadores, arañas viscosas que creaban redes de mentiras una tras otra hasta que Jimin dudaba de que en esos momentos tuviera a un solo hombre fiel detrás de su espalda.

Pero entonces si era una mentira, una simple amenaza vacía, corría el riesgo de distraerse y ponerse ansioso con la paranoica idea de que alguien lo había traicionado, distrayendo por completo su atención de sus verdaderos planes, de su objetivo más importante.

—Alguién nos esta enredando en un sucio juego —susurró Jimin mirando a los hombres en el suelo, tal vez estaban muertos, tal vez aún con vida, no sabía ni le interesaba—, hombres extranjeros rusos, ¿en tu mansión?

Yoongi pareció entender rápidamente su dirección de pensamientos y maldijo en voz alta—Hombres coreanos en tu mansión... durante ese ataque, y luego... el primero, en mi burdel, si te pones analizar las cosas, realmente no atacaron con la intención de robar o llevarse algo, tampoco dejaron amenazas o recados.

—Están... jugando con nosotros, jodidamente alguien tiene ganas de morir —. La oscuridad en la voz de Jimin fue tan fuerte y dominante que incluso Yoongi podía ver a su dragón basilisco aparecer levemente en su piel, pálida y suave piel del omega que brillaba como diamante entintando en tonalidades diamantinas.

Un disparó más haciendo eco por toda la mansión hizo que ambos se pusieran en marcha, corriendo por el pasillo y bajando las elegantes caleras de recepción.

—¡Jimin! —Taehyung corrió hacia él, pero no pudo pasar más allá cuando Yoongi lo intercepto con una mirada molesta.

—Quítate de mi camino, gatito carbonizado —gruñó el shifter pantera, la pupila de sus ojos volviéndose tan delgado como un palillo.

—Retrocede.

Esta vez Hoseok apareció, tenia un brazo entintado en rojo sin saber si la sangre era suya o de alguien más, tosió un poco y miró a Yoongi antes de hablar.

—Hemos logrado interceptar todas las entradas con rapidez, tu padre esta a salvo en la habitación de seguridad del lado norte de la mansión, según los informes de Jackson, el altercado debería terminar en unos minutos, quedan unos cuantos de los treinta hombres armados que eran.

—Treinta... —susurró Yoongi, gruñendo tan rápido como vio a Taehyung moverse—quédate quieto, maldición, avanza un paso más y te volaré la cabeza.

Hoseok carraspeó un poco jalando a Taehyung hacia atrás, aunque la pantera se vio inmutable, su quijada estaba apretada tan fuerte que el enojo era palpable en su aroma cenizo y fuerte.

Pero el pelinegro no se movió ni un centímetro, sus ojos estaban fijos en el omega desorientado detrás de Yoongi, eso no era una buena señal.

—Si tú no te quitas de mi camino —habló Taehyung, sorprendemente sus ojos verdosos característicos de su cambia formas comenzaron a disolverse en un negro potente que escondió su pupila haciéndolo aterrorizante—, me encargaré de arrancar tus jodidas vísceras con mis manos y comérmelas enfrente de todo tu maldito sindicato.

Yoongi retrocedió desconcertado cuando miró el indicio de pequeños cuernos emerger desde el alborotado cabello negro de Taehyung. Sin embargo, su instinto por no dejar que absolutamente nadie viera o mirara a Jimin era mucho más fuerte que la confusión paulatina que la desconocida raza de Taehyung demostraba.

—Taehyung, tranquilízate —Jimin murmuró serio, sus ojos ahora de su apaciguo azul helado miraron directamente al hibrido—, no es el momento ni el lugar.

Apretando sus puños, la pantera bufó y miró hacia otro lado.

Jimin suspiró—Ahora necesi-...ah-


Dolor.


Un piquete doloroso en su cuello había interrumpido al omega por completo, sacándole el más quejumbroso gruñido.

Todo sucedió demasiado rápido, las emociones se arremolinaron dentro del cuerpo de Jimin junto a un fuego violento que se hizo camino por sus venas, sus piernas se debilitaron cayendo y golpeando contra el mármol del suelo, una mano directamente viajando a su cuello, exactamente al lugar donde un alfa mordería.

