-- ¿Luffy viste mi chándal del equipo?

-- No. -- Al menor casi se le escapa una carcajada.

-- ¿¡Enserio nadie a visto mi puñetero chándal!?

-- Sabo cálmate ya que te va a dar un ictus. -- Suspiró Ace algo nervioso por las vueltas que daba su hermano.

-- ¡No puedo calmarme! ¡Tengo que preparar todo para la tarde y no encuentro el dichoso chándal del equipo que tengo que llevar puesto en el partido! -- Exclamó exasperado.

-- ¿No estará en el tendal? A lo mejor lo echaste a lavar. -- Sugirió Luffy aun aguantando la risa.

La actitud de su hermano en esos momentos le hacía gracia.

-- ¡Claro que no! ¡Hace siglos que lo lavé! Bueno en realidad antes de ayer. ¡Pero da igual!

-- ¡Sabo enserio cálmate ya! ¡Y para quieto que me estás poniendo nervioso!

El rubio andaba dando vueltas por toda la habitación revolviendo todo incluidos los cajones en los que se encontraba la ropa de sus hermanos.

-- ¡No está! ¿¡Donde carajos lo metí?!

-- Y luego hablas de nosotros.

-- ¡Esque vosotros lo perdéis todo! ¡Incluso estoy 100% seguro de que vosotros me perdisteis el chándal!

-- ¡Sí claro, ahora será nuestra culpa! -- Ace ya se estaba empezando a cabrear por la actitud de su hermano.

-- A lo mejor lo dejé en el tendal.

Luffy se llevó la mano a la cara.

-- ¿Y qué dije yo antes? -- Exclamó frustrado.

-- Ahora no Luffy, tengo que encontrar el dichoso chándal.

A Ace y a Luffy se les formó una pequeña gota de sudor en la nuca mientras miraban a su hermano salir de la habitación rezongando improperios.

-- ¿Le decimos ya que lo lleva puesto?

-- No, espera un poco más haber si se da cuenta por si mismo.

Ambos se miraron y estallaron en carcajadas ante el despiste del rubio. Normalmente era al revés lo ocurrido, sin embargo cuando Sabo se ponía nervioso por algún motivo, se convertía en un completo desastre incluso peor que sus propios hermanos.

_______

-- ¿Qué Sabo, al final encontraste el chándal?

El muchacho acribilló al pecoso con la mirada.

-- Cállate. -- Rezongó de mal humor.

-- O vamos Sabo no te enfades, si fue muy divertido. -- Exclamó Luffy.

-- ¡Divertido para vosotros! ¿¡Por qué diablos no me dijisteis que tenía el chándal puesto?!

-- Porque así hubiera perdido la gracia. -- Sonrió Ace con sorna.

-- Idiotas. -- Murmuró.

Makino entró a la cocina en ese momento interrumpiendo su discusión.

-- Que aproveche chicos.

-- Gracias. -- Respondieron al unísono.

-- ¿Sabo a que hora quedaste con tu equipo?

-- A las 12:00 en el parque.

El chico se llevó una cucharada de cereales a la boca.

-- Pues apurate porque son las 11:30.

-- Ya lo se.

Acabó su tazón de cereales, lo llevó al fregadero y salió de la cocina para echar a correr escaleras arriba a su habitación.

-- Y vosotros dos acabad rápido que tenéis que ayudarme a limpiar la casa.

-- ¿Qué?

Ambos hermanos alzaron la vista de su desayuno para mirar con horror a su tutora.

-- No me miréis así. Ya tenéis casi 18 años, va siendo hora de que toméis algunas responsabilidades.

-- Corrijo, él va a cumplir los 18, yo aun voy a cumplir mis 16. -- Rectificó Luffy.

-- Me da igual, ambos sois ya mayorcitos y va siendo hora de que aprendais al menos a doblar una camiseta.

-- Makino por Dios que eso sí sabemos hacerlo. -- Protestó Ace.

-- ¿A sí? ¿Entonces por qué siempre tenéis la ropa de los cajones desdoblada y metida de cualquier manera?

-- Porque el despistado de nuestro hermano piensa que le robamos los chándales que lleva puestos. -- Sonrió el pecoso con sorna.

El menor de los dos hermanos escupió el zumo que estaba bebiendo y estalló en carcajadas.

-- Mira que sois.

Makino puso los ojos en blanco y negó con la cabeza indicando que no tenían remedio.

-- Bueno, acabad pronto y venid a ayudarme, voy arriba a despertar a los peques.

Los chicos asintieron ya con la boca llena para hablar.

-- Ah y por cierto, tengo que irme un rato que le prometí a los niños que los llevaría a la fiesta esta mañana, así que os quedaréis solos un par de horas.

-- No hay poflema. -- Ace habló a pesar de tener la boca aun llena de comida.

-- De todas formas Garp pasará por aquí a revisar que no quemeis la casa.

Ace escupió todo lo que tenía en la boca mientras Luffy se atragantaba con la comida.

