❋ Capítulo 5: El Secreto de Winter ❋


Pasaron los meses, y con ello la relación de Winter y Frost se había fortalecido favorablemente bien para ambos, siendo así que la niña reconocía a los tres changlongs como su familia. Sin embargo había algo que no cuadraba en el comportamiento de la niña, pues hacía repentinas desapariciones antes de irse a dormir sin dar explicación previa a Frost, para aparecer más tarde en la habitación de este con el pretexto de que no podía dormir bien, además de llegar con el pelo ligeramente húmedo.

Frost tenía la extraña sensación de que Winter le estaba ocultando algo, pero no sabía que podía ser e incluso se sintió un poco molesto porque ella no le decía nada al respecto, como si no confiara del todo en él después de todo este tiempo de convivir juntos y de tratarse cómo hermanos.

Un día, tras salir de clases para un pequeño descanso entre estas, ambos niños salieron al pasillo para estirar las piernas, y Frost aprovechó para hablar con Winter al respecto, dispuesto a saber cuál era tal cosa que la niña no le contaba. Primero se aseguró de que no hubiera nadie cerca escuchando.

-Winter, quisiera hablar de algo contigo- Dijo Frost deteniéndola antes de que se alejara- Hay algo que me inquieta...

-¿Qué pasa?- Preguntó Winter dándose la vuelta para mirar directamente a Frost.

-Bueno, he notado que todas las noches, antes de dormir, desapareces sin decirme a donde vas y luego regresas muy tarde con el cabello un poco húmedo- Comenzó a decir el pequeño changlong con cierta preocupación.

Winter rodó los ojos intentando dar poca importancia a aquello a lo que se refería su amigo.

-Vale, me has pillado, suelo ir todas las noches a la cocina a por los pequeños pasteles de fresa que hay en el congelador - Contestó la niña sonrojada rascándose la nuca- Están deliciosos y no quiero irme a dormir con la tripita vacía.

-¿Sólo te ibas por los pasteles?- Frost no estaba muy convencido de lo que su hermana le decía, además de que eso no explica la humedad en su cabello y porque ella no lo invitó a comer pastel también- ¿Y por qué no me lo dijiste? A mi también me encantan los pasteles y para mi es muy difícil encontrar un momento en el día para comerlos porque a mi madre no le gusta- Se cruzó de brazos

-Porque madam me dijo que no te dejara ni uno- Exclamó la niña sacándole la lengua al ver que Frost se había molestado con ella.

-¡¿Qué?! ¡Oh vamos, soy tu hermano!- Se quejó el muchacho haciendo puchero- ¡Ya me has ayudado otras veces a hacer cosas sin que mi madre se entere y no me invitas a comer pastel por las noches contigo!- Apartó la mirada con bastante molestia, pero de algún modo sentía que Winter no le estaba diciendo toda la verdad.

El doctor Kenzo, que pasaba por ahí en esos momentos, vio que los niños parecían estar discutiendo, seguramente por eso, cosas de niños, pero decidió acercarse por si debía intervenir para detener a ambos.

-Niños, ¿a qué viene este alboroto que estáis montando? - Quiso saber el hombre viendo las expresiones de molestia tanto en Frost como en Winter- No es normal veros discutir, debo decir que hasta me asusta saber que estáis molesto con el otro.

Frost se apresuró a contarle el motivo de su molestia con Winter, que ella salía por las noches a comer pastel y no quiso compartir con él.

-Entiendo la molestia, príncipe....- Comentó el hombre tras ver la situación- Aunque a decir verdad, Winter también estaba en su derecho de no tener que deciros dónde va todas las noches antes de dormir,¿ no cree?- Preguntó el doctor Kenzo, a lo que Frost se cruzó de brazos y miró frustrado en otra dirección, y el doctor dio un suspiro rendido- Bien, ¿y si esta noche vais con ella a tomar pasteles antes de dormir?

Winter cambió su cara pacífica a otra completamente distinta, pues parecía ser que no tenía intenciones de compartir los pasteles mencionados, o esa es la impresión que tuvo Frost al ver la expresión que puso la niña.

-No...ella me está ocultando algo más que no tiene nada que ver con lo de los pasteles, ella nunca había sido tan egoísta conmigo, pero no entiendo porque no quiere decirme lo que pasa- Pensó el pequeño changlong ahora un poco dolido, además de molesto.

-Bien, te llevaré conmigo a comer pasteles- Accedió Winter a regañadientes y molesta por tener que hacer eso- Solo espero que se harte de comer pasteles antes de que me dirija al pequeño lago.

-Esta podría ser mi oportunidad para descubrir lo que me está ocultando ya que, por lo visto, no piensa decírmelo ahora- Bufó indignado sin pensar que Winter podría tener una razón importante para no decirle la verdad y se estaba dejando llevar por sus impulsos infantiles- De acuerdo, entonces esta noche saldremos a comer pasteles- Dijo forzando una sonrisa.

El resto del día fue como de costumbre, finalización de clases, entrenamientos y jugar juntos un rato antes de irse a dormir. Cuando al final cayó la noche y todos dormían plácidamente, Winter fue a avisar a Frost para llevárselo consigo a por los pasteles que le había prometido. Cuando el muchacho abrió la puerta, vio a Winter con dos toallas, que a saber de dónde podría haberlas sacado a menos que fuesen creación suya.

-Oye Winter,¿qué vas a hacer con esas toallas?- Le preguntó confundido, a lo que la muchacha tragó saliva nerviosa.

