Capítulo 00: Especial sin lapso de tiempo AAA.


-Esto no pertenece a la línea de tiempo general o universo de Business World en su totalidad, puede que sea un vistazo en el futuro incierto, así como también puede que nunca suceda, sólo es un especial-.

[Datos de personajes]

Jaemin: Primer hijo de Jimin.

Junsoo: Segundo hijo de Jimin y Yoongi y de quien esta embarazado en la línea temporal actual.

Minhyuk: Tercer hijo de Jimin y Yoongi.

Cillian: Cambia formas Tigre, el niño que se encontró Jaemin en rusia.

Seob: Cambia formas Oso, es el niño de tres años sin nombre que acompañó a Cillian y Jaemin durante lo de rusia.


Tercera Parte.


La puerta de Junsoo se abrió tan estrepitosamente que el joven alfa saltó en su asiento, dejó las baquetas de la batería a un lado y miró con reproche a su hermano menor.

—Te dije, mocoso, que toques antes de entrar.

Las mejillas de Minhyuk se inflaron ofendido—Tienes suerte de que todavía venga y te dirija la palabra después de hacer llorar a mamá.

El alfa se detuvo en su camino a su escritorio para mirar estupefacto al otro—¿Cómo que hice llorar a Mamá?, él es... de... no creo que tenga lagrimas en su organismo vital —comentó luciendo genuinamente curioso.

Rodando los ojos, Minhyuk miró alrededor—Digna habitación de un alfa con neuronas de carbón, y huele a... —arrugó su nariz—, adolescente. Aunque... ¿Seobie hyung estuvo aquí? puedo oler a miel.

—Vete, Minhyuk, no estoy verdaderamente de humor para que vengas a fastidiarme. Ni quien te entienda si hace apenas dos horas viniste a consolarme.

—Sí, pero hace dos horas yo no había escuchado a papá y padre hablar, entonces no había escuchado lo que mamá tenia que decir y ahora mi enojo va hacia a ti, por favor deja de ser un idiota, ve y discúlpate.

Arqueando una ceja, Junsoo se acercó al omega de forma amenazante con los brazos cruzados sobre su pecho mientras se inclinaba un poco a su altura.

—¿A que viniste realmente a mi habitación?

—Que te importa, sólo ando buscando a Malvavisco.

—Mira esa mezquindad, ¿sabe Mamá que te haces el inocente?

La expresión de Minhyuk fue serena y tranquila—Por supuesto, él mismo me dio a luz, ¿crees que no lo sabría ya? Lo subestimas demasiado y eso me molesta.

—¿Por qué? —Junsoo bufó.

El omega ladeó su cabeza inocente pero sus ojos brillaron en color rojo—Porqué no somos hijos de cualquier persona y deberías entenderlo.

Junsoo frunció el ceño—Sé que son importantes, metidos en la política, en los negocios y-

Minhyuk rodó los ojos y levantó la mano para interrumpir a su hermano—Silencio, silencio, tu ignorancia me deja perplejo, ven a comer caramelos conmigo el día en el que te des cuenta que el gusto por las armas de papá Yoongi no es exactamente porque haya hecho el servicio militar de joven, así que... bueno, sólo discúlpate con padre.

Junsoo se quedó mirándolo detenidamente antes de alejarse un poco.

—A veces me das miedo, tu edad, la apariencia física de papá y la personalidad de mamá, nacido con todos los privilegios posibles y las oportunidades más cuestionables al alcance de tu mano, no quiero imaginar cuando seas adulto y seas independiente.

Minhyuk sonrió de una forma adorable—No te preocupes hermanito, cuando herede todo, te dejaré vivir en el jardín porque soy amable con los perros.

Dicho aquello, el pequeño omega se dio media vuelta y abandonó la habitación.

Junsoo apenas pudo cerrar su boca sorprendido.

—Es Park, eso viene de los Park, estoy seguro —susurró para si mismo.

—Estoy seguro de que en realidad Minhyuk es más Min que Park, pero nadie esta listo para esa conversación todavía.

Junsoo volvió a saltar sorprendido, llevó una mano a su corazón con fuerza.

—¡Tienen que tocar la puerta, maldita sea!, ¡Tengo sólo doce años!, a este pasó no voy a llegar ni a los dulces dieciséis.

Jaemin quien se encontraba recargado en el umbral negó con la cabeza.

—Iba a hacer mi entrada, pero me gusta escuchar a Minhyuk en su modo de humillar personas así que me mantuve en silencio.

Suspirando, el alfa más joven se lanzó a su cama boca arriba.

—¿Qué quieres, hyung?

—Saber cómo te sientes.