-- ¿¡Qué?!

______

Luffy se tiró en su cama y cogió el móvil de la mesilla para ver si tenia mensajes.

Normalmente el muchacho no solía prestar atención a ese aparato que sus amigos no eran capaces de soltar ni para andar. Pero en esos momentos, estando completamente solo en casa, decir que estaba aburrido era poco.

Se fijó en que tenía 2 mensajes de Nami y 5 de Usopp. Decidió ver primero los del último.

WhatsApp.

Usopp:

- Luffyyyyyy
- Lufyyy
- Lufyyy
- Lufyyy
- Lufyyy

Luffy:

- ¿Qué?
- ¿Qué?
- ¿Qué?
- ¿Qué?
- ¿Qué?

Usopp: Me dijo que siiiii.

Luffy: ¿Quien? ¿Qué? ¿De que estamos hablando?

Usopp: Kaya me dijo que si!!!

Luffy: Emmmm... ¿Sí a qué? ¡Me he perdido!

Usopp: Rebobina tu mente Luffy. ¿No te acuerdas que quedara en que al final sí le pediría a Kaya para quedar hoy al cine?

Luffy: ¡Es verdad! ¿Y ya se lo pediste? ¿Te respondió?

Usopp: Siiiiiii. Me dijo que siiiii.

Luffy: Way!!

Usopp: Pero no se que hacer en esta situación. En plan, nunca e tenido una cita. ¿Qué debo hacer?

Luffy: No lo se, yo tampoco tuve nunca una cita. Pregúntale a las chicas, ellas siempre saben de esto.

Usopp: Suponiendo que Nami siempre se acaba cabreando conmigo y hace de mi un disfraz prefiero preguntárselo a Robin que es más paciente y comprensiva.

Luffy: Pues hazlo, jaja.

Luffy salió del contacto para mirar sus otros mensajes.

Nami:

- Luffyyy...
- :)

Luffy: Me das miedo.

Nami: ¿Por qué?

Luffy: Porque cuando me pones una carita sonriente por WhatsApp es que me vas a pedir algo que no quiero. :/

Nami: Eso no es verdad!

Luffy: Vale, no te enfades :(

Nami: Bueno, lo que quería decirte... Te acuerdas de aquella apuesta que hicimos? Aun me debes dinero.

Luffy: ¡Lo sabia!!!! Maldita!!!!

Nami: Perdón :'D pero es que es la verdad.
Nami: Ahora enserio, dame la pasta.

Luffy: 1: Ni siquiera me acuerdo de que apuesta me hablas. 2: ¡No tengo dinero! ¡Me lo gasté ayer todo en la fiesta!

Nami: ¿¡Enserio?! ¿Cuanto dinero te dieron?

Luffy: 20€, y ya era bastante.

Nami: -.-"

Luffy: Para que necesitas el dinero así derrepente Nami? No es propio de ti insistir TANTO por eso.
Luffy: Bueno en realidad sí lo es, pero da igual!

Nami: Luffy... es que me he metido en un lío gordo. Necesito conseguir por lo menos 50 pavos o estoy jodida.

Luffy: Pero que has hecho?!!! Nami ahora sin coñas, me estás asustando!

Nami: Te lo cuento mañana.

Luffy: Nami eres mi mejor amiga, puedes contármelo, no se lo diré a nadie si es lo que quieres.
Luffy: Quiero ayudar.

Nami: Mañana te lo explico -.-"
Nami: Por cierto, cambiando de tema, hoy vas a ir al partido de tu hermano ¿no?

Luffy: Sep.

Nami: A lo mejor nos vemos, si acabamos pronto en el campo quizá me pase por el partido.

Luffy: Wayyy!! Aunque pensaba que a ti no te gustaba el fútbol.

Nami: Y la verdad no me gusta mucho, pero es que no tengo nada mejor que hacer en toda la tarde.
Nami: Nojiko va a estar fuera toda la tarde y mi madre en el cuartel policial trabajando. Sola en casa me voy a aburrir XD.

Luffy: Bua aburrido sí que estoy yo ahora mismo.
Makino se llevó a los niños a la fiesta, Sabo ya se fue con su equipo y Ace no se a donde carajos se fue, pero en cuanto tuvo la oportunidad ya se largó de casa, así que.
Luffy: Toy solito y aburrido en casa :(

Nami: Jajajajajajajaa hay que ver. ¿No quemarás nada? :'D

Luffy: No empieces tú también como Makino!! >:(

Nami: jajjajajjajja es que conociéndote lo raro sería que no provoques un accidente. :'D

Luffy: Eres mala :(

Nami: No sabes cuanto XD
Nami: ¿Y como es eso de que tu hermano ya se fue con el equipo? El partido aun empieza a las 6:00 de la tarde.

Luffy: Sí, pero ya quedó con el equipo para ir a comer y prepararse. Cosas de futbolistas supongo XD.

Nami: Y Ace a donde se fue? Hay que estar locos para dejarte solo en casa.