-Vamos a por los pasteles y luego te lo enseño- Fue lo único que dijo la niña antes de ponerse a caminar dirección a la cocina.

-Ok, cómo tú digas- La siguió aún sin entender que estaba planeando hacer con esas toallas, pero eso reafirmó su teoría de que algo más pasaba.

Tras coger los pasteles del gran congelador, Winter salió de allí en dirección al exterior con intenciones de salir de la nave, trató de avisar a su hermano, pero este estaba disfrutando del postre, sin darse cuenta de que la niña se había ido.

-Qué rico, hace mucho tiempo que no probaba un pastel de estos. Es muy delicioso,¿no crees Winter?- Dijo Frost comiendo muy contento con toda la boca llena de pastel, pero no recibió respuesta- ¿Winter?- Notó que ella no estaba con él y se dio cuenta que lo de los pasteles fue una distracción para escabullirse-¡Ella me engañó!¡¿Cómo pude ser tan tonto cómo para caer en su truco?!- Se golpeó la cara con una mano por su estupidez.

Salió al pasillo enfurecido consigo mismo y con Winter por haberle engañado de aquella manera, sin reparar en dónde podría estar la niña en aquel momento. La buscó por los pasillos de la nave esperando encontrar alguna puerta abierta en donde hubiera podido escabullirse dentro, hasta que llegó a la entrada principal, pudiendo ver que estaba abierta y que el tiempo que hacía fuera no era el propio para una niña tan pequeña como Winter, menos aún cuando no tiene la misma resistencia que él al frío, y no tuvo más remedio que salir a buscarla temiendose lo peor.

-¿Qué habrá ido a hacer aquí fuera con este tiempo?- Se preguntó mientras la buscaba por todas partes.

Tardó un par de minutos en encontrarla, por suerte, no muy lejos de la posición de la nave, pudo escuchar como si alguien estuviera cantando. Lo hacía bastante bien, y al escuchar un poco más, pudo darse cuenta que era la voz de la misma Winter, por lo que se acercó rápidamente al lugar de donde procediera la canción aquella. Se trataba de un pequeño lago y vio a Winter sentada en la orilla, con los "pies" sumergidos en el agua.

-Winter tiene una voz muy hermosa...-Comentó Frost para sí mismo en susurro, casi olvidaba porque estaba allí, pero se golpeó la cara para espabilarse.

-"....nunca jamás, la voy a olvidar...."- Terminó cantando la niña antes de abrazarse a su....¿cola de pez?

-¿Pero qué estoy viendo?¿Ella tiene cola de pez?- El pequeño no podía creer lo que estaba viendo, así que se acercó un poco más para asegurarse de que no estaba imaginando cosas. Su cola de pez era real y eso sólo podía significar una cosa- ¡¿Winter?!

La niña se sobresaltó al escuchar decir su nombre, y calló al agua del susto, aunque en el fondo sabía que tarde o temprano Frost sabría de aquel secreto le gustara más o menos. Eso solo asustó al pequeño changlong, que procedió a asomarse al borde del lago para buscar a Winter, preocupado de lo que pudiese haberle pasado tras asustarla.

-Me asustaste, hermano- Respondió en voz baja la nombrada saliendo a la superficie, mostrando su torso.

-¿Eres una sirena?- Le preguntó atónito sin dejar de mirar su cola de pez de color rojo oscuro.

Winter solo se limitó a asentir a la pregunta, parecía estar avergonzada de aquello, y por su cabeza pasó el tema de que Frost no aceptaría aquello aunque fueran hermanos, luego de eso, volvió a salir y sentarse en la misma piedra, con la mirada del pequeño changlong confundida.

-¿Por qué no me lo dijiste antes?- Quiso saber tratando de que su molestia no sea tan evidente.

Winter negó con la cabeza y bajó la mirada para evitar ver la decepción que se reflejaba en los ojos de Frost, después, tragó saliva.

-Te lo hubiera dicho desde un principio si no hubiera algunos.... problemas por decir esto- Respondió Winter avergonzada de tener que contar aquello.

-Oh...- Frost se relajó y su expresión cambió totalmente a una de vergüenza por la forma en que había actuado con Winter desde la tarde,¿por qué no pensó en eso?- Lo siento, no quería que te sintieras de esa forma. En realidad, no me molesta que seas una sirena...Yo pensaba que las sirenas sólo eran un mito por lo que me dijeron en clases, pero aquí estás, siendo una, y es fantástico- Dijo sentándose a su lado.

-Me daba miedo cómo reaccionarías si me dejaba ver en esta forma, si no somos aceptadas en nuestra forma original, nos convertiremos en burbujas - Explicó brevemente Winter aún algo nerviosa- No quería preocuparte tampoco.

-Lo entiendo, no sabía que se convierten en burbujas sí no son aceptadas cómo son en realidad y desde ese punto de vista es muy comprensible tú preocupación- Frost sonrió para hacerle ver que todo estaba bien- Cómo te dije antes, no me molesta que seas una sirena, pero sí me molestó que no me dijeras a que salías todas las noches...Pensé que no confiabas en mi...-Bajó la cabeza avergonzado.

-Se que debí enseñarte antes, pero piénsalo...-Contestó Winter poniendo sus manos en su lomo- No puedo enseñarle mi secreto al primero que pase, podría pasarme algo.

-No lo pensé, pero tienes razón- Admitió Frost todavía avergonzado de su reacción anterior- Yo en tu lugar no le diría algo así a cualquier persona, con el riesgo de que alguien cómo mi madre me descubra- Se estremeció al pensar en lo que su madre haría o diría sí se entera del secreto de Winter. Ella no podía saberlo bajo ningún concepto.

