❋ ESPECIAL: EN TU UNIVERSO (NUEVA VERSION) - PARTE 1❋

Ha pasado mucho tiempo desde mi última actualización, pero finalmente les traigo un nuevo capítulo de esta historia. Esta es una nueva versión del especial "En tu universo" sobre Freezer y Frost que publiqué hace mucho tiempo. Decidí reescribirlo para adaptarlo a la nueva historia e incluir a los personajes de mi amiga Marta (Windyanas), quien también me ayudó mucho en el proceso. Sin embargo, como es muy largo, estará dividido en varias partes que iré publicando poco a poco, ya que todo lo que sucederá aquí será importante para la trama de los capítulos que vendrán después. Espero que disfruten esta Primera Parte =D.

--------------

-AÑO 761, UNIVERSO 7. NARRA FREEZER -

Hoy me siento de mejor humor que cualquier otro día, satisfecho con los buenos resultados de nuestra última misión de conquista que acabamos de realizar en un planeta con grandes recursos, el cual me servirá muy bien para añadir una nueva base de operaciones, y le pedí a mis ingenieros y soldados que empezaran a trabajar en su construcción de inmediato. Ha pasado un montón de tiempo desde que conquistamos un planeta porque la mayor parte de ellos ya nos pertenecen, y hay muchos otros que no tienen nada interesante que ofrecerme. Excepto por esta última adquisición que tuve la suerte de encontrar y que se suma a los 119 planetas en mi poder, por lo que ahora tengo 120.

Mi nave aterrizó en el Planeta Freezer #79, en donde se encuentra una de nuestras bases de operaciones más importantes. Aquí tenemos tecnología muy avanzada que los científicos a mi servicio utilizan para fabricar rastreadores, armaduras, entre otras cosas, y las máquinas con un líquido especial para curar las heridas. Sonriendo con gran satisfacción, abandoné la nave levitando a pocos centímetros del suelo, entré a la base ignorando los saludos que los soldados me daban con nerviosismo (¡Pero qué cobardes!) y me dirigí hacia mi oficina, una gran sala equipada con el mobiliario más elegante y cómodo que se merece un gobernante como yo. Tenía una vista espléndida de todo el planeta, incluyendo los planetas que hay a su alrededor (y que también son míos), un escritorio metálico de color negro, un ordenador con varias pantallas para monitorear lo que hacían mis soldados en otras partes del edificio y sofás de cuero color rojo oscuro, con detalles dorados.

Antes de encerrarme, le pedí a Zarbon y Dodoria, dos de los soldados más fuertes de todo mi ejército y mi mano derecha, que nadie me molestase mientras intentaba disfrutar de un momento de paz y tranquilidad; con la única excepción que podía tener mi mejor soldado, alguien que superaba por mucho a las fuerzas de combate de Zarbon, Dodoria, e incluso de las FEG. Mi querida Windy, una joven a la que acogió mi padre cuando no era más que una niña pequeña, y debo decir que gracias al entrenamiento que le dimos se ha convertido en mi mano derecha (con más privilegios que Zarbon y Dodoria) y mi única confidente hasta la fecha.

Encontré una botella de vino y una copa colocada sobre el escritorio, sonreí. Es mi bebida favorita, me ayuda a relajarme en momentos de estrés cuando mis soldados fallan en alguna misión y no creo que haya nada más que me reconforte de la misma manera. Por eso me aseguro de comprarlo de la más alta calidad que existe en el universo. De igual modo, estaba seguro de que no había nadie que compartiera un gusto tan grande y exquisito como el mío por el vino, tampoco mis ambiciones ni esa personalidad tan malvada, cruel y sádica que me caracteriza y que tanto miedo ha causado en los demás. No me arrepiento de nada en lo más mínimo, es justo que sientan ese terror porque tan solo son unas sabandijas que puedo aplastar y destruir fácilmente con un solo dedo. Me encanta escuchar sus gritos de súplica, sufrimiento y agonía ¡eso es música para mis oídos!

Tomé otra copa de vino, me levanté del sofá donde había estado sentado hasta el momento y me acerqué para observar los demás planetas alrededor, los cuales me pertenecen y muy pronto todo el universo también será mío (y únicamente mío, no pienso seguir compartiendo nada con mi padre y el idiota de Cooler). Sin embargo, no puedo evitar preguntarme qué tan lejos se extiende este universo, y si hay algo más allá de todo lo que he visto y conocido. La última vez que tuve la oportunidad de entablar conversación con Lord Bills, el destructor, fue cuando me ordenó destruir el planeta Vegeta porque estaba harto de los saiyans y yo con mucho gusto cumplí su pedido, pues también odio a esos malditos monos. En esa ocasión, Lord Bills me comentó algo muy extraño sobre la existencia de otros dioses destructores además de él, no fue su intención desvelar aquel detalle porque después se tapó la boca y luego me dijo furioso que lo olvidase; pero me hizo suponer que también deben existir otros mundos o universos de los cuales ellos se hacen cargo.

Por supuesto, aún no tenía pruebas de que aquello fuera verdad, pero la idea de viajar a otros universos y dominarlos también se me hacía demasiado interesante, tentadora y maquiavélica. Si pudiera encontrar sujetos más poderosos, eficientes y con habilidades únicas para mis filas sería muchísimo mejor, no habría ningún poder capaz de detenerme. Excepto por esos dioses destructores y eso será un gran problema.

-Lord Freezer- Me nombró una voz femenina a mis espaldas. Me sobresalté mucho al escucharla, casi pegué un brinco y por poco no tiré mi copa de vino. Luego miré molesto a mi espalda, para encontrarme con una Windy sonriendo de forma pícara por haberme dado tal susto- ¿Necesita conversar nuevamente, mi Lord?

-¡Windy!¡¿Qué te dije de darme sustos así?!- Le pregunté enfadado con ella. No debería de consentirle tanto, y debo estar muy distraído porque no me di cuenta de que entró- ¡Además pedí que nadie se atreviera a molestarle mientras estuviera aquí! ¡¿No me expliqué bien?! ¡¿O acaso es tan difícil obedecer una simple orden?!- Protesté. Si Windy no fuese mi mejor soldado, mano derecha y persona de más confianza, la habría matado hace mucho por su osadía.

-Lo siento mi Lord, pero no quería estar sóla mucho más rato - Respondió ella, volviendo su pícara voz a una de serenidad y ligeramente seria- Además, debería decir que fue una misión exitosa la última que hicimos.

-Lo fue- Admití finalmente chasqueando la lengua al ver que, en ese sentido, Windy no iba a dejar esa faceta suya de darme sustos cuando estoy distraído. Por suerte, eran muy pocas las cosas que ella tenía que pudieran hacerme enfadar, y menos aún cuando soy el único que puede disfrutar de toda ella para mi sólo- Además, estoy encantado de que ahora seas algo más para mi que una soldado fiel, tal y como lo quiso mi padre. Eso nos permite tener muchos momentos de privacidad como este.

