CAPÍTULO 12
Luffy subió corriendo las escaleras con dirección a su clase. Se había retrasado un poco a causa de quedarse dormido y había llegado justo 5 minutos después de tocar la sirena.
Como ya supuso allí estaban frente a la puerta sus compañeros esperándolo con cara malhumorada.
-- ¡Haber delegado! ¡Que nos vamos a hacer viejos!
-- ¡Lo siento!
Se apresuró a abrir la puerta y todos entraron para dejar las mochilas y todo con pesar.
-- ¿Que toca ahora? -- rezongó Helmepo frustrado.
-- Mates, creo.
-- ¡Agh mates a primera que asco!
-- Olle ¿Hoy no falta alguien? -- preguntó Coby.
-- Sí, faltan Usopp y Porche.
-- Seguro que esos se quedaron dormidos como siempre. -- Suspiró Rebecca.
Todos se echaron a reír asintiendo y se sentaron en sus pupitres los cuales estaban colocados en forma de U. Al ser pocos en clase, exactamente 10 personas, podían ponerse en esa formación sin problemas.
Se encontraban en 3°ESO, pero eso no era 3°ESO normal sino 3°ESO DIVER, una clase de refuerzo.
El profesor entró por la puerta por lo que todos empezaron a sacar los archivadores de ámbito científico y los libros.
-- Ya corregí vuestros exámenes.-- Rezongó malhumorado.
Lo cual les indicó que las notas no eran muy buenas.
-- ¡Un desastre! -- Exclamó. -- ¡Un completo desastre! ¡Solo aprobaron 3!
Nada más decir eso empezó a sacar los exámenes de su mochila y los fue repartiendo a sus alumnos.
-- Luffy -- Dijo en cuanto llegó su turno. -- Por lo menos esta vez se notó un poco más de esfuerzo que en el anterior.
El chico vio su examen y sonrió a más no poder al ver su 5 raspado escrito en la esquina del folio.
-- ¡Aprobé! ¡No me lo puedo creer! ¡Aprobé! -- Gritó emocionado a lo que todos lo ignoraron ya acostumbrados a esos pequeños escándalos que montaba a veces.
-- ¿Cuanto sacaste? -- Le preguntó Helmepo.
-- Un 5. ¿Y tu?
-- Un 6'85 -- Contestó orgulloso. -- Un poco más y llego al 7.
-- Yo saqué un 4'85 -- Murmuró Coby frustrado. -- ¿Luffy como hiciste para aprobar este examen si tu odias las mates?
-- Sabo me ayudó a prepararlo, a él se le da bien esta asignatura y está emperrado en que no debo suspender ninguna este curso, así que en su tiempo libre me da clases.
-- Que suerte, yo también querría tener un hermano mayor e inteligente que me ayudara con los exámenes.
-- No te creas que es tan divertido, a veces me tiene horas enteras obligándome a resolver problemas que ni en mil años sacaría por mi mismo. ¡Es insoportable!
Sus amigos se echaron a reír ante su comentario.
-- ¿Y quién fue el tercero en aprobar? -- Preguntó extrañado Helmepo.
-- Una de las chicas fijo. Marguerite, Rebecca o Conis, una de las tres seguro.
Luffy se giró para ver a su compañera Marguerite que estaba sentada a su lado izquierdo.
-- Olle Margui ¿tú cuanto sacaste?
-- Un 4'75 -- Hizo una mueca. -- ¡Mis padres me van a matar cuando se enteren de que pasé de un 7 a un 4!
-- No creo que sea para tanto, al menos casi llegas al 5 y no te va a perjudicar en la evaluación teniendo un 7 en el examen anterior ¿no?
-- Supongo que no, pero aun así...
-- ¡Ei Rebecca! ¿Que nota sacaste? -- Exclamó Helmepo llamando la atención de la pelirosa.
-- Un 4'95. -- Dijo de forma cortante dando a entender que no estaba de buen humor.
-- Entonces solo queda Conis. ¿Conis cuanto sacaste?
-- Un 8. -- Respondió con simpleza.
Todos se quedaron atónitos.
-- ¡¿Como diablos sacaste un 8?!
-- Porque estudió. -- El profesor que se había ido un momento a buscar algo, sin el percatamiento siquiera de sus alumnos, entró de vuelta cerrando la puerta tras de sí. -- No como otros y me refiero a todos en general.