-Bueno, lo hecho hecho está, ¿quieres un pastelito? - Preguntó Winter ofreciéndole uno de una bolsa que había conseguido preparar cuando estuvieron en la cocina.

-Sí,¡gracias!- Lo tomó y empezó a comer. El pastelillo estaba delicioso- Me encanta ¿tú misma los hiciste?- Preguntó sonriendo.

Winter negó con la cabeza mientras reía.

-Los tomé del congelador mientras tu comías los de fresa- Explicó Winter- Yo solo me encargué de la bolsa - Cogió el pastelillo restante y deshizo el objeto de plástico.

-Ya veo...- El pequeño changlong se ríe abochornado y termina de comerse el pastelillo, cuando lo asaltó otra duda. Miró la cola de pez de Winter- Tengo curiosidad...¿qué se siente tener cola de pez?- Quiso saber curioso antes de mirar sus propias piernas.

-Bueno, no sientes los dedos de los pies, y en cambio las aletas del final son bastante sensibles al contacto de cualquier cosa al igual que el resto de pequeñas aletas repartidas por toda la cola - Respondió Winter mirando su cola- Gracias a ella puedo nadar rápido además de sentir las corrientes de agua.

-Sentir las corrientes de agua - Repitió Frost asombrado por la idea de que su mejor amiga y hermana era una sirena- Eres una maravilla.

Winter se sonrojó un poco ante aquel halago, aunque sonrió igualmente alegre de que Frost la aceptara en su forma de sirena.

-Hermano,¿quieres tocar la cola?- Le preguntó la niña.

-No creo que deba hacerlo, hermana. Se ve que es muy sensible, ¿y sí te lastimo?- Se negó por miedo a herirla si la tocaba demasiado.

-¿Tienes miedo de algo que no sabes?- Cuestionó Winter poniendo los brazos en jarra.

-Sí- Replicó Frost- Ya se que es algo tonto que sienta eso, pero no puedo evitarlo. No quiero hacerte daño.

La niña se inclinó de hombros sin entender por qué ese repentino miedo, pero prefirió no insistir, ya daría su brazo a torcer en algún momento, luego le pidió a su hermano las toallas para secarse, y Winter volvió a tener sus dos piernas y vestida con su pijama de siempre, algo que sorprendió a Frost.

Pocos minutos después de estar resolviendo dudas, de las cuales algunas Winter aún no sabía dar explicación, ambos decidieron volver al interior de la nave para dormir de una vez por todas. Frost accedió a que Winter durmiera en su habitación diciéndole que sería la última vez que dormiría con él, aún a sabiendas de que Winter volvería las siguientes noches a repetir lo mismo.

Sin embargo, entrando ya en la nave nodriza, la cara de felicidad que tenía Winter se desvaneció y cambió a una pálida y fría, hasta el punto de que Frost tuvo que agarrarle para evitar que la niña cayera al suelo. Al parecer, la niña había pasado demasiado tiempo fuera de la nave y sin algún tipo de abrigo, lo que provocó que se debilitara a causa del frío.

-¡Winter!¿Estás bien?- Le preguntó Frost muy preocupado y asustado. Notó que la niña tenía las mejillas sonrosadas y le tocó la frente comprobando que le había subido mucho la temperatura- ¡Por los dioses, tienes fiebre! No debiste salir sin llevar nada con que abrigarte contra el frío...

No quiso sonar cómo sí estuviera reprendiendo a su hermana puesto que ella no estaba en condiciones para eso. Sin perder ni un segundo más, la tomó en sus brazos y regresó levitando hacia su habitación para no hacer ruido y despertar a alguien, y luego la acostó en su cama.

La cara de Winter no parecía cambiar mucho, de hecho, aparentaba estar empeorando por cómo apretaba los ojos,como si estuviera teniendo una pesadilla.

-Tranquila hermanita. Vas a estar bien, voy a cuidar de ti- Le dijo el pequeño changlong sin saber si ella podría escucharlo. Parecía estar sufriendo mucho por la fiebre

Frost recordó que, en una ocasión, el Doctor Kenzo le había explicado que un poco de frío puede ayudar a bajar la fiebre, pero Winter ya se había expuesto mucho al frío y él no quería hacer nada que empeorara su condición. Así que fue a buscar unas toallas humedecidas en agua fresca.

-Espero que esto sirva- Le colocó una de las toallas en la frente

-Frost....-Se quejó la niña a causa de la fiebre- Tengo frío...-Dijo débilmente, a lo que Frost se apresuró a cubrirla con las mantas de su cama

-Voy a buscar al Doctor Kenzo. Él te revisará y me dirá que puedo hacer para que la fiebre te baje más rápido

No quería dejar sola a Winter, pero necesitaba la ayuda de un profesional, así que fue rápidamente a buscar al Doctor Kenzo, inquieto y preocupado por cómo podría reaccionar el adulto. El Doctor Kenzo se despertó al escuchar que alguien tocaba la puerta de su habitación y fue a ver de quien se trataba, encontrándose con Frost para su sorpresa.

-Joven príncipe,¿qué haces despierto a estas horas?- Preguntó Kenzo entre confundido y sorprendido de ver al niño allí a altas horas de la noche.

-Necesito de su ayuda, Doctor Kenzo- Respondió el niño alterado- Es Winter, tiene fiebre.

-¡¿Cómo?!- Se alteró Kenzo al oír aquellas palabras- ¿Dónde está?