-Yo también soy feliz de saber que podremos tener más tiempo juntos- Respondió ella con un pequeño sonrojo, luego se acercó para ponerse a mi altura- ¿Tanto le molesta que le de sustos, mi Lord?- Me mira con curiosidad.

-¿Qué si me molesta? ODIO que tengas tanta libertad para hacerme ese tipo de cosas- Le respondí aún más molesto, haciendo énfasis en la palabra "odio". Luego le di la espalda y me crucé de brazos.- Al menos tienes la decencia de no hacerlo frente a los otros soldados- Gruñí con sólo pensar en que Windy me humillase de esa manera delante de mi ejército. O peor, que todos se enteren de que tengo algo romántico con ella, aunque no me molestan sus muestras de cariño.

-Por su puesto mi Lord, no se me ocurriría hacer tal cosa- Comentó ella, manteniendo el tono serio- Necesita relajarse más, mi Lord, tal vez le vendría bien que ambos nos tomáramos unos días para estar solos.

-Aunque quisiera, no puedo darme el lujo de abandonar mis obligaciones como emperador del universo, no con tanto qué hacer en este momento. Sabes que solo salgo de viaje para ocuparme de asuntos relacionados con el imperio, nada más- Dije para alejarme de Windy, regresé a mi escritorio y me serví otra copa de vino.

-Era un mero comentario, mi Lord- Respondió Windy con voz serena- Además, su padre me pidió que lo hablase con usted, desde el comienzo de nuestra 'alianza', quiere que la novedad ocurra cuanto antes.

Le hubiera respondido que ya reprendería yo a mi padre por hacerle sacar ese tema, de no ser por que alguien llamó a la puerta, interrumpiendo la conversación. Traté de no enojarme más de lo que ya estaba. Había sido claro cuando dije que nadie me molestase, y bastante tenía con qué Windy hubiera desobedecido aquella orden, hasta que escuché la voz de Zarbon al otro lado de la puerta, tomé otro sorbo de vino y accedí a que entrara, mientras Windy se colocaba a mi izquierda para que ambos escucháramos lo que tuviera que decir.

-Siento mucho tener que molestarlo, Lord Freezer- Se disculpó el peliverde de antemano y yo hice un gesto, restando importancia- Lo hemos encontrado y traído, tal y como usted nos ordenó- Explicó y supe de inmediato a qué se refería.

-Hazlo pasar por favor- Le pedí muy cortésmente, mientras me sentaba detrás del escritorio, con Windy todavía a mi lado. Desde muy pequeño me enseñaron modales y refinamiento.

Zarbon asintió, salió de la sala y luego de unos segundos regresó acompañado por otro ser de mi raza, los changlongs, pero todos en este universo nos conocen como "Demonios del Frío". un nombre que adoptamos por nuestra crueldad y para infundir más temor. Todos nos parecíamos un poco físicamente en nuestra forma real, pues algunos tienen características similares sin ser familias, algo común en la raza, pero también tenemos algunas diferencias. Este changlong tiene la piel de color azul celeste brillante, biotraje y botas de un tono más claro, mientras que la piel de sus piernas y su cola es de un color azul oscuro. Sus rasgos faciales son suaves y tiene ojos de color amarillo dorado.

Él me miraba con una expresión llena de odio, mientras Zarbon cerraba la puerta tras él. La verdad fue muy complicado dar con este sujeto porque siempre se estaba moviendo con su nave espacial por todas partes, y ofrecía demasiada resistencia cada vez que enviaba a un grupo de soldados por él. Por lo menos ya está aquí y no tengo que esperar más.

-Por fin te has dignado a aparecer, Don Héroe- Comentó Zarbon con burla- Lord Freezer te ha esperado por mucho tiempo.

-No se para que me quieren, seguro que para nada bueno- Respondió aquel changlong, fulminando a Zarbon con la mirada.

-Lord Freezer quiere decirte algo mucho más importante que estar jugando al héroe. ¡Vaya manera de perder el tiempo!- Contraatacó el peliverde sin dejar de burlarse de él.

-¡¿Cómo te atreves a burlarte de la noble labor que hago?! ¡Yo protejo a los inocentes de los malvados piratas espaciales como ustedes!- Replicó el otro aún más furioso.

-¡Basta ya los dos!- Ordenó Windy alzando la voz para detener una posible discusión entre ambos- Lo último que queremos que ocurra es una pelea ¿No creen, caballeros?- Luego de esto, ella y yo dirigimos la mirada al changlong llamado Frost- Tenemos una pequeña propuesta para ti, Frost. Te hemos mandado a buscar por ello- Resumió ella rápidamente en lo que yo esbozaba una sonrisa.

-Por mí, como se trate de cualquier locura de las vuestras, no pienso hacerlo- Aseguró Frost con firmeza en la voz, es un hueso duro de roer. Me limité a reírme ante aquellas palabras, no tiene ni idea de lo que queremos de él y ya se está negando.

-Mira Frost, no vas a poder rechazar algo que tantos han aceptado sin dudarlo, eso te lo podemos asegurar- Le indiqué mirándolo con seriedad- Mis hombres infiltrados me han informado que siempre estás allá donde destruyo y asesino gente, salvando miles de vidas sólo para frustrar mis planes. Tienes una fuerza prodigiosa y considero que podrías estar usándola de otra forma...- Comencé a decir.

Sin embargo, lejos de que respondiera lo que quería escucharle decir, empezó a decir que todo lo que se había limitado a hacer era proteger a los más débiles y salvar a aquellos que requerían de su ayuda.

-Sí, ya entendí. ¡Cierra tu estúpida boca!- Le grité sin poder controlar el tono de mi voz, provocando su molesta risa al verme enfadado. Windy me dio un codazo para que controlara mi ira y evitar perder los estribos- Quiero decir...- Traté de calmarme- Mi propuesta es que, viendo que eres bastante fuerte, te unas a mis hombres para pelear a su lado en hacer de este universo un lugar mejor. Tendrás buenos planetas y mucho dinero a tu disposición, nada de lo que puedas quejarte- Aguardé a su respuesta. Frost se quedó mirándome perplejo, como si no pudiese creer lo que le decía y respondió rápidamente.

-¡¿En serio pretendes que te ayude mientras saqueas planetas y destruyes la vida de miles de inocentes en el universo?! ¡Jamás seré un maldito asesino como tú, ni siquiera por todas las riquezas del universo!- Frost se enfureció. Quizás esto no era tan buena idea como pensé en un principio, pero había que intentarlo.

-¿Cómo osas negarte a la propuesta del señor Freezer?- Saltó Windy visiblemente molesta de aquel rechazo- Eres un changlong igual que él, una de las razas más poderosas en este universo y no deberíais ser desafiados por nadie- Argumentó en mi defensa tratando de convencerlo- ¿Por qué no seguir su ejemplo y extender el poderío que tienes junto a tu emperador para asesinar a todo aquel que te lleve la contraria?

-Windy tiene razón, y no solo eso. También te atreves a rechazar tanta riqueza y poder tentadores, ¿por qué?- Lo cuestioné mirándole con cierta curiosidad y superioridad ante él- Cualquier soldado mío quisiera tener un planeta propio bajo su dominio, sólo unos pocos han vivido para contarlo ¿Acaso no tienes ambiciones?