-- Olle profe que yo aprobé. -- Replicó Helmepo.
-- Y yo. -- Lo secundó el azabache del sombrero de paja.
-- ¿Luffy que te he dicho sobre el sombrero?
El aludido cogió su sombrero y lo guardó debajo de la mesa recordando que los profesores de ese instituto tenían por mala educación llevar un sombrero, gorro o lo que fuera, puesto dentro de clase.
-- Bien, y Helmepo a Luffy le permito sacar un 5 porque se lo que le cuesta y el esfuerzo que puso, pero tú puedes sacar mejores notas, así que no me repliques.
De pronto llamaron a la puerta interrumpiendo la bronca del profesor. En cuanto este fue a abrir todos pudieron ver a los dos compañeros que faltaban jadeando como si hubieran venido corriendo.
-- ¿Cuál es la excusa de hoy? -- Rezongó el profesor serio.
-- Perdí el bus. -- Murmuró Porche exhausta.
-- Se me quemó la leche en el microondas y las tostadas por lo que tuve que volver a hacerlas y después cuando salí un perro llegó de la nada y empezó a perseguirme sin parar de gruñir como si tuviera la rabia, y luego un hombre enorme de 7 metros de altura se me apareció delante impidiéndome el paso ...
-- Vale Usopp, no me cuentes tus películas. -- Lo interrumpió. -- Sentaos, pero la próxima vez procurad venir más temprano.
Ambos chicos se sentaron en sus respectivos asientos y enseguida tuvieron el examen delante.
-- Mierda, un 4'65. -- Murmuró Usopp frustrado. -- ¿Luffy tú que sacaste?
-- Un 5, aprobé y además el profe me felicitó. -- Dijo feliz y orgulloso de su pequeño logro.
-- Que suerte.
-- Bueno niños vamos a corregir el examen en la pizarra para que podáis ver en que fallasteis y a haber si así os enterais de una vez como se resuelven los sistemas.
Tras decir eso el profesor se dirigió a la pizarra y empezó a escribir el primer ejercicio que aparecía en el examen.
-- ¡Ei chicos mirad eso!
Todos se giraron para ver a Porche y Bonchan asomados a la ventana.
-- ¿Qué pasa?
-- ¡Hay una chica saltando muros y haciendo piruetas, parece un mono! -- Exclamó Bonchan entre carcajadas.
-- ¿Qué?
Todos se levantaron de sus pupitres para salir corriendo a asomarse a la ventana. Efectivamente había una chica de pelo largo y castaño dando brincos y piruetas mientras se dirigía a la entrada del instituto.
-- Creo que está haciendo parkour. -- Declaró Helmepo. -- O al menos es lo que parece.
-- Chicos sentaos ahora mismo y atended a la clase o os pongo un parte incentivo colectivo.
Todos suspiraron y se apartaron de la ventana para volver a su sitio.
Pero no llegaron a retomar la clase porque el toque a la puerta los interrumpió.
-- ¿Se puede saber quien llega tarde ahora?
El hombre ya más malhumorado que antes fue a abrir la puerta y se encontró con una chica que no reconoció.
-- ¿Qué pasa?
La chica, que estaba jadeando por la carrera, cogió aire y alzó la cabeza sonriendo ampliamente mostrando sus destacables pecas.
-- ¿Esta es la clase 3°DIVER?
El hombre asintió.
-- Tu debes de ser la chica nueva. -- Comentó recordando su foto en su renovada lista de alumnos. -- Llegas un poco tarde ¿no crees?
-- Es que me quedé dormida, el despertador no me sonó.
-- Ya claro, las excusas de siempre. Esta vez te dejaré pasar, pero que sepas que conmigo lo de llegar tarde no Eh.
La muchacha asintió y entró al aula encontrándose con la mirada de todos. Aunque hubo dos que reconoció al instante.
-- ¡Pecosa! -- Exclamó el joven azabache entusiasmado.
-- ¡Cicatriz! ¡Pinocho! -- Exclamó la muchacha acercándose a ellos.
Todos se sorprendieron ante la reacción de sus compañeros, pero fue Coby quien formuló la pregunta.
-- ¿Os conocéis?
-- Sí, nos conocimos este finde en la fiesta.