-La llevé al dormitorio - Explicó Frost guiando al doctor hasta la sala indicada - ¿Debería contarle que Winter es una sirena?-Se preguntó el niño con miedo a las posibles represalias que pudiera recibir por parte del médico de la nave.

Cuando ambos llegaron en la mitad de la noche al dormitorio de Frost, Winter no tenía pinta de haber mejorado con la fiebre en los pocos minutos que su hermano había estado ausente en búsqueda del médico. La cara de la niña ahora estaba sudando debido a la alta fiebre por la que estaba pasando.

El doctor se acercó a la niña y le puso la mano en la frente para comprobar el estado de esta, corroborando lo que había dicho Frost de que Winter tenía fiebre.

-Tendré que llevarla a la enfermería y que pase la noche allí- Mencionó Kenzo al ver el estado de la muchacha- ¿Hay algo más que deba saber, príncipe?- Le miró levantando una de sus cejas.

-Bueno, Winter salió a nadar un rato a un lago cerca de aquí porque...-Comenzó a decir el pequeño changlong, pero se detuvo porque aún dudaba en decirle la verdad al médico

-¿Qué hacía Winter en un lago con la temperatura que hace fuera?- Quiso saber el hombre- ¿Qué no se supone que comeríais pastel y os iríais a dormir?

-No se si deba decirle, doctor- Frost miró preocupado a Winter.

-Bueno, ahora es más importante que Winter se ponga bien- Dice Kenzo sacando a la nombrada de la cama y levantarla en brazos- Intenta dormir tranquilo, se va a poner bien.

El niño asintió aún preocupado por su hermana pequeña, por su cabeza pasaban varias cosas, todas negativas, entre ellas el hecho de que si no le hubiera insistido a Winter para que le llevase con él a por pasteles, era posible que no hubiera enfermado. Pero de nada servía lamentarse ya por eso. Se acostó de nuevo intentando no pensar en aquello, y aunque tardó en hacerlo, más tarde que pronto acabó durmiéndose.

A la mañana siguiente y sin pensarlo dos veces, Frost saltó de la cama y salió corriendo en dirección a la enfermería para ir a ver a Winter, ignorando las voces de algunos soldados que le llamaban o simplemente se quejaban de las prisas del niño, cosa que no era importante para él en ese momento. Entró por la puerta con decisión y buscó la cama médica de Winter, hasta que finalmente dió con ella.

-¡Winter!- Exclamó el muchacho al verla recostada en la cama blanca -¿Estás mejor?

-Hola...- Dijo la niña con voz débil mostrando una sonrisa, para seguidamente tener un fuerte ataque de tos- No deberías estar aquí....

-Eso poco importa Winter, ¿sabe el doctor Kenzo lo que eres?- Preguntó Frost nervioso, puesto que el médico podría decirle fácilmente a sus padres que la niña era una sirena, y a saber lo que su madre podría hacerle- No quise decirle nada debido a lo que me contaste anoche, además, eres la única que sabe que puede curarte.

-De momento no sabe nada- Respondió la niña con mala cara- En cuanto a alguna medicina o algo similar...- Tose un poco más- Supongo que estar en agua no muy fría debería funcionar, pero no estoy segura....

-Entonces te llevaré ahora mismo a algún lugar donde haya agua templada para que puedas recuperarte- Dijo Frost muy decidido porque quería hacer algo para ayudar a su hermanita a aliviarse. Pero fue interrumpido por la voz de su padre que lo llamaba fuera de la enfermería- ¡Oh no!¡Olvidé que tengo clases en unos minutos!- Se llevó las manos a la cabeza

-Podemos dejarlo para después- Sonrió la niña a pesar de su alta fiebre y su tos- Podré aguantar esperando que vengas.

-¡De ningún modo, no pienso dejarte sola!- El pequeño changlong no quería apartarse de la niña, por temor a que su condición empeorara durante su ausencia- Aunque mi madre se enoje si falto a clases...- Por primera vez no le importaba lo que su madre pensara. Para él, la salud de su hermana era una prioridad sobre sus estudios

-¡Frost!- Llamaba Frode desde el pasillo a su hijo, preocupado de que el muchacho no apareciera ante su llamado.

-No te preocupes, pequeño príncipe- Dijo el Doctor Kenzo llegando por detrás del niño- Yo cuidaré muy bien de Winter hasta que tus clases terminen. Te lo prometo- Aseguró con una sonrisa tranquilizadora

-Pero Doctor Kenzo...-Quiso reclamar el muchacho aún con voz preocupada.

-Frost, vete ya...-Interrumpe Winter tosiendo- Madam se enfadará contigo si llegas tarde.

-Está bien...- Suspiró derrotado, pero Winter tenía razón- Por favor, cuídela mucho Doctor. Vendré inmediatamente después de clases- Dijo y salió a encontrarse con su padre para ir a clases

-Por fin te encuentro, hijo, ¿dónde estabas?- Quiso saber Frode acompañando a Frost al aula de clases- ¿Ya está mejor Winter?

-Fuí a la enfermería a ver a Winter. Ella todavía no se siente bien y tiene tos- Respondió Frost muy preocupado y triste. Aún se sentía culpable de la enfermedad de Winter.

-Hijo, no le des tanta importancia, el doctor Kenzo dice que, a pesar de que tiene fiebre alta, se pondrá bien en unos días- Argumentó el hombre intentando animar al niño- Además, con suerte tu madre no se ha enterado todavía.

