Yo Soy Hermione Granger

Mientras Hermione caminaba rumbo a su trabajo no podía dejar de pensar en Harry, ahora que lo pensaba mas fríamente le parecía una locura haber alojado en su departamento a un desconocido, además de que lo había dejado solo facilitándole las cosas en caso de que fuera un ladrón y le robara las pocas pertenencias que tenia.

Pero algo en su interior le decía que era alguien de confianza, o al menos eso le inspiraba cuando despertó en la mañana y lo vio dormir plácidamente era como si en otras ocasiones hubiera estado en esa situación. Sus ojos verdes eran muy bonitos pero reflejaban tristeza, algo le había pasado que lo tenía en ese estado. Solo esperaba que al regresar a su departamento todo estuviera en orden y el chico se sintiera mejor.

Por un momento sintio como si Harry fuera alguien de su pasado, pero descarto esa idea cuando despertó, era casi imposible que el chico la conociera. Había pasado ya mucho tiempo de la última vez que pensó en su vida pasada, en los recuerdos que había perdido, era frustrante no saber quién era realmente pero había tenido la determinación de seguir adelante.

No tenia manera de saber quien había sido ella antes pues cuando la abuelita la encontró no llevaba nada con ella, más que la ropa que llevaba puesta y que había quedado inservible y había sido quemada para no dejar rastros a sus posibles perseguidores. Al no tener nada había adoptado completamente la personalidad de Nuria, eso era lo más factible, en ese momento era como si ella acabara de nacer tenia la mente en blanco y no tenia la manera de encontrar a alguien que la ayudara a recuperar sus recuerdos.

Los primeros meses fueron los más difíciles, acoplarse a una nueva vida y a los recuerdos que la anciana ponía en su mente de una infancia y una vida que no era la suya, sino de Nuria y cuando le conto la verdad se dio cuenta que no tenía nada y se aferro a esos recuerdos de una infancia feliz que no le pertenecían y que sin embargo era lo único que tenia.

Todos sus recuerdos estaban dormidos junto con su magia, en esos momentos si alguien le hablara del mundo mágico lo más seguro seria que lo calificaría de loco y absurdo. La chica era lógica y sumamente racional nunca creía en algo que no pudiera comprobar o ver por sus propios ojos y siendo que ahora había perdido toda noción de ese mundo, no tenia esas pruebas que le hicieran creer en la magia.

Cuando se topo en el elevador con Malfoy, le pareció un chico arrogante y le ocurría algo muy similar a lo que le pasaba con Harry, había algo familiar en esos chicos, aunque le inspiraban sentimientos muy diferentes entre sí, algo en el rubio le daba desconfianza como si no le simpatizara del todo aunque era muy amable aunque un tanto pretencioso.

Con esos pensamientos acosándola Hermione hacia su ronda en el hospital, ese día la habían asignado a al área de cardiología como ayudante de enfermera. Entraba a cada habitación al lado de la enfermera y el doctor de turno esperando que la  presentaran con los pacientes.

En una de las habitaciones se encontraba la señora Malfoy cuando pasaron a revisarla estaba dormida, según los informes no había pasado una buena noche por lo que el médico decidió pasar más tarde para no tener que despertarla.

La chica la observo con detenimiento se parecía mucho a su hijo, con el mismo aire aristocrático que no perdía a pesar de encontrarse en esas circunstancias. Había leído ya su expediente en un par de días se le realizaría una intervención quirúrgica a corazón abierto, según leía tenía muchas oportunidades de que todo saliera bien, era una mujer saludable dentro de lo que cavia y esperaban que resistiera la operación.

Parecía un día normal de no ser porque cambio de manera abrupta cuando sonó la alarma en una de las habitaciones, un paciente había entrado en paro. Hermione se apresuro y aparto a Draco rápidamente para poder atender a su madre, el monitor indicaba que su corazón había dejado de latir, las asistencias no llegaban y el médico a cargo de su caso estaba en quirófano. No tenia mucho tiempo para seguir esperando por lo que tomo lo necesario para reanimarla y asi lo hizo, con esfuerzo logro estabilizarla.

Draco no se había movido de la habitación, estaba sumamente pálido viendo como la chica inyectaba a su madre y comenzaba a reanimarla.  El médico llego seguido de un par de enfermeras mas experimentadas cuando la señora Malfoy ya se encontraba estable.

-¿Qué ocurrió señorita Wood?

-La señora Malfoy tuvo un paro cardiaco, le di reanimación. -Indico paso a paso todo lo que hizo indicando los medicamentos utilizados.

-Buen trabajo Wood. -Alago el doctor haciendo sonrojar a la muchacha. -Llene los informes y puede retirarse ya.

Hermione obedeció saliendo de la habitación, ese día para su suerte tenía solo un par de clases y podría ir a casa a dormir un poco, después de haber cuidado de Harry y de los dobles turnos que realizo estaba sumamente cansado.