-¡No entiendo cómo podéis dormir por las noches tan tranquilos!- Replicó Frost con rabia- Lo que yo hago es de forma desinteresada porque me hiere ver a otros seres sufriendo, por eso no entiendo cómo queréis convencerme de unirme a dicha causa- Se quejó con odio en su mirada hacia nosotros- Nadie se merece el sufrimiento que les habéis causado, y trato de hacer las cosas de forma desinteresada porque es lo que todos deberían hacer. No tener fama, fortuna y disfrutar con el dolor ajeno, eso es horrible- Siguió quejándose- Y vosotros dos no os merecéis estar donde estáis.

-¡Imbécil! ¿Cómo se te ocurre dirigirles la palabra de esa manera?- Exclamó Zarbon furioso, lanzándose hacía Frost para golpearle.

Para su mala suerte, Frost fue mucho más rápido que él, esquivó el golpe con facilidad y se lo devolvió, enviándolo a volar hacia el otro lado de la habitación como si nada. La gran fuerza que tiene es de admirar, pero dudo que sea tan poderoso como yo.

-He sido amable contigo, Frost, pero es imposible tratar con gente como tú- Exclamé furioso por cómo dejó a Zarbon- Te he ofrecido cosas que cualquiera soñaría con tener, pero ahora veo que fui demasiado tonto al pensar que podría tenerte entre mis filas- Le respondí con odio en la voz. Él no me hizo caso.

-Mi Lord, le advertí que esto no sería una buena idea cuando me pidió mi opinión al respecto...- Me susurró Windy al oído, pero estaba tan cabreado que no la escuché.

Llamé a Dodoria y le ordené que matase a Frost, pues si no me iba a servir, no tenía ningún sentido que siguiera vivo. Dodoria se enfrentó a él usando todas sus fuerzas, pero aquello no sirvió de nada porque terminó de la misma manera que Zarbon, quien quiso conseguir la revancha y fue vencido por segunda vez. Mis dos soldados más fuertes fueron noqueados por unos simples golpes. No podía creerlo, ¡¿desde cuando se volvió tan fuerte ese maldito de Frost?! ¡¿Acaso será posible que existan guerreros con fuerzas similares a las mías?!

¡No, eso es absurdo! Y lo peor de todo es que Frost los dejó inconscientes, no se atrevió a matarlos, diciendo que no era igual a mi. Luego abandonó la sala sin siquiera enfrentarme ¡¿Pero quién demonios se cree que es?!

Sin perder más tiempo, activé la alarma para que el resto de los soldados fuesen tras él y le impidiesen escapar, pero ninguno tuvo éxito. Windy fue la única que no fue tras él, pues me comentó que le parecía ridículo pelear contra alguien que no nos haría ningún favor. No pude molestarme más con ella, y acabé yendo yo en su lugar para ir por Frost, seguido de Windy.

Sin embargo, el changlong consiguió escapar y alejarse lo más lejos posible. Ya no pude alcanzarlo y eso me dio mucha rabia, me desquité matando algunos soldados con mis rayos mortales y tomando un poco de vino, las dos cosas que lograban calmarme en ese estado. La única que pudo seguirme el paso fue Windy, quien se mantuvo a mi lado a pesar del cabreo que aún estaba conmigo, y seguí descargando la ira que aún me quedaba, desahogándome con ella después de servirme otra copa de vino.

-Freezer...-Quiso decir Windy. Sin embargo, yo estaba demasiado cabreado con Frost como para centrarme en lo que fuera que ella quisiera decirme.

-¡¿Qué es lo que quieres ahora, Windy?!¡¿No ves que no estoy de humor para nada ni nadie?!¡Maldito Frost!- Del cabreo hice tanta fuerza que rompí la copa y todo el vino se derramó en el suelo.

-Para empezar tranquilícese- Respondió llevándose una mano a la cara al ver que había vuelto a romper otra copa por un cabreo- No es bueno que se enfade así tan seguido, ni para usted ni para su mano, acabará haciéndose daño.

-¡¿Cómo quieres que me calme?! Ese idiota de Frost se ha reído de mi...- Respondí yo aún molesto. Windy se cruzó de brazos, con cara acusadora de que me estaba excediendo demasiado, además de no haber tenido en cuenta que ese maldito también se burló de ella- Quiero decir, de nosotros... Al fin y al cabo, nos ha faltado al respecto diciendo que no tiene causa alguna lo que hacemos.

-Le advertí que no iba a funcionar tratar de que se uniera a nosotros, mi Lord, no sé qué esperaba de esta reunión- Comentó ella, ahora con cara decepcionada y poco convencida de mis palabras- Me gustaría saber por qué en ésta ocasión no quiso escucharme a pesar de mi opinión al respecto.

-Pensé que podría lograr convencerlo de alguna manera. Y si eso no funcionaba, que era lo más probable, lo iba a poner de nuestra parte a la fuerza, pero no pude hacer ninguna de esas dos cosas- Le expliqué aún cabreado, pero traté de calmarme. Windy tiene razón, enfadarme así no me hará ningún bien ni tampoco cambiará las cosas.

-Déjeme ver la mano, mi Lord, no le convendría haberse hecho ningún corte con el vaso- Pidió ella mientras chasqueó los dedos de una de sus manos para crear alguna de sus clones para limpiar el desastre y servirme más vino en una copa nueva.

-Está bien, cómo quieras- Le mostré mi mano, donde tenía un par de cortes, nada grave. Sin embargo y como castigo, apretó en la herida para que me doliera- ¡Auch! ¡¿Qué te pasa?! ¡No hagas eso!- Quise apartar la mano, pero no me dejó.

-Se lo ha ganado a pulso, mi Lord- Contestó ella. Yo sólo gruñí- La próxima vez me encargaré de que sea peor que esto, y sabe que soy más que capaz de hacerlo.

-No sé qué odio más, que siempre encuentres la oportunidad para castigarme por mis errores o sentir dolor hasta por unos míseros cortes- Comenté muy fastidiado porque no me gusta tener ese tipo de debilidad, menos que ella se aprovechase de eso cada vez que puede- Pero eso se acabará cuando pueda obtener mi deseo de la inmortalidad.

-El hecho de que se haga inmortal no me importa en lo absoluto mientras le pueda seguir sirviendo, mi Lord, además...- Contestó Windy- ...así podré seguir castigándole cuando vuelva a hacer cosas mal hasta el día de mi muerte- Volvió a apretar en la llaga.

-¡¿Vas a curarme o no?!- Le pregunté con brusquedad. Me estaba haciendo enfadar otra vez.

-Vale...- Hizo aparecer un par de vendas y empezó a curarme la mano hasta que finalmente acabó, luego una de sus dobles me dio la copa de vino- Ya está, mi lord, no realice ataques con esta mano en un par de días.