-¡¿En serio?!- Frost miró a su padre quien asintió- Espero que se recupere pronto, no quiero que se ponga peor...Y seguro que madre no tardará en enterarse. Ella siempre se entera de todo...

-Tómatelo con calma Frost- Dice Frode antes de detenerse en la puerta de las clases- Y ahora concéntrate en atender en clase para darle los deberes a Winter.

-Lo intentaré. Gracias papá- Le agradeció su hijo antes de entrar a clases

El resto de la mañana se hizo eterna para el pequeño changlong, puesto que hacía su mayor esfuerzo por mantenerse concentrado en las clases a pesar de ser consciente del estado de Winter. Por suerte, pudo mantener la mente en frío y aguantó el resto del día hasta después de comer, cuando pudo ver a su hermana antes del entrenamiento.

-¡Hermana!- Frost entró corriendo a la enfermería y llegó junto a la cama de Winter- Ya volví,¿cómo te sientes?- Quiso saber ansioso.

-Frosty- Anunció Winter alegre de verle- El doctor Kenzo ha dicho que me ha bajado un poquito la fiebre, pero que todavía no puedo salir del reposo- Explicó la niña - ¿Cómo han ido las clases?

-Me alegra ver que ya te sientes un poco mejor- Dijo Frost muy feliz y aliviado- Me ha ido bien, pero tuve algunas dificultades para concentrarme porque no podía dejar de pensar en ti.Te he traído los deberes- Le explicó dándole los ejercicios de las clases a las que había faltado.

-Que divertido - Comentó poco animada al ver los papeles con fichas que tendría que hacer mientras estuviera enferma- Pero antes de eso, quiero mi baño.

-¿Quieres que te ayude a llegar al baño o puedes ir tú sola?- Preguntó Frost.

-Creo que puedo ir yo sola, pero no quiero ir sin alguien- Contestó Winter intentando ponerse de pie.

-Yo iré contigo...- Sonrió ayudando a su hermana a salir de la cama, la acompañó hasta el baño y preparó la bañera con agua tibia para que ella estuviera cómoda- Bueno, esperaré afuera hasta que hayas terminado de asearte, aún me queda una hora antes de tener que ir a entrenar. Avísame si necesitas algo...

Se dio la vuelta para salir mientras Winter se desvestía y entraba a la bañera. Sus piernas se convirtieron de inmediato en una cola de pez al mínimo contacto con el agua, llamando la atención de Frost quien volteó a mirarla y una sonrisa de emoción apareció en su rostro. Él deseaba poder convertirse en medio pez como lo hacía su hermana, jugar en el agua y sentir las corrientes a través de sus aletas, pero sabía perfectamente que eso era imposible. Winter tiene sangre de sirena, él no y no existían sirenas o tritones en su especie hasta donde él sabía.

De todas formas, soñar no cuesta nada y mientras su hermana pequeña fuera feliz, con eso le bastaba.

-Es una pena que no puedas hablar ni respirar bajo el agua, Frosty, te gustaría el agua marina- Le comentó Winter con una leve sonrisa.

-Sí, es una lástima porque de verdad me encantaría ser lo que tú eres y conocer el mundo marino......-Dijo Frost con un poco de tristeza- Quién sabe, tal vez algún día encuentre la manera de hacerlo...

-No te resultaría fácil- Aseguró la niña - No todos en mi planeta eran sirenas y tritones.

-¿No? Yo pensé que todos lo eran- Comentó desanimado.

-Mi planeta es una mezcla de tres especies- Comentó la niña despreocupada- La otra era la terrestre, pero tengo entendido que ese planeta desapareció del universo hace años- Recordó Winter- Creo que debería ir saliendo ya...No quiero preocupar al doctor Kenzo, ¿me pasas la ropa?

-¿Estás segura de eso?No se yo si debería verte sin ropa Winter- Respondió Frost ante aquellas palabras por parte de su hermana pequeña- Además,¿no sería mejor que te secaras primero?

-No creo que pase nada Frosty- Argumentó la niña- ¿O acaso te da miedo?

Frost le dijo que no era eso, sino que le daba vergüenza porque jamás había visto a una niña sin nada de ropa y que los niños no deberían ver a las niñas en esas apariencias.

-¿Qué tonterías son esas Frost?- Reclamó Winter con la voz algo ronca debido a la tos que había tenido- Ni que a ti te gustaran las niñas - Acto seguido se tapó la boca como si lo que recién había dicho fuera algo malo.

-No son tonterías,¿acaso papá no te enseñó a tener pudor delante de un niño?- Le preguntó el pequeño changlong frunciendo el ceño, pero su mirada cambia a una de sorpresa por lo último que dijo su hermana- Espera,¿cómo sabes si me gustan o no las niñas?- Él nunca le había dicho a nadie, ni siquiera a sus padres, que le gustan los niños en lugar de las niñas por miedo a cómo reaccionarían estos.

Winter se metió debajo del agua de la bañera para evitar tener que darle explicaciones de por qué sabía esas cosas, aunque eso tampoco le sirvió de mucho teniendo en cuenta que de esa forma no tendría escapatoria alguna al interrogatorio de Frost.

-¡Oye,sal de ahí!- Exigió el muchacho ya con cierta molestia de que su pequeña hermana se quedara con aquella información y sin dar ningún tipo de explicación.