Luffy: No lo se la verdad, aunque no es la primera vez que lo hace. El otro día también se fue por la tarde y tuvo que ir el abuelo a buscarlo por la noche.
Luffy: A donde va es un misterio O.o

Nami: A lo mejor tiene una novia por ahí y no lo quiere decir :'D.

Luffy: Siendo él orgulloso como es no me extrañaría nada :'D.

Nami: ¿Y tú si estuvieras enamorado de alguien lo dirías?

Luffy: Claro, supongo. Probablemente tu serías la primera en saberlo, a fin de cuentas eres la única persona a la que le cuento TODO.
Luffy: Jajajjjajaja

Nami: Eso es porque me tienes confianza, lo cual sigo sin entender por qué.

Luffy: Porque eres mi mejor amiga, no tiene más ciencia que eso XD.
Luffy: Por cieeertoo.

Nami: Uih ¿que quieres ya? No tengo carne.

Luffy: ¡No es eso! Aunque tengo hambre :(
Luffy: A lo que iba, ¿Qué te pasaba ayer?

Nami: ¿Ayer cuando?

Luffy: En la fiesta.

Nami: No me pasaba nada.

Luffy: Estuviste de mal humor casi toda la noche desde que llegó Pecosa.

Nami: A veces me alegro de que seas un cabeza hueca -.-"

Luffy: ¿Qué quieres decir?

Nami: Nada Luffy, estoy y estaba bien. Solo me sentía un poco frustrada porque Nojiko no me quiso ayudar con los deberes de geografía.

Luffy: A vale. Que susto, pensé que te había pasado algo malo.

Si Luffy no fuera tan despistado probablemente se habría dado cuenta de la notable mentira que le había dicho su amiga, pues geografía era la mejor materia que se le daba y precisamente era ella quien lo ayudaba a él en esa asignatura.

Nami: Tengo que dejar ya el móvil, aun no recogí mi cuarto.

Otra mentira, aunque esta vez el chico sí la notó.

Luffy: Pero si tú siempre ordenas el cuarto nada más levantarte y desayunar! Odias el deshorden como para estar hasta la 1:00 que son con la cama deshecha!

Nami: Pues hoy se me fue la olla y no lo recogí aun, así que chao.

Luffy: Chao :/

Soltó el móvil dejándolo caer en el colchón sobre el que estaba tumbado y se frotó la cara frustrado.

Por muchas veces que lo denominaran de idiota tampoco era tan estúpido como para no darse cuenta de cuando algo iba mal. Y a su amiga sin duda alguna le pasaba algo.

______

-- ¿Cogiste algo para comer?

-- Sí, traje palomitas.

El menor se sentó en las gradas al lado del pecoso para seguir viendo el partido.

Ya llevaban 3 goles marcados y aun así aun no ganaban, el bando contrario les superaba por 5.

-- ¡Vamos Sabo, chicos! ¡Vosotros podéis! -- Gritó Luffy poniéndose de pie para animar a su hermano y su equipo.

-- ¡Venga Sabo! -- Lo acompañó el pecoso.

Después de una gran tarde llena de gritos el partido terminó con un empate de 6 - 6.

Aunque había que descartar el echo de que el canalla del arbitro no había pitado un par de faltas y otra la había pitado sin razón alguna.

A Sabo le llegaron a sacar tarjeta amarilla por supuestamente empujar a un contrincante cuando a las claras se vio que fue este quien se tiró al suelo adrede sin ser tocado por nadie.

Al final y después de tanto alboroto los tres hermanos se encontraban caminando de vuelta a casa sin parar de reír y protestar por todo lo ocurrido en el partido.

-- Y cuando le metiste ese gol que cara puso el portero. -- Rió Luffy recordando la escena.

-- Es que le hizo un caño criminal.

-- ¡Tío si me lo dejó a huevo! ¿Qué querías que hiciera? ¿Dejar pasar el gol?

Los otros dos negaron con la cabeza y estallaron en carcajadas.

-- Nah, jugasteis bien. Además con la mierda de arbitro que había ya fue bastante llegar al empate. -- Determinó Ace.

-- En eso te doy toda la razón. Ese arbitro estaba del bando contrario, no era imparcial. -- Lo coordinó el rubio.

-- Al final Nami no vino.

Ambos los dos mayores se giraron para ver atónitos y algo cortados por el brusco cambio de tema de su hermano.

-- ¿Habías quedado aquí con ella?

Al pecoso le resultó extraño ya que sabía que Luffy prefería tener esos días especiales en los que quedaban los tres para estar precisamente solo con ellos. Como un día/momento familiar, o mas bien como un día/momento fraternal.

-- No, pero me dijo esta mañana por Whats que a lo mejor venía por puro aburrimiento.

Se encogió de hombros y esbozó su ya tan característica sonrisa.

Al verlo sus hermanos estallaron en carcajadas. Les hacía gracia la forma tan simplona con la que su hermanito podía zanjar un tema sin más.