CAPÍTULO 2
-- ¡Vamos, a levantarse!
La mujer se dirigió a la ventana para abrir las cortinas que iluminaron de lleno la cama de Luffy, el cual no tardó en taparse la cara con las mantas.
Los otros dos muchachos se revolvieron incómodos en sus camas.
-- Vamos chicos o llegareis tarde.
Cogió las mantas que tapaban a Luffy y las arrancó de la cama dejando al chico completamente desarropado y con la luz dándole de lleno en la cara.
-- Aghh, odio esta cama. -- murmuró.
-- Pues cuando la viste el primer día no dijiste lo mismo. -- se rió la mujer.
Acto seguido se dirigió a la litera y destapó a los otros dos.
-- Vamos gandules, que a este paso vais a llegar tarde.
-- Hay Makino 5 minutos más por favor.-- murmuró Ace.
-- Ni 5 ni 20, os levantais ahora. Venga chicos.
-- Aggh, ya vamos.
Sabo con gran esfuerzo se sentó en la cama y se restregó la cara adormilado.
-- El desayuno ya está hecho, voy a despertar a los niños y cuando vuelva más vale que estéis levantados.
-- Si. -- Murmuraron los muchachos.
Una vez la mujer salió de la habitación Sabo se levantó por completo de la cama y estiró los brazos.
-- Venga Ace levantate, tu también Luf...
El muchacho se quedó mirando la cama vacía y con las sabanas en el suelo.
-- No está. -- Dijo desconcertado.
-- Seguramente habrá oído la palabra desayuno y ya activó su chip de comida.
-- Sí, está claro. ¡Oye tú deja de rumiar y levantate ya!
Sin darse cuenta de la fuerza que ponía le dio un empujón que provocó que su hermano callera al suelo con gran estrépito.
-- Ui, lo siento.
-- ¡Sabo!
-- ¡Buaaa, socorro que me mata!
El joven salió corriendo de la habitación seguido de un Ace cabreado.
Llegaron a la cocina y el muchacho sin mas que hacer se enfrentó al más mayor acabando por enzarzarse en una ardua pelea. Mientras tanto Luffy se encontraba sentado devorando todas las magdalenas y tostadas con mantequilla que se encontraban en la mesa, haciendo caso omiso a la pelea que se cernía a sus espaldas.
________
-- Yohohoho Yohohoho!!
Probaremos un licor llamado Sake de Binks. Las olas y la brisa despiertan al mar, lejos de todo hogar alegre me pongo a recordar, pintando esferas de cristal y a los pájaros cantar...
Luffy y los pequeños iban cantando y bailando alegres mientras caminaban rumbo primero a la escuela a dejar a los pequeños y luego al instituto que se encontraba al lado.
Mientras los dos pequeños y el mayor, actuando también como cual niño pequeño y alegre, avanzaban cantando y bailando, los otros dos iban caminando con la cabeza gacha y dos chichones reluciendo en su cabeza.
Mientras estaban desayunando, media hora antes, o más bien cuando Luffy estaba desayunando, llegó su abuelo a ver como les iba y se encontró a los dos muchachos peleándose por lo que les propinó lo suyo.
-- ¡Vamos chicos cantad con nosotros! ¡Yohohoho Yohohoho!
-- Luffy no vamos a cantar. ¿Cuantos años crees que tenemos?
-- Pero si es divertido. Yohohoho Yohohoho.
El muchacho siguió brincando con los dos pequeños que le seguían el juego.
-- Hay... Luffy nunca cambiarás.
-- Tampoco es que quiera cambiar así que. Yohohoho Yohohoho.
Sabo soltó una carcajada ante su comentario mientras que el mayor solo sonrió.
_______
-- ¡Luffy!
El chico se giró para ver quien lo llamaba.
-- Hola Hancoock. ¿Qué tal?
-- Oh, te preocupas por mi, que detalle. Yo muy bien. -- Dijo mientras sus ojos se le ponían como corazones al verlo. -- Olle Luffy, ¿te apetecería quedar después de clase?
-- Lo siento, pero ya quedé con mis amigos para ir a comer fuera y después ya vamos directos a la Radio.
-- Oins, desde que trabajas en la Radio casi nunca tienes tiempo para quedar conmigo.
-- No trabajo, solo participo, es una actividad extraescolar a la que se podía apuntar quien quisiese, y te dije que vinieras, pero no quisiste.
-- Sí, tienes razón y cuanto me arrepiento, pero que generoso eres.
-- Bueno, el sábado los chicos y yo vamos a ir a la fiesta que se celebra, si quieres puedes venir con nosotros.
-- Oh sí, eso seria perfecto.
"Una cita con Luffy en la fiesta montados en una atracción de miedo o en la montaña rusa... Sería perfecto." Pensó la joven entusiasmada.
-- Bueno pues el sábado quedamos. Un momento ahora que lo pienso mañana es sábado. Pues quedamos mañana. -- Se rió el joven mientras se alejaba dirigiéndose a su clase completamente ageno a los pensamientos y actitud enamorada de Hancoock.
Nada más llegar a su clase se encontró a todos sus compañeros esperándolo con cara de pocos amigos.
-- ¡Haber delegado!
El muchacho sacó la llave del bolsillo y se apresuró a abrir la puerta para que todos pudieran entrar.
