Dispuesto A Todo

Blaise Zabini se dio a la tarea de investigar a fondo a los Malfoy, quienes en los últimos años se habían encargado  con mucho éxito a estar fuera del radar mágico. Es decir, una familia como la suya siempre estarían en el ámbito mágico, sin embargo, todos sus movimientos estaban encaminados a buscar una estabilidad de bajo perfil que les permitiera una vida tranquila después de todos los exabruptos posteriores a la guerra.

Como era de esperarse Draco se había hecho cargo de los bienes de la familia que habían sido significativamente mermados después de que el ministerio les retuviera buena parte de  sus fondos para pagar indemnizaciones a las victimas, pero aun así seguía siendo una fortuna cuantiosa que supo manejar muy sabiamente haciendo que muy pronto sus arcas volvieran a llenarse.

Moviendo algunos hilos se entero de  la delicada salud de Narcisa, así como todos los intentos de Draco para salvarla. Sorprendiéndose de que alguien con los antecedentes de su familia hubiera sido capaz de claudicar y pedir ayuda a los muggles que habían odiado y menospreciado siempre.

Hace muchos años Draco había sido uno de los pocos amigos cercanos que tenia, uno de los pocos que consideraba verdadero, incluso quizás el único. Malfoy al igual que el, era un pequeño bastardo narcisista y malcriado, que estaba acostumbrado a tener todo cuando deseara, por eso se entendían a la perfección, porque de alguna extraña manera ambos sentían el enorme vacío que repentinamente les asaltaba cuando podían tenerlo todo, menos el calor de una familia o la amistad  sincera de alguien que no tuviera un interés de por medio.

Se entendía a la perfección, mucho mas después de toda esa mierda de la guerra y el miedo que les produjo verse de repente involucrados en algo tan grande y tan espantoso, que por primera vez en su vida estaban dispuestos a renunciar a todas sus comodidades por no pasar por aquello.

Pero la suerte ya estaba hechada y ambos fueron marcados como mortifagos y obligados a cumplir con sus obligaciones. Malfoy tuvo suerte de tener el respaldo de sus padres y que el valor de su madre lo hubiera redimido de alguna manera.

Zabini no había tenido tanta suerte, su madre estaba de mierda hasta el cuello y si quería sobrevivir no contaba con nadie, ni siquiera con ella que estaba mas preocupada por salvar su propio culo para preocuparse por su hijo.

Fue asi que sus manos se mancharon de sangre y lejos de asustarle, le gusto sentir el poder correr por sus venas y se dejo envolver por la oscuridad que este le ofrecía.

Se volvió sanguinario e implacable. Oculto bajo la mascara de mortifago secuestro, torturo y mato a decenas de hijos de muggles. Los gritos y las suplicas de sus victimas parecían ser un aliciente para convertirse en poco tiempo en un elemento particularmente importante entre las filas del innombrable.

Esa era la razón de que pocos conocieran su rostro o su verdadera identidad pues Lord Voldemord lo usaba con cautela en casos especiales, tratando de no manchar su imagen para que le proporcionara información importante dentro y fuera del colegio.

Lo sedujo con el poder de tal manera que era imposible que Zabini no codiciara mas y mas cada vez y de esa manera tenerlo completamente en sus manos para utilizarle como mas le convenía.

Cuando la guerra estallo se mantuvo al lado de su señor, hasta que este creyendo que Potter había muerto y se aventuro al castillo creyéndose vencedor. Sin duda había sido un golpe de suerte que a Blaise le fuera encomendada la tarea de regresar a la mansión de los Malfoy para alistar algunos detalles de última hora que pondrían al señor oscuro por completo en el poder.

En el momento en que regreso al castillo todo era caos Harry Potter sobrevivió a la maldición asesina que reboto en este liquidando así por fin al innombrable.

Blaise Zabini se despojo rápidamente de su indumentaria de mortifago, asi como de la mascara y se mezclo con varios estudiantes del colegio, no sin antes infringirse a si mismo algunos golpes y cortes en el rostro y los brazos para que todo mundo pensara que había estado luchando por defender el castillo.

Nadie podía señalarlo como traidor, en el revuelo de los últimos acontecimientos todo era confuso y caótico. Las personas iban y venían de un lado a otro con los heridos o transportando a los muertos al gran comedor para que sus cuerpos fueran reclamados por sus familiares.

