Capítulo 21: Un mundo de inteligentes.
Nota antes de leer: como se mencionó antes, Yoongi por ser dragón tiene dos voces alfa, la de mando que ustedes leerán así - Voz de mando - y la de sub mando que igualmente es poderosa, pero no tiene la misma letalidad y la leerán así - voz de mando -
Seis años atrás.
—¿De qué hablas? —Jisub susurró tranquilo, no sabía si Jimin se había dado cuenta aún pero su ácido estaba goteando por todos lados, provocando mareos en las personas que se encontraban presentes.
—Mi bebé, mi bebé.., lo perdí... —Marchito y envuelto en un tornado de sentimientos furiosos y despavoridos, Jimin gritó tan fuerte que las ventanas se rompieron, tan fuerte que los corazones de los hombres se pararon, tan fuerte que el Alfa Park Jisub cayó de rodillas, tan fuerte que sus oídos comenzaron a sangrar, tan fuerte como podía gritar un alma a la que le habían arrancado la vida.
Jimin lloró con fuerza mientras se abrazaba así mismo, sin poder creerlo, su bebé... su bebé había dejado de respirar, su precioso niño, un día su bebé corría en su dirección a pasos torpes con sus manitas regordetas levantadas en su dirección, gritando "mimi" en un intento de llamarle mamá y al otro, lo tenía en su cuna, rodeado de ácido y con la piel fúnebre y azulada.
Él lo había matado, a su dulce bebé, él había sido descuidado, Jimin era culpable, lo había dejado solo un momento y entonces esos hombres con armas entraron de la nada y...
—Hey chico, ¿estás conmigo? —la voz cálida del único alfa al que le daría la vida resonó a través de su cabeza, luchando contra las nubes tortuosas de culpa.
Taehyung lo envolvió suavemente en una sábana mientras lo abrazaba con lentitud y acariciaba su espalda, sin importar si se estaba manchando de sangre, simplemente sostuvo al omega cerca de su pecho.
Los ojos de la pantera echaron un vistazo a la habitación, los demás guardias estaban sacando los cuerpos o al menos, lo que quedó de los cuerpos, pero al parecer no había sido suficiente porque Jisub se acercó a mirar la cuna de su nieto y lentamente negó con la cabeza.
Habían llegado tarde.
Una vez que los guardias comenzaron a limpiar la habitación y Taehyung sacó a Jimin a la fuerza, Jisub se giró nuevamente a ver a su nieto.
—¿Papá? —Sanghyuk, quien se había acercado sigiloso, frunció el ceño al ver como de una forma demasiado débil, el pecho del infante aún se levantaba y bajaba, demasiado lento, pero estaba ahí.
—Está muerto —murmuró el Alfa golpeando su bastón levemente contra el suelo, mientras sus ojos crueles miraban a su hijo mayor.
—Está respirando —Sanghyuk murmuró asombrado, intentó acercarse, pero el hedor del ácido basiliano era demasiado para él, sus ojos comenzaban a cristalizarse—, esta vivo, padre, Jaemin está vivo.
Jisub lo volvió a mirar, con una sonrisa que jamás había visto en su padre—No, no lo está.
(...)
Actualidad.
Tanto como Hoseok y Namjoon se encontraban de pie frente al gran escritorio del Alfa Min.
Min Yoongi siempre se había caracterizado por ser temperamental, pero su expresión en esos momentos era confusa, difícil de descifrar. Namjoon temió que pudiera tener una especie de catarsis ahí mismo.
—Dices... que no hay suficiente información.
El alfa de cabello rojo, mucho más tranquilo que el beta, simplemente asintió ante las palabras de su jefe.
—Así es.
Yoongi negó levemente—Yo creo, Hoseok... que realmente no estás esforzándote. Es imposible, que Park Jimin no tenga un registro médico.
—Puede que sea así señor, pero como dice el informe que le di, no hay registro médico alguno. Ni siquiera alguna alergia infantil, es como si simplemente no existiera en el sistema de salud.