Pasaron unos meses desde este pequeño incidente con Frost, no he querido volver a saber nada de él. Lo que hiciera o dejara de hacer me dejó de importar hace tiempo. Pero, por lo que me han contado algunos soldados, ese idiota no ha dejado de hacer su labor de héroe, cosa que, para beneficio mío, no ha detenido nuestras misiones para seguir conquistando planetas. Las cosas han ido bastante bien para mi alegría y satisfacción, así que ya no me tengo que seguir preocupando de que ese insecto pueda poner en peligro los intereses del imperio con sus acciones porque jamás lo conseguirá. De todas formas, estoy tratando de controlar mi temperamento para evitar que Windy me siguiera castigando por los errores que pudiese cometer.

Un día, después de que tuviéramos otra misión exitosa, decidí hacer una visita a mi planeta de origen, Arcos, para descansar por tantos quehaceres. Arcos es un planeta mucho más grande que cualquier otro que haya visto, está habitado por changlongs o arcosianos, y sus temperaturas son tan bajas que sólo los miembros de nuestra raza podrían soportarlas sin morir congelados ya que, para nosotros, el frío es tan reconfortante y delicioso como lo es el calor para otros seres. Ese frío proviene del mismo núcleo del planeta, ocasionando que la mayoría de los lugares en él estén cubiertos perpetuamente de nieve y hielo, que los días sean muy cortos y las noches más largas.

En mi opinión, es el mejor planeta del universo para vivir si eres un changlong, siendo uno de los pocos planetas en los que podía estar sin la compañía de Windy. No me agrada especialmente la idea de estar sin ella cerca por su condición de sirena, pero el hielo y la nieve no le ayudan, sin embargo, esta ocasión fue de las pocas veces que me acompañó a Arcos para un informe que requería mi padre de ella.

Mi nave aterrizó en una zona montañosa oculta en donde se encuentra un palacio enorme y elegante, digno de un emperador. Ese es el hogar de la familia Cold y la base principal de todo el imperio, mientras que las demás bases son cómo estaciones a las que puedo llegar durante el viaje mientras no estoy aquí. Mi padre suele venir casi siempre a este lugar para descansar, y yo también lo hago en ocasiones, cuando quiero alejarme de los soldados más incompetentes y conseguir un poco de paz para variar.

Bajé de mi nave y entré al palacio. Todo estaba bastante tranquilo, solo habían unos pocos soldados a la vista haciendo sus quehaceres y me encontré con mi padre de camino hacia nuestra piscina privada, la cual está llena de agua helada, para relajarse. Decidí unirme a él para hacerle algo de compañía y conversar con respecto a los últimos avances, mientras disfrutábamos de una deliciosa copa de vino. Por lo menos hasta que leyera el informe de Windy, podría evitarme algunos detalles.

-¿Alguna novedad con respecto a cómo conseguir tu dichosa inmortalidad, Freezer?- Me preguntó mi padre con cierta curiosidad.

-Creo estar más cerca de encontrarla, padre- Respondí a la pregunta con una leve sonrisa dibujada en la cara- Ansío el día en que halle la forma de conseguirla.

-Entonces aún no has encontrado nada- Mi padre me miró con seriedad. Odio cuando hace eso- ¿Realmente crees que exista una forma para hacerte inmortal? Sabes que solamente los dioses como Lord Bills tienen ese privilegio, jamás he escuchado de un mortal como nosotros que la haya conseguido- Dijo con escepticismo.

-Sé que la hay, padre, estoy seguro. Cuando Lord Bills vino para pedirme que destruyera el planeta Vegeta, los escuché a él y su asistente, el Señor Whis, hablando de ese tema- Le expliqué molesto- Cómo me llamó mucho la atención, le pregunté al Señor Whis sí era posible para un mortal hacerse inmortal. Me dijo que era posible, pero no me dijo nada sobre cómo obtenerla, sólo que tengo que descubrirlo por mí mismo.

-Ya veo. Con que de ahí vino esa obsesión tuya con ser inmortal- Dijo mi padre entendiendo, ya que nunca le conté a él ni a Cooler ese detalle- Bueno, si el Señor Whis dice que es posible, entonces debe ser verdad. No estaría mal alargar nuestra vida mucho más- Sonrió con malicia.

-Tengo una mente brillante, lo sé- Presumí orgulloso al ver la buena acogida que tuvo mi padre nada más comentarle el tema.

Seguimos conversando sobre varias cosas, hasta que mi padre me comentó que Cooler también vendría aquí para descansar unos días, lo que me molestó bastante. A ese idiota le gusta burlarse de mi cada vez que puede porque soy el hermano menor, además de que también le encanta presumir sobre lo bien que hace su trabajo gobernando los planetas que tiene en su poder, unos 256 en la actualidad, muchos más que los que yo tengo y eso me molesta todavía más. Pero algún día lo voy a superar.

Después de un rato, me salí del agua helada y fui a caminar un poco por los pasillos de mi hogar para despejarme la mente, pero aquella tranquilidad no me duró mucho porque Cooler apareció y comenzó a molestarme otra vez cómo esperaba.

-Vaya, ¿pero a quién tenemos aquí?- Preguntó en tono burlesco- Pero si es el hijo de papá y el que menos planetas tiene bajo su poder.

-Maldición. Es mucho pedir tener paz y tranquilidad con este idiota cerca- Pensé furioso por las burlas que me hacía mi hermano mayor- Mira Cooler, ahora no tengo tiempo para ti. Tengo muchas cosas que hacer- Mentí para que no me siguiera molestando, mientras trataba de controlar mi temperamento para no echarme encima de él.

-¿Tu perrita faldera no había venido contigo hoy?- Preguntó refiriéndose a Windy- Una pena, iba a necesitarla para algunos asuntos especiales con ella.

-Windy está ocupada con unos asuntos del imperio- Le respondí apretando los puños- No me gusta la forma en que hablas de ella y ni pienses que voy a dejar que haga cosas para ti, ¡ella sólo me obedece a mi!

-No me extraña, con la de privilegios que le das, aunque seguro que no eres al único al que trata diferente- Se rió en mi cara tras decir aquello.

-¿De qué hablas, idiota? Ella sólo tiene ese trato conmigo porque yo se lo permito y tiene estrictamente prohibido tratar a los soldados cómo algo más que eso- Le dije dándole la espalda- Y ya te dije que ahora no tengo tiempo para tus estupideces. Si me disculpas- Quise pasar por su lado para marcharme y no tener que verlo más en todo el día, pero él me sujetó por la cola- ¡¿Qué te pasa?! ¡Suéltame!- Protesté intentando liberarme de su agarre, pero no pude porque tiene más fuerza que yo, aunque eso nunca lo reconoceré frente a él.

-Prepotente e idiota como siempre- Me respondió con una leve risa- Ahora que no está ella para hacer su función de guardián puedo pegarte.

-¡¿Qué?!- Me enfurecí todavía más al escuchar eso- ¡¿Crees que voy a dejar que me pegues a tu antojo sólo porque Windy no está cerca, Cooler?! ¡Antes te mato, no me importa hacerlo ni que seas mi hermano mayor si con eso consigo que me dejes de molestar cada vez que se te viene en gana!¡Estoy harto!- Lo amenacé cargando energía en mis manos.