En un instante Hoseok y Taehyung levantaron sus armas y bañaron al hombre que sorpresivamente se había mantenido escondido en una ráfaga impetuosa de balas violentas, aquel que se había atrevido a herir a Jimin ahora era un desastre sangriento e irreconocible.

—Quema, quema... ¡quema! —. Cerrando sus ojos, el omega gritó tan fuerte apretando sus manos contra su pecho, hincándose en el suelo, se estaba quemando hasta las entrañas, un dolor inefable arremetió en cada parte de sus músculos, ahogándolo, podía sentir algo en su pecho moviéndose, ¿su corazón? acelerado cual caballo de carreras, tan fuerte, tan doloroso, tan perpetuo, latiendo con una proximidad que estaba provocándole la muerte en vida.

—¡Jimin! —Yoongi se hincó a su lado, tomándolo en sus brazos, segregando feromonas con urgencia y en grandes medidas para poder alivianar un poco del sufrimiento del menor, su aura comenzó a ennegrecer, haciendo retroceder a todas las personas presentes, con sus ojos del más llamativo rojo gruñó a Hoseok—¡Trae a un médico!, ¡Ahora!

Jimin se quejaba y gritaba, golpeando sus pies contra el suelo y arañándose el cuello con fiereza mientras el brusco malestar lo arremetía contra las puertas de un suave infierno.

Taehyung se hincó a su costado, pero en la bruma posesiva y preocupada del dragón de Yoongi, este no pudo evitar hacer presencia, su piel poniéndose escamosa en varias partes, uñas largas y negras creciendo simultáneamente y sus colmillos hicieron aparición al emitir el gruñido más gutural posible.

—No lo toques.

La orden fue sencilla, pero el comando se levantó como polvo del suelo, haciendo explosión en cada tímpano cerca, ahorcando con una voz alfa potente y dominante a cada persona en la habitación, ni siquiera Taehyung con su raza hibrida pudo mover un solo pie de su lugar, estancado como un clavo al suelo, su cuerpo se puso rígido y boqueaba ante la asfixiante sensación de estar bajo un comando alfa tan poderoso.

Yoongi bajó su mirada al omega en sus brazos, viendo como había dejado de moverse y ahora respiraba entrecortadamente con los ojos cerrados con fuerza, parecía estar luchando contra su comando.

Jimin nunca había sucumbido ante un comando alfa jamás en su vida, ni siquiera cuando su omega todavía vivía dentro de su ser, pero cuando las palabras salieron de los labios de Yoongi, la orden cayó como manto pesado sobre su piel, se adaptó a cada lugar de su mente, entrando sin invitación y quedándose hasta en los más pequeños rincones de sus pensamientos, limpió cada rastro de dolor y martirio, dejándolo en una sensación suave y liviana, como si en cualquier momento perdería completamente la cabeza y viviría en un espacio sub omega seguro y protegido.

Si, eso es, necesitaba ir a su espacio sub omega, ahí nadie le haría daño, estaría protegido.

Su omega..., su espacio sub omega, donde absolutamente nadie podría entrar a dañarlo.

Su omega...

Omega...

Un fugaz rayo azulado pasó avivadamente sobre toda la bruma de emociones del omega y Jimin abrió sus ojos con brusquedad, el azul más hermoso y potente brilló sobre el cristal platino de su iris, diamante hermoso resplandeciendo como la luna sobre un lago de cristal zafiro y helado, era la mezcla más hermosa y etérea que Yoongi había visto, un par de gemas indudable e indescriptiblemente inmarcesibles.

Entonces el alfa comprendió, Jimin...

—Eres... su omega, eres su omega... —susurró tan bajito que temió espantar a la bella criatura, tan suave y fino con temor de que la esplendorosa criatura a quien por fin tenía el poder de conocer pudiera marchar y dar vuelta atrás regresando a su cueva.

El dragón omega de Jimin.


(...)


Rusia, Ciudad Riazán, Hospital Psiquiátrico Krasnyy ad.

—Bebé, bebé, es hora de comer —susurró la voz dulce de un omega mayor, sus ojos marinos miraron con cariño al muñeco en sus brazos mientras empujaba nuevamente una cuchara con papilla hacia un par de labios pintados, ignorando que la comida cayera hacia el suelo, el omega nuevamente dirigió otra cucharada hacia el bebé de juguete—, come bien, cariño, crecerás fuerte, muy fuerte, mi pequeño...