El dragón movió su mano descuidadamente en un gesto que les indico que podían sentarse o irse en su caso, en cambio, ambos hombres se miraron entre ellos y menos tensos que antes tomaron asiento en las sillas.
—Lo borró, lo eliminó, no hay otra explicación, ni siquiera su cartilla de nacimiento está viable, todo lo que tenemos es la fecha.
—Pregunté a mis contactos más cercanos, eliminar información personal fuera del sistema de salud es ilegal, el que no exista sólo nos dice que realmente lo hizo.
—¿por qué? —susurró Yoongi pensativo, bebió de su whisky y trató de pensar más en el Omega—, ¿sabían que Park resiste los comandos alfa?
Namjoon abrió sus ojos en gran tamaño—¿Incluso su comando, señor?
—Resiste el sub mando, nunca le he hablado con mi comando alfa... por más dragón que sea, no quiero provocarle una crisis psicológica si no logra resistirlo.
Hoseok rápidamente se movió en su asiento—Oh, prosigo a explicar el informe, como debió de haber visto en las fotografías, hace años se vio al menor de los Park ir con un terapeuta, bueno, en realidad eran Omega Park y el pequeño heredero, el joven Jungkook, no puedo especificar si la cita médica era específicamente para alguien de ellos dos.
Yoongi rodó los ojos—Y si me estás diciendo esto, es porque obviamente no me darás información incompleta y tienes el nombre del lugar y médico, ¿verdad?
Hoseok sonrió en grande, su alfa interior siendo orgulloso—no espere menos de mí, señor, localidad Changsong, clínica especializada Wunhen, doctor Go Jaesuk.
Esta vez mirando a Namjoon, Yoongi le ordenó—Haz una cita, tenemos que ir.
—Ahora, sobre la otra persona que me pidió investigar... creo que sabe quien es.
Yoongi tomó una de las tantas fotos que se encontraban dispersas por su escritorio, frunciendo el ceño mientras observaba al hombre en esta, quien poseía una expresión sería al mirar el reloj de su muñeca, vestía traje y corbata y se veía de hombros anchos y fuerte.
—La mamba negra —murmuró Hoseok ante el silencio de su jefe—, conocido narcotraficante, de los pocos transmutadores existentes... casi fue atrapado por la interpol hace dos años, pero desde entonces se ha mantenido escondido, aunque todavía se oyen rumores de él entre distritos.
—Hace dos años... —Yoongi dejó la fotografía para tomar otra, esta vez era de Jimin, miraba directamente la cámara a pesar de estar una distancia considerable, hablaba por teléfono o eso parecía, pero sus ojos frívolos pudieron ser capturados por el potente lente—, fecha importante, ¿no creen? hace dos años, murió Park Jisub, la interpol casi atrapa a uno de los criminales más buscados de Asía, la bolsa de valores sufre un pequeño declive del que milagrosamente se recupera cuando Park Jimin asciende al poder, los distritos que estaban a nombre de nuestros compañeros los Iris rojos, ahora pertenecen a la familia Park.
—Lo está monopolizando todo —Namjoon exclama sorprendido—, en tan poco tiempo.
Yoongi niega con la cabeza—todo lo que está sucediendo y sucedió no son planes por ideas precipitadas, algo ya estaba planificado desde hace mucho tiempo.
—Señor —Hoseok habló de nuevo—, también tengo que notificarle algo, anoche se vio a Park Sanghyuk en uno de nuestros burdeles, pero no estaba ahí para divertirse. Nuestro equipo de seguridad lo describió con y cito: "una actitud sospechosa y bastante hostil como para estar en territorio enemigo".
Todo se quedó en absoluto silencio, hasta que Yoongi aclaró su garganta y miró a Hoseok nuevamente.
—Quiero a personas siguiendo a Park Sanghyuk y que se me notifique de cualquier movimiento sospechoso que haga, eso es todo, se pueden retirar.
Una vez que Hoseok se fue, y Namjoon se encontró caminando hacia la salida, el beta se dio media vuelta. Mirando a Yoongi por un breve momento, y en un manojo de nervios valientes, carraspeó antes de hablar.
—Hyung, si me lo permite...