En respuesta a eso, Winter salpicó con su cola a Frost para que la dejase sola. El muchacho se molestó ante aquella reacción por parte de su hermana, y no tuvo más remedio que coger una de las toallas que había allí en la sala, para después seguir reprochando a Winter, aunque para suerte de esta, Frode ya estaba buscando a su hijo para los entrenamientos con Gelice, y Frost no tuvo más remedio que irse de allí aún con el mono de saber cómo su querida hermana sabía aquella información.

Cuando el muchacho marchó, Winter aprovechó para salir de la bañera, cambiarse y dirigirse de nuevo a la enfermería. Aún se sentía algo débil por el resfriado, aunque le sentaba mal no haberle dicho a Frost su visión futura.

La niña procuró ir con cuidado a la enfermería, y cuando finalmente llegó a la sala en cuestión, se encontró con el doctor Kenzo ocupado con algunas vacunas, para comprobar cuál sería la más propia para que Winter se recuperase cuanto antes y Gelice no se enfadase por la inactividad de la niña.

-Ya estoy aquí- Saludó la niña algo cansada por la fiebre, aún algo avergonzada de que Frost la hubiese pillado tan rápidamente aquella información- ¿Qué está mirando?

-Me alegra verte, Winter. Estoy revisando estas vacunas para saber cual es la mejor para curar tu resfriado más rápido. Así podrás volver pronto a tus clases y entrenamientos con Frost- Le respondió el médico una sonrisa, aunque esta desapareció rápidamente al notar el cansancio de la pequeña y tocó su frente- No te ha bajado la fiebre...-Suspiró.

-Supongo...- Respondió la niña inclinándose de hombros- Quise enseñarle más cosas a Frost, pero ha tenido que irse con papi.

-Descuida. Podrás hacerlo más tarde cuando tu hermano vuelva de sus entrenamientos- Le dijo Kenzo para tranquilizarla y que no se preocupara- En este momento lo más importante es que te recuperes...

-Eso espero- Respondió la niña volviendo a la camilla, intentó subir sola, aunque todavía le costaba- Aupa, aupa- Le dijo a Kenzo para que la subiese. Él se ríe, la toma en brazos y la acuesta en su cama- Ahora a jugar con muñecas.

-Vuelvo en un momento. Iré por un poco de agua para ayudar a bajar un poco la fiebre- Salió de la enfermería a buscar el agua, dejando a Winter jugar con sus muñecas.

A los minutos, Kenzo vuelve con un pequeño recipiente con agua y un pequeño pañuelo para humedecerlo y colocarlo después en la frente de Winter. Pero se resbaló con una de las muñecas de la niña que habían caído al suelo, provocando que el agua del recipiente que llevaba en las manos cayera de lleno en Winter, haciendo que se volviera a transformar en sirena nuevamente.

-Otra vez mojada- Se quejó la niña viendo su cola de pez, seguido a eso, estornudó.

-Lo siento Winter, yo no quería...-Se disculpó Kenzo apenado, pero se quedó anonadado al ver su cola de pez- ¿Pero qué....?

-Um...- Rió nerviosa la niña algo avergonzada de que el doctor Kenzo la hubiese descubierto.

-Vaya...había escuchado historias sobre la existencia de sirenas en el planeta Zaruma, pero hasta este momento no había podido comprobar que fuesen verdad- Comentó el médico que aún estaba muy impresionado por lo que veía- Sinceramente no me esperaba que tú fueses una, Winter.

-No quise decir nada por lo que pudiera pasar- Respondió la nombrada con cierto temor al imaginarse la reacción de Gelice si lo supiese- No quiero que nadie más sepa...

-Está bien, no se lo diré a nadie a menos que tu quieras. Puedes confiar en mí- Le prometió Kenzo buscando una toalla para ayudarla a secarse. Entonces recordó algo- Ahora entiendo porque habías ido a nadar al lago con Frost anoche y te resfriaste. Él ya lo sabe,¿verdad?- Supuso que esa era la razón por la que el pequeño no había querido hablar de ello.

Winter se limitó a asentir con la cabeza, dando a entender que ahora eran dos los que sabían de aquel secreto. Repentinamente y sin previo aviso, Frode entró en la sala y encontró la escena, quedando confundido y sin entender qué estaba ocurriendo.

-¿Qué narices está pasando aquí?- Fue lo primero que preguntó el changlong cuando finalmente pudo reaccionar- Vine para saber cómo estaba Winter, pero no esperaba encontrarme con esto.

-Em...-Respondió Winter intentando estar tranquila a pesar de ponerse nerviosa de que su secreto estaba siendo descubierto.

-Yo también acabo de enterarme, señor Frode- Dijo Kenzo riendo con bochorno, haciendo que el changlong lo mirase pidiendo una explicación y se la dio- Eso fue lo que pasó. Winter se transformó en sirena frente a mis ojos cuando el agua mojó sus piernas- Añadió después de haber explicado.

-Gelice no puede saber de esto- Indica Frode después de aquella nueva información, acercándose a Winter- No quiero imaginarme si lo descubre...- Le acaricia la cabeza con cuidado para tranquilizarla.

-¿Es algo malo que sea esto?- Preguntó la niña mientras intentaba secarse con las sábanas de la cama, a los pocos segundos, la pequeña volvió a tener las piernas de siempre.

-Winter...no tiene nada de malo que seas una sirena, eso es una parte muy importante de lo que tú eres- Respondió Frode sentándose a su lado- Pero por tu seguridad lo mejor es que nadie sepa de esto, en especial Gelice.

- ¿Qué pasará conmigo cuando Madam sepa que estoy aquí?- Quiso saber la niña con algo de miedo recordando a la mujer- Seguro se enfada conmigo como me vea aquí...