Lo meció un par de minutos mirando el cielo por la ventana, cuando de pronto, una sensación que creyó perder hace mucho tiempo lo atacó por completo, un rayo de luz roja y potente pasó por sus ojos y entonces se movió, su lazo... se movió, fuerte y poderoso, manos imaginarias tiraron de las cuerdas de su corazón bruscamente provocando que el muñeco cayera de sus brazos, y lo mirara horrorizado.

Fue por segundos, simples segundos en los que lo sintió, a él, pero la sensación se detuvo abruptamente, trayéndolo de un golpe radical hacia su realidad.

¿En donde estaba? ¿Qué estaba pasando? ¿Era ese su lazo...? Pero él... él...

—Jimin... mi Jimin, mi Jimin... está vivo, mi jimin... —Kangjoon repitió constantemente un nombre que en mucho tiempo no había salido de sus labios, un nombre que saboreó con ímpetu y con una dicha que reverberaba en su aroma en grandes cantidades.

—Necesito salir de aquí, necesito, salir, si, de aquí, de aquí, necesito irme —su voz elevándose a varios tonos pareció alertar a sus cuidadores porqué al instante la puerta se abrió con dos hombres vestidos de blanco en el umbral.

—Park Kangjoon, ¿qué sucede? —. Reconoció a uno de los enfermeros que siempre solía mirarlo mal, y entonces el omega gruñó, tan fuerte que las palabras retumbaron, tan fuerte que sus manos se apretaron y ácido corrió por sus palmas.

Él jodidamente iba a salir de ahí.


(...)


Corea del sur, Seúl.

Y al mismo tiempo, en la pesadez y penumbra de una casa abandonada, un par de ojos cerúleo zafiro se abrieron de pronto en la oscuridad, Jaemin se levantó de inmediato de aquel arrumbado sofá, con una mano al pecho y la vista borrosa, ahogándose con una pesadez en su pecho que lo apretaba pidiendo ayuda, ¿qué rayos le estaba sucediendo?, ¿qué era esa sensación?, un grito de dolor que hizo eco dentro de su cabeza atravesó sus pensamientos y jadeó cerrando sus ojos en busca de aire, necesitaba ayuda, se iba a desmayar si no conseguía un poco de aire, ¡ayuda!

Y justo cuando pensó que caería de nuevo en la oscuridad, la sensación en su pecho cesó por completo, como si nunca hubiera sucedido, un lazo del cual no había recordado su existencia lo había envuelto por pequeños segundos provocando que se encontrará en un enjambre de pensamientos pesados y olvidados.

Entonces lo supo.

—Te encontré —susurró Jaemin a una habitación vacía y olvidada—, mi recuerdo más preciado... nos volveremos a ver otra vez.

Té encontré.




Son las dos de la mañana y este capítulo no me convenció mucho, lo escribí varias veces :( porqué mi idea de plasmar todas las emociones que hubo en este capitulo fue algo difícil de hacerlo, quería marcar una linea entre un momento domestico y luego una escena de acción ansiosa y angustiosa, al final me rendí y decidí darle una ultima edición para publicarlo y no dejarlos esperando por más. 

¡Bueeeeeeeeeeno! díganme que les pareció, ¿Cómo quedaron? yo estoy sumamente emocionada porque por fin hemos llegado al clímax de la historia y veremos una nueva etapa en el yoonmin, ¿vieron que la dinamica de Yoongi y Jimin ha dado un saltito discreto pero grande? ¡Sólo tenían que hablar y dejar de ser cabezotas! Pero bueno, mafiosos, que se puede hacer con ellos ~  aún falta mucho para ellos pero las cosas van avanzando... 

¡Muchas gracias por esos 186k de vistas! TT estoy tan feliz por todo, muchas gracias, <3 cuando podamos llegar al 200k, me aseguraré de traerles una pequeña maratón, la iré preparando de una vez, sería lo mejor TT 

¡Muchas gracias por leer! por favor cuidense mucho, beban mucha agua, no se desvelen y si alguien no se los ha dicho el día de hoy, susy les dice que lo están haciendo bien, excelente y les mando un fuerte abrazo <3 

-Susy 

Pd: Fan Art de la escena de este capitulo, gracias a mi bebé nico por ayudarme con los dibujitos <3 

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