Yoongi arqueó una ceja ante el honorífico, pero se mantuvo en silencio.
—¿Qué significa el omega Park para usted?
Frunciendo el ceño, Yoongi bufó—Nada, ¿por qué tiene que significar algo?
Quedándose en silencio unos segundos, Namjoon asintió sin más.
—Claro señor, con su permiso.
(...)
En la soledad de su oficina, Yoongi sintió a su dragón rugir, enojado y gruñón por haber negado a su omega. Park Jimin no era su omega, tenía que entenderlo, tal vez buscar a un omega de verdad mantendría a su dragón controlado, sin embargo, en cuanto pensó en alguien más, sintió su cuerpo caliente, su dragón furioso estaba haciendo que de la punta de sus dedos salieran pequeñas chispas.
—Pero que animal tan infantil —masculló para sí mismo.
Podría ser que Jimin siendo un dragón era una ventaja enorme. Después de todo el único pero que le había puesto a su tía para el matrimonio era la raza, no había encontrado a alguien lo suficientemente fuerte para que soportara el explosivo y controlador temperamento de su dragón. Era demasiado enojón y celoso, bastante posesivo con su territorio y las pocas citas que llegó a tener en el pasado salieron despavoridas en cuanto lo escucharon gruñir de disgusto por cualquier razón desconocida.
¿Era bastante difícil aceptar que en realidad el omega Park era la única persona en su vida con la que biológicamente había tenido tanta compatibilidad? Le enfurecía el hecho de haber sido tan débil y tan hormonal como si fuera un simple adolescente por haberse imprimado tan fácil del menor. Pero lo único que no iba a rechazar era la absoluta verdad de que Jimin era demasiado hermoso para su bien, la persona más etérea y sublime que alguna vez conoció en su vida, lo tenía todo, y sin embargo Yoongi sentía que era mejor mantenerse lejos de un campo tan peligroso como lo eran los dulces labios del menor.
Soltó una maldición al recordar aquella escena en la habitación del rubio, como su dragón se había puesto celoso por el médico Alfa y cada mínimo toque, o tal vez fueron sus instintos protectores gritando y pidiendo que protegiera al débil omega en su estado más frágil.
Masculló más groserías en voz baja para ignorar su claro sonrojo.
Él no estaba interesado en Park Jimin, su dragón tenía que aceptarlo, ¿por qué era tan testarudo? entonces nuevamente pensó en el chico, en su rubio cabello que asimilaba el oro, y esos potentes ojos zafiro, aguas frías y cristalinas en las que Yoongi se dejaría congelar si pudiera. O al menos su dragón. Maldijo una vez más, estaba totalmente perdido.
Antes de que pudiera detenerse, se encontró caminando fuera de su oficina, marcando cada paso por el extenso pasillo de su mansión, se sentía bastante acalorado, y sobre todo furioso. Sin saber de dónde había venido una ira tan sorpresiva, Yoongi desató su corbata con enojo, tirándola a algún lugar, dio media vuelta en otro pasillo hasta que vio las extensas escaleras.
—¿Señor Min, saldrá fuera? —Uno de sus trabajadores se acercó a preguntar.
Apenas se contuvo para no soltar un gruñido, no entiendo porque se sentía tan engreído con la presencia de los alfas de su equipo de seguridad.
—Iré a uno de mis distritos, no me sigan, voy solo.
El hombre que hizo la pregunta miró a los demás uniformados igual de confusos, Yoongi jamás salís sin su escolta de seguridad.
—Pero señor-
—Voy solo.
Su sub mando salió de forma natural junto a un gruñido, y antes de que Yoongi pudiera recapacitar, ya se encontraba saliendo de la mansión, caminando hasta el auto estacionado más cerca.
—Que mierda estoy haciendo —susurró para sí mismo al asegurar por el espejo retrovisor que nadie lo estaba siguiendo.
Namjoon se enojaría mucho si supera que salió sin su escolta, pero su alfa estaba bastante enojado, necesitaba salir de ahí, sin comprender por qué de pronto ese sentimiento tan descabellado lo tenía tan alterado, ¿estaba por enfermar?, ¿acaso su dragón estaba furioso sólo sin razón? debía ser algo más.