-Bueno, de seguro está muy ocupada con el entrenamiento del joven Frost, dudo mucho que quiera venir a buscarte...- Respondió Kenzo con una sonrisa nerviosa.

-Y si es que lo hace, yo no permitiré que se acerque y te haga daño- Se apresuró a decir el changlong muy serio- Ella debe entender que es normal que los niños se enfermen de vez en cuando y que no puedes entrenar en esas condiciones.

-De momento preocúpate más en descansar y a esperar que esa fiebre te baje, si todo va bien esta noche puede que puedas dormir en tu dormitorio de nuevo- Indica el doctor Kenzo para tratar de calmarla.

-El doctor Kenzo tiene razón. Haz todo lo qué te diga para que te recuperes pronto, pequeña- Le pidió Frode con un tono cariñoso en su voz, cómo sí un padre le hablara a su hija, a lo que ella asintió más animada- Debo irme a atender unos asuntos pendientes. Nos vemos después, descansa mucho- Se inclinó y le dió un beso en la frente.

-Hasta luego, papá...-Se despidió la niña del changlong adulto con una pequeña sonrisa. Frode también sonrió al escuchar eso y salió de la enfermería.

El resto del día surgió como cualquier otro, y por fin, llegó la hora de la cena y Winter pudo finalmente salir de la enfermería tras la confirmación del doctor Kenzo de que la fiebre se había reducido considerablemente tras varias horas de descanso. La niña se sentó junto a Frost, con apariencia más animada en comparación a la de aquella mañana.

-Veo que ya te sientes mejor, hermanita- Dijo Frost muy contento por eso.

-Si, y además tenía muuucha hambre- Indica la niña con un poco de exageración, luego empezó a devorar la comida de su plato-¿Cómo fue el entrenamiento con Madam?- Quiso saber curiosa Winter. Frost suspiró.

-Igual de pésimo que siempre. Aún no consigo llegar a su nivel ni darle una buena pelea- Respondió su hermano un poco triste.

-Bueno, ya llegará algún momento que estén al mismo nivel, hermano mayor- Responde Winter con una sonrisa- No hay que dejar de intentarlo- Dice ella alegre- Esta noche quiero que papá me lea un cuento- Contesta de repente la niña, llamando la atención del changlong.

-Tienes razón, Winter. Me haré más fuerte con el tiempo y sí sigo entrenando duro- Frost intentó sonreír y ser más positivo con respecto al tema. Aunque le sorprendió mucho que Winter le pidiera a su padre que le lea un cuento para dormir, pero aún más que lo llamase "papá", pues hasta ese momento aún le trataba de señor.

-Es la primera vez que me pides algo así, pero con gusto lo haré Winter- Responde Frode muy feliz porque ella había vuelto a llamarlo "papá" de nuevo y agradeció que su esposa no estuviera ahí con ellos en ese momento, ya que ella se opondría totalmente a la petición de la niña.

-¡¿Padre...?!- Exclama Frost sorprendido de encontrar a su padre allí.

-Yay- Celebró Winter alegre de ver que Frode aceptó a contarle el cuento- ¿Puede estar Frost también?- Preguntó la niña con curiosidad mientras se acababa la cena.

-Claro que si. Los dos son mis hijos- Aceptó el changlong mayor con una sonrisa- Pero antes debo ir a hablar con Gelice sobre unos asuntos, vosotros id a prepararos para meteros en la cama.

-Si- Responde Winter por ambos- Venga hermano mayor, termina la cena- Metió prisa la niña al joven changlong.

-Ya voy, ya voy, impaciente- Responde intentando acabar rápido mientras reía un poco por la poca paciencia de su hermana.

Frode se limitó a reírse ante aquella escena de los dos niños, para después partir al despacho de su mujer, el único lugar al que nadie tenía permitido entrar, ni siquiera Frost o Winter.

-Bien, Gelice, ¿qué es eso que querías comentarme del planeta Zaruma?- Quiso saber el changlong cuando llegó, cerrando la puerta a su paso. Ella estaba de pie frente a la ventana, dándole la espalda a su esposo.

-Veo que esta vez no te entretuviste tanto con esos niños como siempre lo haces- Dijo Gelice volteando a verlo con indiferencia. Frode no dijo nada al respecto- Desde que comenzamos a hacer negocios con Zaruma, he estado investigando sobre su especie para aprender más sobre sus habilidades y entrenar mejor a Winter, pero he descubierto algo muy interesante- Explicó caminando de un lado a otro en el despacho.

-¿Y bien?¿Vas a querer decirme o me vas a echar como siempre?- Le pregunta Frode fingiendo curiosidad por aquellas palabras, aunque se podía imaginar por dónde iba a ir aquella conversación.

-Según las historias que he leído y escuchado, parece ser que existen sirenas en Zaruma- Respondió la mujer sin más rodeos, deteniéndose y mirando fijamente a Frode.

-¿Sirenas?- Pregunta Frode fingiendo confusión en su cara- ¿No serán leyendas lo que has escuchado?

-No- Fulminó a su esposo con la mirada- Al principio creí que eran tonterías o historias para niños, pero nada más lejos de la verdad. Durante mi última reunión de negocios con los reyes de Zaruma, escuché a las criadas de la reina hablando sobre la princesa Windy...ellas dijeron que a esa niña le gusta transformarse en sirena para evadir sus deberes reales, ¿te das cuenta de lo que eso significa, Frode?- Sus ojos color rubí brillaron maliciosamente.