—¿Seguro?, ¿no vienes a pedirme que me disculpe como todos? —preguntó mirando el techo de su habitación.

El mayor finalmente caminó hasta la cama, sentándose en una orilla—estoy seguro de que eres bastante inteligente como para saber por tu cuenta lo que tienes que hacer, así que sólo quiero saber que estas bien.

—No me siento bien, me siento extraño. Pero mucho mejor que antes, eso sí, hablar con Seob me ayudó, pero todavía no encuentro... uh... la valentía de poder encarar a mamá, no porqué no crea que pueda perdonarme, sé que me quiere —lo pensó un segundo—, a su manera. Pero... ugh, es extraño, sólo... déjame ahogarme en mi agonía, te lo agradecería mucho.

Volviendo a pararse para irse, Jae respondió—Mimi te ama, tenlo presente en lo que sea que decidas hacer a partir de hoy.

Junsoo se quedó unos momentos más pensando.

Amaba a su madre, por supuesto que lo hacía. Pero era tan difícil decírselo, había tanto dolor, tantos por qué's en su corazón que cada vez que Jimin lo regañaba o llamaba la atención, un Junsoo dentro de si mismo se hacía aún más pequeño, dejándose hundir en la ansiedad de los hubiera, "y si", y de los "que tal sí".

Con un resoplido se levantó de su cama, salió de su cuarto y caminó el extenso pasillo hasta llegar al otro lado de la casa. Cada paso se volvió más pesado y más lento, llegar a la habitación de sus padres provocaba que su corazón tamboreara como un desquiciado.

—No es tan difícil, Junsoo, sólo recuerda las palabras de Seobie, un beso y una disculpa —murmuró para sí mismo—un beso y una disculpa, un beso y una disculpa, un beso y una... ¿ah?

Cuando llegó a la puerta que se encontraba abierta, se dio cuenta que no había nadie. Frunció el ceño cuando miró alrededor, tampoco se veía alguien cerca. Era raro que sus padres dejaran la habitación abierta, Yoongi era tan posesivo que no dejaba que nadie echara un vistazo dentro, decía que los aromas desconocidos contaminaban el nido de su omega.

Entrando, cerró la puerta tras de sí y suspiró caminando hacia el nido de su mamá. Un paraíso de sabanas sobre la más cómoda cama al final de la habitación, almohadas grandes y esponjosas que parecían nubes. Tan pronto se acercó, los característicos aromas de sus padres lo hicieron sentir en paz y tranquilo, incluso con tanto sueño que se permitió recostarse en un espacio, enredándose entre sabanas que olían más a Jimin.

—Cinco minutos —murmuró cerrando los ojos—sólo cinco minutos...


(...)


Minhyuk refunfuñó molesto, no le gustaba enojarse, sentía que a sus nueve años no debería perder la calma. Suspiró para tranquilizarse, mejor seguía buscando a malvavisco antes de que Jaemin lo encontrara por ahí, al alfa no le gustaban sus exóticas mascotas porqué Cillian les tenía miedo así que su hermano mayor solía matarlas cada que tenía la oportunidad, todavía extrañaba a Señor Ñam Ñam, un ciempiés venenoso que mantenía encerrado de por vida en su vitrina, pero que un día decidió buscar la libertad y que Jaemin terminó derritiendo con su ácido cuando escuchó el grito aterrado de Cillian.

—¡JAEMIN!

Bueno, tal vez había hablado demasiado pronto.

—Dios nos ha abandonado —murmuró el pequeño omega cuando escuchó los gritos aterrados de Cillian y Seob, para posteriormente mirarlos correr por el otro extremo del pasillo.

—¡¿Qué pasa?! —Taehyung miró hacia las escaleras, Hoseok caminando detrás con una expresión confusa.

Seob se asomó hacia abajo buscando a sus padres—¡Es una enorme tarántula!

El rostro de Taehyung palideció, miró a Hoseok y susurró—Tenemos que quemar la casa.

Hoseok lo miró desconcertado—Como si fuera nuestra, claro que sí.

Minhyuk negó con la cabeza—¿Dónde?

Cillian señaló su habitación al final del pasillo y el menor de los omegas se apresuró, ¿era tan difícil tenerle un poco de paciencia a sus mascotas?

—No, no, ¡No!, ¡Detente! —Minhyuk gruñó enojado cuando observó a Jaemin entrar a la habitación de Cillian, corrió apresurado, sujetándose del marco de la puerta para no caer—¡No lo hagas!, ¡debe estar asustada!, ¡en realidad es una araña muy... —Su tono de voz fue bajando al mirar a Jaemin levantar con asco la araña de la cama, la cual no se movía, se veía tiesa—... miedosa.