-Eso quiero verlo, renacuajo- Respondió mi hermano molesto de saber que me defendería de cualquier ataque que pudiera recibir de mi.

No pude contenerme más, me lancé sobre él y comencé a atacarlo con todo lo que tenía, sin importarme que pudiese destruir el palacio en el proceso, solo quería darle su merecido y hacerlo sufrir por meterse tanto conmigo, nadie le hace eso al emperador del mal y menos mi propio hermano mayor. Sin embargo, Cooler estaba esquivando y repeliendo cada uno de mis ataques sin ninguna dificultad, como si mi poder no fuese nada para él. No importa cuánto intentara, no podía tocarlo ni dañarlo con mis ataques y él se burlaba de mí por eso, lo que me causó mucha ira y frustración, ¡¿en qué momento se volvió tan fuerte?!

Quise intentar golpearlo una vez más, pero él fue más rápido y me dio un golpe tan fuerte en la cara que me envió a volar contra una pared, atravesándola. Por cosas del azar, mi padre y Windy aparecieron para detener aquella pelea que obviamente Cooler había empezado. Padre, una vez que nos habíamos separado lo suficiente el uno del otro, empezó a regañarnos a ambos por aquel jaleo que estábamos montando, mientras que Windy solo se limitó a quedarse a mi lado sin mediar palabra. Yo, todavía enfurecido por lo ocurrido, no le hice caso y me marché sin decir nada, no tenía ganas de hablar con nadie, sólo quería alejarme lo más que pudiera de mi hermano.

Pasé por encima de los enormes agujeros que habíamos hecho en el suelo con nuestros poderes, uno de ellos era tan profundo que podían verse los pisos inferiores, pero lo que más me llamó la atención fue algo que brillaba en el fondo, en la roca sólida. Me dio mucha curiosidad saber qué había allí, así que salté dentro del agujero y descendí lentamente hacia ese lugar donde encontré un túnel oculto por debajo del palacio, lo sé porque nunca había visto esta parte en mi vida y mi familia tampoco me ha platicado de que esto existiera en nuestro hogar.

-Que extraño,¿a dónde llevará este túnel?- Me pregunté muy confundido. Las paredes del túnel estaban cubiertas de hielo brillante, eso fue lo que vi desde allá arriba- Bueno, solo hay una forma de averiguarlo...

Me encaminé a través del túnel sin saber que podría haber más adelante, pero eso no me preocupa en lo más mínimo porque no le temo a nada. Después de un par de minutos, llegué al final del túnel y a una enorme cueva subterránea, cuyas paredes de roca oscura estaban cubiertas por el mismo hielo brillante y el techo con estalactitas. Frente mío había un lago gigantesco de agua cristalina en la que se podía ver el fondo de arena blanca. Parecía normal a simple vista y me acerqué para inspeccionar, nada fuera de lo común.

-No sabía que existiera un lago subterráneo en mi palacio- Dije para mi mismo, intrigado, y toqué el agua con uno de mis pies. Era tan helada como en otros lugares del planeta.

Me sumergí completamente hasta el cuello dentro del lago, no había nada de especial en este lugar y pensé que podría usarlo como escondite cuando no quisiera que nadie me molestara. Es un excelente lugar para estar tranquilo, lejos de mi odioso hermano mayor. Entonces, el agua comenzó a brillar con una luz plateada y noté, para mi asombro, que el suelo de arena del fondo había desaparecido y que el lago se volvía mucho más profundo que antes, tanto que ya ni se veía el fondo. De pronto, una fuerza misteriosa me arrastró hacia allí, intenté nadar contracorriente, pero no pude porque esa fuerza me jalaba, nunca había sentido algo así. Me hundía más y más. Una vuelta y un destello fue lo demás que pude experimentar, hasta que finalmente quedé libre de aquella fuerza y nadé hacia arriba para salir. Mi cabeza rompió la superficie del agua y me encontré de nuevo en la cueva, la cual había cambiado un poco. Ya no tenía esa apariencia propia a la de una cueva, sino más bien un lugar abierto a la luz de la luna y rodeado por montañas. Se podía percibir una luz rosada y plateada en los trozos de hielo que cubrían las paredes, cuyo color es más claro y el túnel estaba tapado por una pared de hielo.

Quise volar fuera de ese lugar, pero una energía muy poderosa rodeaba la abertura hacia el cielo, impidiéndome salir. Así que me vi obligado a buscar otro tipo de salida, pero no había ninguna, salvo la pared de hielo que tapaba el túnel. Para mi sorpresa y alivio, cuando la toqué, me di cuenta de que podía atravesarla sin ningún problema, así pude salir de aquel extraño lugar, seguí mi camino por el túnel (que también había cambiado, pues el hielo de las paredes también brillaba con luz rosada y plateada) y regresé al palacio a través de unas escaleras porque ni siquiera estaba el agujero que abrí con mis ataques, lo que me pareció muy raro, ¿tan rápido lo habían reparado nuestros soldados?

Al llegar a los pisos superiores, me encontré con varios soldados que no me reconocieron, ni yo tampoco a ellos, jamás había visto a esos sujetos y hasta mi propio hogar luce muy diferente a lo que yo conocía. Sin duda era un palacio, pero no el de mi familia, empezando por que los retratos familiares no eran los de siempre, ¿qué demonios está pasando aquí?¿Donde estoy?

Por primera vez en mi vida me sentía nervioso, eso no era normal en mi, pero acabo de darme cuenta de que llegué a un sitio diferente que no es mi hogar.

-¿Quién eres tú?¿Se puede saber cómo has entrado a mi palacio?- Me preguntó alguien en tono de regaño. Su voz se me hacía conocida.

-¡Tu no eres nadie para hablarle al Gran Freezer de esa manera!- Le grité furioso a esa persona, no podía soportar que alguien me hablase de esa forma tan insolente. Me giré para ponerlo en su lugar, pero me llevé una gran sorpresa al ver de quién se trataba- ¡FROST! ¡¿Pero qué haces tú aquí?!- Pregunté atónito.

Si, era Frost, pero también se veía diferente. Los tonos de su piel eran más oscuros, sus ojos son de color rojo como los míos y en su rostro no había rastro de amabilidad, más bien estaba enfurecido. Este no podía ser el mismo Frost que yo conozco. Eso significa que tal vez llegué a una dimensión paralela o algo parecido.

-Si, soy yo...- Respondió éste, confundido en un principio, para acabar sonriendo maliciosamente de la misma manera en que yo lo hacía- Te preguntaría cómo me conoces, pero eso no es raro ya que todos en este universo saben quien soy.

-Lo que yo quiero saber es porqué estás por mi castillo tan tranquilo sin que ninguno de mis guardias te haya capturado- Le reclamé molesto- Además, ¿quién te crees que eres para hablarme de esa forma, maldito insolente?

-¿Tu castillo? Me parece que estás confundido o te perdiste. Este es MI castillo- Respondió riéndose- Así que tú eres el invasor.

-¡¿Qué?! ¡Eso no es cierto!- Protesté, pero no me hizo caso.

