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Pov's __
Pasamos el resto del día, toda la noche y parte de la madrugada redactando unos nuevos informes. En estos momentos agradezco haber hecho casi un año de la carrera de psicología, si no me hubiera vuelto loca tratando de entender todas estas historias.
Law se encargó de contarme todo lo que sabía de cada subordinado de Doflamingo, narrando como podía la historia de cada uno, mientras tanto yo las analizaba y escribía en un cuaderno de que manera Doflamingo logró manipularlos y hacer que cometieran sus actos delictivos. Además descubrí que mi tío también extorsionaba personas para que hagan lo que el quisiera y que por eso ciertos funcionarios públicos hacían la vista gorda ante sus delitos.
-Bueno... creo que eso es todo- digo masajeando mi mano que me dolía de tanto escribir- Espero que sea suficiente para ser justos con cada persona
Law simplemente asiente, lo noto algo incómodo... Creo que fui muy dura con el hace rato.
-Lo siento si fui algo dura contigo... Es solo que bueno... Quizás me impactó un poco las cosas que hiciste
-Tranquila- el suspira tristemente- Debe de ser algo duro descubrir que la persona a la cual besaste y quisiste hizo tantas fechorías, que robo órganos...
Suspiro, me acerco a el y lo abrazo. No me gusta verlo así de raro.
-No te hagas la cabeza bobo- tomo el cuaderno y me levanto- Anda, hay que dormir... hay que llevarle esto por la mañana a Sengoku~san
El simplemente asiente. Voy a mi habitación, me recuesto... Me sorprende pensar que finalmente Doflamingo pagara por todo lo que hizo ¿Por fin llego ese día? ¿Por fin podré salir de aquí? No puedo evitar sonreír, quizás solo sean pensamientos, ilusiones, pero me hace tan feliz pensar que podré disfrutar de mi vida desde otro punto de vista, que por fin podré salir... entre pensamientos voy cayendo poco a poco en un profundo sueño.
La mañana llega y me levanto con la voz del pelinegro que habita en mi departamento, el entro a mi cuento y comenzo a levantarme, en cuanto abrí los ojos me encontré con el y una bandeja entre sus manos.
-Buenos días __~ya- el sonrie y me extiende la bandeja- Es para ti
-Buenos días Law- me incorporo en la cama y veo que sobre la bandeja hay un atractivo desayuno- ¿Me haz traído el desayuno a la cama?
-Si... ¿Acaso no te gustó?
-¡No pienses eso! Es un muy lindo detalle- le dedico una sonrisa- Muchas gracias Law... ¿No desayunaras conmigo?
-Ya tome mi café, tu aliméntate tranquila- el desordena mis cabellos y se dispone a irse- Yo me iré a bañar
Asiento y el se va. Miro la bandeja y tiene un divertido desayuno, un café con crema que tiene un intento de figura de Canela espolvoreada arriba, unas galletitas en forma de animalitos y frutas cortadas con forma de estrellas y corazones... y yo que simplemente tomo café a la mañana porque me da pereza prepararme algo, podría acostumbrarme a que el me sirva el desayuno.
Luego de comer me cambio de ropa, aprovechando que Law salió del baño, voy y hago mis necesidades. Una vez los dos estuvimos listos, tome la caja con los archivos de Doffy y mi cuaderno.
-¿Iremos en tu moto?- le pregunte a Law mientras bajábamos del departamento
-Seria lo mejor... Pero quizás estés algo incómoda por la caja
-Yo solo quiero que esto esté seguro, no me importa ir cómoda o no.
El asiente y subimos a su moto, yo iba delante y el atrás mío asegurándose de que no me caiga. Al poco tiempo llegamos a la central marine y había muchos periodistas en la puerta.
-¡Tsk! Que fastidio- se quejo el- Será algo difícil entrar
-Dificil pero no imposible- sujeto su mano y con mi otro brazo la caja- Vamos hay que entrar
El me sonríe, comenzamos a abrirnos paso a la puerta con cuidado, cuando por fin llegamos la recepcionista nos reconoció y nos dejó pasar al despacho de Sengoku. Una vez ahí yo dejé la caja sobre el escritorio y sobre la caja mi cuaderno con todas las historias. Me acerqué a la ventana y vi las grandiosas vistas esperando a que Sengoku llegara.
-__~ya- el pelinegro se encuentra detrás mío pero realmente el mar es hipnótico y no me hacia falta verlo para notar que estaba apenado- Lo que leíste de mi en esos archivos ¿Cambio tu mirada hacia mi?
-Si yo creyera que en esos archivos esta la verdad absoluta sobre los subordinados de Doflamingo, no me hubiera encargado de escuchar y redactar todas sus historias para poder analizarlas y escribir nuevos archivos que quizás reduzca su sentencia... así que no te preocupes Law, esos archivos no cambiaron mi mirada hacia ti solo me hace saber algo más de ti, pero ¿Porque te preocupa tanto?
-Tienes razón, pero necesitaba confirmar mis sospechas- el me abraza por detrás tomando mi cintura con delicadeza y apoyando su rostro en mi hombro- Y si me preocupa es porque tu ya sabes que siento por ti
-Lo sé... ¿Puedo hacerte una pregunta?- el asiente- Tu... Tu te declaraste un día antes de que fuésemos por Doffy... Lo hiciste porque tenías planeado perder tu vida total de encarcelarlo ¿verdad?
-Se podría decir que si, te dije lo que sentía porque se dio la oportunidad y porque estoy dispuesto a dar mi vida con tal de hacerte feliz y llevar a Doflamingo al lugar al que merece
-Eso si cambia mi mirada hacia ti...
Sengoku entra al despacho haciendo que nos separemos, yo le enseño el cuaderno y la caja explicándole todo lo que hicimos.
-Muy gran trabajo pequeña Rocinante y claro tu también Law- el comienza a ver las páginas del cuaderno- esto servirá... aunque no se si le reduzcan la condena a todos, quizás a algunos les hagan test psicológicos.... Pero te aseguro que tu trabajo no será en vano.
Antes de irnos del despacho Sengoku me abraza y me dice que me cuide, algo que me parece raro porque ya no estoy en peligro, Doffy y su familia ya no están así que eso me hace libre. No puedo evitar tener una sonrisa de oreja a oreja. Salimos de la central marine pero aún no quería subir a la moto, por fin estaba fuera y se sentía tan bien el sol el mi rostro, el aroma de los árboles.
-¿Te sientes bien, verdad? - Law sonríe al verme
-Es que todo se ve tan bien, es como si fuese la primera vez que veo el mundo- me río y me acerco a Law quien estaba pegado a su moto- No es que no conocía lo que era un árbol pero estos árboles son distintos a los que hay en el campus... Se siente extrañamente raro.
-Anda sube- Law se sienta en la moto- Podemos ir si quieres a algún parque
-¡¿De enserio?! - el afirma- Suena genial.
Subo a la moto pero siento como alguien me tira hacia atrás asiendo que caiga al suelo. Miro para ver quién me tiro y era un señor muy raro, con barba larga y descuidada al igual que toda la apariencia de ese hombre.
-¡Oe ¿que te pasa?!- pregunta Law ayudándome a levantarme
-¡Jahjahjahjahjah!- rie el apuntándome un poco- ¡Ella es oro, es oro, me recompensaran por ella!
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