Después de un rato en el cual como el profesor no llegaba todos ya estaban haciendo escándalo, otro chico entró jadeando a la clase.
-- Usopp tienes la almohada aun pegada a la cara. -- Se burló Helmepo a lo que todos rieron.
-- Ja ja que gracioso. -- Dijo con sarcasmo. -- ¿Y el profe?
-- No vino todavía, hoy te libraste.
-- Menos mal. -- Suspiró aliviado, luego llevó la vista a su gran amigo. -- ¡Hey Luffy!
-- Hola Usopp.
El chico se sentó en su pupitre que estaba pegado al de su amigo.
-- ¿Has visto a los chicos?
-- No, pero me acabo de encontrar con Hancoock, va a venir mañana a la fiesta con nosotros.
-- Hei para el carro ¿qué? Osea ¿Y lo decides así sin avisar?
-- ¿Qué problema hay? Que yo sepa no le cae mal a ninguno del grupo. ¿No?
-- Bueno la verdad es que a mi me da igual, pero eso se avisa ¿no?
-- Ya voy a avisar a los chicos en el recreo.
El joven se echó a reír y fue acompasado por su amigo y compañero de clase.
El profesor llegó al final entrando a la clase haciendo que todos se callaran y sacaran el material.
-- Bien niños, espero que habais hecho los deberes.
Luffy y Usopp abrieron los ojos como platos y se miraron instintivamente.
-- ¿¡Había deberes?!-- Exclamaron a la vez.
_____
Mientras tanto en la clase de al lado aun no había llegado el profesor.
-- ¡Retira eso cejas rizadas!
-- ¡Nunca maldito Marimo!
-- ¡Cocinero idiota!
-- ¡Brújula rota!
-- ¡Pervertido estúpido y demente!
-- ¡Pelo espinaca!
-- ¿¡Se puede saber que pasa aquí?! ¿A que viene tanto escándalo?
La voz del profesor dejó de piedra a los muchachos que discutían.
-- Emm... Esto... ¡A empezado él! -- exclamaron los dos a la vez señalándo al otro.
-- ¡Me da igual quien empezara! ¡Fuera de clase! ¡E id abajo a por un parte!
Ambos muchachos suspiraron frustrados y salieron de la clase sin decir nada.
-- ¡Esto es por tu culpa!
-- ¿¡Perdona?!
-- No, no te perdono. Por tu culpa nos han echado ¡Otra vez!
-- ¿¡Por mi culpa?! ¡Fuiste tú quien empezó!
Ambos se echaron una mirada asesina y acto seguido se cruzaron de brazos y siguieron su camino hacia las escaleras sin decir nada.
Pero nada más llegar a las escaleras Sanji se percató de que su compañero se había desviado y seguía todo recto.
-- ¡Olle tú! ¡Cabeza de Marimo que no es por ahí!
El aludido se giró para ver las escaleras y a su hermano mirándolo con una sonrisa burlona.
-- Ya lo sabía, solo quería ver una cosa. -- Mintió el peli verde para no manchar su orgullo ante el rubio.
Lleno de rabia rehizo su trallecto hasta alcanzar las escaleras.
-- Ya ya, ¿No era que las paredes se movían? ¿O que los demás eramos los que nos perdíamos? ¿Y que ibas a ir a ver a un pasillo donde todas las clases están cerradas? ¿Acaso querías escuchar la clase de historia de la profesora Robin?-- Dijo Sanji burlón, aunque al mencionar lo ultimo se le pusieron los ojos como corazones.
-- ¡Eso es lo que tú querrías! -- Exclamó Zoro para darle un golpe el cual fue respondido con otro aun más fuerte.
Y así empezaron una nueva pelea en medio del pasillo justo al lado de las escaleras.
_______
-- Sigo sin entender como se las apañaron para acabar así. -- Suspiró Usopp.
-- Son unos idiotas, ¿A quién se le ocurre ponerse a pelear al lado de las escaleras? -- Replicó Nami frustrada mientras contemplaba a los dos chicos inconscientes en las camillas.
-- Tengo hambre. -- Replicó Luffy.
-- Pues te aguantas o sino te vas para tu casa.
-- No, prefiero quedarme aquí también.
-- ¿Cuánto tardará su padre en venir?
Como si la pregunta de Nami lo hubiera invocado apareció, tras la puerta de la enfermería, un hombre grande de barba larga y rubia recogida en dos trenzas.
-- Señor Zeff ya llegó.
-- ¿Como están mis hijos?
-- Pues no muy bien la verdad. Ambos calleron por las escaleras y llevaron un fuerte golpe en la cabeza que los dejó inconscientes.
-- Estos imbéciles que tengo por hijos no podían ser más idiotas.
-- Hasta el padre lo reconoce -- Suspiró Nami.
-- Bueno ya me quedo yo aquí. Podéis iros si queréis chicos, decidle a Amanda que estos muchachos probablemente ya no irán a la radio hoy.
-- Eso ya lo teníamos pensado. -- Volvió a suspirar Nami.
-- ¡Bien, pues vallamos a comer! -- Exclamó Luffy a lo que recibió un fuerte golpe de Nami en la cabeza.
-- ¡Tú solo piensas en comida!
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top