—Esta vez yo no fui, murió del susto —exclamó Jaemin acomodándola en la palma de su mano para posteriormente derretirla en su acido.

Apretando sus puños, Minhyuk sintió sus ojos lagrimar—Eso es porque las tarántulas turquesas son inofensivas y bastante miedosas, tienden a... —su tono de voz flaqueó y Jaemin se acercó lentamente hacia él.

—Hyukie —susurró.

—A tener una vida corta porqué mueren con cualquier ruido fuerte que las asuste, es el único arácnido que a pesar de tener veneno no lo utilizan para ser depredadoras-

—Shh... Hyukie, está bien, todo está bien —Jaemin se arrodilló frente a él y tomó las manos de su hermano, Minhyuk las había empuñado y ahora pequeños hilos de sangre corrían entre sus nudillos—, Hyukie-

El niño sorbió su nariz—porqué-, porqué lo utilizan para si mismas y- ... Pa...pá... pa...

—Ven aquí.

—¡No!, ¡Papá!, ¡Papá! —Finalmente se rompió a llorar, empujando a su hermano y echándose en el piso, las lagrimas corriendo por su rostro, no lo entendía. De verdad que no, todos en esa mansión eran tan difícil para él, tan ruidosos, tan impacientes, no respetaban sus cosas, él sólo quería... quería.

Quemarlo todo.

Jaemin soltó una maldición y retrocedió tan rápido como pudo cuando una llamarada de fuego apareció de la nada. Minhyuk lloraba en un desconsolado llanto sin darse cuenta de las escamas rojizas y oscuras que comenzaron a cubrir su piel, y el fuego rojo y naranja alzándose desde la palma de sus manos.

Antes de que el mayor pudiera predecirlo, Minhyuk fue arropado de la nada por un agitado Yoongi mientras Jimin se apresuraba a levantarlo, siseando en el proceso cuando se quemó con el fuego.

—Lo tengo, a mí no me hace daño, déjamelo a mí —murmuró Yoongi tomando a su hijo en brazos envuelto en aquella tela oscura que sirvió para calmar las llamas del pequeño dragón.

—La bañera, Yoongi —Jimin los empujó hacia el baño de la habitación, se giró para mirar a Jaemin—Corre a mi habitación y trae el botiquín. Anda.

Asintiendo, Jaemin corrió fuera de ahí.

—¡Mama!, gde ty? (¡Mamá!, ¿Dónde estás?) —Minhyuk lloró en un grito tan agudo que rompió el corazón de sus padres.

—Vot ya, serdtse moye, vot ya (Aquí estoy, corazón mío, aquí estoy) —Jimin se acercó a su hijo, Yoongi lo había puesto en la tina de baño, cuando el agua comenzó a fluir, ambos suspiraron.

El alfa se metió junto a su hijo con todo y ropa, acomodó a su pequeño en su regazo y lo meció entre sus brazos tanto como el estrecho espacio se lo permitió.

—Mi cariño, ¿por qué llora mi cariño?, ¿Quién le hizo tanto daño a mi cariño? —murmuró Yoongi descubriendo el rostro de su hijo para poder besar su frente.

Cuando el agua subió hasta el tope, el alfa le quitó la manta de encima y Jimin la tomó dejándola a un lado, luego mandaría a alguien a limpiar todo el desorden.

Ambos adultos se miraron por un momento, habían perdido de vista a Minhyuk cuando esté mencionó algo de seguir buscando a malvavisco, y fue tan rápido cuando el grito de su hijo los alertó, pero no pensaron que estarían en esta situación. Minhyuk había transmutado, por un instante tan veloz, pero su fuego había sido potente. Ahora sollozaba en silencio, abrazándose al pecho de su padre, restregando su pequeña nariz y olfateando las feromonas calmantes del dragón Alfa.

Cuando las escamas se hicieron imperceptibles, y el aroma ahumado y fogoso desapareció, Jimin se levantó del suelo y extendió una toalla.

—Dámelo, lo llevaré a nuestro nido.

—Cariño, mírame, ¿quieres dormir un poco en el nido de mamá? —preguntó Yoongi mirando hacia abajo.

Minhyuk asintió sin decir nada, ahora había un hipido de vez en cuando y ya no lloraba, aunque el alfa pasó un pulgar por sus mejillas para limpiar cualquier evidencia.

—Ve con tu padre, ve —Yoongi lo instó a pasarse a los brazos de Jimin.

—Oh, mi bebé —Jimin lo levantó de tal forma que Minhyuk se prendió con rapidez de su cuello y cintura, era un chico pequeño todavía a pesar de su edad, probablemente no sería tan alto de adulto.