Malfoy estaba muy conmocionado por lo ocurrido como para seguirla. Esa había sido su intención cuando se encontró de nuevo con la chica en el elevador, quería saber más de esa joven que se parecía tanto a su antigua enemiga y que le parecía encantadora, pero ahora no podía despegarse de su madre por ningún motivo, según le explicaron los médicos de no ser por la pronta intervención y eficiencia  de la enfermera Wood su madre hubiera muerto.

Cuando Hermione llego a su departamento comprobó que todo estaba en su lugar, solo Harry se había ido, encontró en la mesa una nota que no tardo en leer.

Nuria:

No tengo palabras para agradecer tu ayuda, has sido un ángel.

Espero poder recompensar muy pronto todas tus atenciones.

Hasta muy pronto

Harry Potter.

La chica sonrió complacida en esos momentos tocaban a la puerta, se dirigí a abrirla y se encontró con un gran ramo de flores.

Harry le había llevado el ramo como agradecimiento.

-Espero que te guste. -Dijo el chico, pero debido a lo alto del arreglo no pudo ver el rostro de la chica de inmediato.

-Son realmente hermosas no debiste molestarte. -Agradeció dejándolo pasar y tomando ella misma las flores en sus manos para ponerlas en un jarrón.

-No es ninguna molestia, es muy poco a lo que mereces ayer me salvaste.

-Pasa ponte cómodo en lo que las pongo en agua. -Contesto avergonzada

Harry se sentó en un sillón esperando que regresara la chica.

-Tiene mucho que vives aquí Nuria. -Hablo un poco fuerte para que la chica lo escuchara.

-Casi dos años. -Contesto desde la cocina

En eso entro a la sala con un jarrón entre sus manos, lo coloco en la mesa de la sala y hasta ese momento Harry pudo ver el rostro de Hermione.

De la impresión el color abandono su rostro y sus ojos se abrieron con sorpresa.

-¿Te ocurre algo? ¿Estás bien? te pusiste muy pálido. -Dijo preocupada y se acerco a tocar la frente del muchacho para ver si no tenía fiebre.

-Estoy bien. -Dijo con voz temblorosa.

-Parece que viste un fantasma.

-Lo vi. -Dijo a punto de un colapso el chico.

-No te entiendo ¿De verdad te sientes bien?

-Si es solo que te pareces tanto.

-¿A quién? -Pregunto con curiosidad

-De no ser que tengo la certeza que no tenía hermanos tú podrías pasar por su gemela. Se llama Hermione. -Dijo con tristeza cuando menciono su nombre.

Al ver la tristeza en el rostro del muchacho, no quiso seguir  preguntando.

-El parecido es sorprendente. -Dijo sin reponerse aun de la sorpresa, su corazón latía con fuerza y sus manos le sudaban. -Serian idénticas de no ser por el color del cabello, el de ella es castaño.

La que palideció en esta ocasión fue la chica al escuchar ese detalle. -Me gustaría conocerla

-No lo creo posible desapareció hace algunos años.

-¿Cómo que desapareció? -El corazón de la chica comenzó a latir con más fuerza.

-Es una historia larga de contar. -Dijo con tristeza. -La secuestraron hace más de tres años y no sé nada de ella desde entonces. -Harry no sabía porque le contaba a esa chica de Hermione pero le inspiraba confianza.

-¿Hace más de tres años?

-Sí. -Afirmo -La hemos buscado todo este tiempo pero no hemos tenido suerte.

-Se parece mucho a mí. -Volvió a insistir la chica.

-Como explicarte, es como si fueran su doblo, la única diferencia es el cabello el tuyo es negro y el de ella es castaño.

-¿Cómo dices que se llama?

-Hermione Granger

La chica se esforzaba por recordar a partir de lo que Harry le estaba contando, pero por más que lo intentaba su mente seguía bloqueada. Pensaba que era mucha casualidad el parecido, además que el tiempo que había pasado desde su desaparición y su pérdida de memoria era el mismo.

-¿Estás bien? -Ahora era Harry quien la interrogaba con preocupación la chica se había quedado con la mirada perdida como si se concentrara en algo y estaba pálida.

-Si estoy bien. Es solo que me sorprendió lo que me cuentas.

-¿Por qué?

-Porque creo que yo soy Hermione Granger.

-Si es una broma te aseguro que no es gracioso. -Le dijo un poco irritado creyendo que se estaba burlando de su tragedia.

-No te molestes, permíteme explicarte. -Se levanto y tomo un portarretratos para mostrarle la foto. -La abuelita de la foto se llamaba Selene y la chica a su lado...

-Eres tú. -Termino Harry la frase. Ella solo movió de manera negativa la cabeza.