-Respondiendo a tu otra pregunta, solo soy el líder de una organización mafiosa y emperador de este universo, aunque puedo notar que tú tampoco eres tan inocente como aparentas- Me respondió como si nada y yo me sorprendí más.

-¡¿Qué dijiste?! ¡YO SOY EL EMPERADOR!- Me enfurecí. Me desaparezco por unos minutos y alguien más quiere quitarme el puesto...¡un momento!¡ ¡¿Frost es un emperador?! ¡¿Desde cuándo?!- Ahora lo veo, debo estar en otro universo porque de ninguna manera tu puedes ser emperador...- Respondí tratando de mantener la compostura.

-Pues te guste o no, invasor, lo soy, soy emperador - Argumentó Frost sonriendo con suficiencia. Creo que comienza a agradarme, le pregunté dónde estoy- Ya lo he dicho, estás en mi palacio en el planeta Arcos del universo 6...¿Dices que vienes de otro universo, verdad? Dicen de la existencia de más a parte de este...- Explicó

-Así que estoy en otro universo...-Respondí más calmado. Ese lago debió traerme aquí y resultó ser cierto lo que yo pensaba sobre los múltiples universos- Y eres emperador...Lo mismo que yo en mi universo. Tienes que explicarme más...- Le exigí. Me preguntó por mi nombre- Soy Freezer, emperador Freezer Cold para ti.

-Con que Freezer...Yo soy el emperador Frost Yuki y también me gustaría saber de dónde vienes- Indicó mostrándose interesado por mi.

Frost me dijo que lo siguiera hasta una sala privada donde podríamos charlar tranquilos, sin que nadie nos interrumpa. Nunca me imaginé que algún día tendría una experiencia como esta y que me encontraría con un Frost que fuera el emperador de su universo, ¿Qué otras cosas le gusta hacer?¿Tendremos más en común de lo que parece? Definitivamente quería saber más sobre él.

-UNIVERSO 6. NARRA FROST-

Hoy ha sido un día demasiado ajetreado para mi. Llevar una doble vida como un falso héroe para ocultar mi verdadera naturaleza como un pirata espacial y el líder de la Organización Interplanetaria de Comercio en este universo. Es un trabajo muy duro, exigente y agotador, pero es realmente necesario que proceda de esta forma si quiero evitar que mis actividades delictivas sean descubiertas por la Patrulla Galáctica, la cual ha estado en busca de piratas espaciales desde hace años. Decidí que jamás me vería a mi mismo encerrado de por vida en una prisión de mala muerte con mi dignidad perdida, no estaba dispuesto a afrontarlo y además, es imposible que me descubran porque soy demasiado astuto. Siempre me salgo con la mía ante esos tontos ingenuos que creen que soy un chico bueno que lucha por la paz y la justicia. Nada más alejado de la realidad y si nadie ha sido capaz de descubrir la verdad hasta el momento, dudo que lo hagan alguna vez en el futuro. Este plan es infalible.

Mi palacio es el único lugar en el que puedo sentirme completamente tranquilo después de tanto trabajo, pues allí es donde guardo mis reservas de vino de la más alta calidad. Admito que tengo una marcada adicción por esa bebida, que es como una clase de "medicina" que me ayuda mucho a tranquilizarme cuando estoy estresado o nervioso por algo, y ningún de mis soldados tiene permitido beberlo, las únicas excepciones somos Winter y yo, claro está; aunque mi hermana no es tan adicta al vino como yo, solo lo toma de vez en cuando en algunas de las celebraciones que se hacen en los planetas que salvamos, mientras que yo lo hago bastante seguido. El doctor Kenzo me ha dicho que el consumo excesivo de alcohol puede traer daños serios a mi salud, así que estoy tratando de disminuir la cantidad de vino que bebo durante la semana, pero es muy difícil. Winter me está ayudando un poco.

En estos momentos, ella había ido a llevarle a mi madre unos informes acerca de nuestros avances y los últimos planetas que conquistamos recientemente. Yo por mi parte preferí dar una caminata a través de los corredores del palacio para no tener que ver a esa mujer, pero también para relajarme y despejarme la mente. Mi hermana me prometió que se encargaría de ese asunto por mi al verme tan estresado, me dijo que fuese a descansar y eso es lo que estoy haciendo. Ignoré a los soldados que querían hablarme e intenté imaginar que estaba solo, pero no era así. Alguien me estaba siguiendo y sus pasos se oían muy cerca.

-¡Basta! ¡¿Acaso no entienden que quiero estar solo?!- Me volteé para encarar a quien sea que me está molestando y vi que era Dokuto- ¿Qué estás haciendo aquí, soldado Dokuto? ¿Se puede saber porque me sigues?- Le pregunté molesto y los demás soldados se fueron al notar que no quería a nadie cerca, quedando solo nosotros dos en ese corredor.

-Discúlpeme, Lord Frost, no era mi intención molestarlo, pero me llamó la atención verlo por ahí caminando sin la compañía de la Señorita Winter. Siempre están juntos- Respondió el hombre serpiente con un siseo y parecía molesto por alguna razón.

-Winter ha ido a hablar con mi madre sobre nuestras últimas conquistas- Le dije seriamente sin dar detalles, eso no era asunto suyo- Si eso es todo lo que querías decirme, marchate y déjame solo- Le ordené y seguí mi camino para alejarme de él. Escuché que siseaba como enojado, pero no le di importancia, debe aprender a no molestar a sus superiores.

-¡Espere!- Gritó Dokuto que corrió y se puso frente mío, bloqueando mi camino. Le dije que se apartara, pero no me hizo caso- ¿No le gustaría que lo acompañase un rato en lo que la Señorita Winter regresa? Así no se sentirá solo y también puedo ayudarlo a desestresarse un poco- Me pidió con una extraña sonrisa que no me gusto. No se que diablos trama, pero no me apetece quedarme a solas con alguien como él.

-Gracias por tu ofrecimiento, soldado, pero me gustaría más pasar el rato sólo o con Winter, cuando ella regrese. No es nada personal- Respondí pasando por su lado, cuando lo oí sisear enojado de nuevo- ¿Qué te molesta tanto?- Le pregunté confundido por su comportamiento.

-Pasas demasiado tiempo con esa Winter- Me respondió dejando el tono respetuoso con el que me había estado hablando hasta el momento, no entiendo porque le molesta que pase tiempo con Winter y no me gustó el tono con el que se refirió a ella.

-Ella es mi hermana, mi guardaespaldas, consejera personal y Ángel de la guarda, por eso estoy siempre con ella- Le contesté entrecerrando los ojos. Él se ríe- ¡¿Ahora qué te causa gracia?!

-Lo que acabas de decirme. Esa chica no es tu hermana, por lo que su voz ni voto no debería de contar para nada en las decisiones del imperio- Dijo el hombre serpiente con burla, eso me enfureció bastante- De hecho, la tuya tampoco. Solo eres un estúpido mocoso que juega al héroe, no el digno emperador que este imperio merece, a diferencia de su madre- Añadió sin contemplaciones y sonrió maliciosamente.