Yoongi se sacó la camisa empapada en agua y jaló una toalla rosada con flores para secarse, en el camino fuera de la habitación se topó con los rostros sorprendidos de los demás.

—Una disculpa, te mandaré una nueva —Exclamó el alfa mayor alzando la toalla húmeda en dirección a Cillian.

El joven omega hizo una mueca—Quémela, no me importa.

Taehyung quien iba llegando junto a Hoseok, miró cauteloso sobre Jimin y Minhyuk fuertemente aferrado.

—¿Pastelito?, ¿Qué sucedió?

Jimin no contestó por un momento, sus ojos azules brillaron y miraron a todos los demás antes de hablar.

—Dispérsense.

Seob, Cillian, y Hoseok se miraron entre sí para asentir en levedad antes de irse, Taehyung cruzó sus brazos sobre su pecho con una ceja alzada.

—¿Qué le pasó a mi hijo? —reprochó Taehyung, tan pronto como quiso volver hablar, una toalla húmeda hecha bola se estrelló contra su rostro.

Yoongi gruñó por lo bajo—Que te fueras, dijo mi omega, maldito sordo.

—Estoy preguntando por la seguridad del pequeño, cállate un segundo.

—Quítate del camino o te quitaré yo mismo.

—Quiero verte intentarlo, viejo carbón decrepito.

El dragón alfa soltó una risa mientras negaba con lentitud—Te castraré mientras duermes.

Taehyung enseñó sus colmillos—Suerte con encontrar algo que pueda cortar un nudo de este grosor —señaló su entrepierna.

Automáticamente Yoongi sacó sus garras—Para ese meñique no necesitaré más que unas tijeras.

—¡Ya!, ¡Sólo muévanse del camino! —siseó Jimin.

En ese momento Minhyuk gimoteó en su hombro y automáticamente los ojos de Jimin se volvieron de un plateado asesino que acuchilló a ambos alfas.

—Sabes, yo iré por alguien de la limpieza, quedó un desastre —Taehyung esquivó la mirada.

Yoongi decidió mirar el suelo—Y yo iré por ropa, si, necesitamos ropa seca.

—Idiotas irritantes —susurró Jimin volviendo a caminar.

La mente del Omega comenzó a vagar más en el hecho de que Minhyuk había transmutado. Sabía que existía la alta posibilidad de que sucediera algún día, sin embargo, no esperaba que fuera de esa manera. No podía ignorar el dolor en su pecho al saber que todos sus hijos habían pasado por una transmutación por la adrenalina de las emociones negativas.

Jaemin lo hizo cuando creyó que Jimin estaba en peligro, hace muchos años atrás, cuando apenas tenía poco de saber del embarazo de Junsoo. Y este último transmutó cuando sus hermanos y él fueron secuestrados.

—Oh... —Jimin se sorprendió cuando al entrar a su habitación, Jaemin ya se encontraba esperándolo con el botiquín en mano, sentado en su nido. Hizo una seña con su dedo sobre sus labios de que se mantuviera en silencio. Y era porqué la cabellera rubia de Junsoo sobresalía entre las felpudas sabanas.

Jimin bajó a Minhyuk, el niño parecía adormilado, pero se encontraba calmado y aunque había rastros de que había llorado con fuerza, ya no podía olerse la ansiedad en él.

—¿Te sientes mejor, hyukie? —. El mayor había comenzado a secar su cabello con la misma toalla envuelta. Minhyuk cerró sus ojos y soltó un resoplido satisfecho.

—Mmm...

—¿Mmm?, ¿Qué significa eso?, por favor, utiliza tus palabras, corazón.

—Estoy... enojado —murmuró Minhyuk, sus ojos volvieron a cristalizarse cuando recordó la razón de su arrebato e hizo un mohín mirando hacia otro lado en un intento de controlar sus lágrimas—muy enojado.

—¿Quieres hablar de eso?

Jaemin carraspeó—Murió malvavisco.

—Ohh... Hyukie, tú mismo sabias que ese tipo de araña no tenía un largo periodo de vida.

Minhyuk miró a su madre con ojos grandes y prontamente comenzó a sollozar de nuevo—¡Pero murió de un susto!, ¡Por qué era una araña cobarde y torpe!, ¡Pero era mi araña!, ¡y yo la quería mucho, mamá! Ahh... —Lloró.

—Esta bien, todo estará bien, vamos a descansar un momento, ¿si?

Yoongi apareció en ese minuto, cerrando la puerta de si y acercándose con un cambio de ropa en su mano, era un pijama se dio cuenta Jimin al tomarlo.