Los gritos y los llantos no cesaban, la confusión se incremento aun mas con la llegada de los aurores. Algunos mortifagos fueron capaces de huir, otros tantos fueron capturados, para su suerte ninguno de ellos podría dar datos sobre su participación, para su alivio Snape y Bellatrix estaban entre los muertos, al igual que Lord Voldemor, siendo así solo había una persona mas que conocía su participación en la guerra y no se encontraba ahí.

El moreno tuvo que contener su rabia cuando vio a los héroes regocijarse por que todo hubiera terminado abrazados los tres de manera tan patética que se le revolvió el estomago solo de verlos. Se alegró bastante cuando los traidores de los Weasley lloraban amargamente sobre el cuerpo inerte de uno de los gemelos.

Se mantuvo impasible durante los interrogatorios, haciendo gala de sus dotes de actor.

-Quede inconsciente después de una explosión, -Afirmo- cuando desperté todo había terminado. -Las heridas en su cuerpo confirmaban su versión y aunque no falto quien lo mirara con escepticismo no había pruebas o testigos que le condenaran de ningún modo.

Después de eso todos volvieron a casa para que Hogwarts fuera restaurado. Algunos estudiantes volvieron, otros tantos no lo hicieron, había demasiada heridas por sanar antes de regresar al colegio después de que este estuviera en condiciones de nuevo.

Los funerales no tardaron en programarse y a esas alturas Zabini había contactado con los pocos Mortifagos que se habían dado a la fuga, le interesaba sobre todo dar con el paradero del único que conocía realmente su participación en las torturas y muertes de las que fue participe.

Fue entonces que su mente maquino una manera de dar un doble golpe, por un lado cobrar venganza contra el trio dorado quienes eran los responsables de que sus planes de grandeza al lado del innombrable se vieran frustrados, al mismo tiempo que pensaba aniquilar en dicha operación a los que quedaran de su grupo de mortios para cortar de raíz cualquier posibilidad de que lo involucraran.

Estudio a conciencia la situación considerando que no podía deshacerse de los tres Gryffindor sin que eso supusiera un riesgo mayor, debía entonces buscar la manera de causar el mayor daño posible eliminando solo uno de los miembros.

La respuesta que buscaba no tardo en llegar, era demasiado hábil y como buena serpiente tenia sus sentidos bien desarrollados. Pronto noto que Weasley estaba enamorado de la sangre sucia, bastaba verlos juntos para darse cuenta que en cuanto se calmaran un poco las aguas formalizarían su noviazgo, pero eso no fue todo lo que descubrió observando al trio de oro, hizo un descubrimiento que incluso a el sorprendió. Potter se mostraba incomodo ante las muestras de afecto de ambos y supo distinguir en su semblante contrariado y la tencion de su cuerpo que sentía celos.

Que mejor forma de cobrar venganza que quitándoles algo que ambos amaban, estaba seguro que no encontraría mejor manera de hacerlos sufrir que matando a Granger, pero antes la destrozaría de tantas formas que ella misma le suplicaría que la matara.

El plan era simple, tan sencillo que no podía salir mal. Todos estaban demasiado confiados de que todo había terminado como para esperar que en pleno evento se irrumpiera en un recinto con tantas personas inocentes como para poder defenderse adecuadamente. Seria un golpe rápido y certero.

Todo salió de acuerdo al plan, Hermione Granger estaba en sus garras. Con lo que no conto era que el estúpido de Smith la subestimara por verla desarmada e intentara sacarle provecho a la situación desencadenando una intempestiva huida que culmino en la frustración de sus planes, al menos de una parte de ellos, por que sin duda aniquilo uno a uno de los mortifagos que lo acompañaban, borrando así cualquier posibilidad de que alguien revelara su participación en la guerra.

Cunado Blaise Zabini se presento en la Mansión de los Malfoy fue atendido por cortesía, después de todo en algún momento hace varios años atrás habia sido un amigo muy cercano de Draco y eso le supuso un a gran ventaja.

Le informaron que Narcisa se encontraba tomando el te en la terraza aprovechando el buen clima, en compañía de una amiga de la familia. Lo que menos espero el moreno era encontrarse con la conveniente sorpresa de que se trataba de Granger.