Conozco a este sujeto desde que era un niño, nunca me tuvo respeto por alguna razón que desconozco, por eso no me sorprende que me hable tan descaradamente y sin respeto alguno, sólo cuando le conviene. Esto no significa que no me moleste lo que diga sobre mí, porque lo hace. Pero lo que más odio por sobre todas las cosas es que alguien hablase mal y haga daño a las personas que aprecio, en especial a mi hermana y más enfrente mío, eso no lo puedo tolerar ¿Qué más da que Winter no sea mi hermana biológica? Yo la quiero como si realmente lo fuera y por eso tiene todo el derecho de brindarme el apoyo necesario para gobernar este imperio. Ningún imbécil como Dokuto puede venir a decirme lo contrario, ya que él es un simple soldado que solo está para obedecer órdenes, no para cuestionar mis decisiones e insultarnos. Sentí como la furia me invadía.

-Aunque no se puede negar que tienes un lindo cuerpo para ser una lagartija- Me rodeó con los brazos y comenzó a tocarme de forma obscena, hasta llegar a mis muslos. Eso me puso un poco nervioso, ¿acaso tiene intenciones sexuales conmigo?- Me viene de perlas que tu querida ángel no esté cerca, así puedo hacerte lo que yo quiera- Dijo muy ansioso, con una sonrisa desagradable y acercando sus colmillos venenosos a mi cuello.

-¡SUÉLTAME!- Grité y lo aparté de mí justo a tiempo, embistiéndolo con una fuerte onda de energía. Luego lo miré furioso- ¡PUEDO TOLERAR QUE HABLES MAL DE MI, PERO NO DE MI HERMANA Y MENOS ENFRENTE MÍO. Y QUE ENCIMA TENGAS EL DESCARO DE TOCAR A TU EMPERADOR DE ESA FORMA ¿QUIEN TE HAS CREÍDO?- Lo regañé por esa acción tan irrespetuosa de su parte, mientras mi poder se elevaba y la energía oscura me rodeaba. Nadie se mete con Winter estando yo cerca para evitarlo, ni tampoco me toca como él lo hizo.

-Yo...- Dokuto me miró asustado por mi reacción.

-¡COMO TUS SUPERIORES NOS DEBES RESPETO Y OBEDIENCIA! ¡TE JURO QUE LO PAGARÁS MUY CARO SI VUELVES A FALTARNOS EL RESPETO DE ESA FORMA, SOLDADO! ¡¿ESTÁ CLARO?!- Exclamé amenazadoramente, sonando como mi madre. No le dije nada de lo que estuve pensando porque no vale mi tiempo ni mi saliva.

-Si, Lord Frost- Dijo el hombre serpiente aún con miedo y también algo molesto.

-Bien...¡AHORA DESAPARECE MI VISTA!- Le ordené. Él se fue por el corredor contrario y se perdió de vista, dejándome solo nuevamente- Maldito Dokuto,¿cómo se atreve?- Pensé todavía furioso. No me gustó la forma en que hablo de Winter, ni como me manoseó en las piernas, fue muy desagradable y me libré por poco de ser envenenado con sus colmillos de serpiente. Debo tener cuidado con él de ahora en adelante.

Seguí caminando durante media hora hasta que finalmente me tranquilicé. No había nadie a la vista, o al menos eso creí hasta que me encontré con alguien que nunca había visto en mi vida. Él estaba de pie a mitad de uno de los corredores, me acerqué para verlo mejor y noté que se trataba de un changlong como yo. Sentí un gran interés por conocerlo, saber de dónde viene, cómo entró a mi palacio con toda la seguridad que lo protege y cuales son sus intenciones. Le pregunté quién era, me dijo que se llama Freezer y que viene de otro universo donde es el emperador, lo mismo que yo aquí. Que interesante...

Lo invité a seguirme hasta una sala vacía donde pudiésemos conversar tranquilos para conocernos mejor y le ordené a mis soldados que ninguno se atreviera a interrumpirnos. Durante la conversación descubrimos que ambos tenemos muchas cosas en común: somos los líderes de la OIC en nuestros respectivos universos, donde nos dedicamos a destruir y/o conquistar planetas con grandes recursos que nos quedamos para nosotros mismos o los vendemos a un buen precio para obtener más dinero; el vino es nuestra bebida favorita, pero soy yo quien tiene una mayor adicción a él; también somos los seres más poderosos y malvados de nuestra raza, y tenemos un ejército de soldados fieles a nuestra disposición.

-Sabes, eres totalmente diferente a tu otro yo en mi universo- Me comentó Freezer y lo miré sorprendido al escuchar eso, ¿existe otro Frost? Le pregunté sobre él con interés- Le gusta hacer el papel de héroe, defendiendo a los inocentes de todas las atrocidades que he hecho y además, su mayor deseo es lograr la paz universal. No le interesan la fama y las riquezas. Es un odioso como no te imaginas- Explicó con desagrado en su voz y me contó cómo trató de convencerlo de que se uniese a su ejército, ofreciéndole planetas, riquezas y otros lujos, sin éxito.

-Así que es un héroe...- Sonreí ante la ironía de que mi otro yo en el universo de Freezer sea un verdadero héroe sin una pizca de maldad, y entiendo que lo odie ya que la Patrulla Galáctica me ha ocasionado las mismas molestias- Mi otro yo es un estúpido de primera por haber rechazado la oportunidad de obtener fama y riquezas. Solo los tontos como él le dan la espalda a una vida lujosa como la que yo obtuve gracias a mis negocios sucios, creyendo que hay cosas mucho más importantes- Concordé con Freezer. No puedo evitarlo, el dinero me gusta tanto como el vino, cuanto más tuviera mejor; incluso puedo imaginarme nadando en un pozo lleno de monedas de oro y rodeado de toda clase de tesoros.

-Lo mismo que digo yo Frost. Ese tipo de personas me dan asco- Freezer me dio la razón- Pero a diferencia de ti, lo que me satisface más que las riquezas son el temor y sufrimiento que puedo infligir a los demás. Me gusta dominar con la fuerza...¿A ti no?- Quiso saber con una sonrisa maliciosa.

-Si, por supuesto- Coincidí de acuerdo con eso- Pero creo que te llevarías mejor con mi madre. Ella es terrible cuando se trata de hacer sufrir a los demás, eso te lo puedo asegurar sin duda- Me estremecí al pensar en mi madre y Freezer me miró desconcertado.

-¿Dices que tu madre es peor que tú?- Me preguntó interesado y volvió a sonreír, algo que me pareció extraño. No haría eso si conociese a esa mujer como yo lo hago.