—¿Qué están haciendo contaminando mi nido? —Inquirió Saber Yoongi cuando vio a sus otros dos hijos recostados entre el revoltijo de almohadas.

—El nido de mamá —Corrigió Jaemin.

Yoongi achicó sus ojos—Donde yo duermo, el nido de mi omega hecho para mí.

—Eres un infantil —resopló Jaemin dejando el botiquín a un lado al ver que realmente no iban a ocuparlo, se movió con más comodidad entre una almohada esponjosa rosada y otra gris de terciopelo, esas olían más a Yoongi por lo que Jaemin restregó su nariz en ellas satisfecho, casi soltando un ronroneo desde lo más profundo de su pecho.

—Mira quien lo dice, cual cachorro bebé —se burló Yoongi, cuando sigilosamente se inclinó para meterse al nido y atrapar al mayor de sus hijos en sus brazos.

—¡No!, ¡voy a oler a ti!, ¡Papá!

—¡Mejor aún!, hace mucho que no tenemos una marca familiar —Yoongi gruñó entre el forcejeo, mordiendo sutilmente a Jaemin en un hombro.

—¡No!, ¡Suéltame, suéltame!

Entre los gritos y los gruñidos juguetones, Junsoo se movió despertándose de su sueño, parpadeó varias veces para aclarar su vista y darse una idea de que era lo que estaba sucediendo, pero no logró carburar tan rápido cuando su mundo se desestabilizo y alguién lo atrapó en un forzoso abrazo caluroso, gruñó con molestia, pero pronto se apaciguó cuando olfateó el aroma de su Padre Alfa.

—Ya se despertó el otro prospecto a mocoso —Yoongi ronroneó para su hijo, las vibraciones que surgieron desde su pecho hasta su garganta llevaron al joven alfa de Junsoo a un estado de tranquilidad y paz soñadora. Rápido el alfa menor se quedó tan flácido y suave en los brazos de su papá.

—Cansado, tan cansado —murmuró Junsoo queriendo volver a dormir. Sintió el escozor de una mordida en su hombro, pero sólo gruñó como un gatito enojado durante unos segundos antes de hundirse en el pecho de su papá para volver a dormir.

Jimin salió del baño junto con Minhyuk de la mano, ambos con ropas más cómodas.

Sin embargo, Minhyuk se quedó al pie del nido, sus ojos ahora rojos rubí mirando directamente a Jaemin.

—Tonto —se quejó.

Jaemin levantó la cabeza desde el cuello de su padre, alzando una ceja para su hermano menor.

—Sabes que tienes todas mis disculpas, hermanito.

Jimin llevó una mano a sus cabellos para peinarlos hacia atrás—Disculpas hechas y aceptadas, hora de la marca familiar.

Yoongi se despertó de su ensoñación, empujando a todos sus hijos a un lado, los chicos quejándose y gruñendo cuando fueron aventados uno sobre otro al otro lado del nido.

—Ven aquí, Omega mío, regresa a mis brazos, mira como tiemblan con la sola idea de sujetarte, ¿lo ves?, ¿lo que me provocas?

El omega rodó los ojos—Oh, que bonita palabrería tienes ahí.

Cuando Jimin se acomodó entre las almohadas y la comodidad de su cama, el aroma de Yoongi se hizo más pesado y fuerte, envolviéndolos a los cinco con una protección que rayaba la agresividad pero que para todos era aceptable y recíproca.

Minhyuk se acomodó en medio de sus padres y poco a poco su dragón se apaciguó hasta quedarse dormido. A los costados, los alfas jóvenes se unieron al mundo de los sueños, pero tanto Yoongi como Jimin se mantuvieron despiertos los primeros veinte o treinta minutos, cuidadosos y alertas como los protectores que eran de su pequeña manada.

Cuando el tiempo avanzó y pudieron confirmar la seguridad del lugar, se abrazaron a su familia, descansando tanto como lo habían estado deseando desde hace mucho tiempo.

Sin embargo, Jimin quien se había mantenido despierto un minuto más, hizo una nota mental para si mismo.



"Minhyuk, fuego, rasgos de ira y furia intermitente como el padre, segundo hijo con herencia psicológica del padre Alfa. No olvidar llevarlo al medico sin que Yoongi se entere." 




Tenia este especial guardado sin editar así que me puse a trabajar en él, mejor esto que nada, ¿verdad?, lamento mucho la demora, pasaron taaaaaaaantas cosas desde la última actualización, todavía necesito tiempo para arreglarme con mis nuevos horarios y responsabilidades, gracias por su paciencia y por supuesto, ¡Gracias por leer! 

-Susy

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