-¿Insinúas que Winter también puede ser una?- Pregunta Frode, temeroso en su cabeza de que su mujer pudiera hacer cualquier cosa si se enteraba de aquello.

-Exactamente. Son hermanas gemelas y sí la princesa Windy es una sirena, entonces Winter también lo es...aunque todavía no la he visto transformarse- Gelice se queda pensativa.

-Gelice, te estás dejando llevar por rumores y cuentos de niños pequeños, nunca has visto a la princesa transformarse y...¿pretendes que con esa poca base Winter sea una?- Pregunta Frode con seriedad- Siento decir esto, pero no me creo eso de que las sirenas existen, y aunque así fueran y Winter fuese una,¿no crees que lo hubiese dicho en cuanto llegó? Ni siquiera los reyes nos dijeron nada al respecto.

-¡¿CÓMO TE ATREVES A CONTRADECIRME, FRODE?!- Le gritó hecha una furia- ¡Se lo que oí! ¡No creo que esas estúpidas sirvientas se hayan inventado lo de Windy, por algo lo dijeron aunque no se dieran cuenta de que alguien las estaba escuchando! Además,¿no se te ha ocurrido que han debido tener una buena razón para no decirnos algo así?- Se negaba a creer en las palabras de su marido, estando convencida de la existencia de las sirenas.

-¿Y qué si es así? No puedes saber eso sin una prueba de que es cierto o no- Responde el hombre de mala gana- Mira, no tengo ganas de discutir, pero si vuelves a ir a Zaruma por tí misma de nuevo, asegurate de que lo que dijeron esas sirvientas es verdad, aunque yo mantengo lo dicho de que dichos seres no existen.

-¡Eres un imbécil, no debí decirte nada!- La mujer soltó un fuerte gruñido y golpeó el escritorio que se partió a la mitad, negándose a aceptar que Frode tenía razón- Muy bien, seguiré investigando sobre Zaruma y no pararé hasta encontrar una prueba verdadera de qué esas sirenas existen...¡incluso si tengo que buscar a una sirena de verdad para demostrartelo!

-Bien, ¿algo más que deba saber antes de irme?- Preguntó Frode dando por finalizado aquel tema.

-No, eso era todo lo que quería decirte. Y será mejor que te vayas de una vez porque has acabado con mi paciencia- Respondió Gelice dándole la espalda de nuevo.

-Que así sea entonces- Contesta Frode marchando de allí y cerrando de un portazo la puerta de la sala. Tampoco mantuvo mucho tiempo su cabreo con aquella mujer, no quería preocupar a los niños si le veían así.

-Toma papá, este es el cuento- Indica Winter dándole el libro a Frode en cuanto éste entra en el dormitorio de la niña, siendo la única de los dos niños que no estaba metida en la cama.

-Me has estado esperando ansiosa,¿no pequeña?- Le dijo el changlong mayor riendo.

La niña respondió con una gran sonrisa mientras asentía con la cabeza de forma agitada. Luego de que el adulto cogiera el libro, se fue a sentar con Frost a la cama, éste le ayudó a subirse para que no le tomase tiempo.

-Gracias, hermano mayor- Agradeció la niña mientras se arropaba.

-De nada, hermanita- Respondió Frost devolviéndole una sonrisa.

-Bueno, empecemos...-Frode abrió el libro para empezar a leer- "Érase una vez, un príncipe y una princesa de diferentes planetas que estaban enamorados el uno del otro..."

Con el paso de los minutos y el avance de la lectura, la pequeña niña fue quedando profundamente dormida, ligeramente acurrucada sobre el brazo de Frost, tranquilizando en parte al joven changlong al saber que su hermana ya estaba en perfecto estado, olvidando que aquella misma mañana había estado enferma.

-Que bien que ya se encuentre bien...- Susurra Frost para no despertar a Winter.

-Te dije que se iba a recuperar pronto, hijo- Dijo Frode apartando la vista del libro por un momento para mirar enternecido a la niña- Creo que ya es hora de que tú también vayas a dormir. Mañana terminaré de contarles la historia- Prometió cerrando el libro

-¿Puedo dormir con ella, padre? -Pidió el niño aún algo preocupado por Winter. Frode lo miró sorprendido- Por lo que pueda pasar durante la noche...

-Entiendo que aún estés preocupado por tu hermana, Frost. Claro que puedes dormir con ella esta noche- Respondió su padre dándole permiso. Luego se inclinó sobre Winter y le dio un beso en la frente con suavidad- Buenas noches, princesa...-Le susurró con cariño. La niña solo se limitó a abrazarse al brazo de Frost, soñando que era una almohada.

-Buenas noches, padre...- Se despidió Frost en susurro para evitar despertar a su hermana, mientras intentaba acomodarse para no despertar a Winter.

-Buenas noches, mi pequeño- Frode hizo lo mismo y luego salió del dormitorio, llevándose el libro consigo para guardarlo en un lugar donde su esposa no pudiera encontrarlo. 

- Continuará -

* El dibujo de Winter como una pequeña sirena fue hecho por Windyanas

*De momento, Frost se abstiene de tocarle la cola de pez a su hermana por miedo a hacerle daño, creyendo que esta es muy sensible y vulnerable al tacto, y no lo hará dentro de varios años durante su cumpleaños. Pueden leer al respecto en este pequeño capítulo que mi amiga Marta me escribió como un regalo por mi cumpleaños (que fue el 2 de Septiembre):

https://www.wattpad.com/1124553995-mi-familia-el-cumplea%C3%B1os 

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top