Iba a responderle, pero unos soldados se atrevieron a interrumpirnos pese a mis órdenes y Freezer, enojado, les lanzó varios rayos mortales asesinándolos antes de que yo pudiese hacer algo y eso me dejó sorprendido, pues no dudó ni un momento en atacarlos a pesar de que no son sus soldados. Me dijo que hace eso con los suyos cuando le fallaban en alguna misión, o lo interrumpen cuando no lo pedía, sin mostrar ningún remordimiento al hacerlo. Se parece mucho a mi madre, la verdadera líder de la OIC, así como la mujer más malvada y fría que he conocido. Definitivamente, Freezer y ella se llevarían bastante bien porque los dos son igual de crueles: les gusta torturar, hacer sufrir a otros y dominar por la fuerza; creo incluso que ella lo consideraría un mejor hijo y emperador que yo en ese sentido. Me duele pensarlo, sé que jamás voy a enorgullecer a mi madre, pero no se lo dije a Freezer para que no me viese menos que a él. Sólo le hablé de ella a rasgos generales y él me comentó que su padre es tan malvado como él, pero dudo mucho que ese hombre tenga el mismo nivel de maldad que mi progenitora.

-¡¿Acaso eres un cobarde, Frost?! Es estúpido tenerle miedo a una mujer porque no son ni de cerca tan fuertes como los hombres y no tienen ninguna habilidad importante, solo viven para servir como el resto de los demás- Respondió Freezer mirándome con desaprobación- Yo no le tengo miedo a mi propio padre, soy yo quien infunde terror en todo el universo- Dijo satisfecho de sí mismo.

-Tu no la conoces, Freezer. Su frialdad y falta de sentimientos es terrible, tanto que todo el que osa fallarle termina muerto mediante las torturas más terribles que te puedas imaginar... No tiene ninguna consideración con nadie, ni siquiera conmigo que soy su hijo- Le expliqué con mucho miedo, pero él seguía diciéndome que soy un cobarde y que no se imaginaba eso de mi, incluso que mi otro yo de su universo tiene más valor que yo- ¡YA CÁLLATE, NO SOY UN COBARDE!- Le grité furioso.

De repente, un fuerte temblor sacudió todo el palacio, luego escuchamos gritos de miedo y dolor de muchos de mis soldados, y una voz femenina de la cual solo podíamos percibir un odio tremendo. Se trataba de mi madre, parece que sucedió algo que la hizo enfadar de tal modo. Me comuniqué con Winter a través de nuestro comunicador de bolsillo que siempre llevamos cada uno para casos de emergencia, le pregunté qué ocurrió y me contó de forma apresurada que mi madre se había enfurecido mucho al saber de un par de planetas que no pudimos conquistar, y me advirtió que no me acercara a donde ellas se encontraban hasta que se hubieran calmado. Temí por la vida de mi hermana, pues no quería que mi madre se desquitara con ella, pero me prometió que estaría bien.

Freezer se sorprendió un poco y luego sonrió con malicia, sin imaginarse que una mujer pudiese destilar tanta maldad, lo que cambiaría el concepto que tenía sobre ellas. Tratamos de seguir con nuestra conversación como si nada hubiera sucedido, Freezer me preguntó quién era Winter con un extraño interés. Iba a responderle cuando oí que mi madre gritaba mi nombre con toda la fuerza de sus pulmones, haciéndolo resonar por todo el palacio, eso no presagiaba nada bueno. En efecto, escuché unas explosiones seguidas de sus gritos que se oían cada vez más cerca, diciéndole a Winter que no se metiera porque tenía ciertos asuntos que arreglar conmigo. Yo sabía que sólo quería desquitar su ira conmigo, que me golpearía hasta que no pudiese moverme por el dolor. Así que agarré a Freezer por el brazo y salimos corriendo de la sala para buscar un lugar seguro de esa mujer.

Nos refugiamos en mi lugar preferido del palacio, la bodega de vino donde también tenemos otras bebidas con alcohol. Solté a Freezer, me acerqué a una caja llena con varias botellas de "vino", tome una y comencé a beber como un loco para calmar mis nervios.

-¡¿Cómo te atreviste a hacer esto, Frost?! ¡EL GRAN FREEZER NO HUYE COMO UN COBARDE!- Me reclamó enfurecido mi homólogo del otro universo.

-Guarda silencio, Freezer, o ella descubrirá que estamos aquí- Le advertí muy nervioso sin dejar de tomar "vino"- Por cierto ¿Siempre te refieres a ti mismo como "Gran Freezer"?- Le pregunté divertido.

-Si, eso es lo que soy. No puedo creer que te comportes como un miedoso,¡¿qué pasó con el malvado emperador que dices ser?! ¡¿Son puras patrañas?!- Me fulminó con la mirada.

-No. Ya te lo expliqué, no quiero seguir discutiendo sobre ese tema- Respondí sin mirarlo. Mis nervios disminuyeron poco a poco- ¡Y deja de decir que soy un cobarde!- Grité también furioso, nadie le dice cobarde al emperador Frost.

-Pensé que podríamos formar una alianza para dominar y gobernar nuestros universos los dos juntos, pero no me gusta trabajar con cobardes- Espetó Freezer cruzándose de brazos. Lo miré con sorpresa, eso no me lo esperaba.

-¿Quieres formar una alianza...conmigo?- Pregunté incrédulo. Él asintió y recalcó que sería él quién mandaría entre los dos- ¡Eso ni hablar Freezer, no seré tu subordinado! ¡Quiero ser el líder también o no hay trato!- Protesté en contra de esa idea, no se como se le ocurre que yo tengo que trabajar para él y NO JUNTO A ÉL como un igual. Se quejó con que mi otro yo también rechazó la oferta- ¡Pues bien por él!- Exclamé, aunque eso ya lo sabía.

Nos pusimos a discutir porque yo no estaba dispuesto a aceptar semejante trato. Si quería gobernar ambos universos, pero no ser el sirviente de nadie y menos de este sujeto a quien acabo de conocer, seguramente solo intenta utilizarme para su propio beneficio y luego me desechará como un objeto usado, no soy idiota porque yo también suelo aprovecharme de la gente para hacerme más rico y famoso cada día. Sin embargo, no podía dejar de mirarlo para detallarlo mejor: me sentí perdido en su piel blanca como la nieve, que de seguro debe ser muy suave al tacto y me incitaba a acariciarlo; en sus ojos rojos que eran como dos rubíes brillantes y hermosos, sus labios tan negros que me hacían querer besarlo e incluso su expresión de enojo me empieza a gustar mucho, le queda muy bien y ni hablemos de su esbelto cuerpo. En pocas palabras, nunca había visto un ser tan hermoso como él. ¿Por qué estoy pensando en esas cosas?

Debí haberme quedado mirándolo como un idiota porque se me acercó y me embistió, pero yo me agarré de él y ambos nos caímos al suelo, uno sobre el otro; o más bien, yo me caí sobre él y lo sustuve de los brazos para que no pudiera levantarse. Mi rostro comenzó a calentarse, pese a que los changlongs no sentimos calor a menos que nuestra temperatura suba demasiado y eso es peligroso para nosotros, mi corazón estaba latiendo a mil por hora y mis brazos temblaron. No entendía porque me estaba sintiendo de esa forma con Freezer. ¿Acaso me gusta? O es que tomar tanto vino ya me está haciendo imaginar cosas, ya me han advertido de no beber demasiado alcohol, pero nunca hago caso. 

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top