-- Bueno basta ya de charla. -- Los interrumpió el profesor. -- Venga em...
-- Phaedra.
-- Eso, Phaedra sientate en el pupitre que ves libre.
-- Ahh, por eso había un nuevo pupitre. -- Razonó Helmepo sorprendido.
-- Bueno niños volvamos a lo que estábamos.
Todos se concentraron en la pizarra en la que escribía el maestro.
______
La sirena sonó y todos se apresuraron a levantarse para recoger sus cosas.
-- ¿Qué toca ahora?
-- Música.
-- Uff, a tocar la canción. Me parece que hoy la profe va a elegir a las personas que van a cantar.
-- ¿Estáis tocando una canción en clase de música?
Todos se giraron para ver a la muchacha nueva.
-- En realidad dos, pero estamos practicando más una que otra. Tocamos la de Uncover y la de Los niños del coro. Y para Los niños del coro la profe quiere poner voces cantantes.
Nadie estaba contento con esa idea.
-- ¿Y daremos todos para una canción de tantos instrumentos? Solo somos 11.
-- No te preocupes por eso, en la clase de musica nos juntan con los de 3°B normal, al igual que en algunas otras clases como gimnasia y tecnología. Somos 31 en total, ahora 32 contigo.
Ella asintió entendiendo más o menos el funcionamiento de esa clase.
Tras coger las libretas, partituras y flautas salieron de la clase para subir a la planta de arriba donde se encontraba la clase de música.
Nada más llegar la profesora ya se encontraba en el aula como siempre.
-- Bien chicos, vamos a preparar las canciones. Primero la de Los niños del coro.
Dijo mientras rellenaba el parte de la clase de 3°B.
-- ¿Falta alguien?
Todos negaron con la cabeza.
-- ¿Luffy y el parte de tu clase?
-- En clase. -- Respondió rascándose la cabeza avergonzado.
-- Corre a buscarlo.
El chico se levantó y salió corriendo escaleras abajo de vuelta a su clase a por el papel.
Nada más volver ya se encontró a todos posicionados en sus instrumentos para tocar.
-- Haber, necesitamos voces para esta canción. Ya he organizado todo como podría ser. Necesitamos voces lo más aniñadas posibles.
Todos se giraron a ver como un resorte a Luffy y a Shirahoshi. Ambos se sorprendieron ante las repentinas miradas de todos.
-- ¿Qué? -- Protestó el azabache.
-- Sin duda alguna ellos dos son los ideales para unas voces aniñadas. -- Sentenció Rebecca.
Todos asintieron de acuerdo.
Después de un rato de debate acabaron haciendo el coro compuesto por Luffy, Shirahoshi, Rebecca y Vivi.
-- Vale, aprenderos la canción para el próximo día.
-- ¿Cómo me voy a aprender este idioma tan raro? -- se quejó Luffy mirando su partitura donde también aparecían las letras de la canción.
-- Es francés Luffy y puedes aprendértelo perfectamente, así que deja de quejarte.
-- No voy a conseguir cantar esto ni en mil años. -- Siguió protestando haciendo caso omiso a la profesora.
-- Muy bien, ya que tanto te quejas harás también el solo.
-- ¿¡Qué?!
-- Y más te vale hacerlo bien o llevarás esta asignatura suspensa.
-- ¡Eso es injusto! ¡Si nisiquiera se cantar!
-- ¡Me da igual! ¡Aprendes! ¡Sino haberte quedado calladito!
El chico suspiró y prefirió cerrar la boca antes de meterse en más problemas por culpa de esa profesora.
_________
-- Y dime ¿cómo te hiciste esa cicatriz tan destacable bajo el ojo?
El muchacho de cabellos azabaches se giró a ver a su nueva amiga. Tras tocar la sirena que indicaba la hora del recreo habían salido junto con Usopp en busca del resto de la pandilla.
-- Se me clavó un trozo de cristal que casi me deja ciego. -- Respondió con simpleza.
No tenía buenos recuerdos de ese suceso como para profundizar más el tema, ese día fue una catástrofe.
-- Wau, eso debió doler.
-- Bastante. -- Musitó. -- ¡Mirad allí están los chicos!
Echó a correr hacia el banco de la entrada donde se encontraban el resto de sus amigos.