-No sé quién soy, hace poco más de tres años me encontró Selene a la orilla de un rio casi muerta, al parecer me golpe muy fuerte la cabeza y perdí la memoria. Nuria era su nieta y había muerto meses antes de que me encontrara, al principio Selene me hizo creer que yo era su nieta pero meses después me conto la verdad, yo no recuerdo nada de mi vida pasada, no sé quien soy o de donde vengo. Adopte la personalidad de Nuria y permanecí con Selene como mi abuela no solo porque ella me salvo, si no porque no tenía una vida, ni siquiera un nombre que no fuera el que ella me había dado.

Harry se había quedado sin palabras, asimilando apenas lo que la chica le estaba contando, pero apenas pudo calmarse un poco la abrazo con fuerza.

-¿Pero tu cabello? -Pregunto sin soltarla.

-Selene me dijo que hombres encapuchados me habían buscado, que al parecer me perseguían por las condiciones en las que me había encontrado, cambio el color de mi cabello para protegerme y yo sigo haciendo lo mismo.

-No puedo creerlo. -Dijo conmocionada mientras lloraba lleno de felicidad. -No puedo creer que por fin te encontré Hermione.

-¿En serio creer que soy ella? Quizás solo nos estamos confundiendo.

-Hay una manera de comprobarlo. -Dijo sacando su varita del bolsillo y tomando su brazo desaparecieron.

Aparecieron en la casa que le había heredado Sirius a Harry.

Hermione sintió que vomitaría por la sensación de vacío en su estomago al desaparecer.

-¿Dónde estamos? ¿Cómo terminamos aquí? -Temerosa pregunto viendo a su alrededor

-Eres bruja. -Le aviso Harry

-¿Bruja?

-Pertenecemos al mundo mágico Hermione, somos magos.

-No puede ser posible. -Contesto en shock la chica.

-Sé que es difícil de aceptar pero te aseguro que todo lo que te digo es verdad. Y se como demostrarlo.

Harry subió con rapidez las escaleras y después de un par de minutos ya bajaba a toda carrera con una pequeña caja de madera en sus manos y un álbum de fotos. Ayudo a la chica a sentarse porque aun estaba conmocionada por toda la información.

-Mira son fotos de nosotros en Hogwards.

-¿Hogwards?

-El colegio de magia y hechicería, en esa foto estamos los tres en primer grado, tu y ese pelirrojo de ahí es Ron nuestro mejor amigo y yo, ella es Ginny su hermana, el Hagrid, Neville, Luna, los gemelos Weasley Fred y George. -Le decía señalando rostros sonrientes que se movían y saludaban a la cámara.

El rostro de Hermione estaba lívido al darse cuenta Harry la abrazo para tranquilizarla.

-Lo siento. -Se disculpo. -Sé que esto es muy rápido para ti y que no recuerdas nada de lo que te digo.

-Es que no puedo creer que la magia exista, mucho menos que yo sea bruja.

-Ten esto te convencerá. -Le dijo entregando la caja de madera.

-¿Qué es?  

-Ábrelo para que lo veas por ti misma.

Al abrir la caja se encontró con tu varita, no se atrevía a tocarla.

-Cuando te secuestraron hicieron que tiraras tu varita yo la he conservado desde entonces. -Le dijo con cariño acariciando su cabello. -Tómala eso te convencerá.

La mano de la chica temblaba por nervios, apenas roso con sus dedos la varita sintio una corriente eléctrica traspasar su cuerpo y cuando la sostuvo firmemente entre sus manos la varita reacciono haciendo que algunas chispas salieran de la punta.

Hermione se sorprendió mucho sintiendo como si la varita fuera otra extensión de si misma. Un poco asustado la guardo de nuevo en la caja.

-Llévame a mi casa.

-Pero Hermione.

-Entiéndeme Harry, estoy confundida este es un mundo que desconozco, yo necesito pensar.

-Está bien. -Dijo un poco decepcionado. -Pero si me permites puedo visitarte mañana junto con unos amigos.

-Claro, pero tendría que ser después de mi turno en el hospital.

-Perfecto. -Dijo abrazándola de nuevo con fuerza antes de desaparecer, Harry no podía ser más feliz al haber encontrado a Hermione.

Se aparecieron de nuevo en el departamento de la chica y Harry se despidió con un beso en la mejilla que la chica correspondió con alegría.

Hermione a penas se quedo solo se tumbo en la cama para pensar, no podía creer todo lo que había pasado, después de tantas veces desear saber algo de su vida pasada, ahora sin esperarlo se daba cuenta que ella era una bruja y que había un mundo mágico que ella no solo no recordaba, si no que le costaba trabajo aceptar su existencia.

Harry le había dejado el álbum de fotos para que siguiera viéndolo con la esperanza de que comenzara a recordar. Entre mas veía las fotos mas se desesperaba al no recordar esos rostros sonrientes y amigables que le saludaban. Se veía a sí misma en aquellas imágenes feliz al lado de sus mejores amigos pero de alguna manera sentía como si no fuera ella.

No sabía que pasaría a partir de ahora.

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