Más rápido de lo que creyó, se encontró estacionándose en una calle que ya comenzaba a ser familiar para él. Los jardines de la extensa mansión Park cada vez se hacían más grandes conforme volvió a encender el auto y piso el acelerador, discretamente trató de pasar por las casillas pero como lo supuso, un par de hombres lo detuvieron antes de que pudiera ir más allá dentro del territorio.
—Buen día señor, bienvenido al condominio de la familia Park —un beta de expresión sería se acercó cuando bajó su vidrio, habló tan pausadamente que Yoongi notó que el hombre analizaba su auto, su vestimenta y su lenguaje corporal, tal vez en busca de signos de pelea, mentira, o armas dentro de su coche.
—¿Me permite su clave de visitante?
—Soy Min Yoongi, vengo a ver al omega Park —murmuró esperando que eso fuera suficiente, pero el beta se mantuvo serio, se alejó sólo unos momentos mientras intercambiaba palabras con otro guardia de seguridad.
Y antes de que pudiera volver a protestar, los grandes portones se abrieron dándole el paso.
(...)
Rusia, ciudad de Serfv.
El cambia formas tigre sonrió mientras comía más de la natilla sabor vainilla, habían encontrado comida en una bodega, y tan pronto como lograron acceder a ella, las raciones no tardaron en repartirse.
Con alegría, el mas chico llenó sus marcadas mejillas con más postre, mirando al más alto con ojos brillosos y felices.
—Nichego podobnogo ya ne proboval, dumayu, nikogda (no había probado algo así, creo que jamás).
Alrededor, los demás niños se encontraban sentados en el pasto, murmurando entre ellos mientras disfrutaban de los alimentos, pero él se encontraba con el ceño fruncido, pensando que necesitaba hacer ahora. Su instinto le decía que tenían que irse, tenían el avión, tenían todo, podían ir en los camiones también, pero corrían el riesgo de pasar por calles con casetas supervisadas, tal vez en cualquier otra situación dejarse atrapar por la policía parecía ser la solución más lógica, pero para ellos no, la mayoría de esos niños habían sido vendidos por sus propias familias o cazados a la fuerza, ¿qué harían una vez que se contacte a sus familiares? sabía que no todos serian recibidos con los brazos abiertos. Y aunque algo muy dentro de él se removió inquieto, todavía estaba ese otro instinto que le decía que se fuera, que ninguno de ellos era su responsabilidad, ya estaba libre, ¿entonces que estaba esperando para irse?
¿pero a dónde?
—¿Sabes hermano? —Que el niño transmutador hablara coreano lo hizo girar su rostro, prestando su atención—, creo que, a este punto, ya es hora de que nos presentemos... —limpió los rastros de postre de sus labios mientras le mostraba la sonrisa más pura—, Menya zovut, killian, kak tebya zovut? (me llamo, Cillian, ¿Cómo te llamas?).
Rodando los ojos un poco divertido, negó con levedad, no quería hacerlo, formar lazos más allá de lo que se tenia permitido le traería problemas. Pero simplemente suspiró, ignorando la mano extendida del chico.
Miró el cielo, tan azul.
Cerró sus ojos un segundo, pensando en los pequeños recuerdos borrosos y una voz suave que parecía jugar con el viento.
—Me llamo... Park Jaemin.
waaaaaaaaa al fin el capítulo que quería escribir TT no se ve tan emocionante como esperaba que se veía en mi mente, pero en fin, ¡muchas gracias por leer! uwu también les quiero compartir unos bonitos fanarts que me hicieron de Business world uwu muchas gracias por todo el amor y apoyo que le dan a la fanfic <3 Gracias por leer nuevamente, ¡no olviden seguir haciendo stream! tampoco se desvelen mucho y tomen mucha agua <3
TT gracias a las niñas que me hicieron esos fanarts, están preciosos, son Jiminnie y Yoonie con su dragón, ¡Gracias de nuevo!
-susy
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