-- Ei ¿esa no es la chica de la fiesta? -- Preguntó Sanji sorprendido.
-- Sip, Pecosa viene en nuestra clase, es la alumna nueva. -- Respondió su amigo entusiasmado.
Acto seguido dirigió su vista a Nami y sin previo aviso la agarró de la muñeca para ponerla en pie.
-- ¿Nami podemos hablar un momento? -- Se puso serio de pronto.
-- Acaso me dejas alternativa? -- La muchacha llevó la vista al agarre.
-- No.
Y sin más echó a caminar con ella hasta llevarla a una esquina apartada de los demás ante la atenta y sorprendida mirada de sus amigos.
-- Haber cuentame lo de ayer. ¿Que pasó?
-- Mierda.
-- ¿Qué pensabas? ¿Que me iba a olvidar?
-- La verdad es que sí. -- La pelirroja suspiró. -- Es que... me he metido en un grave problema. Le hice una apuesta a unos tíos callejeros de estos "malotes" que van por las calles y... perdí.
-- ¿Por qué hiciste eso?
-- ¡No lo se! ¿¡vale?! ¡Me estaban tocando las narices y lo único que se me ocurrió fue retarlos por que yo nunca pierdo una apuesta!
La chica estaba que no podía consigo misma.
-- ¿Para cuando necesitas el dinero?
-- Mañana tengo que dárselo sin falt... ¡Espera! ¿Que vas a hacer?
La muchacha se dio cuenta demasiado tarde de las intenciones de su amigo.
-- No te preocupes, mañana tendrás el dinero. Todo se solucionará.
-- Luffy puedo apañarmelas sola, no necesito tu ayuda.
-- No me importa.
El chico seguía con su deslumbrante sonrisa indicándole a Nami que hiciera lo que hiciera no conseguiría hacerlo cambiar de idea.
-- Luffy... No hagas ninguna estupidez. Siempre te estás metiendo en problemas por mi culpa.
Pero el muchacho ya no la escuchaba, se alejaba de vuelta con el grupo dejándola con la palabra en la boca.
-- ¡Maldito idiota!
_______
El joven se reunió con sus hermanos a la salida del instituto y los tres juntos echaron a andar en dirección al colegio donde los estarían esperando los pequeños.
-- ¿Traeis alguna novedad que contar? -- Preguntó el rubio para dar conversación.
-- Me pusieron un incentivo y suspendí el examen de física. -- Rezongó Ace.
-- Tengo que cantar en la canción para el concierto y además también interpreto el solo. -- Suspiró Luffy frustrado.
-- Wau, sí que venís pesimistas hoy.
-- Pero bueno, quitando eso... ¡Aprobé el examen de mates!
Al mayor de cabellos dorados se le iluminó la cara ante la buena noticia del menor.
-- ¡Muy bien! ¿Cuánto sacaste? Menos mal, una noticia buena.
-- Saque un 5 raspado, pero también fui la 3ª mejor nota, el resto de la clase suspendió así que.
-- Tss, sigue siendo una mierda de aprobado -- Replicó el pecoso con descaro.
-- ¡Por lo menos él estudia y aprueba, no como tú vago de mierda! -- Exclamó su hermano menor por meses. -- ¿Qué tal te salió el examen de historia? ¡Porque no te he visto tocar un puñetero libro en todo el fin de semana y hoy tenías examen!
-- ¡¿Acaso eres mi madre?! ¡Haré lo que me salga de los coj*nes!
-- ¡No seré tu madre pero soy tu hermano y me preocupo por ti subnormal! ¡¿Por qué no puedes ponerte ni una sola hora a estudiar?! ¡A claro! ¡Porque es mejor salir a hacer el gilipollas con tus amigos hasta las tantas de la noche!
-- ¡Nadie te a dado permiso para meterte en mi vida así que callate!
-- ¡Eres un necio!
-- ¡Y tú un... !
-- ¡Callaos!
Ambos hermanos se giraron a ver al menor con expresión seria y frustrada.
-- Gracias. -- Rezongó mal humorado y echó a caminar adelantándose.
Algo que él odiaba era ver a sus hermanos discutiendo de esa manera por gilipolleces, claro era normal hacerlo de vez en cuando, pero aun así no los soportaba cuando se ponían así.
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