Ninguna de las dos mujeres notaron la presencia del muchacho hasta que este estuvo a escasos pasos de ellas.

Hermione palideció al instante al verlo, lo que solo confirmo las sospechas de Zabini respecto a que había recuperado sus recuerdos.

-¡Buen día! -Saludo solicito con una sonrisa radiante que no dejaba translucir sus intenciones.

-Blaise que agradable sorpresa. -Exclamo Narcisa correspondiendo la sonrisa que aquel joven le obsequiaba.

-Me acabo de enterar de que estuvo enferma y no me perdonaría no pasar a visitarla para saber como se encuentra.

-Gracias, -Dijo con gratitud. -Me en encuentro mucho mejor, recuperando poco a poco la buena salud.

-No sabe la alegría que me da saber que se encuentra bien, me había imaginado que la encontraría en cama.

-Los últimos día asi han sido, pero me permitieron al fin salir de mi encierro. ¡Que descuido el mio! -Exclamo de repente. -Supongo que conoces a Hermione Granger.

-La conozco, es un placer volver a verte Granger. -Se dirigió por primera vez a la castaña que seguía pálida y rigida, e ignorando su estado de conmoción le tomo la mano para besarla con galantería.

Hermione detecto al instante el brillo peligroso en los ojos negros de Zabini, así como la mirada de advertencia dirigida a Narcisa. Ella sabia que poner sobre aviso a la señora Malfoy solo lograría que las mataran a ambas.

La castaña paso saliva con dificultad antes de contestarle. -Sí, a sido mucho tiempo de la ultima vez.

-¿Querida te sientes bien? Te has puesto palida de repente.

-Estoy de maravilla Narcisa estoy solo un poco mareada, debe de ser un golpe de calor, será mejor que me recueste un momento, ¿te importa si te dejo sola un momento?

-Por supuesto que no querida, pero no crees que será mejor que llame al medico. -Era visible que le preocupaba el estado de la joven.

-No, no es necesario bastara con descansar un poco.

-¿Estas segura? -Insistió la rubia.

Ella le sonrió para tranquilizarla.  -Claro, no se preocupe. -Beso rápidamente su mejilla con cariño.

Era su manera de despedirse pues sabía muy bien que Zabini iba por ella y que seguramente esta vez no tendría la suerte de sobrevivir.

-Sí quieres puedo acompañarte solo para asegurarme que llegues bien a tu habitación. -La manera en que mentía el moreno era soberbia.

-Por supuesto, te lo agradecería. -Mintió la castaña, deseaba por todos los medios alejarlo de la mama de Draco.

-Además venia a ver a Draco pero me han dicho que no se encuentra será mejor que me marche y regrese después.

-Sabes que eres siempre bienvenido en esta casa Blaise.

-Gracias Narcisa.

Se despidió educadamente antes de escoltar a Granger dentro de la casa. A penas desaparecieron de la vista de la señora Malfoy, Zabini la tomo con fuerza del brazo.

-Más te vale que no hagas tontería. -Advirtió. -¿Dónde esta tu varita?  

-En mi habitación.

Al poco tiempo, después de hacerse de la varita de Granger ambos salieron de la mansión antes de desaparecer, procurando que nadie los notara.

Mas tarde cuando Draco regreso se encontró con la terrible noticia de que Zabini había estado en su mansión y que Hermione no aparecía por ningún lado.

No era difícil suponer que ella trato a toda costa que su madre no  sufriera algún sobresalto que pudiera perjudicar su salud, después de todo aun se encontraba recuperándose. Se sentía agradecido pero también culpable por no protegerla lo suficiente.

Sabia que no disponían de mucho tiempo antes de que Zabini la matara, ese solo pensamiento lo hacia estremecerse, pero no perdía las esperanzas pues conocía demasiado bien al moreno como para imaginar el lugar donde la llevaría para terminar con ella.

No disponía de tiempo para avisarle personalmente a Potter, no podía esperar que llegara junto con los aurores. No le importaba correr el riesgo de morir al adelantarse para intentar ganar un poco de tiempo en lo que los demás llegaban a rescatar a Granger.

Escribió una corta nota que mando al instante, para después  desaparecer de su mansión, dispuesto a morir con tal de salvarla.

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